Consejos Sobre el Régimen Alimenticio

Capítulo 18

Frutas, Cereales, Legumbres y Hortalizas

LAS FRUTAS

La bendición de las frutas frescas

Estoy muy agradecida a Dios de que cuando Adán perdió su hogar edénico, el Señor no lo privara de la provisión de frutas.

El Señor desea que los que viven en los países donde se pueden obtener frutas frescas durante gran parte del año, reconozcan la bendición que tienen en ellas. Cuanto más dependamos de las frutas frescas tal como se las saca del árbol, tanto mayor será la bendición.

Sería bueno que cocinásemos menos y comiésemos más frutas al natural. Enseñemos a la gente a hacer consumo copioso de uvas, manzanas, duraznos y peras en estado fresco, así como de toda otra clase de fruta que se pueda obtener. Prepárense dichas frutas para el consumo invernal poniéndolas en conserva, usando vidrio, hasta donde sea posible, en vez de latas.

Para un estómago dispéptico, podéis colocar sobre vuestras mesas frutas de diferentes clases, pero no demasiadas en una comida.

Quisiéramos recomendar especialmente la fruta como un agente de salud. Pero ni siquiera la fruta debe ser consumida después de una comida completa de otros alimentos.

Las legumbres y las frutas bien preparadas en su correspondiente estación serán benéficas, si son de la mejor calidad, y no muestran la menor seña de podredumbre, sino que son sanas y completamente libres de toda enfermedad y corrupción. Mueren más personas de lo que nos imaginamos por comer frutas y legumbres en estado de descomposición, que fermentan en el estómago y producen envenenamiento de la sangre.

Un régimen alimenticio sencillo pero abundante y variado de frutas es la mejor alimentación que puede colocarse ante los que se preparan para la obra de Dios.

Parte de un régimen adecuado

Los cereales, las frutas carnosas, las oleaginosas y las legumbres constituyen el alimento escogido para nosotros por el Creador. Preparados del modo más sencillo y natural posible, son los comestibles más sanos y nutritivos. Comunican una fuerza, una resistencia y un vigor intelectual que no pueden obtenerse de un régimen alimenticio más complejo y estimulante.

En los cereales, las frutas, las legumbres, las hortalizas y las frutas secas oleaginosas (nueces) han de encontrarse todos los productos alimenticios que necesitamos. Si acudimos al Señor con sencillez de mente, él nos enseñará cómo preparar alimentos sanos libres de la corrupción de la carne.

Un régimen temporario a base de frutas

La intemperancia en el comer es a menudo causa de enfermedad, y lo que más necesita la naturaleza es ser aliviada de la carga inoportuna que se le impuso. En muchos casos de enfermedad, el mejor remedio para el paciente es un corto ayuno, que omita una o dos comidas, para que descansen los órganos rendidos por el trabajo de la digestión. Muchas veces el seguir durante algunos días una dieta de frutas ha proporcionado gran alivio a personas que trabajaban intelectualmente; y un corto período de completa abstinencia, seguido de un régimen alimenticio sencillo y moderado, ha restablecido al enfermo por el solo esfuerzo de la naturaleza. Un régimen de abstinencia por uno o dos meses convencerá a muchos pacientes de que la sobriedad favorece la salud.

Reemplacemos los artículos dañinos

En nuestras instituciones médicas debe darse instrucción clara sobre temperancia. A los pacientes se les debe mostrar el perjuicio de las bebidas alcohólicas intoxicantes, y la bendición de una abstinencia total. Se les debe pedir que eliminen las cosas que han arruinado su salud, y que las reemplacen por abundancia de frutas. Pueden obtenerse naranjas, limones, ciruelas, duraznos y muchas otras variedades; porque el mundo del Señor es productivo sí se realiza el esfuerzo necesario.

Evítese el uso de mucha sal y el de encurtidos y especias, consúmase mucha fruta, y desaparecerá en gran parte la irritación que incita a beber mucho en la comida.

Envasado y secado de frutas

En cualquier parte en que abunde la fruta, hay que conservar abundantes cantidades para el invierno, ya sea en frascos o latas, ya desecadas. Pueden cultivarse con ventaja frutas menudas, como grosellas, fresas, frambuesas, zarzamoras, etc., en los países en que este cultivo es escaso o descuidado. Para la conservación de frutas en la casa, los envases de vidrio convienen más que las latas. Es de todo punto indispensable que la fruta que se ha de conservar esté en buenas condiciones. Úsese poco azúcar, y no se cueza la fruta más del tiempo indispensable para su conservación. Así preparada, la conserva de fruta es excelente sustituto de la fruta fresca.

Donde las frutas desecadas, como uvas pasas, ciruelas, manzanas, peras, melocotones y albaricoques o damascos, puedan obtenerse a precios moderados, se verá que pueden emplearse como alimentos de consumo corriente mucho más de lo que se acostumbra, y con los mejores resultados para la salud y el vigor de todas las clases de personas activas.

La compota de manzana, puesta en frascos, es sana y deliciosa. Las peras y las cerezas, si pueden conseguirse, constituyen una excelente compota para uso durante el invierno.

Si podéis conseguir manzanas, estáis en buena situación en lo que concierne a frutas, aunque no tengáis ninguna otra cosa... Yo no creo que sea esencial una gran variedad de fruta. Sin embargo ésta debe ser recogida y conservada con cuidado en la estación para ser usada cuando no hay manzanas a disposición. Las manzanas son superiores a cualquier otra fruta como un producto de cultivo que siempre se tiene a mano.

Directamente de la huerta

Existe otra ventaja que se obtiene cuando se cultivan frutales en relación con nuestros sanatorios. En esta forma puede obtenerse para poner a la mesa fruta absolutamente sana y recién cortada.

Las familias y las instituciones deben aprender a hacer más en materia de cultivo y aprovechamiento de la tierra. Si la gente solamente conociera el valor de los frutos de la tierra, los cuales se producen en su correspondiente estación, se harían esfuerzos más diligentes para cultivar el suelo. Todos deben familiarizarse con el valor especial de las frutas y las legumbres frescas traídas de la quinta o de la huerta. A medida que aumenta el número de pacientes y de estudiantes, se necesitará más tierra. Pueden plantarse vides, lo cual hará posible que la institución produzca sus propias uvas. La huerta de naranjos que está en el lugar puede ser una ventaja.

LOS CEREALES

Una dieta escogida por el Creador

Los cereales, las frutas carnosas, las oleaginosas y las legumbres constituyen el alimento escogido para nosotros por el Creador. Preparados del modo más sencillo y natural posible, son los comestibles más sanos y nutritivos. Comunican una fuerza, una resistencia y un vigor intelectual que no pueden obtenerse de un régimen alimenticio más complejo y estimulante.

Los que comen carne no hacen más que comer cereales y verduras de segunda manos pues el animal recibe de tales productos el alimento que lo nutre. La vida que estaba en los cereales y en las verduras pasa al organismo del ser que los come. Nosotros a nuestra vez la recibimos al comer la carne del animal. ¡Cuánto mejor sería aprovecharla directamente, comiendo el alimento que Dios dispuso para nuestro uso!

Parte de un régimen adecuado

Es un error suponer que la fuerza muscular depende de consumir alimento animal, pues sin él las necesidades del organismo pueden satisfacerse mejor y es posible gozar de salud más robusta. Los cereales, las frutas, las oleaginosas y las verduras contienen todas las propiedades nutritivas para producir buena sangre.

En los cereales, las frutas, las legumbres, las hortalizas y las frutas oleaginosas secas (nueces) han de encontrarse todos los elementos que necesitamos. Si acudiéramos al Señor con una mente sencilla, él nos enseñaría cómo preparar alimentos sanos, libres de la contaminación de la carne.

Provistos con abundancia

La abundancia de frutas, oleaginosas y cereales que nos proporciona la naturaleza es grande, y año tras año se acrecienta la facilidad de comunicaciones que permite el intercambio de productos de un país con otro. Como resultado, muchos alimentos que hace pocos años se consideraban lujos están hoy al alcance de todos para el consumo diario.

Si procedemos con prudencia, podremos conseguir en casi cualquier país la clase de alimentos que más favorece a la salud. Las variadas preparaciones de arroz, trigo, maíz y avena, como también las judías, porotos o frijoles, guisantes y lentejas se exportan hoy a todas partes. Estos alimentos, junto con las frutas indígenas o importadas, y con la variedad de verduras propias de cada país, facilitarán la elección y la composición de comidas, sin necesidad de carnes.

Debidamente preparados

Las frutas, los cereales, las legumbres y las hortalizas preparados en una forma sencilla, sin especias ni grasas de ninguna clase, constituyen, junto con la leche o la crema, el régimen más saludable. Proporcionan nutrición al cuerpo y otorgan una capacidad de resistencia y un vigor intelectual que no son producidos por un régimen estimulante.

Los cereales y las frutas preparados sin grasa, y en una condición tan natural como sea posible, deben ser el alimento para las mesas de todos los que pretenden estar preparándose para la traslación al cielo.

Gachas o papilla de cereales

Los cereales que se emplean para hacer gachas deben cocerse varias horas; pero los alimentos blandos o líquidos son menos saludables que los secos, los cuales requieren una masticación cabal.

Algunos piensan sinceramente que un régimen alimenticio adecuado consiste mayormente en gachas (o papillas) de cereales. El alimentarse mayormente de esta manera no proporcionará salud a los órganos digestivos, porque esa comida es demasiado líquida. Estimulad el consumo de frutas, legumbres y pan.

Gacha casi líquida de harina integral

Podéis hacer gachas o papilla de harina integral. Si la harina integral es demasiado áspera, cernidla, y mientras la cocción está caliente, añadid leche. Esto hará un plato muy sabroso y sano para el campamento.

Para ocupar el lugar de la carne

Cuando se deja la carne hay que sustituirla con una variedad de cereales, nueces, legumbres, verduras y frutas que sea nutritiva y agradable al paladar... La carne debe reemplazarse con alimentos sanos y baratos.

EL PAN

Lo que sostiene la vida

La religión inducirá a las madres a hacer pan de la mejor calidad... El pan debe ser plenamente cocido, dentro y fuera. La salud del estómago exige que sea liviano y seco. El pan es lo que verdaderamente sostiene la vida, y por lo tanto todo cocinero o cocinera debe destacarse en la forma de hacerlo.

Hay religión en un buen Pan

Algunos no creen que es un deber religioso preparar adecuadamente la comida; por lo tanto no tratan de aprender cómo hacerlo. Dejan que el pan se agríe antes de cocinarle, y el bicarbonato de sodio agregado para remediar el descuido del cocinero lo hace totalmente inadecuado para el estómago humano. Se requiere atención y cuidado para hacer buen pan. Pero hay mas religión de lo que muchos piensan en un buen pan.

Es un deber religioso para toda señorita y mujer cristiana aprender inmediatamente a hacer un pan bueno, dulce y liviano, usando harina de trigo sin cernir. Las madres deben llevar a sus hijas a la cocina con ellas cuando son muy jóvenes, y enseñarles el arte de cocinar.

El uso de la sosa en el pan

El uso de sosa de leudar, o polvos de hornear, en la elaboración del pan es nocivo e inútil. La sosa inflama el estómago, y a veces envenena todo el organismo. Muchas cocineras se figuran que no pueden hacer buen pan sin sosa, pero esto es un error. Si quisieran tomarse la molestia de aprender mejores métodos, su pan sería más sano, y también más sabroso para un paladar normal.

EL USO DE LECHE EN EL PAN LEUDADO

En la elaboración del pan leudado con levadura, no se debe emplear leche en vez de agua, pues el pan resulta así inútilmente más caro y mucho menos sano. El pan de leche no se conserva tanto tiempo después de cocido como el pan hecho con agua, y fermenta con mas facilidad en el estómago.

PAN LEUDADO CALIENTE

El pan debe ser ligero y agradable, sin acidez. Los panes deben ser pequeños, y tan bien cocidos que, en cuanto sea posible, los gérmenes de la levadura queden destruidos. Cuando está caliente y recién cocido, el pan leudado, cualquiera que sea su calidad, no es de fácil digestión. No debiera nunca figurar en la mesa. No sucede lo mismo con el pan sin levadura. Los panecillos de harina de trigo sin levadura recién cocidos en un horno muy caliente son saludables y sabrosos. . .

PAN RETOSTADO

El pan tostado dos veces es uno de los alimentos más sabrosos y digestibles. Para hacerlo, córtese en rebanadas el pan leudado ordinario y séquense éstas en un horno caliente hasta que desaparezca todo rastro de humedad. Se 376 dejan en el horno hasta que estén levemente tostadas, pero de una manera uniforme. Este pan, guardado en sitio seco, puede conservarse mucho más tiempo que el pan común, y si antes de comerlo se lo vuelve a calentar, resultará tan fresco como al acabar de hacerlo.

El pan viejo es preferible al fresco

Cuando el pan es de dos o tres días atrás es más saludable que el pan fresco. El pan secado al horno es uno de los artículos más saludables del régimen alimenticio.

Los males del pan agrio

Con frecuencia hallamos que el pan integral es pesado, agrio y que está parcialmente cocinado. Esto se debe a la falta de interés en aprender y a la falta de cuidado al desempeñar los importantes deberes de la cocinera. A veces encontramos bollitos blandos, o bizcochos blandos, secados, no cocidos, y otras cosas del mismo orden. Y en estos casos las cocineras suelen decir que ellas conocen muy bien el viejo estilo de cocinar. Pero para decir la verdad, su familia no gusta del pan integral, y sus miembros pasarían hambre si tuvieran que vivir comiendo en esa forma.

Me he dicho esto a mí misma: No me sorprende. Es el método que tienen Uds. de preparar los alimentos lo que los hace tan insípidos. El consumir tales alimentos ciertamente le produciría a uno dispepsia. Estas cocineras deficientes, y los que deseen comer su comida, os dirán con toda seriedad que la reforma pro salud no está de acuerdo con su criterio.

El estómago no tiene la facultad de convertir el pan pobre, pesado y agrio en buen alimento; sino que este pan pobre convertirá a un estómago saludable en uno enfermo. Los que consumen tal alimento saben que su salud está fallando. ¿Existe una causa? Algunas de estas personas pueden llamarse a sí mismas reformadores de la salud, pero no lo son. No conocen lo que es cocinar. Preparan tortas, papas, y pan integral, pero siempre de la misma manera, con una leve variación, y el cuerpo humano no resulta fortalecido. Ellas parecen pensar que el tiempo que se usa en adquirir una experiencia cuidadosa en la preparación de alimentos sanos y apetitosos es tiempo perdido.

En muchas familias encontramos personas dispépticas, y frecuentemente la razón de esto es un pan pobre. La señora de la casa decide que ese pan no debe desecharse, y lo comen. ¿Es ésa la forma de proceder con ese pan pobre? ¿Lo pondréis en el estómago para ser convertido en sangre? ¿ Tiene el estómago la capacidad de convertir el pan agrio en pan dulce? ¿O el pan pesado en pan liviano? ¿O el pan mohoso en pan fresco?...

Más de una esposa y madre que no ha tenido la debida educación y a quien le falta la habilidad culinaria, está presentando diariamente a su familia alimentos mal preparados que en forma segura y constante están destruyendo los órganos digestivos, produciendo una calidad de sangre pobre, y frecuentemente trayendo ataques agudos de enfermedad inflamatoria y produciendo muerte prematura. Muchos han hallado la muerte por comer pan pesado y agrio. Me fue relatado un caso de una señorita que trabajaba como empleada en una casa y que preparó una cantidad de pan agrio y pesado. Con el propósito de deshacerse de ese pan y esconder el problema, se lo echó a un par de cerdos de gran tamaño. A la mañana siguiente el hombre de la casa encontró a estos animales muertos, y al examinar el problema, encontró trozos de este pan pesado. Hizo algunas averiguaciones, y la señorita reconoció lo que había hecho. Ella no tenía ninguna idea del efecto que tendría tal pan sobre los cerdos. Si el pan pesado y agrio mata a los cerdos, quienes pueden devorar víboras de cascabel, y casi cualquier cosa detestable, ¿qué efecto tendrá sobre ese órgano delicado que se llama el estómago humano?

La ventaja de usar pan y otros alimentos duros

Debe ejercerse gran cuidado cuando se hace el cambio de un régimen alimenticio con carne a un régimen vegetariano, para suplir la mesa con artículos de consumo sabiamente preparados y bien cocidos. El comer tantas gachas (papillas) es un error. El alimento seco que requiere masticación es muy preferible. Las preparaciones de los así llamados en inglés "alimentos sanos"* son una bendición en este respecto. El buen pan negro y los bollos negros, preparados de una manera sencilla, y sin embargo con gran esfuerzo, serán saludables. El pan no debe tener ni la menor traza de acidez. Debe ser cocinado hasta que esté perfectamente cocido. Así se evitará que sea blando y pegajoso.

Para los que puedan usarlas, las buenas legumbres, preparadas de una manera saludable, son mejores que las papillas o gachas. Las frutas usadas con el pan cuidadosamente cocido que tenga ya dos o tres días serán más saludables que con pan fresco. Esto, con una masticación lenta y cuidadosa, proporcionará todo lo que el organismo requiere.

Panecillos blandos calientes

Los panecillos blandos calientes y los platos preparados con carne son completamente contrarios a los principios de la reforma pro salud.

Los panecillos blandos de sosa calientes a menudo se los unta con mantequilla, y se los consume como un bocado escogido. Pero los órganos digestivos debilitados no pueden sino sentir el abuso que se hace de ellos.

Hemos estado regresando a Egipto más bien que yendo hacia Canaán. ¿Invertiremos este orden de cosas? ¿No tendremos alimentos sanos y saludables en nuestra mesa? ¿No abandonaremos los panecillos blandos calientes, los cuales solamente son causa de dispepsia?

Bollos

Los bollos blandos leudados con sosa o con polvo de hornear nunca deben aparecer en nuestras mesas. Tales compuestos son inadecuados para entrar en el estómago. El pan leudado caliente de cualquier clase es difícil para digerir. Los bollos de harina integral, que son tanto saludables como deliciosos, deben ser hechos con harina sin cernir, mezclada con agua pura fría y leche. Pero es difícil enseñar la sencillez a nuestros hermanos. Cuando recomendamos bollos de harina integral, nuestros amigos dicen: "Oh, sí, sabemos cómo hacerlos". Quedamos muy chasqueados cuando estos bollos aparecen leudados con polvos de hornear o con leche agria o con sosa. Esto no da ninguna evidencia de reforma. Con harina sin cernir, mezclada con agua pura y suave, y con leche, se preparan los mejores bollos que jamás hayamos gustado. Si el agua es dura, úsese más leche dulce, o añádase un huevo a la masa. Los bollos deben ser plenamente cocinados en un horno bien caliente, con un fuego parejo.

Para hacer bollos, úsese agua blanda y leche, o un poco de crema. Hágase una masa consistente y amásese como para hacer galletas. Cocíneselos en la parrilla del horno. Estos son suaves y deliciosos. Exigen masticación completa, lo cual es un beneficio tanto para los dientes como para el estómago. Producen buena sangre, e imparten fuerza. Con tal clase de pan, y abundancia de frutas, legumbres, hortalizas y cereales que no faltan en nuestro país, no deben desearse mayores lujos.

El pan integral es mejor que el pan blanco

El pan de harina refinada no puede impartir al sistema la nutrición que encontraremos en el pan de harina entera. El uso de pan de harina refinada no puede conservar el cuerpo en una condición saludable. Uds. dos tienen hígados inactivos. El uso de harina refinada agrava las dificultades bajo las cuales Uds. trabajan.

En la elaboración del pan, la harina blanca muy fina no es la mejor. Su uso no es saludable ni económico. El pan de flor de harina carece de los elementos nutritivos que se encuentran en el pan amasado con harina integral de trigo. Es causa frecuente de estreñimiento y otros efectos malsanos.

Los cereales que se usan en el pan pueden ser variados

El pan hecho únicamente con harina de trigo no es el mejor para un régimen continuo. Una mezcla de harina de trigo, de avena y de centeno sería más nutritiva que la harina de trigo que se ha despojado de sus propiedades nutritivas.

Panes dulces

Raramente tenemos en nuestra mesa panecillos dulces y los llamados cookies. Cuanto menos alimentos dulces se consuman, tanto mejor. Estos causan perturbaciones en el estómago, y producen impaciencia e irritabilidad en los que se acostumbran a usarlos.

Es bueno descartar el azúcar cuando se hacen galletitas. Algunos prefieren las galletitas más dulces, pero éstas son perjudiciales para los órganos digestivos.

LAS LEGUMBRES Y HORTALIZAS

Legumbres y hortalizas frescas preparadas con sencillez

Todos debieran familiarizarse con el valor especial de las frutas y las verduras frescas obtenidas de la quinta.

Las frutas, los cereales, las legumbres y las hortalizas, preparados de una manera sencilla, sin especias ni grasas de ningún género, constituyen, juntamente con la leche y la crema, el régimen alimenticio más saludable. Proporcionan nutrición al cuerpo, y dan una capacidad de resistencia y un vigor intelectual que una dicta estimulante no puede producir.

Para los que pueden emplearlas, las legumbres y las hortalizas en buen estado preparadas en forma saludable, son mejores que las gachas o las papillas suaves.

Las legumbres debieran hacerse más agradables aderezándolas con un poco de leche o crema, o su equivalente.

Una parte de un régimen completo

Los sencillo, cereales, las frutas de los árboles, las legumbres y las hortalizas, tienen todas las propiedades nutritivas necesarias para producir buena sangre. Esto no lo puede hacer un régimen a base de carne.

Abundancia de verduras

Estamos hechos de lo que comemos. ¿Fortaleceremos las pasiones animales comiendo carne? En lugar de educar el gusto para que se acostumbre a este régimen grosero, ya es tiempo de aprender a vivir a base de frutas, cereales y hortalizas. . . Puede proporcionarse, sin necesidad de usar carne, una variedad de platos sencillos, perfectamente saludables y nutritivos. Los hombres vigorosos deben tener abundancia de legumbres, hortalizas, frutas y cereales.

El Señor se propone hacer que su pueblo vuelva a vivir a base de frutas, legumbres, hortalizas y cereales.

Algunos no pueden usar verduras

En una institución médica hay apetitos variados que satisfacer. Algunos exigen verduras bien preparadas para hacer frente a sus necesidades peculiares. Otros no han podido usar verduras sin sufrir las consecuencias.

Papas y batatas (camotes)

No creemos que las papas fritas sean saludables, porque se usa más o menos grasa o mantequilla para prepararlas. Las papas bien cocidas o hervidas, con crema y un poco de sal, son las más saludables. Las sobras de papas y batatas se preparan, con un poco de crema y sal, al horno, y no fritas; son excelentes.

Los frijoles son un plato saludable

Otro plato muy sencillo y sin embargo saludable son los frijoles hervidos o asados*. Disolved una porción de los mismos en agua, añadid crema o leche, y haced un caldo.

Cultivad y conservad legumbres y hortalizas

Muchos no ven la importancia de tener tierra para cultivar frutas y verduras, a fin de que sus mesas puedan ser abastecidas con estas cosas. Se me ha ordenado que diga a cada familia y a cada iglesia: Dios os bendecirá cuando llevéis a cabo vuestra propia salvación con temor y temblor, temiendo, a causa de un trato imprudente del cuerpo, echar a perder el plan de Dios para vosotros.

Debe hacerse provisión para obtener una cantidad de maíz dulce. El zapallo o calabaza puede ser secado, y usado con ventaja durante el invierno para hacer pasteles.

Verduras y tomates en el régimen de Elena G. de White

Ud. habla con respecto a mi régimen. Yo no he estado tan aferrada a una sola cosa como para no poder comer cualquier otra cosa. Pero en lo que respecta a las verduras, no necesita Ud. preocuparse; porque yo sé por cierto que en la sección del país donde Ud. vive hay muchos productos vegetales que yo puedo usar como verduras. Podré conseguir las hojas del lampazo o bardana amarilla, del diente de león tierno, y de la mostaza. Habrá una provisión mucho más abundante allí, y de una calidad superior, de lo que podíamos obtener en Australia. Y si no hubiera ninguna otra cosa, están los cereales.

Mi apetito me abandonó algún tiempo antes que yo fuera al este. Pero ahora lo he recuperado; y me siento. con mucha hambre cuando llega la hora de comer. Mi cardo verde, bien cocinado, y sazonado con crema esterilizada y jugo de limón, es muy apetitoso. Como sopa de fideos con tomate en una comida y verduras en la próxima. He comenzado otra vez a comer harina de papas. Encuentro sabrosos todos mis alimentos. Estoy como un enfermo de fiebre que ha estado semi muerto de hambre, y me hallo en peligro de comer en exceso.

Los tomates que me mandó son muy lindos y deliciosos. Encuentro que los tomates son el mejor articulo de consumo que pueda usar.

Hemos cultivado suficiente maíz y guisantes o arvejas para nosotros mismos y para nuestros vecinos. Secamos el maíz dulce para usarlo en el invierno; luego cuando lo necesitamos, lo molemos en un molino y lo cocinamos. Proporciona sopas deliciosas y otros platos... En la estación tenemos uvas en abundancia, también ciruelas y manzanas, y algunas cerezas, duraznos, peras y olivas, que preparamos nosotros mismos. También cultivamos una gran cantidad de tomates. Nunca pido disculpas por el alimento que hay sobre mi mesa. No creo que Dios se agrade de que lo hagamos. Nuestras visitas comen como nosotros, y parecen gustar de nuestro menú.