El Colportor Evangélico

Capítulo 24

La abarcante influencia de nuestras publicaciones

El poder de la pluma

La pluma es un poder en las manos de hombres que sienten que la verdad arde en el altar de su corazón, y que tienen por Dios un celo inteligente, equilibrado con sano juicio. La pluma, sumergida en la fuente de la verdad pura, puede emitir rayos de luz hasta los oscuros rincones de la Tierra, los cuales reflejarán de vuelta esos rayos, añadiéndole nuevo poder, e incrementando su luz para ser esparcida por doquiera.--Life Sketches of Ellen G. White, 214 (1915).

La prensa es un instrumento de Dios

La prensa es un medio poderoso para mover las mentes y los corazones de la gente... La prensa es un instrumento poderoso que Dios ha ordenado que se combine con las energías del predicador viviente para presentar la verdad a todas las naciones, las tribus, las lenguas y los pueblos. Muchas mentes no pueden ser alcanzadas de otra manera.--Christian Experience, 225-227 (1922).

La rama de publicaciones de nuestra causa tiene mucho que ver con nuestro poder. Quisiera que lograra todo lo que el Señor se propone que haga. Si nuestros hombres que trabajan con libros hacen su parte fielmente, yo sé, por la luz que Dios me ha dado, que el conocimiento de la verdad presente será duplicado y triplicado.--Life Sketches of Ellen G. White, 446, 447 (1915).

La influencia de nuestras publicaciones

Se me ha mostrado que nuestras publicaciones deben imprimirse en diferentes idiomas y enviarse a todo país civilizado, a cualquier costo. ¿Qué valor tiene el dinero en este tiempo en comparación con el valor de las personas?...

Se me ha mostrado que la prensa es poderosa para el bien o para el mal. Este instrumento puede alcanzar e influir en la mente del público como ningún otro método puede hacerlo. La prensa, dirigida por hombres santificados y consagrados a Dios, puede ser un poder para el bien que lleve a los hombres al conocimiento de la verdad...

En otros países--Se me ha mostrado que las publicaciones ya han estado realizando una obra en algunas mentes en otros países, quebrantando los muros de prejuicio y superstición. Me fueron mostrados hombres y mujeres que, con intenso interés, estudiaban periódicos y unas pocas páginas de folletos sobre la verdad presente. Leían las evidencias tan maravillosas y nuevas para ellos, y abrían sus Biblias con interés nuevo y profundo, a medida que los temas de la verdad que les habían resultado oscuros eran aclarados, especialmente la luz con respecto al sábado del cuarto mandamiento. Mientras investigaban las Escrituras para ver si estas cosas eran así, una nueva luz brillaba sobre su entendimiento, porque los ángeles se cernían sobre ellos, e impresionaban su mente con las verdades contenidas en las publicaciones que habían estado leyendo.

Escudriñaban con oración y lágrimas--Los vi sosteniendo periódicos y folletos en una mano, y la Biblia en la otra, mientras sus mejillas eran humedecidas por las lágrimas, e inclinándose delante de Dios en oración ferviente y humilde para ser guiados a toda verdad; precisamente lo que Dios estaba haciendo por ellos antes que se dirigieran al Señor. Y cuando recibieron la verdad en sus corazones, y vieron la armoniosa cadena de verdad, la Biblia fue para ellos un libro nuevo; la estrecharon contra su corazón con gozo agradecido, mientras sus semblantes resplandecían de felicidad y santo gozo.

No estaban satisfechos de gozar ellos solos de la luz, y comenzaron a trabajar por otros. Algunos hicieron grandes sacrificios por causa de la verdad y para ayudar a sus hermanos que estaban en tinieblas. Se preparaba así el camino para hacer una gran obra en la distribución de los folletos y periódicos en otros idiomas.--Life Sketches of Ellen G. White, 214, 215 (1915).

Libros sacados de los estantes

Es cierto que algunos que compran los libros los dejarán en los estantes o los pondrán sobre la mesa de la sala, y rara vez los mirarán. Sin embargo, Dios cuida de su verdad, y llegará el tiempo cuando estos libros serán buscados y leídos. Puede entrar la enfermedad o la desgracia en el hogar, y por medio de la verdad contenida en los libros, Dios manda paz, esperanza y descanso a los corazones perturbados. Su amor les es revelado, y comprenden cuán precioso es el perdón de sus pecados. Así coopera el Señor con sus obreros abnegados.--Joyas de los Testimonios 2:532, 533 (1900).

Personas llevadas a Cristo

Nuestras publicaciones están sembrando ahora la simiente del evangelio, y son instrumentos para llevar a Cristo a tantas personas como la palabra predicada. Iglesias enteras han sido levantadas como resultado de su circulación.--The Review and Herald, 10 de junio de 1880.

Aun los fragmentos son preciosos

Debemos tratar como tesoros sagrados toda la línea de material impreso que contenga la verdad presente. Aun los fragmentos de un folleto o de un periódico deben ser considerados de valor. ¿Quién puede estimar la influencia que una página rota que contiene las verdades del mensaje del tercer ángel puede tener en el corazón de algún buscador de la verdad? Recordemos que alguien estará contento de leer todos los libros y revistas que tengamos de más. Toda página es un rayo del cielo que ha de brillar por los caminos y los vallados, proyectando luz sobre la senda de la verdad.

En los milagros realizados para alimentar a la multitud con unos pocos panes y peces, el alimento aumentaba mientras pasaba de Cristo a los que lo aceptaban. Así ocurrirá en la distribución de nuestras publicaciones. La verdad de Dios, al pasar de uno a otro, se multiplicará grandemente. Y así como los discípulos, cumpliendo la instrucción de Cristo, juntaron los fragmentos que quedaron para que nada se perdiera, así nosotros debemos atesorar cada fragmento de página impresa que contiene la verdad para este tiempo.--The Review and Herald, 27 de agosto de 1903.

Mil personas en un solo día

Pronto Dios hará grandes cosas por nosotros si nos sometemos humildes y creyentes a sus pies... Más de mil personas se convertirán en un solo día, la mayor parte de las cuales adjudicarán sus primeras convicciones a la lectura de nuestras publicaciones.--The Review and Herald, 10 de noviembre de 1885.

Cuando se dé la amonestación final

Miles de voces predicarán el mensaje por toda la Tierra. Se realizarán milagros, los enfermos sanarán, y signos y prodigios seguirán a los creyentes. Satanás también efectuará sus falsos milagros, hasta el punto de hacer caer fuego del cielo a la vista de los hombres. Apocalipsis 13:13. Es así como los habitantes de la Tierra tendrán que decidirse en pro o en contra de la verdad.

El mensaje no será llevado adelante tanto con argumentos como por medio de la convicción profunda inspirada por el Espíritu de Dios. Los argumentos ya fueron presentados. Sembrada está la semilla, y brotará y dará fruto. Las publicaciones distribuidas por los misioneros han ejercido su influencia; sin embargo, muchos cuyo espíritu fue impresionado han sido impedidos de entender la verdad por completo o de obedecerla. Pero entonces los rayos de luz penetrarán por todas partes, la verdad aparecerá en toda su claridad... Un sin número de personas se alistará en las filas del Señor.--El Conflicto de los Siglos, 670 (1888).

El plan de Dios para proclamar el mensaje

Dios nos ha dado a nosotros como pueblo una gran luz, y nos pide que la hagamos brillar delante de quienes están en tinieblas. La luz y el poder de una verdad viviente han de ser dados por nosotros al mundo. De nosotros ha de brillar, para iluminar a los que están en tinieblas, una luz clara y firme, mantenida viva por el poder de Dios. Se nos encarga que usemos la luz que nos fue dada para crear otras luces, para que nuestros semejantes se regocijen en la verdad. No desoigamos el encargo. Supongan que el sol rehusara brillar, ¡qué terrible oscuridad y confusión resultaría! Si nosotros rehusáramos permitir que nuestra luz brille para alumbrar a quienes están en tinieblas, contraeríamos una culpa cuya magnitud no puede computarse...

"El Espíritu y la Esposa dicen: '¡Ven!' Y el que oye, diga: '¡Ven!' Y el que tiene sed, venga. El que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida".

Estas palabras esbozan el plan de Dios para la promulgación del evangelio. Sus instrumentos, el divino y el humano, han de unirse en un esfuerzo para salvar a los perdidos. Los seres humanos han de ser rescatados de la esclavitud del pecado. Dios llama a quienes han adoptado su nombre a obedecer sus órdenes. Todos son llamados a asumir alguna parte en su obra...

El poder transformador de la verdad--Es por medio de la influencia transformadora de la gracia divina en los corazones humanos como se revela el poder de la palabra de verdad. El mensaje, proclamado en regiones en que todavía no se lo ha oído, hace impresión en los corazones. Parece tener mayor poder para transformar el carácter que cuando se presenta a los que están familiarizados con sus trabajos de oficina. La verdad tiene poco poder sobre los corazones de quienes viven en forma contraria por ventajas personales, los que siguen una conducta opuesta a sus principios. Tales personas profesan creer en la Palabra de Dios, pero no dan ninguna evidencia de que son santificados por ella.

La verdad ha de tomar posesión de la voluntad de los que nunca antes han oído acerca de ella. Ellos verán la pecaminosidad del pecado, y su arrepentimiento será completo y sincero. El Señor obrará en los corazones que en lo pasado no habían sido exhortados, corazones que nunca antes habían visto la enormidad del pecado.

Cristo es el único antagonista del pecado que alguna vez le haya hecho frente con éxito. Que la plena luz de su vida se derrame sobre los hombres que están en tinieblas. Bajo el poder directo del evangelio, millares han sido convertidos en un día.

Cuando el pecador llega a comprender el hecho de que sólo por medio de Cristo puede obtener la vida eterna; cuando se da cuenta de que la obediencia a la Palabra de Dios es la condición de entrada en el reino de Dios; cuando ve a Cristo como la propiciación por el pecado; entonces viene al Salvador con humildad y contrición, confesando sus pecados y buscando perdón. Su espíritu está impresionado con un sentido de la majestad y la gloria de Dios. Siente tan profundamente el carácter bendito de una vida eterna de paz y gozo y pureza, que hace una entrega completa.

Se me ha indicado que diga que algunos que exteriormente parecen plenamente dados al pecado, cuando la luz brille en su corazón, se convertirán en los obreros de mayor éxito en los lugares donde haya pecadores semejantes a lo que una vez fueron ellos.

Escrito para los colportores--Escribo esto porque los que están ocupados en la obra del colportaje y en el trabajo de casa en casa a menudo encuentran a hombres y mujeres rudos y repulsivos en su aspecto exterior, pero quienes, si son ganados para la verdad, figurarán entre sus más leales y fieles adherentes. El espíritu de verdad es ciertamente de valor en toda iglesia. Aquellos a quienes el Señor usa pueden no siempre ser exteriormente pulidos, pero si tienen integridad de carácter, el Señor los considera preciosos.

La obra de Dios ha de crecer a medida que el fin se acerca--A medida que el fin se acerca, la obra de Dios ha de crecer hasta alcanzar fuerza, pureza y santidad plenas. Los obreros han de estar llenos con amor a Dios y con amor por sus semejantes. Deben albergar principios de la más estricta integridad. Cuando se toque la tecla debida, Dios se revelará como un Dios de misericordia y amor. Los ángeles del cielo se acercarán a los miembros de iglesia que están sobre la Tierra para ayudarlos en su necesidad. Recordemos siempre que somos obreros juntamente con Dios. En esta unión celestial debemos llevar adelante la obra del Señor con integridad, con cánticos y regocijo. En todo ser se encenderá el fuego del celo santo. Grupo tras grupo de personas abandonará el estandarte tenebroso del adversario para venir en ayuda del Señor, para colaborar con él contra el poderoso enemigo.

Los obreros deben obtener una profunda experiencia--Los obreros de Dios deben tener una profunda experiencia. Si se rinden plenamente a él, él obrará poderosamente en favor de ellos. Implantará el estandarte de la verdad sobre las fortalezas que hasta entonces retenía Satanás, y con clamores de victoria tomarán posesión de ella. Ostentan las cicatrices de la batalla, pero reciben el mensaje consolador de que el Señor los guiará en su avance, venciendo y para vencer.

Cuando los siervos de Dios con celo consagrado cooperen con los instrumentos divinos, el estado de cosas que ahora existe en el mundo será cambiado, y pronto la Tierra recibirá con gozo a su Rey. Entonces "los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan a justicia a la multitud, como las estrellas, a perpetua eternidad".--The Review and Herald, 17 de septiembre de 1903.