Bajo el control del Espíritu Santo
La obra del colportaje nunca debería languidecer. Los instrumentos puestos en acción para realizar esta obra necesitan estar siempre bajo el control del Espíritu Santo de Dios.--Carta 82, 1899.
El hombre necesita un poder exterior a sí mismo para restaurarle a la semejanza de Dios y habilitarle para hacer la obra de Dios; pero esto no hace que no sea esencial el agente humano. La humanidad hace suyo el poder divino, Cristo mora en el corazón por la fe; y mediante la cooperación con lo divino el poder del hombre se hace eficiente para el bien.
El que llamó a los pescadores en Galilea está llamando todavía a los hombres a su servicio. Y está tan dispuesto a manifestar su poder por medio de nosotros como lo hizo por los primeros discípulos.--El Deseado de Todas las Gentes, 263, 264 (1898).
Orar por el Espíritu Santo
Debemos orar por el derramamiento del Espíritu Santo con tanto ahínco como lo hicieron los discípulos en el día del Pentecostés. Si ellos lo necesitaban en aquel tiempo, nosotros lo necesitamos más hoy día. La oscuridad moral, cual paño mortuorio, cubre la Tierra. Toda clase de falsas doctrinas, herejías y engaños satánicos están desviando las mentes de los hombres. Sin el Espíritu y el poder de Dios trabajaremos en vano por presentar la verdad.--Testimonios para la Iglesia 5:147 (1882).
Cuando bajo la prueba los jóvenes muestren que tienen una preocupación genuina por las personas, y un intenso anhelo de salvar a sus semejantes, verán convertirse a los seres humanos. Como consecuencia de su trabajo se recogerá una cosecha para el Señor. Salgan ellos como verdaderos misioneros para realizar la obra de hacer circular los libros que contienen la verdad presente. Mientras lo hacen, eleven oraciones a Dios en procura de mayor luz y de la dirección de su Espíritu, para que puedan saber cómo hablar palabras oportunas. Cuando vean una ocasión para realizar un acto de bondad, aprovéchenla como si estuvieran trabajando por sueldo. Recuerden que así están siendo mensajeros del Señor.--Manuscrito 75, 1900.
Se nos asegura su ayuda
Dios no nos pide que hagamos con nuestra fuerza la obra que nos espera. Él ha provisto ayuda divina para todas las emergencias a las cuales no pueden hacer frente nuestros recursos humanos. Da el Espíritu Santo para ayudarnos en toda dificultad, para fortalecer nuestra esperanza y seguridad, para iluminar nuestra mente y purificar nuestro corazón.--Joyas de los Testimonios 3:209 (1904).
El obrero humilde y eficiente, que responde obedientemente al llamamiento de Dios, puede tener la seguridad de que recibirá la asistencia divina. Sentir una responsabilidad tan grande y santa es en sí mismo elevador para el carácter. Pone en acción las cualidades mentales más elevadas, y su ejercicio continuo fortalece y purifica la mente y el corazón. La influencia ejercida sobre la vida de uno, como sobre la de los demás, es incalculable.--Joyas de los Testimonios 2:555, 556 (1900).
El Espíritu Santo transforma la vida
Cuando el Espíritu de Dios se posesiona del corazón, transforma la vida. Los pensamientos pecaminosos son puestos a un lado, las malas acciones son abandonadas; el amor, la humildad y la paz reemplazan a la ira, la envidia y las contenciones. La alegría reemplaza a la tristeza, y el rostro refleja la luz del cielo.--El Deseado de Todas las Gentes, 144 (1898).
El secreto del éxito
Aunque Josué había recibido la promesa de que Dios derrocaría ciertamente a los enemigos de Israel, realizó un esfuerzo tan ardoroso como si el éxito de la empresa dependiera solamente de los ejércitos de Israel. Hizo todo lo que era posible para la energía humana, y luego pidió con fe la ayuda divina. El secreto del éxito estriba en la unión del poder divino con el esfuerzo humano. Los que logran los mayores resultados son los que confían más implícitamente en el brazo del Todopoderoso.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 543, 544 (1890).
Asirse del poder divino
Entréguense los colportores evangélicos a la dirección del Espíritu Santo para que él obre por su medio. Por la oración perseverante, echen mano del poder que proviene de Dios y confíen en él con fe viva. Su grande y eficaz influencia acompañará a todo obrero fiel y veraz.
Así como Dios bendice al ministro y al evangelista en sus fervorosos esfuerzos por presentar la verdad a la gente, bendecirá al colportor fiel.--Joyas de los Testimonios 2:555 (1900).
Conságrense a Dios jóvenes y ancianos, emprendan la obra y, trabajando con humildad, avancen bajo el control del Espíritu Santo.--Joyas de los Testimonios 2:547 (1900).
Comprendan a cada momento que deben contar con la presencia del Espíritu Santo; porque él puede realizar la obra que ustedes no puede hacer por sí mismos.--Testimonios para los Ministros, 310 (1923).
Ser instrumentos divinos
Nuestros libros deben ser vendidos por obreros consagrados, a quienes el Espíritu Santo pueda emplear como instrumentos suyos. Cristo es nuestra suficiencia y debemos presentar la verdad con humilde sencillez, dejándole manifestar su propio sabor de vida para vida.--Joyas de los Testimonios 2:538 (1900).
El Espíritu Santo da las palabras
No pueden menos los corazones que ser conmovidos por la historia de la expiación. Si aprenden a ser mansos y humildes como Cristo, sabrán qué decir a la gente; porque el Espíritu Santo les enseñará las palabras que han de hablar. Los que comprenden la necesidad que hay de mantener el corazón bajo el dominio del Espíritu Santo, se verán capacitados para sembrar una semilla que brotará para vida eterna. Tal es la obra del colportor evangélico.--Joyas de los Testimonios 2:544 (1900).
Impresiona los corazones
El Señor Jesús, que está al lado del colportor y camina con él, es el obrero principal. Si reconocemos que Cristo nos acompaña para preparar el camino, el Espíritu Santo que está a nuestro lado hará las impresiones precisamente necesarias.--Manual for Canvassers, 40 (1902).
Otorga éxito
Podemos iluminar a la gente tan sólo con el poder de Dios. Los colportores deben mantener sus propias vidas en conexión viviente con Dios. Deben trabajar orando porque Dios abra el camino y prepare los corazones para recibir el mensaje que él les envía. No es la capacidad del instrumento o del obrero, sino el Espíritu de Dios que obra en el corazón lo que otorga éxito verdadero.--Manuscrito 31, 1890.
Está cerca para ayudar en tiempo de necesidad
A todos los que tantean para sentir la mano guiadora de Dios, el momento de mayor desaliento es cuando más cerca está la ayuda divina. Mirarán atrás con agradecimiento, a la parte más oscura del camino... Salen de toda tentación y prueba con una fe más firme y una experiencia más rica.--El Deseado de Todas las Gentes, 487 (1898).
"Toda potestad" es asequible
Los que están en las tinieblas del error han sido comprados con la sangre de Cristo. Son el fruto de sus sufrimientos, y se ha de trabajar por ellos. Que nuestros colportores sepan que están trabajando por el avance del reino de Cristo. Él les enseñará, mientras avancen para hacer la obra que Dios les ha señalado, a amonestar al mundo acerca del juicio que se aproxima. Acompañando por el poder de persuasión, el poder de la oración, el poder del amor de Cristo, la obra del evangelista no puede quedar ni quedará sin fruto. Piensen en el interés que el Padre y el Hijo tienen en esta obra. Así como el Padre ama al Hijo, el Hijo ama a los que son suyos: los que trabajan como él trabajó para salvar a las personas que perecen. Nadie necesita sentirse impotente; pues Cristo declara: "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra". Él ha prometido que dará ese poder a sus obreros. El poder de Cristo llegará a ser el de ellos. Ellos han de vincular sus vidas con Dios. Cristo quiere que todos gocen la riqueza de su gracia, que trasciende todo cómputo. Es ilimitada e inagotable. Es nuestra por el pacto eterno, si somos obreros juntamente con Dios. Es nuestra si nos unimos con él para atraer a muchos hijos e hijas a Dios.--The Review and Herald, 2 de junio de 1903.
Conságrense totalmente a la obra de Dios. Él es vuestra fortaleza y será vuestra mano derecha, y les ayudará a llevar a cabo sus misericordiosos propósitos.--Testimonios para la Iglesia 9:33 (1909).
Dios acepta el servicio prestado de todo corazón, y suplirá las deficiencias.--El Ministerio de Curación, 109 (1905).
Es posible obtener resultados ilimitados
A todo aquel que se ofrece al Señor para servir, sin retener nada, se le concede poder para alcanzar resultados sin medida.--Testimonios para la Iglesia 7:32 (1902).