Consejos Sobre el Régimen Alimenticio

Capítulo 22

Las Proteínas

PARTE I NUECES (FRUTAS SECAS OLEOSAS) Y ALIMENTOS A BASE DE NUECES

Parte de un régimen adecuado

Los cereales, las frutas carnosas, las oleaginosas y las legumbres constituyen el alimento escogido para nosotros por el Creador. Preparados del modo más sencillo y natural posible, son los comestibles más sanos y nutritivos. Comunican una fuerza, una resistencia y un vigor intelectual que no pueden obtenerse de un régimen alimenticio más complejo y estimulante.

En los cereales, las frutas, las legumbres y las nueces (frutas secas oleaginosas) han de hallarse todos los elementos alimenticios que necesitamos. Si acudimos al Señor con mentes sencillas, él nos enseñará cómo preparar alimentos sanos, libres de todo rastro de carne.

Los alimentos a base de nueces deben prepararse cuidadosamente y son económicos

Dios nos ha dado una amplia variedad de alimentos sanos, y cada cual debe escoger el que más convenga a sus necesidades, conforme a la experiencia y a la sana razón.

La abundancia de frutas, oleaginosas y cereales que nos proporciona la naturaleza es grande, y año tras año se acrecienta la facilidad de comunicaciones que permite el intercambio de productos de un país con otro. . .

Las oleaginosas [nueces, avellanas, almendras, maní o cacahuete] y sus derivados van sustituyendo en gran medida a la carne. Con ellas pueden combinarse cereales, frutas carnosas y varias raíces, para constituir alimentos sanos y nutritivos; pero hay que tener cuidado de no incluir una proporción demasiado elevada de oleaginosas. Es posible que aquellos a quienes no les sienta bien su consumo vean subsanarse la dificultad si prestan atención a esta advertencia.

Debe pasarse mucho tiempo aprendiendo cómo preparar alimentos a base de nueces. Pero debe cuidarse de no reducir el menú a unos pocos artículos, usando poca cosa más que los alimentos a base de nueces. La mayoría de nuestros hermanos no puede obtener los alimentos a base de nueces. Pocos saben como prepararlos debidamente para su empleo, aun si pudieran comprarlos.

Los alimentos empleados deben corresponder al clima. Algunos alimentos adecuados a un país, no serían de ninguna manera propios en otro lugar. Y los alimentos a base de nueces deben ser lo más económicos que sea posible, de manera que puedan ser comprados por los pobres.

Proporción de nueces (frutas oleosas) con los otros ingredientes

Debe prestarse cuidadosa atención al debido uso de los alimentos a base de nueces (frutas secas oleosas). Algunas clases de nueces no son tan saludables como otras. No se reduzca el menú a unos pocos artículos compuestos mayormente de estos alimentos de nueces. Esta clase de alimentos no debe usarse tan abundantemente. Si algunos los emplearan más moderadamente, los resultados serían más satisfactorios. El combinarlos en grandes proporciones con otros artículos en algunas de las recetas dadas, hace que el alimento resulte tan rico que el organismo no puede asimilarlo debidamente.

Se me ha indicado que los alimentos a base de oleaginosas se usan con frecuencia imprudentemente. Se consume una proporción demasiado elevada de oleaginosas y algunas de ellas no son tan sanas como otras. Las almendras son preferibles al maní; pero éste puede añadirse en cantidades limitadas a los cereales para constituir un alimento nutritivo y digestible.

Hace tres años recibí una carta que decía: "No puedo consumir alimentos a base de nueces; mi estómago no los acepta". Había entonces varias recetas que fueron presentadas ante mí. Según una, debe haber otros ingredientes combinados con las frutas secas oleosas, que armonicen con ellas, para no usar una proporción tan grande de nueces. Desde una décima parte hasta una sexta parte de las frutas secas oleosas sería suficiente, variándolas según las combinaciones. Probamos esto, y con éxito.

PARTE II LOS HUEVOS

El uso de huevos llegará a ser cada vez más inseguro

Los que viven en regiones pobres o poco desarrolladas, donde escasean las frutas y las oleaginosas, no deben sentirse obligados a eliminar de su régimen dietético la leche y los huevos. Verdad es que las personas algo corpulentas y las agitadas por pasiones fuertes deben evitar el uso de alimentos estimulantes. Especialmente en las familias cuyos hijos son dados a hábitos sensuales deben proscribirse los huevos. Por lo contrario, no deben suprimir completamente la leche ni los huevos las personas cuyos órganos productores de sangre son débiles, particularmente si no pueden conseguir otros alimentos que suplan los elementos necesarios. Deben tener mucho cuidado, sin embargo, de obtener la leche de vacas sanas y los huevos de aves igualmente sanas, esto es, bien alimentadas y cuidadas. Los huevos deben cocerse en la forma que los haga más digeribles.

La reforma alimenticia debe ser progresiva. A medida que van aumentando las enfermedades en los animales, el uso de la leche y los huevos se vuelve más peligroso. Conviene tratar de sustituirlos con comestibles saludables y baratos. Hay que enseñar a la gente por doquiera a cocinar sin leche ni huevos en cuanto sea posible, sin que por esto dejen de ser sus comidas sanas y sabrosas.

No deben clasificarse con los alimentos a base de carne

La leche, los huevos y la mantequilla no deben clasificarse con la carne. En algunos casos el uso de huevos es beneficioso. No ha llegado el tiempo en que debamos decir que se debe descartar completamente el consumo de leche y huevos. . .

Sea progresiva la reforma alimenticia. Enséñese a la gente a preparar alimentos sin mucho uso de leche o mantequilla. Expliquémosle que llegará pronto el tiempo en que será peligroso usar huevos, leche, crema o mantequilla, porque las enfermedades aumentan proporcionalmente a la maldad que reina entre los hombres. Se acerca el tiempo en que, debido a la iniquidad de la especie caída, toda la creación animal gemirá bajo las enfermedades que azotan nuestra tierra. Dios dará a su pueblo capacidad y tacto para preparar alimentos sanos sin aquellas cosas. Descarte nuestro pueblo todas las recetas malsanas.

Excitante para los niños

Ud. debe enseñar a sus hijos. Debe instruirlos acerca de cómo rehuir los vicios y las corrupciones de este siglo. En lugar de esto, muchos están estudiando cómo conseguir algo bueno para comer. Ud. coloca sobre su mesa mantequilla, huevos y carne, y sus hijos participan de ellos. Son alimentados precisamente con las cosas que excitarán sus pasiones animales, y entonces Ud. viene a las reuniones para pedir a Dios que bendiga y salve a sus hijos. ¿Cuán alto suben sus oraciones? Ud. tiene una obra que hacer primero. Cuando haya hecho en favor de sus hijos todo lo que Dios dejó para que Ud. hiciera, entonces Ud. puede con confianza reclamar la ayuda especial que Dios ha prometido darle. Algunas propiedades de los huevos son agentes terapéuticos; cuídense los extremos

No vaya a los extremos con respecto a la reforma pro salud. Algunos de nuestros hermanos son muy descuidados con respecto a la reforma pro salud. Pero debido a que algunos están muy atrasados, Ud. no debe ser un extremista para tratar de presentarles un ejemplo. No debe privarse a sí mismo de la clase de alimento que produce buena sangre. Su devoción a los principios está induciéndolo a someterse a un régimen que le da a Ud. una experiencia que no recomendará la reforma pro salud. Este es un peligro. Cuando Ud. ve que está debilitándose físicamente, es esencial que Ud. haga cambios, y de inmediato. Ponga dentro de su régimen algo que Ud. eliminó. Es su deber hacerlo. Consiga huevos de aves sanas. Use estos huevos cocinados o crudos. Rompa estos huevos crudos en el mejor vino sin fermentar que pueda hallar. Esto suplirá lo que su organismo necesita. No crea ni por un momento que no es bueno hacer esto...

Vendrá el tiempo cuando la leche no podrá usarse con tanta abundancia como hoy; pero ahora no es el tiempo de descartarla. Y los huevos contienen propiedades que son agentes terapéuticos para contraatacar venenos. . .

SOBRE EL RÉGIMEN DEL SANATORIO

Aun cuando yo descartaría la carne como dañina, puede usarse algo menos perjudicial. Y esto se encuentra en los huevos. No elimine la leche de la mesa ni prohiba que se emplee en la cocción de los alimentos. La leche usada debe lograrse de vacas sanas, y debe ser esterilizada. . .

Pero quiero decir que cuando llegue el tiempo en que ya no sea seguro emplear leche, crema, mantequilla y huevos, Dios lo revelará. No deben defenderse los extremos en la reforma pro salud. El problema de emplear leche, mantequilla y huevos se resolverá por si mismo. Actualmente no tenemos ninguna preocupación sobre la materia. Vuestra moderación sea conocida por todos los hombres.

Cuando recibí una carta de Cooranbong, en la que decía que el Dr.--------------- estaba muriendo, esa noche fui instruida en el sentido de que él debía tener un cambio de régimen. Un huevo crudo, tomado dos o tres veces por día, le proporcionaría el sustento que él grandemente necesitaba.

Los que vienen al sanatorio deben ser provistos con suficientes alimentos sanos y que estén de acuerdo con los principios rectos, preparados de la manera más apetitosa. No podemos esperar que ellos vivan como nosotros vivimos ... Los alimentos puestos ante los pacientes deben ser tales que hagan una impresión favorable en ellos. Pueden prepararse huevos en una variedad de formas.

Cuando se dejan de reemplazar artículos alimenticios

Si bien se han dado advertencias con relación a los peligros de enfermedad que derivan de la mantequilla y al mal que ocasiona el uso copioso de huevos por parte de las criaturas, no debe considerarse como violación de nuestros principios el consumo de huevos provenientes de gallinas bien cuidadas y convenientemente alimentadas. Los huevos contienen ciertos principios que obran eficazmente contra determinados venenos.

Algunos, al abstenerse de leche, huevos y mantequilla, no proveyeron a su cuerpo una alimentación adecuada y como consecuencia se han debilitado e incapacitado para el trabajo. De esta manera, la reforma pro salud ha sido desacreditada. La obra que nos hemos esforzado por levantar sólidamente se confunde con las extravagancias que Dios no ha ordenado, y las energías de la iglesia se ven estorbadas. Pero Dios intervendrá para contrarrestar los resultados de ideas tan extremistas. El propósito del Evangelio es reconciliar a la raza pecaminosa. Debe llevar a pobres y ricos a los pies de Jesús.

Llegará el tiempo cuando tal vez tengamos que dejar algunos de los alimentos que usamos ahora, como la leche, la crema y los huevos; pero no necesitamos crearnos dificultades por restricciones prematuras y exageradas. Esperemos que las circunstancias lo exijan y que el Señor prepare el camino.

PARTE III EL QUESO

Inadecuado como alimento

El queso nunca debe introducirse en el estómago.

La mantequilla es menos nociva cuando se la come con pan asentado que cuando se la emplea para cocinar, pero por regla general es mejor abstenerse de ella. El queso merece aún más objeciones; es absolutamente impropio como alimento.

Más de una madre pone una mesa que es una trampa para su familia. Carne, mantequilla, queso, pasteles recargados alimentos con especias, y condimentos son consumidos con liberalidad tanto por viejos como por jóvenes. Estas cosas hacen su obra para perturbar el estómago, excitar los nervios, y debilitar el intelecto. Los órganos productores de sangre no pueden convertir tales cosas en buena sangre. La grasa cocinada en los alimentos la hace de difícil digestión. El efecto del queso es perjudicial.

Generalmente se permite que los niños coman carne, especias, mantequilla, queso, cerdo, pasteles recargados y condimentos. También se les permite comer irregularmente y entre horas alimentos perjudiciales. Estas cosas hacen su obra para perturbar el estómago, excitar los nervios a una acción antinatural, y debilitar el intelecto. Los padres no se dan cuenta de que están sembrando la semilla que producirá enfermedad y muerte.

Cuando iniciamos el congreso de Nora, Illinois, creí que era mi deber hacer algunas observaciones con respecto a la forma en que la gente comía. Relaté algunas cosas desafortunadas que les habían ocurrido a algunos en Marion, y les dije que yo lo adjudicaba a los artículo alimenticios innecesarios preparados para las reuniones, y también al hecho de comer esos artículos alimenticios innecesarios durante el congreso. Algunos trajeron queso al campamento y lo comieron; aunque no hacía mucho tiempo que estaba hecho, era demasiado fuerte para el estómago, y nunca debió haber sido introducido allí.

Se decidió que en cierto campamento no debía venderse queso a los que estaban en los terrenos. Pero al llegar a ese lugar, el Dr. Kellog halló para su sorpresa que se había comprado una gran cantidad de queso para venderlo en el almacén. El y otros más pusieron objeciones, pero los que estaban a cargo del almacén dijeron que el queso había sido comprado con el consentimiento del Hno -------------, y que ellos no estaban en condición de perder el dinero invertido en el mismo. Frente a la situación, el Dr. Kellog preguntó cuál era el precio del queso, y compró todo lo que tenían. El había investigado el asunto estudiando la causa el efecto, y sabía que algunos alimentos que en general se consideraban sanos, eran perjudiciales.

La práctica de la Sra. White

Con respecto al queso, estoy ahora completamente segura de que no hemos comprado ni colocado en nuestra mesa queso durante muchos años. Nunca pensamos en hacer del queso un artículo del régimen, y mucho menos un artículo para comprar.