Metodos y organización
Una gran obra por medios sencillos--El rasgo resaltante de la operación divina es la realización de la mayor obra que pueda efectuarse en nuestro mundo por medios muy sencillos. Es el plan de Dios que cada parte de su gobierno dependa de todas las demás partes, siendo el todo como una rueda dentro de otra rueda, que trabaja con entera armonía. El Señor obra sobre las fuerzas humanas, haciendo que su Espíritu toque cuerdas invisibles, y la vibración alcance hasta la extremidad del universo.--Manuscrito 22, 1897.
El éxito es el resultado del orden y de una acción armoniosa--Dios es un Dios de orden. Todo lo que se relaciona con el cielo está en orden perfecto; la sumisión y una disciplina cabal distinguen los movimientos de la hueste angélica. El éxito sólo puede acompañar al orden y a la acción armónica. Dios exige orden y sistema en su obra en nuestros días tanto como los exigía en los días de Israel. Todos los que trabajan para él han de actuar con inteligencia, no en forma negligente o al azar. El quiere que su obra se haga con fe y exactitud, para que pueda poner sobre ella el sello de su aprobación.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 393 (1890).
Sigamos un plan organizado.--Es esencial trabajar con orden, siguiendo un plan organizado, y un objetivo definido. Nadie puede instruir en forma adecuada a otra persona a menos que el instructor cuide que la obra que debe hacerse se realice en forma sistemática y con orden, de manera que se efectúe a su debido tiempo...
Hay que presentar en forma amplia planes bien definidos a quienes corresponda, y debe estarse seguro de que estos planes son comprendidos. Luego pedid a todos los que están a la cabeza de los distintos departamentos que cooperen en la ejecución de estos planes. Si este método seguro y radical es adoptado de la debida manera y seguido con interés y buena voluntad, evitará que se haga mucho trabajo sin objetivo definido alguno, y mucha fricción inútil.--Manuscrito 24, 1887.
Planes bien entendidos--La obra en que estáis ocupados no puede efectuarse salvo por fuerzas que sean el resultado de planes bien entendidos.--Carta 14, 1887.
Previsión, orden y oración--Es un pecado ser descuidado, no tener propósito y ser indiferente, en cualquier obra en que nos ocupemos, pero especialmente en la obra de Dios. Toda empresa relacionada con su causa debe llevarse adelante con orden, previsión y oración fervorosa.--The Review and Herald, 18 de marzo de 1884.
Minuciosidad y diligencia--Se cometerán grandes errores si no se dedica a los negocios clara y aguda atención. Aunque el nocivo o el aprendiz sea enérgico, ocurrirán fracasos en muchos aspectos si en los diversos departamentos no hay alguien que vigile, alguien que esté debidamente calificado para llevar a cabo esta tarea. A medida que la obra crezca resultará imposible, aun ocasionalmente, posponer los trabajos de una fecha a otra. Lo que no se haga en el momento debido, sean asuntos sagrados o seculares, correrá un gran riesgo de no hacerse nunca; en todo caso ese trabajo no podrá hacerse tan bien como si se hubiese hecho en el tiempo debido.--Manuscrito 24, 1887.
Cada uno en su propia esfera--A cada hombre Dios ha señalado su obra, de acuerdo con sus capacidades y aptitudes. Necesitan efectuarse planes sabios para colocar a cada uno en su propia esfera en el trabajo, a fin de que pueda obtener la experiencia que lo capacite para llevar responsabilidades crecientes.--Carta 45, 1889.
Trabajad como un ejército disciplinado--Recordemos que somos colaboradores juntamente con Dios. No somos suficientemente sabios como para trabajar por nuestra cuenta. Dios nos ha hecho sus mayordomos, para probarnos, como probó al antiguo Israel. El no quiere que su ejército se componga de soldados indisciplinados, no santificados y erráticos, que representen falsamente su orden y su pureza.--The Review and Herald, 8 de octubre de 1901.
Talento para planificar y trabajar--Se necesitan talento y habilidad para planificar y trabajar armoniosamente. Necesitamos personas que quieran trabajar, no solamente para beneficiarse a sí mismas, recibiendo todo lo que puedan obtener por su trabajo, sino que quieran trabajar teniendo en vista la gloria de Dios, para adelantar la obra en sus diversos ramos. Esta es una oportunidad preciosa para poner de manifiesto su devoción al Señor de la obra, y su capacidad para llevarla a cabo. A cada uno se da su obra, no para que se glorifique él mismo, sino para que tribute gloria a Dios.--Manuscrito 25, 1895.
La sabia planificación ahorra trabajo--Debo instar a los obreros a planificar su labor de tal manera que no se fatiguen a causa del trabajo excesivo.--Carta 17, 1902.
El grupo evangélico
Deben organizarse grupos--Dios dice: "Entrad en las ciudades. Presentad a los habitantes de estas ciudades el llamamiento a prepararse para la venida del Señor"...
Muchas personas en las ciudades están todavía sin la luz del mensaje evangélico. Los que dejan de hacer resonar el último mensaje de amonestación sufrirán en lo futuro profundo remordimiento. Mi mensaje es: "Organícense grupos para entrar en las ciudades. Buscad una ubicación adecuada para realizar las reuniones. Haced circular nuestras publicaciones. Efectuad fervientes esfuerzos para alcanzar a la gente".--Carta 106, 1910.
Cuerpos de obreros en toda gran ciudad--En toda gran ciudad debe haber cuerpos de obreros organizados y bien disciplinados; no meramente uno o dos, sino veintenas deben ser puestos al trabajo...
Todo grupo de obreros debe estar bajo la dirección de un jefe competente, y siempre ha de mantenerse ante estos grupos el hecho de que han de ser misioneros en el más alto sentido del término. Tal labor sistemática, sabiamente conducida, producirá benditos resultados.--Medical Ministry, 300, 301 (1892).
Se necesitan diversos talentos--El Señor desea que las ciudades sean trabajadas mediante los esfuerzos unidos de obreros que cuenten con diversas habilidades. Todos ellos han de volverse hacia Jesús en busca de dirección, sin depender del hombre para obtener sabiduría, porque esto podría descarriarlos.--Testimonies for the Church 9:109 (1909).
Grupos bien ejercitados--Debe haber grupos organizados, y educados de la manera más cabal para trabajar como enfermeros, como evangelistas, como ministros, como colportores, como instructores bíblicos, para perfeccionar un carácter según la semejanza divina.--Testimonies for the Church 9:171, 172 (1909).
Habilidad para hacer trabajar a otros--Que trabaje toda persona que pueda hacerlo. El mejor general no es aquel que hace más trabajo él mismo, sino el que es capaz de conseguir la mayor cantidad de trabajo de parte de los demás.--Carta 1, 1883.
La importancia de consultar y orar
Hagamos frente a los problemas en consulta y oración--Deben aventurar algo y correr algunos riesgos los que están en el campo de batalla. No deben sentir en cada movimiento que han de recibir órdenes del cuartel general. Deben hacer lo mejor que puedan bajo todas las circunstancias, consultándose mutuamente con mucha y ferviente oración a Dios, en procura de sabiduría. Debe haber unión de esfuerzo.--Carta 14, 1887.
Frecuentes reuniones de consejo--En relación con la proclamación del mensaje en las grandes ciudades, hay muchas clases de obra que deben ser hechas por obreros con dones variados. Algunos han de trabajar de una manera, otros de otra... Como colaboradores con Dios deben tratar de estar en armonía el uno con el otro. Debe haber constantes reuniones de consejo y una cooperación fervorosa y sincera. Sin embargo, todos han de volverse hacia Jesús en procura de sabiduría, y no depender únicamente de los hombres para obtener dirección.--Testimonies for the Church 9:109 (1909).
El hermano debe consultar con el hermano--Como obreros necesitamos consultarnos unos a otros en lo que atañe a asuntos difíciles. Es correcto que el hermano consulte con el hermano. Y después de haber hecho esto, tenemos el privilegio de postrarnos en oración para pedir la sabiduría y el consejo divinos. Se comete un error lamentable cuando una sola voz humana se convierte en un poder dominante.--Carta 186, 1907.
Defectos revelados--En el trabajo de los obreros deben realizarse consultas mutuas. Ninguno ha de depender de su propio juicio independiente y trabajar de acuerdo con sus propios planes, a menos que tenga una tesorería propia de la cual reciba los medios... Se me ha mostrado que el manejo de la obra no debe confiarse a manos inexpertas. Los que no han tenido amplitud de experiencia no son los que han de llevar las grandes responsabilidades, aun cuando se crean calificados para hacerlo. Sus hermanos pueden ver defectos donde ellos mismos únicamento ven perfección.--The Review and Herald, 8 de diciembre de 1885.
Los ministros han de tomar tiempo para orar--Siento la profunda necesidad de pedir a nuestros hermanos que hagan todo esfuerzo posible para salvar a las almas. Necesitamos una fe creciente. Los corazones de los miembros de nuestras iglesias deben derramarse en oración por aquellos que están predicando el Evanglio. Y los pastores deben tomarse el tiempo para orar por sí mismos y por el pueblo de Dios, a quienes han sido designados para servir.--Carta 49, 1903.
La oración proporciona ánimo--Como obreros busquemos juntos al Señor. No podemos hacer nada por nosotros mismos, pero por medio de Cristo podemos hacer todas las cosas. Dios desea que seamos una ayuda y una bendición unos para otros, y que seamos fuertes en el Señor y en su poder... Dios vive y reina, y él nos proporcionará toda la ayuda que necesitemos. En todo tiempo tenemos el privilegio de recibir poder y ánimo de esta bendita promesa: "Bástate mi gracia". 2 Corintios 12:9.--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 129 (1886).
Unidad en la diversidad
El plan que Dios tiene en la diversidad de dones--En todas las disposiciones del Señor, no hay nada más hermoso que su plan de dar a los hombres y mujeres una diversidad de dones. La iglesia es su jardín, adornado con una variedad de árboles, plantas y flores. El no espera que el hisopo asuma las proporciones de un cedro, ni que el olivo alcance la altura de la palmera majestuosa. Muchos han recibido solamente una educación religiosa e intelectual limitada, pero Dios tiene una obra para esta clase de personas, si ellas trabajan con humildad.--Carta 122, 1902.
Caracteres tan variados como las flores--De la interminable variedad de plantas y flores, podemos aprender una importante lección. Todas las flores no son las mismas en forma ni en color. Algunas poseen virtudes sanadoras. Otras tienen siempre fragancia. Hay cristianos profesos que piensan que es su deber hacer que todos los demás cristianos sean iguales a ellos mismos. Este es el plan del hombre, no el plan de Dios. En la iglesia de Dios hay lugar para caracteres tan variados como las flores de un jardín. En su jardín espiritual hay muchas variedades de flores.--Carta 95, 1902.
Modos de pensar e ideas diferentes--En medio de la diversidad de modos de pensar y de ideas, hay un tema que debe unir los corazones: la conversión de las almas a la verdad, que conducirá a todos a la cruz.--Carta 31, 1892.
Talentos especiales para una obra especial--Un obrero puede ser un orador fácil; otro un escritor fecundo; otro puede tener el don de la oración sincera y fervorosa; otro puede tener el don del canto; otro puede tener una facultad especial para explicar la Palabra de Dios con claridad. Y cada uno de estos dones ha de llegar a ser un poder para Dios, porque el Señor trabaja con el obrero. A uno Dios da palabra de sabiduría, a otro le da conocimiento, a otro le da fe; pero todos han de trabajar bajo la misma Cabeza. La diversidad de dones conduce a una diversidad de operaciones; pero "Dios, que hace todas las cosas en todos es el mismo". 1 Corintios 12:6.
El Señor desea que sus siervos escogidos aprendan cómo unirse en un esfuerzo armonioso. Puede parecerles a algunos que el contraste entre sus dones y los dones de sus colaboradores es demasiado grande para permitirles unirse en un esfuerzo armonioso; pero cuando recuerden que hay variedad de mentes que alcanzar, y que algunos rechazarán la verdad como la presenta algún obrero, sólo para abrir sus corazones a la verdad de Dios como la presenta de diferente manera otro obrero, se esforzarán llenos de esperanza por trabajar juntamente en unidad. Sus talentos, aunque diversos, pueden estar bajo el control del mismo Espíritu. En toda palabra y acto, se revelarán bondad y amor; y a medida que todo obrero ocupe fielmente el lugar que le ha sido señalado, la oración de Cristo por la unidad de sus seguidores será contestada, y el mundo sabrá que éstos son sus discípulos...
Los obreros que trabajan en las grandes ciudades deben desempeñar sus diversos papeles haciendo todo esfuerzo para producir los mejores resultados. Ha de hablarse con fe y obrarse de tal manera que se impresione a la gente. No han de reducir la obra a sus propias ideas particulares. En lo pasado, nosotros como pueblo, hemos hecho demasiado de esto, y ha sido una rémora para el éxito de la obra. Recordemos que el Señor tiene diferentes métodos para obrar, y que tiene obreros distintos a los cuales confía dones diversos.--Testimonies for the Church 9:144-146 (1909).
Los esfuerzos de Satanás por dividir a los obreros--Al comenzar una obra activa por las multitudes en las ciudades, el enemigo trabajará poderosamente para producir confusión, esperando quebrantar así las fuerzas operantes. Los que no están plenamente convertidos, se hallan en constante peligro de confundir las sugestiones del enemigo tomándolas por directivas del Espíritu de Dios. Siendo que el Señor nos ha dado luz, andemos en la luz.--Manuscrito 13, 1910.
Hay que cuidarse de los planes de Satanás--No todos los que participan en la obra tendrán el mismo temperamento. No serán hombres de la misma educación ni preparación, y debido a esta diferencia de carácter es inevitable que involuntariamente entren en pugna, a menos que diariamente sean hombres convertidos.
Cada día Satanás tiene sus planes para llevar a cabo: ciertas cosas destinadas a obstaculizar el camino de los testigos de Cristo. A menos que los instrumentos humanos de Jesús sean humildes y mansos de corazón por haber aprendido de Jesús, con seguridad cederán a la tentación, porque Satanás es vigilante, artero y sutil, y los obreros serán tomados desprevenidos si no tienen constantemente una actitud de oración. Satanás se aproxima cautelosamente a ellos, como un ladrón en la noche, y los lleva cautivos. Luego obra en la mente de las personas para pervertir sus ideas individuales y montar sus propios planes; y si los hermanos ven el peligro y hablan de él, ellos piensan que se les ha causado un daño personal y que alguien procura debilitar su influencia. Uno tira hacia un lado y el otro en una dirección opuesta.
La obra ha sido entorpecida, se han efectuado movimientos falsos, y con esto se ha complacido a Satanás. Si el yo no hubiese sido complacido con tanto cuidado y con tanta ternura, por temor a que no mantuviese su dignidad natural, el Señor habría podido utilizar estos caracteres constituidos en forma diferente para realizar una obra excelente y mucho mayor, porque en la diversidad de sus talentos, es la unidad en Cristo lo que posibilita su utilidad. Si, como los diversos sarmientos de la vid, estuviesen unidos a la cepa, todos llevarían abundantes racimos como fruto precioso. Habría armonía perfecta en su diversidad, porque son participantes del alimento y la sustancia de la vid.
Al Señor le desagrada la falta de armonía que ha existido entre los obreros. No puede impartirles su Espíritu Santo, porque ellos insisten en seguir su propio camino, a pesar de que el Señor les presenta el suyo. Satanás y su confederación del mal infundirán un gran desánimo, pero "todos vosotros sois hermanos" (Mateo 23:8), y ofendéis a Dios cuando permitís que vuestros rasgos de carácter individuales y no santificados se conviertan en medios activos para desanimaros mutuamente.--Carta 31, 1892.
Avanzad juntos, avanzad juntos--El amor del yo, el orgullo y la suficiencia propia, yacen a la base de las mayores pruebas y discordias que alguna vez hayan existido en el mundo religioso. Vez tras vez el ángel me ha dicho: "Avanzad juntos, avanzad juntos, sed de un mismo parecer, de un mismo criterio". Cristo es el director, y vosotros sois hermanos.--Carta 4, 1890.
La lucha por la supremacía--Vinculados en la confianza, con los lazos del amor sagrado, un hermano puede recibir de otro hermano toda la ayuda mutua que sea posible obtener...
La lucha por la supremacía manifiesta un espíritu tal que si se lo alberga cerrará el reino de Dios a aquellos que lo acarician. La paz de Cristo no puede morar en la mente y el corazón del obrero que critica y encuentra faltas en otro obrero simplemente porque el otro no práctica los métodos que él cree mejores, o porque siente que no es apreciado. El Señor nunca bendice al que critica y acusa a sus hermanos, porque ésta es la obra de Satanás.--Manuscrito 21, 1894.
El valorar los dones de los demás--Mis hermanos, tratad de llevar el yugo de Cristo. Dejad vuestras muletas espirituales y practicad la gracia de la humildad. Apartad toda sospecha de mal y estad dispuestos a ver el valor de los dones que Dios ha concedido a vuestros hermanos.--Carta 125, 1903.
Diferentes en temperamento, pero unidos en espíritu--En nuestro hogar no tenemos disensión ni existen palabras impacientes. Mis obreros son diferentes en temperamento y sus métodos y maneras son distintos, pero combinamos nuestra acción y estamos unidos en espíritu tratando de ayudarnos y fortalecernos mutuamente. Sabemos que no podemos permitirnos discordias por diferir en temperamento. Somos los hijitos de Dios y le pedimos a él que nos ayude a vivir, no para agradarnos a nosotros mismos, y para seguir nuestros propios caminos, sino para agradarlo y glorificarlo.--Carta 252, 1903.
Permitamos que mas de uno trabaje
Diversos dones combinados--En nuestra asociación mutua debemos recordar que no todos tienen los mismos talentos ni la misma disposición. Los obreros difieren en sus planes y sus ideas. Se necesitan diversos dones combinados para el éxito de la obra. Recordemos que algunos pueden llenar ciertas posiciones con más éxito que otros. El obrero que ha recibido tacto y habilidad que lo capacitan para desempeñarse en un aspecto especial de la obra, no debería culpar a los demás por no ser capaces de hacer lo que él tal vez puede hacer fácilmente. ¿No hay otras cosas que sus compañeros de trabajo pueden hacer con mucho más éxito que él?
Los diversos talentos que el Señor ha confiado a sus servidores son esenciales en su obra. Las diferentes partes de la obra deben unirse, pieza por pieza, para constituir una totalidad. Las partes de un edificio no son todas iguales, y tampoco son hechas por el mismo proceso. Las fases de la obra de Dios no son todas iguales, y tampoco deben llevarse a cabo exactamente en la misma forma.--Carta 116, 1903.
Los dones de una sola persona son insuficientes--No piense ninguna persona que únicamente sus dones son suficientes para la obra de Dios; que sólo él puede llevar a cabo una serie de reuniones y dar perfección a la obra. Sus métodos pueden ser buenos, y sin embargo diversos dones son esenciales. La mente de una sola persona no debe moldear ni dar forma a la obra de acuerdo con sus ideas particulares. Para que la obra sea edificada con firmeza y simetría se requieren diversos dones y diferentes instrumentos, todos ellos bajo la dirección del Señor; él instruirá a los obreros de acuerdo con sus diversas aptitudes. La cooperación y la unidad son indispensables para constituir un todo armonioso en el que cada obrero cumpla la orden que Dios le ha encomendado, se desempeñe correctamente en su posición y supla la deficiencia de otro. Cuando se permite que un obrero trabaje solo, corre el peligro de pensar que su talento es suficiente para constituir un todo bien equilibrado.
Cuando hay unión entre los obreros, éstos tienen la oportunidad de consultarse mutuamente, de orar juntos y de colaborar en el trabajo. Nadie debería pensar que no puede unirse con sus hermanos porque éstos no trabajan exactamente en la misma especialidad que ellos.--Special Testimonies, Series A 7:14, 15 (1874).
Donde uno es débil el otro debe ser fuerte--El Señor obra en ministros que tienen diversas aptitudes para que nutran a la grey con alimento apropiado para ella. Estos revelarán la verdad en asuntos que sus hermanos en la obra no consideran esenciales. Si la obra de ministrar a la grey se dejase enteramente a cargo de un solo hombre, los resultados serían deficientes. El Señor, en su providencia envía a varios obreros. Uno es fuerte en un aspecto esencial en que otro es débil.--Manuscrito 21, 1894.
No se pongan trabas a las ruedas--Hay algunas mentes que no crecen al mismo ritmo de la obra, sino que permiten que la obra los deje muy atrás en su desarrollo... Los que no disciernen las crecientes exigencias de la obra ni se adaptan a ella, no deberían poner trabas a las ruedas entorpeciendo de este modo el progreso de otros.--Carta 45, 1889.
Hay que mejorar los métodos--No debe haber reglas fijas. Nuestra obra es progresiva, por lo tanto hay que dejar lugar para que los métodos sean mejorados. Sin embargo, bajo la dirección del Espíritu Santo, la unidad debe ser preservada y será preservada.--The Review and Herald, 23 de julio de 1895.
Métodos diferentes de los que se usaron en el pasado--Se concebirán nuevos medios para alcanzar los corazones. En esta obra se utilizarán algunos métodos que serán diferentes de los empleados en el pasado, pero ninguna persona, a causa de esto, bloquee el camino mediante la crítica.--The Review and Herald, 30 de septiembre de 1902.
Nueva vida en métodos antiguos--Se necesitan hombres que oren a Dios pidiendo sabiduría, y que, bajo la dirección de Dios, puedan infundir nueva vida en los antiguos métodos de trabajo y que puedan inventar nuevos planes y nuevos métodos para despertar el interés de los miembros de la iglesia y para alcanzar a los hombres y las mujeres de este mundo.--Manuscrito 117, 1907.
Limitando el poder de Dios mediante planes estrechos--Los planes que convierten a un solo hombre en el centro y el modelo, no pueden ser llevados a cabo ni por su creador ni por otra persona. No es éste el modo como Dios trabaja... Cuando una persona piensa que su mente debe determinar los grandes lineamientos en la obra de Dios, que sus habilidades deben realizar la obra más importante, está limitando el poder de Dios para llevar a cabo sus propósitos en este mundo.
Dios necesita hombres y mujeres que trabajen con la sencillez de Cristo para llevar el conocimiento de la verdad a los que necesitan su poder convertidor. Pero cuando se establece una línea precisa que debe ser seguida por los obreros en sus esfuerzos por proclamar el mensaje, se pone un límite a la utilidad de un gran número de obreros.--Carta 404, 1907.
Evítese la rutina--Los obreros de Dios deben esforzarse por llegar a ser hombres multifacéticos; es decir, deben tratar de tener una amplitud de carácter, y no ser hombres unilaterales, acostumbrados a trabajar en una sola forma, que entren en un surco y sean incapaces de ver y sentir que sus palabras y su defensa de la verdad deben variar con la clase de gente entre la que se encuentren, y con la circunstancias que deban enfrentar.--Carta 12, 1887.
El método debe ser determinado por la clase de gente--No olvidemos que deben emplearse métodos diferentes para salvar a personas que son distintas.--The Review and Herald, 14 de abril de 1903.
Ud. tiene un campo duro en el cual trabajar, pero el Evangelio es poder de Dios. Las clases de gente que Ud. encuentre, le harán decidir la forma en que la obra debería realizarse.--Carta 97a, 1901.
No hay que destruir la obra de otra persona--Recordad que somos obreros juntamente con Dios. Dios es el promotor todopoderoso y eficaz. Sus servidores son sus instrumentos. Estos no deben separarse para trabajar cada uno de acuerdo con sus propias ideas. Deben trabajar en armonía y tratarse con bondad, cortesía y fraternidad, con mutuas manifestaciones de amor. No debe existir la crítica descomedida ni la destrucción de la obra de otra persona. Juntos han de impulsar la obra hacia adelante.--The Review and Herald, 11 de diciembre de 1900.
Una advertencia a los obreros experimentados--Se me ha pedido que diga a mis hermanos de edad que anden en humildad con Dios. No seáis acusadores de los hermanos. Debéis llevar a cabo la obra que os ha sido asignada, bajo la dirección del Dios de Israel. La tendencia a la crítica es el peligro más grande que afrontan muchos. Los hermanos a quienes os sentís tentados a criticar son llamados a llevar responsabilidades que posiblemente vosotros no podéis soportar; pero podéis ser sus ayudadores. Podéis prestar un gran servicio a la causa si queréis hacerlo, utilizando vuestra experiencia adquirida en el pasado en relación con el trabajo de otros. El Señor no ha encomendado a ninguno de vosotros la tarea de corregir y censurar a vuestros hermanos...
Avanzad con vuestros hermanos en el conocimiento del Señor. Simpatizad con los que llevan cargas pesadas, y animadlos cuando quiera que podáis hacerlo. Vuestras voces deben escucharse hablando en unidad y no en disensión.--Carta 204, 1907.
Escuela urbana de evangelismo
Poniendo el fundamento del servicio--Antes que una persona esté preparada para llegar a ser un maestro de la verdad para los que yacen en las tinieblas, primeramente debe aprender... Cuandoquiera haya de llevarse a cabo en un lugar importante una serie de reuniones especiales de evangelización, debería establecerse un sistema de trabajo bien ordenado, de modo que los que quieran ser colportores y los que puedan dar estudios bíblicos a las familias, puedan recibir la instrucción necesaria...
En conexión con nuestras misiones deberían funcionar escuelas de instrucción práctica para los que están por ir al campo como misioneros. Estos deberían sentir la necesidad de ser aprendices para trabajar por la conversión de las almas. El trabajo en estas escuelas debería ser variado. El estudio de la Biblia debería ser de importancia vital, y al mismo tiempo debería haber una preparación sistemática de la mente y la conducta, para que aprendan a aproximarse a la gente en la mejor forma posible. Todos deberían saber trabajar con tacto y cortesía, y con el espíritu de Cristo.--The Review and Herald, 14 de junio de 1887.
La preparación de obreros durante las series de conferencias--Es más fácil llevar a cabo una obra bien equilibrada en las ciudades cuando se da un curso bíblico para preparar obreros mientras se celebran reuniones públicas. Relacionados con este curso, escuela o misión urbana, debe haber obreros de experiencia, de profunda comprensión espiritual, que puedan dar a los obreros bíblicos instrucción diaria, y que puedan también unirse de todo corazón en el esfuerzo público general. A medida que los hombres y mujeres se conviertan a la verdad, los que dirigen la misión deben, con mucha oración, mostrar a estos nuevos conversos cómo experimentar el poder de la verdad en el corazón. Una misión tal, si es dirigida por quienes sepan administrarla sabiamente, será una luz que resplandecerá en lugar oscuro.--Obreros Evangélicos, 377, 378 (1915).
La escuela de instrucción práctica en acción--Los esposos Haskell han alquilado una casa en uno de los mejores barrios de la ciudad, y han reunido en torno de ellos a una familia de colaboradores, los que día a día salen a dar estudios bíblicos, a vender nuestras revistas y a llevar a cabo obra médica misionera. Durante la hora de culto, los obreros refieren sus experiencias. Los estudios bíblicos se dan regularmente en el hogar, y así los jóvenes y las señoritas relacionados con la misión reciben una instrucción práctica cabal en el arte de dar estudios bíblicos y de vender nuestras publicaciones. El Señor ha bendecido su trabajo, y como resultado una cantidad de personas ha abrazado la verdad y muchas otras están profundamente interesadas...
Una obra similar a ésta debería llevarse a cabo en muchas ciudades. Los jóvenes que salen a trabajar en esas ciudades deberían estar bajo la dirección de dirigentes experimentados y consagrados. A estos obreros hay que proporcionarles un buen hogar donde puedan recibir una instrucción completa.--The Review and Herald, 7 de septiembre de 1905.
En relación con un obrero experimentado--Dios pide ministros, obreros bíblicos y colportores. Salgan nuestros jóvenes y señoritas como evangelistas y obreros bíblicos, en compañía de un obrero experimentado que pueda mostrarles cómo trabajar con éxito.--Manuscrito 71, 1903.
El método de preparación que usó Jesús--En su asociación con el Maestro, los discípulos obtuvieron una preparación práctica para la obra misionera. Vieron cómo él presentaba la verdad y cómo trataba las situaciones intrincadas que surgían en su ministerio. Fueron testigos de su acción sanadora dondequiera que él iba; le oyeron predicar el Evangelio a los pobres. En nuestros días todos deberían aprender por el estudio de su vida, sus métodos de trabajo.--Carta 208a, 1902.
La preparación adecuada multiplica la eficiencia--Un obrero que se ha estado preparando y educando para la obra, que es dirigido por el Espíritu de Cristo, llevará a cabo mucho más que diez obreros que salen a trabajar deficientes en su conocimiento y débiles en su fe. Uno que trabaje en armonía con el consejo de Dios y en unidad con sus hermanos, será mucho más eficiente para hacer el bien que diez que no comprendan la necesidad de depender de Dios y de actuar en armonía con el plan general de la obra.--The Review and Herald, 29 de mayo de 1888.
El centro de preparación y de atención de las personas interesadas--Después que una comunidad ha sido conmovida por una reunión de reavivamiento bien organizada, ¿deberían los obreros levantar el campamento para asistir a otra serie de reuniones dejando que se deshaga la obra comenzada? Yo digo: Dividid a los obreros de modo que algunos se queden para dar estudios bíblicos, para colportar y vender folletos. Establézcase un hogar como base misionera para preparar obreros educándolos en todos los aspectos de la obra. Este plan de acción no dejará que la obra se deshaga. Las buenas impresiones que los mensajeros de Dios han hecho en los corazones y las mentes no se perderán.
Este trabajo de casa en casa, en busca de las almas, de las ovejas perdidas, es la obra más esencial que pueda realizarse. Setenta y cinco personas han sido organizadas como iglesia en -----. Damos gracias a Dios por esto. Cincuenta de ellas han abrazado la verdad desde que se llevaron a cabo las reuniones de reavivamiento.--Carta 137, 1898.
Reavivamiento y organización de la iglesia
Reavivemos a los miembros de la iglesia--El Señor no obra para atraer a muchas almas a la verdad, a causa de los miembros de la iglesia que nunca han sido convertidos, y por aquellos que una vez estaban convertidos, pero se han descarriado.--Testimonies for the Church 6:371 (1900).
Veinte almas en lugar de una--Los que profesan creer en Cristo sacan a relucir gran cantidad de escoria, que obstruye el camino de la cruz. No obstante todo esto, hay personas tan profundamente convencidas, que pasarán por todo desaliento y salvarán cualquier obstáculo a fin de alcanzar la verdad. Pero si los que profesan creer en la verdad hubiesen purificado sus mentes obedeciéndola, si hubiesen sentido la importancia del conocimiento y del refinamiento de los modales en la obra de Cristo, donde se ha salvado un alma podrían haberse salvado veinte.--Joyas de los Testimonios 1:455 (1876).
Instruid primero a los miembros de la iglesia--Cuando trabaje donde ya haya algunos creyentes, el predicador debe primero no tanto tratar de convertir a los no creyentes como preparar a los miembros de la iglesia para que presten una cooperación aceptable. Trabaje él por ellos individualmente, esforzándose por inducirlos a buscar una experiencia más profunda para sí mismos, y a trabajar para otros. Cuando estén preparados para cooperar con el predicador por sus oraciones y labores, mayor éxito acompañará a sus esfuerzos.--Obreros Evangélicos, 206 (1915).
Despejando el camino del Rey--Cuando obreros experimentados llevan a cabo un esfuerzo especial para ganar almas en una comunidad en la que viven nuestros propios feligreses, cada creyente de esa zona tiene la solemnísima obligación de hacer todo lo que pueda por despejar el camino del Rey, desechando todo pecado que pueda impedirles colaborar con Dios y con sus hermanos.--The Review and Herald, 6 de diciembre de 1906.
Consejos para las iglesias que realizan campañas de evangelización en las ciudades--Hace unos cuatro años, cuando el pastor Haskell y otros obreros dirigían una escuela de instrucción práctica y servicios nocturnos de predicación en la ciudad de Nueva York, el Señor envió este mensaje para ellos: "Que los creyentes que viven cerca del lugar donde lleváis a cabo las reuniones compartan la carga de la obra. Deberían considerar que es su deber y su privilegio contribuir al éxito de las reuniones. Dios se complace por los esfuerzos que se realizan para ponerlos al trabajo. El desea que cada miembro de iglesia trabaje como su mano ayudadora y procure ganar almas para Cristo mediante un ministerio de amor"...
La siguiente instrucción se dio para la Iglesia de Los Angeles, hace alrededor de un año, cuando el Señor obraba con poder sobre la gente por medio de las reuniones que se realizaban en carpas: "Tenga la Iglesia de Los Angeles diariamente reuniones especiales de oración en favor de la obra que se está realizando. La bendición del Señor descenderá sobre los miembros de la iglesia que participan en la obra y cada día se reúnen en pequeños grupos para orar por su éxito. En esta forma los creyentes obtendrán gracia para ellos mismos, y la obra del Señor será impulsada hacia adelante".
Así es como solíamos hacer. Orábamos por nuestras propias almas y por los obreros que llevaban a cabo la obra. El Señor Jesús declara que donde dos o tres se reúnen en su nombre, él está en medio de ellos para bendecirlos. Haya menos palabrerío y más oración sincera y fervorosa.
Temo que no se aprecie el esfuerzo que se está llevando a cabo para proclamar la verdad en Los Angeles. Que cada persona acuda a ayudar al Señor en la lucha contra el poderoso enemigo. Donde se lleve a cabo una serie de reuniones, como ha ocurrido en el caso de la obra evangelística realizada en Los Angeles, acérquese a Dios cada miembro de la iglesia. Escudriñen todos sus corazones con ayuda de la luz que brilla de la Palabra. Si se descubre algún pecado, haya confesión y arrepentimiento. Esté cada colaborador bien preparado para su trabajo. El Señor escuchará las oraciones y las contestará. No piensen los miembros de la iglesia que ellos deben recibir el beneficio de los esfuerzos realizados por la persona que se sienta impresionada a trabajar por los que han sido descuidados, aquellos en cuyo beneficio no se han llevado a cabo esfuerzos especiales hasta ahora.
En los lugares donde se realizan campañas de evangelización como la que se realizó en Los Angeles, despejen los feligreses el camino del Rey y contribuyan con sus recursos a la obra que debe realizarse. Demuestren que viven en perfecta armonía. Asistan a las reuniones provistos y equipados para servir, listos para conversar con cualquier persona que manifieste interés. Oren y trabajen para las ovejas perdidas.--The Review and Herald, 20 de diciembre de 1906.
Un ejemplo para los conversos nuevos--Sean los miembros más antiguos un ejemplo para los recién convertidos. Encarezco a aquellos que han estado por largo tiempo en la verdad que no perjudiquen a los nuevos conversos viviendo vidas irreligiosas. Aparten toda murmuración y hagan una obra completa en sus propios corazones. Arad el campo descuidado de vuestros corazones, y tratad de descubrir lo que podéis hacer a fin de que la obra avance...
Despertaos, despertaos, y dad a los inconversos la evidencia de que creéis en una verdad de origen divino. A menos que os despertéis, el mundo no creerá que practicáis la verdad que profesáis sostener.--Carta 75, 1905.
Los miembros de la iglesia han de ayudar--El Señor exige mucho más esfuerzo personal de parte de los miembros de nuestras iglesias. Las almas han sido descuidadas, los pueblos, aldeas y ciudades no han oído la verdad para este tiempo, porque no se han realizado sabios esfuerzos misioneros... Nuestros pastores ordenados deben hacer lo que puedan, pero no debe esperarse que un hombre haga la obra de todos. El Maestro encomendó a cada uno su obra. Hay visitas que hacer, hay oraciones que elevar, hay simpatía que impartir; y la piedad--el corazón y la mano--de toda la iglesia, ha de emplearse si la obra ha de ser realizada. Podéis sentaros con vuestros amigos y de una manera agradable y social, hablar de la preciosa fe bíblica.--The Review and Herald, 13 de agosto de 1889.
Alisten los pastores a las iglesias en la obra evangélica--A veces los pastores hacen demasiado; tratan de abarcar toda la obra con sus brazos. Esta los absorbe y los empequeñece; y sin embargo continúan abrazándola en su totalidad. Al parecer piensan que ellos solos han de trabajar en la causa de Dios, en tanto que los miembros de la iglesia permanecen ociosos. Esto no es en ningún sentido la orden de Dios.--The Review and Herald, 18 de noviembre de 1884.
Una fuerza de trabajo acrecentada por los miembros--¿Cómo pueden nuestros hermanos y hermanas seguir viviendo cerca de grandes números de personas que no han sido amonestadas, sin idear métodos para poner al trabajo todo instrumento por medio del cual el Señor podría trabajar para gloria de su nombre? Nuestros dirigentes experimentados comprenderán la importancia de estos asuntos y podrán hacer mucho por aumentar las fuerzas puestas al trabajo. Pueden hacer planes para alcanzar a muchos que viven en las áreas urbanas y en las zonas rurales. Al dedicarse con calma, firmeza y consagración a educar a los feligreses para que se dediquen a la obra personal en favor de las almas dondequiera que se presente la oportunidad favorable de hacerlo, el éxito señalará sus esfuerzos.--Manuscrito 53, 1910.
Vuestro vecindario está maduro para la siega--La verdad triunfará gloriosamente. Comiencen las iglesias a llevar a cabo la obra que el Señor les ha encomendado: la obra de abrir las Escrituras ante los que viven en tinieblas. Hermanos y hermanas, en vuestro vecindario hay almas que se convertirían si alguien trabajara juiciosamente por ellos. Hay que trabajar con empeño en favor de los que no comprenden la Palabra. Lleguen a ser participantes de la naturaleza divina los que profesan creer la verdad, y entonces verán que los campos están maduros para realizar el trabajo que pueden hacer todos los que están preparados por haber vivido la Palabra.--Australasian Union Conference Record, 11 de marzo de 1907.
La distribución de las publicaciones de puerta en puerta--Hermanos y hermanas, ¿os pondréis la armadura cristiana? "Calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz", estaréis preparados para ir de una casa a otra, llevando la verdad a la gente. A veces encontraréis que es penoso hacer esta clase de obra; pero si salís con fe, el Señor irá delante de vosotros, y hará que su luz brille sobre vuestro sendero. Entrando en los hogares de vuestros vecinos para vender o para dar nuestras publicaciones y con humildad enseñarles la verdad, os veréis acompañados por la luz del cielo, que permanecerá luego en estos hogares.--The Review and Herald, 24 de mayo de 1906.
La organización en grupos misioneros--En nuestras iglesias deben organizarse grupos para el servicio. En la obra del Señor no ha de haber ociosos. Unanse diferentes personas en el trabajo como pescadores de hombres. Traten de recoger a las almas de la corrupción del mundo y conducirlas a la pureza salvadora del amor de Cristo.
La formación de pequeños grupos como base de esfuerzo cristiano, es un plan que ha sido presentado ante mí por Aquel que no puede equivocarse. Si hay un gran número de hermanos en la iglesia, organícense en grupos pequeños, para trabajar no solamente por los miembros de la iglesia, sino por los no creyentes también.--Boletín de la Unión Australasiana, 15 de agosto de 1902.
Como una compañía de soldados bien ejercitados--Los pastores deben amar el orden, y deben disciplinarse a sí mismos, y entonces podrán disciplinar con éxito a la iglesia de Dios, para enseñarle a trabajar en forma armoniosa, como una compañía de soldados bien ejercitados. Si la disciplina y el orden son necesarios para el éxito en el campo de batalla, tanto más necesarios son en la guerra en la cual estamos empeñados, cuanto el objetivo que ha de ser ganado es de mayor valor y de más elevado carácter que el objetivo por el cual las fuerzas opositoras contienden en el campo de batalla. En el conflicto en el cual estamos empeñados se hallan en juego intereses eternos.
Los ángeles trabajan armoniosamente. El orden perfecto caracteriza todos sus movimientos. Cuanto más estrechamente imitemos la armonía y el orden de la hueste angelical, tanto mayor éxito tendrán los esfuerzos de estos agentes celestiales en nuestro favor.--Carta 32, 1892.
Relación del evangelista con el pastor
Se necesitan evangelistas y pastores--Dios pide evangelistas. El verdadero evangelista ama a las almas. Sale a cazar y a pescar hombres. Se necesitan pastores--pastores fieles--que no halaguen al pueblo de Dios ni lo traten con aspereza, sino que lo alimenten con el pan de vida.
La obra de cada obrero fiel está junto al corazón de Aquel que se dio a sí mismo por la redención de la humanidad.--Carta 21, 1903.
El pastor-evangelista--Un solo hombre, usualmente, realiza el trabajo que deberían hacer dos; y esto porque la obra del evangelista se relaciona necesariamente con la del pastor, colocando así una doble carga sobre el obrero.--Testimonies for the Church 4:260 (1876).
Confianza en el nuevo obrero--No tema el obrero que, porque un nuevo obrero se pone en contacto con el pueblo, se interrumpirá el interés despertado y la obra en la que él está empeñado se malogrará.
Mantened vuestras manos fuera del arca, porque Dios cuidará su obra. Una luz adicional surgirá de los hombres que son enviados por Dios, que son obreros juntamente con Dios, de modo que los obreros que ya estaban en el campo deberían recibir cordialmente a los mensajeros de Dios, deberían tratarlos con respeto e invitarlos a unirse con ellos y a hablar a la gente.--Manuscrito 21, 1894.
Evitemos la excesiva organización
El movimiento no implica necesariamente vida--Lo que da evidencia de vida no son las teorías ortodoxas, ni la feligresía en la iglesia, ni la realización diligente de ciertas tareas. En una antigua torre de Suiza vi la imagen de un hombre que se movía como si estuviese vivo. Parecía un hombre vivo, y le hablé cuando me acerqué al él como si él me pudiese oír. Pero aunque esa imagen parecía estar viva, no poseía vida real. Era movida por unos dispositivos mecánicos.
El movimiento no implica necesariamente vida. Podemos cumplir todas las formas y las ceremonias de la religión, pero a menos que estemos vivos en Cristo, nuestra obra carecerá de valor. El Señor pide cristianos vivientes, actuantes y creyentes.--The Review and Herald, 21 de abril de 1903.
Invenciones inútiles que estorban el trabajo--Los hombres hacen la obra de promover la verdad diez veces más difícil de lo que realmente es, al tratar de arrancar la obra de las manos de Dios para colocarla en sus propias manos finitas. Piensan que constantemente deben estar inventando algo para conseguir que los hombres hagan cosas que ellos suponen que esas personas deberían llevar a cabo. El tiempo empleado en esa forma está complicando la obra, porque el gran Jefe de los obreros es dejado fuera en la tarea de cuidar su propia heredad. Los hombres asumen la tarea de remendar los caracteres defectuosos, y lo único que consiguen es empeorar los defectos. Sería mejor que dejasen que Dios llevara a cabo su obra, porque él no los considera capaces de remodelar el carácter...
En vez de trabajar para establecer reglas y reglamentos convendría que oraseis y sometieseis a Cristo vuestra propia voluntad y vuestros caminos. El no se complace cuando hacéis difícil aquello que él ha hecho fácil. El dice: "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas". Mateo 11:28. El Señor Jesús ama su herencia, y si los hombres no consideran que es prerrogativa especial suya prescribir las reglas para sus colaboradores, pero en cambio introducen las reglas de Cristo en su vida y copian sus lecciones, entonces cada uno será un ejemplo, y no un juez.--Manuscrito 44, 1894.
De una manera contraria a los planes humanos--A menos que aquellos que pueden ayudar en ----- sean despertados a un sentido de su deber, no reconocerán la obra de Dios cuando se oiga el fuerte clamor del tercer ángel. Cuando brille la luz para iluminar la tierra, en lugar de acudir en ayuda del Señor, ellos querrán detener su obra para que se conforme a sus propias ideas estrechas. El Señor actuará en esta obra final mucho más fuera del orden común de las cosas, y de una manera que será contraria a todos los planes humanos. Habrá entre nosotros personas que siempre querrán controlar la obra de Dios, y dictar hasta los movimientos que deban hacerse cuando la obra progrese bajo la dirección del ángel que se une al tercer mensaje que ha de ser dado al mundo. Dios utilizará formas y medios por los cuales se verá que él está tomando las riendas en sus propias manos. Los obreros se sorprenderán por los medios sencillos que él utilizará para realizar y perfeccionar su obra de justicia. Los que-son considerados buenos obreros necesitarán acercarse a Dios, necesitarán el toque divino. Necesitarán beber más profunda y continuamente en la fuente de agua viva, para poder discernir la obra de Dios en todo punto. Los obreros cometerán errores, pero vosotros debéis darles una oportunidad de corregir sus errores, y aprender a ser cautos, dejando la obra en sus manos.--Testimonios para los Ministros, 304, 305 (1885).