Consejos sobre Mayordomía Cristiana

Capítulo 45

La búsqueda de las riquezas

El pueblo de Dios, que ha sido bendecido con gran luz acerca de la verdad para este tiempo, no debería olvidar que está velando y esperando la venida de su Señor en las nubes de los cielos. Que no olviden que deben abandonar las obras de las tinieblas y vestirse con la armadura de luz. Que nadie se haga ídolos de oro, plata o tierras, y sirva con su corazón a este mundo y sus intereses. Existe una manía de especular en tierras tanto en la ciudad como en el campo. Los métodos antiguos, seguros y saludables de subsistencia están perdiendo su popularidad. La idea de acumular cuantiosos recursos con ayuda de las ganancias moderadas obtenidas mediante la laboriosidad y la frugalidad, es una idea de la que muchos se burlan porque sostienen que ya no se adecua a esta época progresista.

El deseo de dedicarse a la especulación, comprando lotes de terrenos en el campo y en la ciudad, o cualquier cosa que prometa ganancias repentinas y exorbitantes, ha alcanzado la intensidad de la fiebre, de modo que el cuerpo, los pensamientos y el trabajo se aplican a la adquisición de todas las riquezas terrenales posibles, en el tiempo más corto que se pueda. Algunos de nuestros jóvenes tienen probabilidad de correr apresuradamente hacia la ruina a causa de este febril deseo de conseguir riquezas. Este anhelo de ganancias abre la puerta del corazón a las tentaciones del enemigo. Y las tentaciones que sobrevienen son de una naturaleza tan engañadora, que hay quienes no pueden resistirlas...

El espíritu de lucro

El espíritu de lucro, de llegar a rico en el menor tiempo posible, de mundanalidad absorbente, está en penosa contradicción con nuestra fe y doctrinas. Si el Señor quisiera impartir su Espíritu Santo y si procurara reavivar su obra, ¿cuántos anhelarían recibir el maná celestial, y cuántos anhelarían beber las aguas de vida?...

Veo que algunos de nuestros hermanos corren peligro de decir, tal como el rico necio: "Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate". Lucas 12:19. Muchos se están olvidando que son siervos de Dios, y están diciendo: "Y será el día de mañana como éste, o mucho más excelente". Isaías 56:12. Dios ve cada una de vuestras transacciones comerciales. Estad en guardia. Es tiempo de dedicar un pensamiento profundo y serio a la tarea de hacerse tesoros en los cielos, donde la polilla ni el orín corrompen, y donde los ladrones no minan ni hurtan.--Special Testimonies, Serie B, 17:4, 5 ["El empleo imprudente del dinero y el espíritu de especulación"].

La infatuación de las nuevas empresas

Cuando una nueva patente circula en el país, hay personas que profesan creer la verdad que de alguna manera reúnen recursos financieros para invertirlos en la empresa. Dios conoce cada corazón; conoce cada motivo egoísta, y permite que surjan ciertas circunstancias para probar los corazones de su pueblo profeso para desarrollar su carácter. En algunos casos el Señor permitirá que los hombres sigan adelante y terminen en un completo fracaso. Su mano está contra ellos para chasquear sus esperanzas y esparcir lo que poseen.

Quienes realmente sienten interés en la causa de Dios y están dispuestos a aventurar algo para su adelantamiento, encontrarán que es una inversión infalible y segura. Algunos tendrán cien veces tanto en esta vida y en el mundo venidero la vida eterna. Pero no todos recibirán cien veces tanto en esta vida, porque no podrían soportarlo. Si se les confiara mucho, llegarían a ser mayordomos imprudentes. El Señor no les proporciona recursos para su propio bien, pero su tesoro está seguro en el cielo. ¡Cuánto mejor es una inversión como ésta!

Ebrios con la anticipación de ganancias

El deseo que algunos de nuestros hermanos poseen de ganar rápidamente medios económicos, los lleva a comprometerse en nuevas empresas y a invertir sus recursos, pero con frecuencia no se cumplen sus expectativas de ganar dinero. Y así pierden lo que habrían podido gastar en la causa de Dios. Hay una infatuación en esas nuevas empresas. Y a pesar de eso, este caso se ha repetido una vez tras otra. Tienen ante ellos el ejemplo de otros que han hecho inversiones y han fracasado rotundamente, y sin embargo son lentos en aprender. Satanás los engaña y los pone ebrios con la anticipación de ganancias.

Cuando se destruyen sus esperanzas experimentan mucho desánimo a causa de sus aventuras insensatas. Si hay pérdida de recursos económicos, la persona considera esto como una desgracia para sí misma, como su pérdida personal. Pero debe recordar que es el dinero de Otro el que está manejando, que ella es tan sólo un mayordomo y que Dios siente desagrado por el manejo insensato de los recursos que habría podido emplear para promover la causa de la verdad presente. En el día del ajuste de cuentas el mayordomo infiel deberá rendir cuenta de su mayordomía.--Testimonies for the Church 1:225, 226.

Más atractivo que el trabajo perseverante

El enemigo de las almas está muy ansioso de estorbar la terminación de la obra especial para este tiempo, introduciendo algunas transacciones erróneas. Las traerá bajo el disfraz de una mayor liberalidad; y si los que siguen esta conducta tienen un éxito aparente durante un tiempo, otros seguirán en pos de ellos. Y las mismas verdades que están probando a nuestro pueblo para este tiempo, y las que, si se las comprendiera claramente, cambiarían ese proceder, llegan a perder su fuerza.

Algunos descubrirán proyectos especulativos para ganar dinero, y habrá quienes prontamente adoptarán el espíritu de especulación. Es precisamente lo que quieren, de modo que se dedicarán a tareas especulativas que apartarán la mente de la preparación sagrada que es esencial para sus almas a fin de estar listos para hacer frente a las pruebas que vendrán en estos últimos días.

El enemigo de las almas tiene sus planes cuidadosamente trazados, y procurará por todos los medios posibles llevarlos a cabo con éxito. Algo de esta índole, un plan que promete ser tan agradable y exitoso como éste ha sido iniciado muchas veces entre nuestro pueblo. Pero cuando llega el momento del gran éxito esperado, ha resultado ser un completo fracaso. Esto confunde la mente de la gente. Se han dedicado a la especulación, y apreciaban ese plan más que el trabajo duro y la laboriosidad, tal como hemos acostumbrado, trabajando perseverantemente y confiando en el Señor...

Desviando las mentes de la verdad

Cada movimiento de esta clase, que estimula el deseo de obtener riquezas en forma rápida mediante la especulación, aparta las mentes de las verdades más solemnes que alguna vez hayan sido dadas a los mortales. Durante un tiempo pueden constituir perspectivas alentadoras, pero al final resultan un completo fracaso. El Señor no respalda tales movimientos. Si se aprobara esta obra muchos serían atraídos por esos proyectos especulativos, personas que en ninguna otra forma podrían ser apartadas de la obra de presentar las verdades solemnes que deben predicarse en este tiempo.--Special Testimonies, Serie B, 17:15-19.

Una trampa de Satanás

Muchas veces cuando el Señor ha abierto el camino para que los hermanos utilicen sus recursos para promover su causa, los agentes de Satanás han presentado algunas empresas por medio de las cuales han hecho creer en forma definida que los hermanos podían duplicar sus recursos. Y ellos han mordido el anzuelo; han invertido su dinero, y como resultado la causa, y con frecuencia ellos mismos, nunca recibieron un solo peso.

Hermanos, recordad la causa, y cuando dispongáis de recursos económicos haceos un buen fundamento contra el tiempo futuro a fin de poder aferraros a la vida eterna. Jesús se empobreció por amor a vosotros, para que vosotros por medio de su pobreza pudieseis ser ricos en los tesoros celestiales. ¿Qué daréis por Jesús, quien lo dio todo por vosotros?--Testimonies for the Church 5:154, 155.