El Colportor Evangélico

Capítulo 20

Nuestros libros especiales

Libros que revelan luz sobre la apostasía de Satanás

* Se me ha indicado que los libros importantes, los que contienen la luz que Dios ha dado respecto a la apostasía de Satanás en los cielos, deben recibir una amplia circulación precisamente ahora, pues por su medio la verdad debe llegar a todas las mentes. Patriarcas y profetas, Daniel y Apocalipsis y El conflicto de los siglos son más necesarios ahora que nunca antes. Deben ser ampliamente difundidos porque las verdades que destacan abrirán muchos ojos ciegos... Muchos de nuestros hermanos han estado ciegos ante la importancia de los mismos libros que más necesitamos. Si entonces se hubiese manifestado tacto y habilidad en la venta de esos libros, el movimiento en pro de la ley dominical no se hallaría donde está ahora.--The Review and Herald, 16 de febrero de 1905.

En El Deseado de todas las gentes, Patriarcas y profetas, El conflicto de los siglos y Daniel y Apocalipsis existe instrucción preciosa. Estos libros deben ser considerados de importancia especial, y debe hacerse todo esfuerzo posible para presentarlos ante la gente.--Carta 229, 1903.

Según la luz que he recibido, los libros Daniel y Apocalipsis, El conflicto de los siglos y Patriarcas y profetas se abrirán paso. Contienen precisamente el mensaje que la gente debe tener, la luz especial que Dios ha dado a su pueblo. Los ángeles de Dios prepararán el camino para estos libros en el corazón de la gente.--Special Instruction Regarding Royalties, 7 (1899).

Los libros del espíritu de profecía

Agradezco a mi Padre celestial por el interés que mis hermanos y hermanas han manifestado en la circulación de Palabras de vida de gran Maestro. Por medio de la venta de este libro se ha realizado mucho bien, y la obra debería continuar. Pero los esfuerzos de nuestros hermanos no deben limitarse a este único libro. La obra del Señor incluye más que un ramo del servicio. Palabra de vida del gran Maestro ha de vivir y hacer la obra que le ha sido señalada, pero no todo el pensamiento y el esfuerzo del pueblo de Dios ha de ser dado a su circulación. Los libros más grandes--Patriarcas y profetas, El conflicto de los siglos y El Deseado de todas las gentes--deben venderse por doquiera. Estos libros contienen verdad para este tiempo: una verdad que debe ser proclamada en todas partes del mundo. Nada ha de obstaculizar su venta.

El esfuerzo por hacer circular Palabras de vida del gran Maestro ha demostrado lo que puede hacerse en el campo del colportaje. Este esfuerzo es una lección que nunca ha de olvidarse acerca de cómo colportar con un espíritu de oración y con una confianza que proporcionan éxito.

Muchos más de nuestros libros mayores podrían haberse vendido si los miembros de nuestra iglesia hubieran despertado a la importancia de las verdades que estos libros contienen, y se hubieran dado cuenta de su responsabilidad de hacerlos circular. Hermanos y hermanas, ¿no harán ahora un esfuerzo para hacer circular estos libros? ¿Y no pondrán en este esfuerzo el entusiasmo que han empleado en el empeño por vender Palabras de vida del gran Maestro? Al vender este libro muchos han aprendido cómo trabajar con libros grandes. Han obtenido una experiencia que los ha preparado para entrar en el campo del colportaje.

La influencia de estos libros--La Hna. White no es la originadora de estos libros. Ellos contienen la instrucción que durante el período de su vida Dios le ha estado dando. Contienen la luz preciosa y consoladora que Dios ha concedido generosamente a su sierva para ser dada al mundo. De sus páginas esta luz ha de brillar iluminando los corazones de los hombres y las mujeres, conduciéndolos al Salvador. El Señor me ha señalado que estos libros han de ser esparcidos por todo el mundo. Hay en ellos verdad que, para quien la recibe, es un sabor de vida para vida. Son mensajeros silenciosos a favor de Dios. En lo pasado han sido los medios en sus manos para convencer y convertir a muchas personas. Muchos los han leído con ávida expectativa, y por medio de su lectura han sido guiados a ver la eficacia de la expiación de Cristo y a confiar en su poder. Han sido inducidos a encomendar el cuidado de sus vidas a su Creador, esperando y anhelando la venida del Salvador para llevar a sus amados a su hogar eterno. En lo futuro, estos libros han de aclarar el evangelio a muchos otros, revelándoles el camino de la salvación.--The Review and Herald, 20 de enero de 1903.

Vender libros que dan luz

El Señor ha enviado a su pueblo mucha instrucción, línea sobre línea, precepto sobre precepto, un poquito aquí y un poquito allá. Poco caso se hace de la Biblia, y el Señor ha dado una luz menor para guiar a los hombres y las mujeres a la luz mayor. ¡Oh, cuánto bien podría haberse realizado si los libros que contienen esta luz hubiesen sido leídos con una determinación de practicar los principios que contienen! Habría una vigilancia, una abnegación y un esfuerzo resuelto mil veces mayores. Y muchos más se regocijarían ahora en la luz de la verdad presente.

Hermanos y hermanas, trabajen fervorosamente para hacer circular estos libros. Pongan su corazón en esta tarea, y la bendición de Dios los acompañará. Salgan con fe, orando que el Señor prepare los corazones para recibir la luz. Sean agradables y corteses. Muestren, por medio de una conducta consecuente, que son verdaderos cristianos. Caminen y trabajen de acuerdo con la luz del cielo, y vuestra senda será como la senda de los justos, cuyo brillo va aumentando hasta que el día es perfecto (Ibíd.).

Verdades robustecidas por un "así dice el señor"

¿Cuántos han leído cuidadosamente Patriarcas y profetas, El conflicto de los siglos y El Deseado de todas las gentes? Quiero que todos entiendan que mi confianza en la luz que Dios ha dado permanece firme, porque yo sé que el poder del Espíritu Santo magnificó la verdad y la hizo honorable al decir: "Este es el camino, andad por él". En mis libros la verdad está establecida y protegida por un "Así dice el Señor". El Espíritu Santo grabó estas verdades en mi corazón y mi mente en forma tan indeleble como la ley fue grabada por el dedo de Dios en las tablas de piedra que están ahora en el arca, para ser puestas de manifiesto en el gran día cuando se pronuncie sentencia contra toda ciencia maligna y seductora producida por el padre de la mentira.--Carta 90, 1906.

A Dios le agradaría ver El Deseado de todas las gentes en todo hogar. En este libro está contenida la luz que él ha dado en su Palabra. A nuestros colportores yo les diría: Salgan con sus corazones enternecidos y subyugados por la lectura de la vida de Cristo. Beban profundamente del agua de salvación, para que sea en vuestro corazón como una fuente viva, que fluye para refrescar la vida de quienes están a punto de perecer.--Carta 75, 1900.

El conflicto de los siglos es más valioso que la plata y el oro

El conflicto de los siglos debe ser ampliamente difundido. Contiene la historia del pasado, el presente y el futuro. En su bosquejo de las escenas finales de la historia de esta Tierra, presenta un poderoso testimonio en favor de la verdad. Estoy más ansiosa de ver una amplia circulación de este libro que de cualquier otro que yo haya escrito; porque en El conflicto de los siglos, el último mensaje de amonestación al mundo es dado más distintamente que en cualquier otro de mis libros.--Carta 281, 1905.

Me dirijo a ustedes, los que están ocupados en la obra del colportaje. ¿Han leído el tomo 4 [El conflicto de los siglos]? ¿Saben lo que contiene? ¿Tienen algún aprecio por el tema que trata? ¿No ven que la gente necesita la luz que se da en él? Si todavía no lo han hecho, les ruego que lean cuidadosamente estas solemnes amonestaciones. Estoy segura de que el Señor quiere que esta obra sea llevada por todos los caminos y vallados, donde haya personas para ser amonestadas del peligro que pronto ha de venir.--Carta 1, 1890.

He sido movida por el Espíritu de Dios a escribir ese libro, y mientras trabajaba en él, he sentido una gran preocupación en mi ser. Sabía que el tiempo era corto, que las escenas que pronto han de agolparse sobre nosotros al final vendrían en forma repentina y rápida, así como se las presenta en las palabras de la Escritura: "El día del Señor vendrá... como ladrón en la noche".

El Señor ha colocado delante de mí asuntos que son de urgente importancia para el tiempo presente, y que alcanzan al futuro. Se me ha dado este encargo: "Escribe en un libro las cosas que has visto y oído, y que ese libro vaya a todas la gentes; porque está cerca el tiempo cuando la historia pasada habrá de repetirse". Me he despertado a la una, a las dos o a las tres de la madrugada con algún punto impresionado con fuerza sobre mi mente, como si hubiese sido hablado por la voz de Dios...

Se me ha mostrado... que debía dedicarme a escribir los importantes asuntos del tomo 4 [El conflicto de los siglos]; que la amonestación debe ir donde el predicador viviente no puede llegar, y que debe llamar la atención de muchos a los importantes acontecimientos que han de ocurrir en las escenas finales de la historia de este mundo (Ibíd.).

Aprecio El conflicto de los siglos más que la plata y el oro, y deseo grandemente que sea llevado ante la gente. Mientras escribía el manuscrito de El conflicto de los siglos, a menudo estaba consciente de la presencia de los ángeles de Dios. Y muchas veces las escenas acerca de las cuales había estado escribiendo me eran presentadas de nuevo en visiones de la noche, de manera que estaban frescas y vividas en mi mente.--Carta 56, 1911.

Los mayores resultados en el futuro

Los resultados de la circulación de este libro [El conflicto de los siglos] no han de juzgarse por lo que ahora se ve. Leyéndolo, algunas personas serán despertadas y tendrán valor para unirse de inmediato con los que guardan los mandamientos de Dios. Pero un número mucho mayor que lo lea no tomará su decisión hasta que vea que los precisos acontecimientos que han sido predichos están ocurriendo. El cumplimiento de algunas de las predicciones inspirará fe de que otros también ocurrirán, y cuando la Tierra sea alumbrada con la gloria del Señor, en la hora final, muchos seres humanos tomarán posición del lado de los mandamientos de Dios como resultado de este instrumento.--Manuscrito 31, 1890.

Libros de una influencia extraordinaria

Dios me dio la luz contenida en El conflicto de los siglos y en Patriarcas y profetas, y esa luz era necesaria para despertar a las personas con el fin de que se prepararan para el grande e inminente día de Dios. Estos libros contienen el llamamiento directo de Dios a la gente. Así él habla a los hombres con palabras conmovedoras, urgiéndolos a prepararse para su venida. La luz que Dios ha dado en estos libros no ha de ser ocultada...

Sé que no es verdad esa declaración que se ha hecho de que esos libros no pueden ser vendidos. Yo lo sé; el Señor me ha mostrado que esto se ha dicho porque los planes humanos han bloqueado el camino para su venta. No puede negarse que estas obras no fueron el producto de alguna mente humana; son la voz de Dios que habla a su pueblo, y tendrán una influencia sobre las mentes que otros libros no tienen.--Manuscrito 23, 1890.

Muchos se apartarán de la fe y prestarán oído a espíritus seductores. Patriarcas y profetas y El conflicto de los siglos son libros especialmente adaptados para quienes son nuevos en la fe, para que puedan ser establecidos en la verdad. Se señalan los peligros que deben ser evitados por las iglesias. Los que se familiaricen en forma cabal con las lecciones presentadas en estos libros verán los peligros que los acosan, y serán capaces de discernir la senda sencilla y recta trazada para ellos. Serán guardados de desviarse por sendas extrañas. Harán sendas derechas para sus pies, no sea que el cojo salga fuera del camino.--Carta 229, 1903.

Preservarán del error

Despiértese el interés en la venta de estos libros. Su venta es esencial, porque contienen la instrucción oportuna del Señor. Deben ser apreciados como libros que traen a la gente la luz que se necesita especialmente ahora. Por lo tanto, estos libros deben ser ampliamente distribuidos. Los que hagan un cuidadoso estudio de la instrucción contenida en ellos, y la reciban como proveniente del Señor, serán guardados de muchos de los errores que se están introduciendo. Los que acepten las verdades contenidas en estos libros no serán descarriados por falsos caminos (Ibíd.).