Consejos sobre Mayordomía Cristiana

Capítulo 38

La obra de la recolección

Al poner en práctica cualquier plan establecido para llevar a otros el conocimiento de la verdad presente, y de las maravillosas providencias relacionadas con el progreso de la causa, en primer lugar consagrémonos nosotros mismos plenamente a Aquel cuyo nombre deseamos exaltar. Oremos fervorosamente en beneficio de quienes deseamos visitar llevándolos con fe viviente, uno a uno, ante la presencia de Dios.

El Señor conoce los pensamientos y propósitos del hombre, ¡y con cuánta facilidad puede enternecernos! ¡Cómo su Espíritu, como un fuego, puede subyugar el corazón empedernido! ¡Cómo puede llenar el alma de amor y ternura! ¡Cómo puede darnos las gracias de su Espíritu Santo y capacitarnos para salir a trabajar por las almas! El poder de la gracia subyugadora debería sentirse en toda la iglesia en esta época; y se sentirá si prestamos atención a los consejos de Cristo dados a sus seguidores. A medida que aprendamos a adornar la doctrina de Cristo nuestro Salvador ciertamente veremos la salvación de Dios.

A todos los que están por encargarse de una tarea misionera especial con la publicación preparada para ser utilizada en la Campaña de la Recolección, quiero decirles: Sed diligentes en vuestros esfuerzos; vivid bajo la dirección del Espíritu Santo. Aumentad diariamente vuestra experiencia cristiana. Que los que posean aptitudes especiales trabajen por los que no creen, en los lugares acomodados tanto como en los lugares humildes. Buscad diligentemente las almas que perecen. Pensad en el gran deseo que Cristo tiene de llevar a su redil nuevamente a los que se han descarriado.

Buscad a las almas como quienes saben que han de rendir cuenta por ellas. Mediante la obra misionera que hagáis en la iglesia y en el vecindario haced brillar vuestra luz con rayos claros y definidos a fin de que ninguna persona pueda levantarse en el juicio y decir: "¿Por qué no me hablasteis acerca de la verdad? ¿Por qué no os preocupasteis de mi alma?"

Luego seamos diligentes en la distribución de las publicaciones que han sido preparadas cuidadosamente para ser empleadas entre los que no pertenecen a nuestra fe. Obtengamos lo más posible de cada oportunidad que tengamos de atraer la atención de los incrédulos. Coloquemos las publicaciones en cada mano que quiera recibirlas. Consagrémonos a la proclamación del mensaje. "Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios". Isaías 40:3. Los instrumentos divinos y humanos deben unirse para el cumplimiento de un gran objetivo. Ahora es el día de nuestra responsabilidad. "El Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente". Apocalipsis 22:17.--Manuscrito 2, 1914.

El fruto de este doble esfuerzo

Según la providencia de Dios, los que han estado soportando la carga de su obra se han estado esforzando por poner nueva vida en métodos antiguos de trabajo, y también por inventar nuevos planes y nuevos métodos para despertar el interés de los miembros de la iglesia para que realicen un esfuerzo unido a fin de alcanzar el mundo. Uno de los nuevos planes para alcanzar a los incrédulos es la Campaña de la Recolección para las misiones. En muchos lugares durante los últimos años, esto ha demostrado ser un éxito, ha llevado bendición a muchos y ha aumentado los recursos que fluyen a la tesorería de la misión. A medida que los que no pertenecen a nuestra fe se han familiarizado con el progreso del mensaje del tercer ángel en las tierras paganas, se han despertado sus simpatías y algunos han procurado aprender más acerca de la verdad que tiene tal poder para transformar los corazones y las vidas. Hombres y mujeres pertenecientes a todas las clases han sido alcanzados y el nombre de Dios ha sido glorificado.

En años pasados, he hablado en favor del plan de presentar nuestra obra misionera y su progreso ante nuestros amigos y vecinos, y me he referido al ejemplo de Nehemías. Y ahora deseo instar a nuestros hermanos a estudiar nuevamente la experiencia de este hombre de oración, fe y sólido juicio quien se atrevió a pedir a su amigo, el rey Artajerjes, ayuda para promover los intereses de la causa de Dios. Que todos comprendan que al presentar las necesidades de nuestra obra, los creyentes podrán reflejar la luz sobre otros únicamente cuando, tal como Nehemías en la antigüedad, se acerquen a Dios y vivan en estrecha relación con el Dador de toda luz. Nuestras propias almas deben estar firmemente arraigadas en el conocimiento de la verdad, si queremos ganar a otros del error a la verdad. Ahora necesitamos investigar diligentemente las Escrituras para que, a medida que nos familiaricemos con los incrédulos, podamos presentarles a Cristo, como el Salvador ungido, crucificado y resucitado, del que dieron testimonio los profetas y los creyentes, y por medio de cuyo nombre recibimos el perdón de nuestros pecados.--Manuscrito 2, 1914.

Para un estudio adicional

Nehemías y el rey de Persia.--La Historia de Profetas y Reyes, 464, 468. Oportunidades de obtener propiedades a un precio menor que su verdadero costo.--Joyas de los Testimonios 3:124. Muchos ricos, después de responder al pedido de recursos, se entregarán a Cristo.--Joyas de los Testimonios 2:496. Muchos ricos se convertirán para ayudar a la causa.--Testimonies for the Church 1:174. Muchos ricos serán susceptibles al Evangelio y darán de los recursos que les han sido confiados.--Testimonies for the Church 9:114-116. La Recolección.--Servicio Cristiano Eficaz, 143-146.