El Colportor Evangélico

Capítulo 12

Constantes en la oración

Orar por una experiencia más profunda

A nuestros colportores, a todos aquellos a quienes Dios ha confiado talentos para que cooperen con él, quiero decir: Oren, oh, oren por una experiencia más profunda. Salgan con el corazón enternecido y subyugado por el estudio de las verdades preciosas que Dios nos ha dado para este tiempo. Beban a grandes sorbos del agua de la salvación, para que sea en el corazón como una fuente viva, que fluya para refrigerar a las personas a punto de perecer. Dios les dará entonces sabiduría que los habilite para impartir lo recto a otros. Les hará canales para comunicar sus bendiciones. Les ayudará para revelar sus atributos e impartir a otros la sabiduría y el entendimiento que les ha impartido a ustedes.

Ruego a Dios que puedan comprender este asunto en su longitud, anchura y profundidad, y que sientan la responsabilidad de representar el carácter de Cristo por la constancia de la paciencia, el valor y la integridad de ustedes. "Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús". Filipenses 4:7.--Joyas de los Testimonios 2:539 (1900).

Orar humilde y fervorosamente

La oración humilde y ferviente hará más en favor de la circulación de nuestros libros que todos los costosos embellecimientos del mundo. Si los obreros prestaran su atención a lo que es verdadero, viviente y real; si oraran por el Espíritu Santo, y creyeran y confiaran en él; su poder se derramaría sobre ellos en poderosos raudales celestiales, y se harían impresiones correctas y verdaderas sobre el corazón humano. Por lo tanto, oren y trabajen, y trabajen y oren, y el Señor obrará con ustedes.--Joyas de los Testimonios 2:538 (1900).

Satanás está en vuestro camino. Es un adversario artero, y el espíritu maligno con que tropiezan en su trabajo es inspirado por él. Aquellos a quienes él controla se hacen eco de sus palabras. Si se pudiera descorrer el velo que cubre sus ojos, los que así trabajan verían a Satanás ejerciendo todas sus artes para ganarlos para sí sacándolos de la verdad. En la tarea de rescatar a las personas de sus engaños, se realizará mucho más por medio de la oración humilde, hecha con el espíritu de Cristo, que utilizando muchas palabras sin oración.

Orar constantemente--Los obreros deben tener el espíritu constantemente elevado a Dios en oración. Nunca están solos. Si tienen fe en Dios, si se dan cuenta de que se les ha confiado la obra de dar al pueblo la luz sobre los temas bíblicos, gozarán constantemente de la compañía de Cristo.--Manual for Canvassers, 40 (1902).

El poder de la oración importuna

Jacob prevaleció porque fue perseverante y decidido. Su experiencia atestigua el poder de la oración insistente. Este es el tiempo en que debemos aprender la lección de la oración que prevalece y de la fe inquebrantable. Las mayores victorias de la iglesia de Cristo o del cristiano no son las que se ganan mediante el talento o la educación, la riqueza o el favor de los hombres. Son las victorias que se alcanzan en la cámara de audiencia con Dios, cuando la fe fervorosa y agonizante se ase del poderoso brazo de la omnipotencia.

Los que no están dispuestos a dejar todo pecado y buscar seriamente la bendición de Dios, no la alcanzarán. Pero todos los que se afirmen en las promesas de Dios como lo hizo Jacob, y sean tan vehementes y constantes como lo fue él, alcanzarán el éxito que él alcanzó.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 201, 202 (1890).

Toda dificultad es un llamado a la oración

La senda de la sinceridad e integridad no es una senda libre de obstrucción, pero en toda dificultad hemos de ver una invitación a orar.--El Deseado de Todas las Gentes, 620, 621 (1898).

La oración y el estudio de la Biblia son esenciales

Bien sabe Satanás que todos aquellos a quienes pueda inducir a descuidar la oración y el estudio de las Sagradas Escrituras serán vencidos por sus ataques. De aquí que invente cuanta estratagema le es posible para tener las mentes distraídas.--El Conflicto de los Siglos, 573 (1888).

Los creyentes que se vistan con toda la armadura de Dios y dediquen algún tiempo diariamente a la meditación, la oración y el estudio de las Escrituras, se vincularán con el cielo y ejercerán una influencia salvadora y transformadora sobre quienes los rodean.--Testimonios para la Iglesia 5:105 (1882).

Orar con la gente

Son muchos los que a causa del prejuicio no conocerán la verdad a menos que les sea llevada a sus casas. El colportor puede encontrar a estas personas y servirlas. Hay un ramo de trabajo de casa en casa que puede realizar con más éxito que los demás. Puede familiarizarse con la gente y comprender sus verdaderas necesidades; puede orar con ella y señalarle al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Así se abrirá el camino para que el mensaje especial para este tiempo halle acceso a los corazones.--Joyas de los Testimonios 2:533 (1900).

Por medio de la oración y el canto

La obra del colportor evangélico, cuyo corazón está saturado por el Espíritu Santo, está repleta de admirables posibilidades para hacer el bien. La presentación de la verdad hecha con amor y sencillez, de casa en casa, está en armonía con la instrucción que Cristo dio a sus discípulos cuando los envió en su primer viaje misionero. Muchos serán alcanzados por medio de cantos de alabanza y oraciones humildes y sinceras. El Obrero divino estará siempre presente para poner convicción en los corazones. "Estoy siempre con vosotros" es la promesa que nos ha hecho. Con la seguridad de la presencia permanente de un ayudador como él, podemos trabajar con fe, esperanza y valor.--Testimonios para la Iglesia 9:28 (1909).

Dios da el éxito

Sólo Dios es quien puede dar el éxito tanto en la preparación como en la circulación de nuestras publicaciones. Si con fe sostenemos sus principios, él cooperará con nosotros al colocar los libros en las manos de aquellos a quienes beneficiarán. Debemos orar por el Espíritu Santo, confiar en él y creer en él. La oración humilde y ferviente hará más para promover la circulación de nuestros libros que todos los costosos adornos del mundo.--Joyas de los Testimonios 3:158, 159 (1902).