La Educación Cristiana

Capítulo 63

En auxilio de nuestros colegios

Un ejemplo de generosidad

Cuando el Señor invitó a Israel a que contribuyese para la construcción del tabernáculo en el desierto, hubo una respuesta generosa. "Vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dió voluntad, y trajeron ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo del testimonio". Vinieron todos los hombres y las mujeres que eran de corazón voluntario. Los hombres trajeron sus dones de oro y plata, tejidos finos y maderas valiosas. Los príncipes contribuyeron con piedras preciosas, especias de gran precio y aceite para el alumbrado. "Además todas las mujeres sabias de corazón hilaban de sus manos, y traían lo que habían hilado". Traían "ofrenda voluntaria cada mañana" hasta que fué dicho a Moisés: "El pueblo trae mucho más de lo que es menester para la atención de hacer la obra que Jehová ha mandado que se haga". Éxodo 35:21-25; 36:3-5. Este servicio espontáneo y generoso fué agradable al Señor; y cuando se terminó el tabernáculo, él mostró su aceptación de la ofrenda. "Entonces una nube cubrió el tabernáculo del testimonio, y la gloria de Jehová hinchió el tabernáculo". Éxodo 40:34.

Análoga a este ejemplo de servicio voluntario ha sido la obra hecha en pro de nuestros colegios con la publicación y la venta del libro Lecciones Prácticas del Gran Maestro. Nos regocijamos de que tan crecido número de nuestros hermanos se entregase a esta obra y que sus esfuerzos resultaran tan prósperos. Nos regocijamos de que los administradores de nuestras asociaciones y sociedades de tratados hayan prestado su influencia y energía a esta gran empresa; y de que los pastores, obreros bíblicos, colportores y miembros de iglesia se dedicaran tan espontáneamente al esfuerzo especial para quitar cuanto antes el gravamen que pesa sobre nuestros colegios. La forma generosa y espontánea en que nuestras casas editoras y nuestros hermanos y hermanas en general han echado mano de esta empresa es muy agradable al Señor. Está de acuerdo con su plan.

El plan del señor

Hay en la divina providencia períodos especiales en que debemos levantarnos en respuesta al llamado de Dios y hacer uso de nuestros recursos, de nuestro tiempo e inteligencia, de nuestro ser entero, cuerpo, alma y espíritu, para cumplir sus requerimientos. El presente es un tiempo tal. Los intereses de la causa de Dios, las instituciones del Señor están en peligro. Debido al terrible peso de las deudas bajo las cuales luchan nuestros colegios, la obra está impedida por doquier. En nuestra gran necesidad Dios ha abierto camino en medio de la dificultad y nos ha invitado a cooperar con él en llevar a cabo su propósito. Era su plan que el libro Lecciones Prácticas del Gran Maestro fuera dado para aliviar a nuestros colegios, y suplica a su pueblo que haga su parte en colocar dicho libro en el mundo. En esto está probando a su pueblo y a sus instituciones para ver si se ponen a trabajar en unidad y son de un mismo ánimo en la abnegación y el sacrificio.

Cooperación de todos

Se ha hecho un buen comienzo en la venta de Lecciones Prácticas del Gran Maestro. Lo que ahora se necesita es un esfuerzo ferviente y unido para terminar la tarea tan bien empezada. Leemos en las Escrituras: "No perezosos en los quehaceres, fervorosos en espíritu, sirviendo al Señor". Romanos 12:11 (VM). Cada ramo de la causa de Dios merece diligencia; sin embargo, nada puede ser más digno de ella que la actual empresa. Una obra decidida ha de hacerse en cumplimiento del plan de Dios. Que cada esfuerzo represente algo para el Maestro en la venta de Lecciones Prácticas del Gran Maestro. Que todo el que pueda se una a los obreros.

Por el éxito de los esfuerzos ya hechos vemos que es mucho mejor obedecer los requerimientos del Señor hoy que esperar lo que pudiéramos tener por ocasión más favorable. Hemos de convertirnos en hombres y mujeres del momento oportuno de Dios, porque hay grandes responsabilidades y posibilidades al alcance de todos los que se han alistado por toda la vida bajo la bandera de Cristo.

Dios nos llama a la acción a fin de que nuestras instituciones educacionales se vean libres de deudas. Llévese a cabo el plan de Dios según él lo ha ordenado.

La presente es una oportunidad que no podemos perder. Suplicamos a todo nuestro pueblo que ayude hasta el máximo de su capacidad precisamente ahora. Le suplicamos que haga una obra que ha de ser agradable a Dios, al comprar el libro. Pedimos que todo recurso eficaz se use para contribuir a su circulación. Suplicamos a los presidentes de nuestras asociaciones que consideren de qué manera les será posible promover esta empresa. Suplicamos a nuestros ministros que al visitar a las iglesias animen a hombres y mujeres a que salgan como colportores y avancen decididamente en el camino de la abnegación dando una parte de sus ganancias en auxilio de nuestros colegios.

Un movimiento general es necesario, y ha de empezar con iniciativas individuales. En toda iglesia, cada miembro de cada familia ha de hacer esfuerzos resueltos por ser abnegado y ayudar en la promoción de la obra. Desempeñen los niños una parte. Cooperen todos. Hagamos lo mejor que podamos en este tiempo para dar a Dios nuestra ofrenda, para llevar a cabo su voluntad manifestada y crear así una ocasión para dar testimonio en su favor y en el de su verdad en un mundo de tinieblas. La lámpara está en nuestras manos. Resplandezca su luz brillantemente.

Jóvenes, vosotros que pensáis entrar en el ministerio, emprended esta tarea. El manejo del libro que el Señor ha colocado en vuestras manos constituirá vuestro medio educativo. Aprovechando esta oportunidad, progresaréis en verdad en el conocimiento de Dios y de los mejores métodos para alcanzar a la gente.

El Señor pide que jóvenes y señoritas entren en su servicio. Los jóvenes son receptivos, fuertes, ardientes y esperanzados. Una vez que hayan gustado la bendición del sacrificio propio, no estarán satisfechos a menos que estén aprendiendo constantemente del gran Maestro. El Señor abrirá caminos ante los que quieran responder a su llamado.

Aplicad a la obra el ferviente deseo de aprender a llevar responsabilidades. Con fuerte brazo y corazón valiente lanzaos al conflicto en que todos deben entrar, conflicto que se hará más y más severo a medida que nos aproximemos a la lucha final.

Preparación para la obra

Los que se ocupan en esta obra debieran primeramente entregarse sin reserva a Dios, colocarse donde puedan aprender de Cristo y seguir su ejemplo. El los ha invitado así: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga". Mateo 11:28-30. Hay ángeles comisionados para salir con los que emprenden esta tarea con verdadera humildad.

Hemos de orar sin cesar y vivir nuestras oraciones. La fe aumentará grandemente con el ejercicio. Los que están colportando con Lecciones Prácticas deben aprender las lecciones enseñadas en el libro con el cual trabajan. Aprended de Cristo. Tened fe en su poder para ayudaros y salvaros. La fe es la misma sangre vital del alma. Su presencia suministra ardor, salud, estabilidad y sano juicio. Su vitalidad y vigor ejercen una poderosa aunque inconsciente influencia. La vida de Cristo en el alma es un pozo de agua que brota para vida eterna. Induce al cultivo constante de los dones celestiales y a una dócil sumisión en todas las cosas a Dios.

A los obreros, jóvenes y viejos, que trabajan con nuestros libros, y especialmente a los que colportan con el libro que está cumpliendo actualmente su misión de misericordia, digo: Ejemplificad en la vida las lecciones dadas por Cristo en su sermón del monte. Esto producirá una profunda impresión y tendrá una influencia más duradera sobre los ánimos que los sermones predicados desde el púlpito. Puede ser que no podáis hablar elocuentemente a aquellos a quienes deseáis ayudar; pero si habláis modestamente, ocultando el yo en Cristo, vuestras palabras serán dictadas por el Espíritu Santo, y Cristo, con quien estáis cooperando, impresionará el corazón.

Poned en práctica aquella fe que obra por el amor y santifica el alma. Nadie permita ahora que el Señor se avergüence de él a causa de su incredulidad. La pereza y el descorazonamiento jamás logran nada. Dios permite a veces que sobrevengan trastornos en los negocios seculares, con el fin de mover las facultades indolentes a una acción más fervorosa, de modo que él pueda honrar la fe confiriendo ricas bendiciones. Este es un medio de adelantar su obra. Mirando a Jesús no sólo como nuestro ejemplo sino como el Autor y Consumador de nuestra fe, sigamos adelante, confiando en que él nos suministrará fuerza para cumplir con cada obligación.

Mucho esfuerzo afanoso se requerirá de parte de los que tienen la responsabilidad de esta obra, pues ha de darse debida instrucción a fin de que pueda mantenerse ante los obreros el sentimiento de la importancia de la obra y de que todos fomenten el espíritu de abnegación y sacrificio ejemplificado en la vida de nuestro Redentor. Cristo hizo sacrificios a cada paso, sacrificios que ninguno de sus seguidores podrá hacer jamás. En toda la abnegación requerida de nosotros en esta obra; en medio de todas las cosas desagradables que ocurren, tenemos que considerar que estamos uncidos con Cristo y somos partícipes de su espíritu de bondad, paciencia y renunciamiento propio. Este espíritu abrirá el camino delante de nosotros y nos dará éxito, por cuanto Cristo es nuestra recomendación ante la gente.

La obra en todos los países

Nuestro pueblo debiera emprender en todos los países la tarea de aliviar a nuestros colegios. Comiéncenla nuestras iglesias de Australasia. Nuestro colegio allí necesita ayuda, y si nuestro pueblo se une para echar mano de la tarea, puede hacer mucho en el sentido de quitar el peso de la deuda; puede dar aliento al corazón de los que están trabajando para robustecer esto [el colegio], el instrumento del Señor; y puede ayudar a extender su influencia de bendición lejos, hasta los países paganos y las islas del mar.

Confiamos en que nuestra casa editora de Australasia hará arreglos liberales en la publicación de Lecciones Prácticas. El Señor ha bendecido grandemente a esa institución, y ella debiera presentarle una ofrenda de gratitud, haciendo una donación no escasa tendiente a librar de deudas al colegio. Estamos seguros de que emprenderá la tarea y hará su parte noblemente. Y esta cooperación con Dios dará por resultado tan grande bendición para la casa editora de Australasia como lo fué para nuestras instituciones de América.

Avanzad en esta obra, mis hermanos de Australia. "Es pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven". Hebreos 11:1. ¿No hemos comprobado esto en lo pasado? Al avanzar confiando en la promesa de Dios, cosas no vistas, excepto por el ojo de la fe, se convirtieron en cosas visibles. A medida que hemos andado y trabajado por fe, Dios nos ha cumplido toda promesa realizada. La evidencia que tenemos de lo fidedignas que son sus promesas debiera detener todo pensamiento de incredulidad. Es pecado dudar y no creemos que nuestros hermanos de Australasia se hagan culpables de ello.

El Señor ha hecho mucho por vosotros en todos vuestros confines. Levantad los ojos y mirad los campos ya blancos para la siega. Alabad a Dios porque su palabra se ha cumplido más allá de todo lo que podíais imaginar.

Suplico a nuestro pueblo que emprenda fervorosa y desinteresadamente la tarea de librar al colegio de deudas. Haga la casa editora su parte en la publicación del libro. Eche mano nuestro pueblo de toda Australasia de la venta de Lecciones Prácticas del Gran Maestro. Dios los bendecirá en esta obra.

Los obreros de Inglaterra debieran hacer todo esfuerzo posible en la venta de este libro a fin de que se establezca un colegio en aquel país. Mis hermanos de Inglaterra, Alemania y de todos los países europeos donde la luz de la verdad está resplandeciendo: echad mano de esta tarea. Tradúzcase este libro a los diversos idiomas y hágaselo circular en los diferentes países de Europa. Anímese a todos nuestros colportores de todas partes de Europa a ayudar en su venta. La difusión de este libro hará mucho más que ayudar a librar de deudas a nuestras instituciones: abrirá el camino para que nuestros libros más grandes encuentren un mercado preparado. De este modo la verdad alcanzará a muchos que de otra manera no la recibirían.

Me dirijo especialmente a nuestros hermanos de Escandinavia. ¿No echaréis mano de la tarea que Dios os ha dado? ¿No trabajaréis hasta el máximo de vuestro poder para aliviar a las instituciones de vuestro campo que se ven trabadas por las deudas? No penséis con desesperación, diciendo: "No podemos hacer nada". Dejad de proferir palabras de desaliento. Asíos del brazo del Poder Infinito. Recordad que vuestros hermanos de otros países se unen para ayudaros. No desmayéis ni estéis desanimados. El Señor sostendrá a sus obreros de Escandinavia, si ellos quieren hacer su parte con fe, oración y esperanza, esforzándose cuanto puedan para adelantar su causa y apresurar su venida.

Haga nuestro pueblo de Inglaterra el más ardiente esfuerzo para inspirar en sus hermanos de Escandinavia fe y valor. Hermanos, debemos acudir en ayuda de Jehová, en ayuda de Jehová contra los poderosos.

Recordad que cuanto más nos acerquemos al tiempo de la venida de Cristo, tanto más fervorosa y firmemente tenemos que trabajar; pues está contra nosotros toda la sinagoga de Satanás. No necesitamos excitación febril, sino aquel valor que nace de la fe genuina.

Resultados de la obra

En virtud del trabajo de aliviar a nuestros colegios, se obtendrá una bendición cuádruple: una bendición para los colegios, el mundo, la iglesia y los obreros.

Al paso que se reúnen fondos para el desahogo de nuestros colegios, se coloca en manos de muchísima gente el mejor material de lectura, mientras que de otra manera, si no se hiciese este esfuerzo, jamás esa gente vería Lecciones Prácticas del Gran Maestro. Hay almas en lugares solitarios que serán alcanzadas por este esfuerzo. Las lecciones de las parábolas de nuestro Salvador serán para muchísimos como las hojas del árbol de la vida.

Es propósito del Señor que Lecciones Prácticas del Gran Maestro, con su preciosa instrucción, unifique a los creyentes. Los abnegados esfuerzos hechos por los miembros de nuestras iglesias resultarán ser un medio de unirlos, a fin de que sean santificados en alma, cuerpo y espíritu, como vasos para honra preparados para recibir el Espíritu Santo. Los que procuran hacer la voluntad de Dios, empleando cada talento de la manera más provechosa, llegarán a ser sabios para trabajar en pro de su reino. Aprenderán lecciones del más grande valor y experimentarán la satisfacción más alta de una mente racional. Paz, gracia y poder intelectual les serán dados.

Al llevar este libro a los que necesitan la instrucción que contiene, adquirirán los obreros una valiosa experiencia. Esta obra constituye un medio de educación. Los que quieren hacer lo mejor de que son capaces, como manos auxiliadoras del Señor, en hacer circular Lecciones Prácticas del Gran Maestro, adquirirán una experiencia que los habilitará para ser obreros prósperos para Dios. Muchísimos, merced a la preparación obtenida en esta tarea, aprenderán a colportar con nuestros libros más grandes, que tanto necesita la gente.

Todo aquel que se ocupe en la tarea debidamente, con alegría y esperanza, hallará que es una bendición grandísima. El Señor no fuerza a nadie para que trabaje en su obra; pero a aquellos que se pongan decididamente a su lado les dará una voluntad decidida. El bendecirá a todos los que fomenten el espíritu que él mismo alienta en ellos. A tales obreros les concederá favor y éxito. A medida que se vaya entrando en un campo tras otro, nuevos métodos y nuevos planes surgirán de las nuevas circunstancias. Nuevos pensamientos vendrán con los nuevos obreros que se entreguen a la obra. A medida que busquen al Señor por ayuda, él se comunicará con ellos. Recibirán planes formulados por el Señor mismo. Se convertirán almas e ingresará dinero. Los obreros encontrarán yermos de la viña del Señor al lado mismo de campos ya trabajados. Cada campo ofrece nuevos lugares que conquistar. Todo lo hecho trae a luz lo mucho que aún queda por hacer.

A medida que trabajamos con el Gran Maestro, se desarrollan las facultades mentales. La conciencia está bajo la dirección divina. Cristo toma bajo su gobierno al ser entero.

Nadie puede estar verdaderamente unido con Cristo, practicar sus lecciones, someterse a su yugo de restricción, sin comprender aquello que jamás puede expresar con palabras. Nuevos y ricos pensamientos se le presentan. La inteligencia recibe luz, y la voluntad determinación, la conciencia sensibilidad y pureza la imaginación. El corazón se vuelve más tierno, los pensamientos más espirituales, el servicio más semejante al de Cristo. En la vida se ve aquello que ninguna palabra puede expresar: veracidad, fidelidad, amante consagración del corazón, mente, alma y fuerza a la obra del Maestro.

Después de haber hecho, mediante santificada energía y oración, todo lo que podemos en la obra en pro de nuestros colegios, veremos la gloria de Dios. Cuando se haya hecho cabalmente la prueba, habrá un bendito resultado.

Si se obra con un espíritu libre y voluntario, Dios convertirá en éxito el movimiento en pro de nuestros colegios. Nos capacitará para quitar el oprobio acarreado sobre nuestras instituciones educacionales. Si todos quieren echar mano de la obra con el espíritu de abnegación por causa de Cristo y de la verdad, no pasará mucho tiempo sin que el himno de libertad del jubileo se cante en nuestros confines.

No os canséis de hacer bien

Me alegro de que haya habido esfuerzo tan armonioso para llevar a efecto el propósito de Dios y aprovechar hasta el máximo su providencia. Este esfuerzo por poner en circulación Lecciones Prácticas del Gran Maestro está demostrando lo que se puede hacer en el campo de colportaje. A los pastores, alumnos, padres, madres, y jóvenes y señoritas que se hayan empeñado en esta tarea, quiero decirles: No se debilite vuestro interés. Siga adelante esta obra sin fluctuar, perseverante y sublimemente, hasta que la última deuda quede eliminada de nuestros colegios y se forme un fondo destinado al establecimiento de colegios en campos importantes, donde exista gran necesidad de obra educacional.

A medida que se llame a otras labores a los pastores y obreros bíblicos, díganles los miembros de nuestras iglesias: "Id adelante con el trabajo que se os ha señalado; nosotros continuaremos trabajando por la circulación de Lecciones Prácticas del Gran Maestro y por librar de deudas a nuestros colegios". Que nadie piense que esta tarea debe terminar con el esfuerzo especial de 1900 y 1901. El campo jamás está agotado, y dicho libro debe venderse en bien de nuestros colegios durante los años por venir.

Tengamos fe en Dios. En su nombre llevemos adelante su palabra sin vacilar. La obra que nos ha mandado hacer, él la convertirá en una bendición para nosotros. Y cuando su plan para aliviar a nuestros colegios haya sido vindicado, cuando la tarea señalada haya sido plenamente cumplida, él nos indicará lo que debemos hacer a continuación.

Por tanto tiempo como el mensaje de misericordia deba darse al mundo, habrá un pedido de esfuerzos en pro de otras instituciones y empresas similares a la de librar de deudas a nuestros colegios. Y por tanto tiempo como dure el tiempo de gracia habrá para el colportor oportunidad de trabajar. Cuando las denominaciones religiosas se unan con el papado para oprimir al pueblo de Dios, el colportaje evangélico abrirá lugares en que exista libertad religiosa. Si en un lugar la persecución se vuelve severa, hagan los obreros como indicó Cristo: "Cuando os persiguieren en esta ciudad, huid a la otra". Mateo 10:23. Si la persecución llega allí, id todavía a otro lugar. Dios guiará a su pueblo haciéndolo una bendición en muchos lugares. Si no fuera por la persecución, no sería tan vastamente esparcido para proclamar la verdad. Y Cristo declara: "No acabaréis de andar todas las ciudades de Israel, que no venga el Hijo del hombre". Hasta que en el cielo no se pronuncien las palabras "Hecho es", siempre habrá lugares donde trabajar y corazones que reciban el mensaje. "No nos cansemos, pues, de hacer bien; que a su tiempo segaremos, si no hubiéremos desmayado". Gálatas 6:9.--Testimonies for the Church 6:468-478.