El mensaje de nuestra verdad presente
Hemos de alcanzar grandes congregaciones--Debemos hacer esfuerzos para reunir grandes congregaciones a fin de que escuchen las palabras del ministro evangélico. Y los que predican la Palabra del Señor deben decir la verdad. Deben traer a sus oyentes, por así decirlo, al pie del Sinaí, para que escuchen las palabras habladas por Dios en medio de escenas de pavorosa grandiosidad.--Carta 187, 1903.
Dad a la trompeta un sonido certero--Los que presentan la verdad no han de entrar en controversia. Han de predicar el Evangelio con tal fe y fervor que se despierte interés. Por las palabras que hablen, las oraciones que ofrezcan y la influencia que ejerzan, han de sembrar las semillas que llevarán frutos para la gloria de Dios. No ha de haber incertidumbre. La trompeta ha de dar un sonido certero. Debe llamarse la gente al mensaje del tercer ángel. No obren los siervos de Dios como hombres que duermen sino como hombres que se preparan para la venida del Señor.--The Review and Herald, 2 de marzo de 1905.
La proclamación de la verdad es nuestra obra--En un sentido muy especial, los adventistas del séptimo día han sido colocados en el mundo como centinelas y transmisores de luz. A ellos ha sido confiada la tarea de dirigir la última amonestación a un mundo que perece. La Palabra de Dios proyecta sobre ellos una luz maravillosa. Una obra de la mayor importancia les ha sido confiada: proclamar los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles. Ninguna otra obra puede ser comparada con ésta y nada debe desviar nuestra atención de ella.
Las verdades que debemos proclamar al mundo son las más solemnes que jamás hayan sido confiadas a seres mortales. Nuestra tarea consiste en proclamarlas. El mundo debe ser amonestado, y el pueblo de Dios tiene que ser fiel a su cometido...
¿Esperaremos hasta que los juicios de Dios caigan sobre el pecador para decirle cómo evitarlos? ¿Dónde está nuestra fe en la Palabra de Dios?
¿Debemos ver realizadas las cosas anunciadas para creer en lo que él nos ha dicho? En claros y distintos rayos, nos ha llegado la luz, enseñándonos que el gran día está "a las puertas". Leamos y comprendamos antes que sea demasiado tarde.--Joyas de los Testimonios 3:288, 289 (1909).
No erremos el blanco--No debe haber tiempo inútilmente empleado en esta gran obra. No debemos errar el blanco. El tiempo es demasiado corto para la realización de la tarea de revelar todo lo que es menester presentar a la consideración de la gente. Se necesitará la eternidad para que podamos conocer toda la largura y la anchura, la profundidad y la altura de las Escrituras...
Al apóstol Juan, en la isla de Patmos, se le revelaron las cosas que Dios quería que él transmitiera a su pueblo. Estudiad esas revelaciones. Ellas contienen temas dignos de nuestra contemplación, lecciones amplias y abarcantes, que toda la hueste angélica ahora está procurando comunicarnos. Contemplad la vida y el carácter de Cristo, y estudiad su obra de mediación. Contienen sabiduría infinita, amor infinito, justicia infinita y misericordia infinita. Contienen profundidades y alturas, longitudes y anchuras, para nuestra consideración. Innumerables plumas se han ocupado en la presentación al mundo de la vida, el carácter y la obra mediadora de Cristo; sin embargo, cada mente por medio de la cual el Espíritu Santo ha obrado, ha presentado estos temas con un nuevo enfoque, de acuerdo con la mente y el espíritu del instrumento humano...
Queremos la verdad tal como está revelada en Jesús, porque deseamos que el pueblo comprenda lo que Cristo es para ellos, y cuáles son las responsabilidades que ellos deben aceptar en él. Como representantes y testigos suyos, necesitamos obtener una plena comprensión de las verdades salvadoras que se obtienen por medio del conocimiento experimental.--The Review and Herald, 4 de abril de 1899.
Destacad las verdades especiales--Estamos bajo la obligación de declarar fielmente todo el consejo de Dios. No hemos de hacer menos prominentes las verdades especiales que nos han separado del mundo, y nos han hecho lo que somos: porque están cargadas de intereses eternos. Dios nos ha dado luz con respecto a las cosas que ahora estan ocurriendo en el último remanente del tiempo, y con la pluma y la voz hemos de proclamar la verdad al mundo, no en una forma insípida, carente de espíritu, sino con demostración del Espíritu y el poder de Dios.--Testimonios para los Ministros, 478, 479 (1890).
Un mensaje adventista del séptimo día--En este tiempo, cuando estamos tan cerca del fin, ¿llegaremos a ser tan semejantes al mundo en nuestras prácticas que los hombres miren en vano para encontrar a los que se denominan pueblo de Dios? ¿Venderá alguien nuestras características peculiares como pueblo escogido de Dios por alguna ventaja que el mundo pueda dar? ¿Se buscará el favor de los que infringen la ley de Dios, como si fuera de gran valor? ¿Supondrán aquellos a quienes el Señor denomina su pueblo que existe algún poder más alto que el gran yo soy? ¿Trataremos de borrar los puntos de fe que nos distinguen y que nos han hecho adventistas del séptimo día?
Nuestra única seguridad consiste en permanecer constantemente en la luz del rostro de Dios.--Manuscrito 84, 1905.
Un alentador mensaje de verdad presente--Ahora, precisamente ahora, hemos de proclamar la verdad presente, con seguridad y poder. No produzcamos una sola nota dolorosa; no cantemos himnos fúnebres.--Carta 311, 1905.
Convencidos por el peso de la evidencia--Dios está presentando a las mentes de los hombres divinamente escogidos preciosas gemas de verdad, apropiadas para nuestro tiempo. Dios ha rescatado estas verdades de la compañía del error y las ha colocado en la armazón que les corresponde. Cuando estas verdades sean dadas en su ubicación correcta en el gran plan de Dios, cuando se presenten inteligentemente, con fervor y con temor reverencial por parte de los siervos del Señor, muchos creerán concienzudamente a causa del peso de la evidencia, sin esperar que toda supuesta dificultad que pueda surgir en su mente sea quitada.--Manuscrito 8a, 1888.
Cautivemos la atención del público
Por métodos extraordinarios--En las ciudades de nuestros días, donde hay tantas cosas que atraen y agradan, las personas no pueden ser interesadas por medio de esfuerzos comunes. Los pastores señalados por Dios hallarán necesario poner a contribución esfuerzos extraordinarios a fin de cautivar la atención de las multitudes. Y cuando tengan éxito en la tarea de reunir una gran cantidad de personas, deben presentar mensajes de un carácter tan extraordinario que la gente sea despertada y amonestada. Deben hacer uso de todos los medios que puedan ingeniarse para hacer resaltar la verdad en forma clara y distinta.--Testimonies for the Church 9:109 (1909).
Idead planes nuevos e inusitados--Estudie, haga planes e idee métodos todo obrero en la viña del Maestro, para alcanzar a la gente donde está. Debemos hacer algo que salga de la rutina ordinaria. Debemos cautivar la atención. Debemos manifestar un fervor implacable. Estamos al borde mismo de tiempos de pruebas y perplejidades que apenas imaginamos.--Carta 20, 1893.
Cristo empleó diversos métodos--De los métodos de trabajo de Cristo, podemos aprender muchas lecciones valiosas. El no siguió un solo método; de diversas maneras trató de captar la atención de las multitudes; y entonces les proclamó las verdades del Evangelio.--The Review and Herald, 17 de enero de 1907.
Su sencillez y sinceridad atraían a grandes multitudes--Variaba sus mensajes de misericordia para adaptarlos a su auditorio. Sabía "hablar en sazón palabra al cansado" porque la gracia se derramaba de sus labios, a fin de inculcar a los hombres los tesoros de la verdad de la manera más atrayente. Tenía tacto para tratar con los espíritus llenos de prejuicios, y los sorprendía con ilustraciones que conquistaban su atención. Mediante la imaginación, llegaba al corazón. Sacaba sus ilustraciones de las cosas de la vida diaria, y aunque eran sencillas, tenían una admirable profundidad de significado. Las aves del aire, los lirios del campo, las semillas, el pastor y las ovejas, eran objetos con los cuales Cristo ilustraba la verdad inmortal; y desde entonces, siempre que sus oyentes veían estas cosas de la naturaleza, recordaban sus palabras. Las ilustraciones de Cristo repetían constantemente sus lecciones.
Cristo nunca adulaba a los hombres. Nunca dijo algo que pudiese exaltar su fantasía e imaginación, ni los alababa por sus hábiles invenciones; pero los pensadores profundos y sin prejuicios recibían su enseñanza, y hallaban que probaba su sabiduría. Se maravillaban por la verdad espiritual expresada en el lenguaje más sencillo. Los más educados quedaban encantados con sus palabras, y los indoctos obtenían siempre provecho. Tenía un mensaje para los analfabetos, y hacía comprender aun a los paganos que tenía un mensaje para ellos.
Su tierna compasión caía con un toque sanador sobre los corazones cansados y atribulados. Aun en medio de la turbulencia de enemigos airados, estaba rodeado por una atmósfera de paz. La hermosura de su rostro, la amabilidad de su carácter, sobre todo el amor expresado en su mirada y en su tono, atraían a él a todos aquellos que no estaban endurecidos por la incredulidad. De no haber sido por el espíritu suave y lleno de simpatía que se manifestaba en todas sus miradas y palabras, no habría atraído las grandes congregaciones que atraía. Los afligidos que venían a él sentían que vinculaba su interés con los suyos como un amigo fiel y tierno, y deseaban conocer más de las verdades que enseñaba. El cielo se acercaba. Ellos anhelaban permanecer en su presencia, y que pudiese acompañarlos de continuo el consuelo de su amor.--El Deseado de Todas las Gentes, 219, 220 (1898).
Atraigamos y retengamos a grandes auditorios--Los que quieran estudiar la manera de enseñar de Cristo y educarse a sí mismos para seguir sus métodos, atraerán y retendrán a grandes auditorios ahora, como Cristo retuvo a la gente en sus días... Cuando la verdad en su carácter práctico sea presentada con instancia ante los oyentes porque los amáis, las almas se convencerán porque el Espíritu Santo de Dios impresionará sus corazones.
Armaos de humildad; orad que los ángeles de Dios vengan cerca de vuestro lado para impresionar la mente; porque no sois vosotros los que empleáis al Espíritu Santo, sino que el Espíritu Santo debe emplearos a vosotros. Es el Espíritu Santo el que impresiona la verdad. Mantened la verdad práctica siempre ante la gente.--Testimonies for the Church 6:57 (1900).
La ventaja de la sorpresa en algunos lugares--El Señor me ha indicado que no es el mejor plan hacer ostentación en cuanto a lo que estamos por realizar; porque tan pronto como demos a conocer nuestras intenciones, nuestros enemigos se levantarán para bloquear el camino. Algunos pastores serán llamados para oponerse al mensaje de la verdad. Se darán amonestaciones desde el púlpito a las congregaciones... diciéndoles las cosas que los adventistas se proponen hacer.
Por la luz que el Señor me dio, tengo una amonestación que presentar a nuesros hermanos. ¿No mantendrán los generales sabios sus movimientos en estricto secreto, no sea que el enemigo conozca sus planes y obre por contrarrestarlos? Si el enemigo no tiene conocimiento de sus movimientos, ellos están en ventaja.
Hemos de estudiar cuidadosamente el campo, y no pensemos que debemos seguir los mismos métodos en todos los lugares. Si avanzamos sabiamente, sin sombra de jactancia, sin detenernos para desafiar al enemigo, si presentamos una línea de la verdad tras otra, acumulando las [verdades] más importantes que prueban el alma, el Señor cuidará de los resultados...
Esperad; armad las carpas cuando llegue el tiempo de las reuniones. Levantadlas rápidamente, y entonces anunciad las reuniones. Cualquiera haya sido vuestra práctica anterior, no es necesario repetirla vez tras vez de la misma manera. Dios quiere que sigamos métodos nuevos y no probados. Irrumpid sobre la gente; sorprendedla.--Manuscrito 121, 1897.
Los métodos llenos de tacto no implican engaño--No debéis pensar que toda la verdad ha de ser presentada a los no creyentes en todas y cada una de las ocasiones. Debéis planear cuidadosamente qué decir y qué dejar de decir. Esto no es practicar el engaño; es trabajar como trabajó Pablo. El dice: "Como soy astuto, os he tomado por engaño". 2 Corintios 12:16. Debéis variar vuestras labores, y no tener una sola forma que pensáis que debe ser seguida en todas las ocasiones y en todos los lugares. Vuestros métodos pueden pareceros un éxito, pero si hubierais usado más tacto, más de la sabiduría de la serpiente, habríais visto resultados mucho más reales en vuestro trabajo.--Carta 12, 1887.
Los salones pobres anuncian derrota--Estoy convencida de que podríamos haber tenido un buen auditorio si nuestros hermanos hubieran obtenido un salón adecuado para acomodar a la gente. Pero no esperaban mucho y por lo tanto no recibieron mucho. No podemos esperar que la gente venga a escuchar una verdad impopular cuando se anuncia que las reuniones van a realizarse en un subsuelo o en un salón pequeño en el cual quepan solamente cien personas... Por su falta de fe nuestros obreros a veces tornan el trabajo muy duro para ellos mismos.--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 200 (1886).
Según el método de Dios--No es mediante el despliegue en los recursos exteriores como los seres humanos comprenderán lo que la verdad presente abarca. Nuestros obreros deben practicar una estricta economía. Dios prohíbe toda extravagancia. Debemos practicar la economía en relación con el empleo de cada peso que esté a nuestra disposición. No hay que hacer alarde de ostentación. El dinero de Dios debe emplearse para adelantar según su propio método la obra que él ha ordenado que se haga en nuestro mundo.--Carta 107, 1905.
La ostentación es una propaganda pobre--Hay que amonestar a las grandes ciudades, pero, hermano mío, no todos los métodos que Ud. práctica en esta obra son correctos. Ud. piensa que tiene libertad para gastar todo el dinero que quiera a fin de atraer la atención de la gente. Pero recuerde que en la viña del Señor hay muehísimos lugares que deben ser trabajados, y que cada peso es necesario.
A Dios no le agrada el gran gasto de recursos que Ud. hace para anunciar sus reuniones, y por la ostentación que realiza en otros aspectos de su trabajo. La ostentación no armoniza con los principios de la Palabra de Dios. El es deshonrado por sus dispendiosos preparativos. Algunas veces Ud. hace lo que se me ha presentado simbólicamente como poner trozos de calabaza silvestre en la olla. Esta ostentación hace que la verdad participe fuertemente del gusto del plato. El hombre es exaltado. La verdad no avanza sino que queda trabada. Las personas sensatas advierten que las actuaciones teatrales no están en armonía con el solemne mensaje del que Ud. es portador.--Carta 190, 1902.
Resultados frustradores de los métodos dispendiosos--Reduzca los gastos de propaganda de sus reuniones; y si los asistentes dan una gran cantidad de dinero, empléelo para predicar en nuevos lugares.
No contrate a músicos mundanos si es posible evitar esto de alguna manera. Reúna a personas que puedan cantar con el espíritu y el entedimiento.
El exceso en el despliegue de recursos en que Ud. algunas veces incurre implica un gasto innecesario que los hermanos no deberían ser invitados a cubrir; y además, Ud. encontrará que después de un tiempo los asistentes que no tienen nuestras creencias no estarán dispuestos a dar dinero para cubrir esos gastos...
Le ruego que no siga practicando métodos de trabajo tan dispendiosos. Debo decirle que el Señor no respalda esos métodos. Y tales procedimientos no logran lo que Ud. supone que llevan a cabo.--Carta 51, 1902.
Debemos depender de Dios--El universo del cielo hace mucho más de lo que nosotros pensamos, para preparar el camino a fin de que las almas sean convertidas. Queremos trabajar en armonía con los mensajeros del cielo. Necesitamos más de Dios; no debemos creer que son nuestros discursos y nuestros sermones los que realizan la obra; debemos sentir que a menos que la gente sea alcanzada por medio de Dios, nunca será alcanzada.--Manuscrito 19b, 1890.
Hay que estudiar los métodos de aproximación a la gente--La obra de ganar almas exige cuidadosa preparación. No se puede entrar en el servicio del Señor sin la preparación necesaria, y esperar obtener el mayor éxito... El arquitecto os dirá cuánto tiempo necesitó para saber proyectar un edificio cómodo y agradable. Y así sucede también con todas las vocaciones que siguen los hombres. ¿Y habrían de manifestar menos diligencia los siervos de Cristo al prepararse para un obra infinitamente más importante? ¿Habrían de ignorar los medios y recursos que se han de emplear para ganar almas? El saber interesar a hombres y mujeres acerca de los grandes temas que conciernen a su bienestar eterno, requiere conocimiento de la naturaleza humana, estudio detenido, meditación cuidadosa y oración ferviente.--Obreros Evangélicos, 96, 97 (1915).
Métodos de publicidad eficaces e impresionantes
Nuestra obra es juzgada por nuestros anuncios--El carácter y la importancia de nuestra obra son juzgados por los esfuerzos hechos para presentarla ante el público. Cuando estos esfuerzos son limitados, se da la impresión de que el mensaje que presentamos no merece atención.--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 200 (1886).
Publicidad juiciosa--Es cierto que se necesita invertir el dinero juiciosamente en anunciar las reuniones y en llevar adelante la obra en forma sólida. Sin embargo, se hallará que la fuerza de todo obrero reside, no en estos elementos externos, sino en la dependencia de Dios y en la confianza en él, en la oración fervorosa a él por ayuda, y en la obediencia a su Palabra.--Testimonies for the Church 9:110 (1909).
Idead métodos para alcanzar a la gente--Se necesitan obreros con mentes claras para idear métodos para alcanzar a la gente. Algo debe hacerse para quebrantar el prejuicio existente en el mundo contra la verdad.--Carta 152, 1901.
Artículos en los periódicos del mundo--Habrá hombres que harán una falsa representación de las doctrinas que creemos y enseñamos como verdad bíblica, y es necesario que se efectúen planes sabios para lograr la oportunidad de insertar artículos en los periódicos del mundo; porque esto será un medio de despertar a las almas para ver la verdad. Dios levantará hombres que estarán calificados para sembrar junto a todas las aguas. Dios ha dado gran luz respecto de verdades importantes, y esta luz debe llegar al mundo.--Carta 1, 1875.
Propaganda especial destinada a hombres de negocios--Dios contempla este mundo con intenso interés. Ha notado la capacidad de servicio de los seres humanos. Penetrando a través del tiempo ha considerado a sus siervos, hombres y mujeres, y ha preparado el camino delante de ellos, diciendo: "Enviaré a ellos mis mensajeros, y ellos verán resplandecer gran luz entre las tinieblas. Ganados al servicio de Cristo, utilizarán sus talentos para la gloria de mi nombre. Saldrán a trabajar para mí con celo y devoción. Mediante sus esfuerzos, la verdad hablará con énfasis a miles de personas, y los hombres que están ciegos espiritualmente recibirán la vista y verán mi salvación".
La verdad será puesta muy de relieve para que pueda leerla aun el que corre. Se idearán medios para alcanzar los corazones. Algunos de los métodos utilizados en esta obra serán diferentes de los métodos usados en la obra en el pasado; pero nadie bloquee, a causa de esto, el camino por medio de la crítica.--The Review and Herald, 30 de septiembre de 1902.
Utilicemos la prensa--Debemos usar todos los medios justificables para presentar la luz delante de la gente. Utilícese la prensa, y empléese todo elemento de propaganda que pueda llamar la atención hacia la obra. Esto no debe considerarse como algo no esencial. En todas las esquinas podéis ver carteles murales y avisos que llaman la atención a las varias cosas que están ocurriendo, algunas de ellas del carácter más objetable; ¿y aquellos que tienen la luz de la vida estarán satisfechos con esfuerzos débiles para llamar la atención a las normas de la verdad?
Los que lleguen a interesarse deben hacer frente a los sofismas y a la falsa presentación de los ministros populares, y no saben cómo contestar estas cosas. La verdad presentada por el predicador bíblico debe ser publicada en forma tan condensada como sea posible, para hacerla circular ampliamente. Hasta donde sea practicable, publíquense en los diarios los discursos pronunciados en nuestras reuniones. Así la verdad que fue presentada ante un número limitado, puede hallar acceso a muchas mentes. Y donde la verdad ha sido tergiversada, la gente tendrá la oportunidad de conocer exactamente lo que el ministro ha dicho.
Poned vuestra luz en el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Si la luz nos ha sido dada, hemos de hacerla tan sencilla para los demás, que los sinceros de corazón puedan reconocerla y regocijarse en sus brillantes rayos.--Testimonies for the Church 6:36, 37 (1900).
Evítense la agitación y la alarma--No me impresionó favorablemente la propaganda alarmante de sus reuniones. Tiene sabor de fanatismo... No haga anuncios redactados en tal forma que creen alarma. Cuando el Señor esté preparado para denunciar abiertamente la condición de las ciudades impías, lo hará saber a su pueblo, pero esto ocurrirá después de que esas ciudades perversas hayan tenido la oportunidad de oír y de recibir la palabra que es para vida eterna.
Nuestra obra actual consiste en esclarecer y educar las mentes en lo que atañe a las enseñanzas de las Escrituras. Las puertas están ahora abiertas para la entrada de la verdad. Aprovechad la oportunidad de alcanzar a los que no han oído hablar de la verdad. Explicad la verdad, tal como lo hizo Cristo, en formas diferentes, mediante figuras y parábolas. Y puede imitarse con provecho la notable presentación de la verdad que ha hecho el pastor N mediante diagramas. Haced que estas cosas estimulen los sentidos de las gentes. No deis lugar a ninguna cosa que se parezca a un movimiento fanático. Satanás trabaja en este sentido y procura atraerse discípulos utilizando recursos que, si fuera posible, engañarían hasta a los escogidos.--Carta 17, 1902.
Anuncios alarmantes--Los anuncios alarmantes son perjudiciales para el progreso de la obra.--The Review and Herald, 5 de julio de 1906.
Os aseguro que estamos orando por vosotros y por la obra en la ciudad de Nueva York. Pero, por favor, eliminad los anuncios alarmantes de vuestras reuniones. Si una ola de fanatismo hiriera a Nueva York en estos días, Satanás trabajaría en las mentes humanas, poniendo en marcha una obra que ninguno de vosotros está preparado para dominar. No es excitación lo que necesitamos en este tiempo, sino esfuerzo sereno, persistente y devoto para la educación de la gente.--Carta 17, 1902.
El evangelista y la publicidad
La jactancia está fuera de lugar--El jactarnos de nuestros méritos está fuera de lugar... El secreto del éxito no ha de ser hallado en nuestro conocimiento, en nuestra posición, en el número que constituimos o en los talentos que se nos han confiado ni en la voluntad del hombre.--Palabras de Vida del Gran Maestro, 382, 385 (1900).
No según las maneras del mundo--No hemos de apropiarnos de las maneras que el mundo tiene de obrar. Hemos de dar al mundo un ejemplo más noble, mostrando que nuestra fe es de un carácter elevado... Por lo tanto, todas las cuestiones excéntricas, las peculiaridades individuales y los planes estrechos que darían falsas impresiones acerca de la grandeza de la obra, deben ser evitados.--Carta 14, 1887.
Ninguna falsa presentación para obtener favor--No hemos de efectuar una falsa presentación de lo que profesamos creer a fin de obtener el favor de la gente. Dios aborrece las presentaciones falsas y las prevaricaciones. El no tolerará al hombre que dice y no hace. La obra mejor y más noble es la que se realiza por una conducta justa y honrada.--Carta 232, 1899.
Cristo no fue llamado profesor--No es el tratar de subir hasta la eminencia lo que os hará grandes a la vista de Dios, sino que es la vida humilde llena de bondad, mansedumbre, fidelidad y pureza, lo que os convertirá en el objeto del cuidado especial de los ángeles celestiales. El Hombre modelo, que no consideró usurpación ser igual a Dios, tomó sobre sí nuestra naturaleza y vivió cerca de treinta años en un oscuro pueblo de Galilea, oculto entre las colinas. Toda la hueste angelical estaba a sus órdenes; sin embargo, no pretendió ser algo grande o exaltado. El no se adjudicó el título de "profesor" para agradarse a sí mismo. Era un carpintero, que trabajaba a sueldo, un siervo de aquellos para quienes trabajaba.--Carta 1, 1880.
Cristo reprobó su vanidad--También reprendió la vanidad manifestada al codiciar el título de rabino o maestro. Declaró que este título no pertenecía a los hombres, sino a Cristo. Los sacerdotes, escribas, gobernantes, expositores y administradores de la ley, eran todos hermanos, hijos de un mismo Padre. Jesús enseñó enfáticamente a la gente que no debía dar a ningún hombre un título de honor que indicase su dominio de la conciencia y la fe.
Si Cristo estuviese en la tierra hoy rodeado por aquellos que llevan el título de "reverendo" o "reverendísimo", ¿no repetiría su aserto: "Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo?" La Escritura declara acerca de Dios: "Santo y terrible [reverendo, en inglés] es su nombre". ¿A qué ser humano cuadra un título tal?--El Deseado de Todas las Gentes, 565 (1898).
No tenemos derecho al título de "reverendo"--No deben rebajarse las normas en cuanto a lo que constituye la verdadera educación. Deben elevarse muy por encima de donde ahora están. No son los hombres aquellos a quienes hemos de exaltar y adorar; es a Dios, el único Dios verdadero y viviente, a quien debemos nuestro culto y reverencia.
De acuerdo con las enseñanzas de las Escrituras, desagrada a Dios que nos dirijamos a los ministros como "reverendos". Ningún mortal tiene derecho alguno a adjudicarse este título a sí mismo o adjudicarlo a cualquier otro ser humano. Pertenece solamente a Dios, para distinguirlo de todo otro ser. Aquellos que reclaman este título se arrogan el santo honor de Dios. No tienen derecho a la palabra robada, cualquiera sea su posición. "Santo y terrible es su nombre". ["Reverendo", en la versión inglesa.] Deshonramos a Dios cuando usamos esta palabra donde no corresponde.--The Youth's Instructor, 7 de julio de 1898.
Hombres humildes que manejan temas grandiosos--Los ministros del Evangelio han de presentar la verdad con su sencillez, por medio de la bendición de Dios que hace que las Escrituras sean útiles para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia. "Que traza bien la Palabra de verdad": ésta es la palabra que debería decirse acerca de todos nuestros ministros.
Pero muy por el contrario, muchos de nuestros pastores se han apartado de los planes de Cristo. Codician la alabanza de los hombres, y aguzan cada facultad en un esfuerzo por encontrar y presentar cosas maravillosas. El Señor me pide que les aconseje andar humildemente y con oración con él... Estad dispuestos a ser hombres humildes que manejan temas grandiosos.--Manuscrito 62, 1905.
No hay que buscar notoriedad--No hay grandes hombres entre nosotros, y ninguno debería procurar aparentar lo que no es, un hombre notable. No obra con sabiduría la persona que actúa como si poseyera un gran talento, como si fuera un Moody o un Sankey.--The Review and Herald, 8 de diciembre de 1885.
El mensaje, no el hombre--El ministro que ha aprendido de Cristo tendrá siempre conciencia de que es un mensajero de Dios, comisionado por él para realizar una obra, tanto para el tiempo como para la eternidad. No debe constituir en absoluto una parte de su objetivo llamar la atención a sí mismo, a sus conocimientos, a su habilidad, sino que la totalidad de su blanco debe ser guiar a los pecadores al arrepentimiento, señalándoles, por precepto y por ejemplo, al Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. El yo debe estar escondido en Cristo. Tales hombres hablarán como quienes son conscientes de poseer poder y autoridad procedentes de Dios, como sus portavoces. Sus discursos tendrán una seriedad y un fervor de persuasión que inducirá a los pecadores a ver su condición perdida y a refugiarse en Cristo.--The Review and Herald, 8 de agosto de 1878.
Juan era sólo una voz--Mirando con fe al Redentor, Juan se había elevado a la altura de la abnegación. El no trataba de atraer a los hombres a sí mismo, sino de elevar sus pensamientos siempre más alto, hasta que reposasen en el Cordero de Dios. El no había sido más que una voz, un clamor en el desierto.--Obreros Evangélicos, 57 (1915).
Hoy se elige a hombres como Juan--Para ocupar un lugar elevado entre los hombres, el Cielo elige al obrero que como Juan el Bautista, toma un lugar humilde delante de Dios. El discípulo que más se asemeja a un niño es el más eficiente en la labor para Dios. Los seres celestiales pueden cooperar con aquel que no trata de ensalzarse a sí mismo sino de salvar almas.--El Deseado de Todas las Gentes, 403 (1898).
La exaltación de sí mismo daña la obra--No hay religión en la entronización del yo. Aquel que hace de la glorificación propia su blanco, se hallará destituido de aquella gracia que es lo único que puede hacerlo eficiente en el servicio de Cristo. Toda vez que se condesciende con el orgullo y la complacencia propia, la obra se echa a perder.--Palabras de Vida del Gran Maestro, 383 (1900).
La verdadera medida de un hombre--El valor del cristiano no depende de los talentos brillantes, la cuna encumbrada, y las facultades maravillosas, sino de un corazón limpio: un corazón purificado y refinado, que no se exalta a sí mismo, sino que, por la contemplación de Cristo, refleja la imagen de la divinidad perdida mucho tiempo ha.--Carta 16, 1902.
Únicamente Jesús--Rehusando resueltamente desplegar sabiduría humana o exaltarse a sí mismos [los ministros de Dios], realizarán una obra que soportará los asaltos de Satanás. Muchas almas se volverán de las tinieblas a la luz, y se establecerán muchas iglesias. Los hombres se convertirán, no al instrumento humano, sino a Cristo. El yo se mantendrá oculto; sólo Jesús, el Hombre del Calvario, aparecerá.--Los Hechos de los Apóstoles, 201 (1911).
Evitese la ostentación y lo sensacional
El éxito no depende del despliegue de recursos exteriores--Algunos ministros cometen el error de suponer que el éxito depende de atraer una gran congregación por la ostentación externa, y de dar luego el mensaje de verdad de una manera teatral. Pero esto es emplear fuego común en vez del fuego sagrado encendido por Dios mismo. El Señor no queda glorificado por esta manera de trabajar. No es por avisos alarmantes y costosa ostentación como ha de llevarse a cabo su obra, sino usando métodos semejantes a los de Cristo. "No con ejército ni con fuerza, sino con mi Espíritu ha dicho Jehová de los ejércitos". Es la verdad desnuda la que, como espada aguda de dos filos que corta de ambos lados, ha de despertar a la vida espiritual a los que están muertos en delitos y pecados. Los hombres reconocerán el Evangelio cuando les sea presentado de una manera que armonice con el propósito de Dios.--Obreros Evangélicos, 397 (1915).
Métodos juiciosos--Hay personas que están dispuestas a utilizar recursos singulares, con ayuda de los cuales puedan alarmar a la gente, despertar sus temores y comenzar una obra extraña que echará a perder la buena obra que ya se había comenzado...
Los que manejan las grandes y ennoblecedoras verdades de la Palabra, siempre deben manifestar un espíritu profundo, serio, fervoroso pero sereno, y deben estar llenos de sentido común a fin de cerrar la boca de los contradictores. No deben estimular la formación de una ola de fanatismo que echaría a perder la obra comenzada acertadamente y llevada a cabo con la Palabra de Dios en las manos...
Los que están ocupados en la obra en Nueva York no deben suponer que es necesario introducir algo insólito en sus labores como evidencia del carácter sobrenatural de la obra, y a fin de colocarle un sello que diga que es de Dios. Su obra consiste en hablar a la gente con fe sencilla y confiada, pidiendo consejo a Dios, no siguiendo sus propias ideas ni confiando en la producción de cosas caprichosas para estimular los sentidos de los que están muertos en sus transgresiones y pecados. La verdad que se encuentra en la Palabra de Dios es capaz de causar impresiones como las que el gran Maestro desea que ejerza sobre el intelecto.--Carta 17, 1902.
No se rebaje la verdad--Nunca rebajéis la verdad a fin de obtener conversos, sino procurad elevar a los pecadores y corrompidos hacia la norma superior de la ley de Dios.--Manuscrito 7, 1900.
Evítense los despliegues teatrales--Tengo un mensaje para los que están a cargo de la obra. No instéis a los hombres que se ocupan de esta obra a pensar que deben proclamar el mensaje solemne y sagrado con un estilo teatral. No hay que poner en nuestra obra ni la mínima partícula de nada que sea extravagante. La causa de Dios debe tener un molde sagrado y celestial. Lleve la impronta divina todo lo que se relaciona con la predicación del mensaje para este tiempo. No se permita nada de naturaleza extravagante, porque esto echaría a perder la santidad de la obra.
Se me ha dicho que encontraremos toda clase de experiencias y que los hombres procurarán introducir prácticas extrañas en la obra de Dios. Hemos encontrado estas cosas en muchos lugares. Desde el comienzo de mis actividades en la iglesia se me dijo que había que desanimar y prohibir toda clase de actuaciones teatrales en relación con la proclamación de la verdad presente. Personas que pensaban que tenían una obra maravillosa que debían llevar a cabo procuraban adoptar un comportamiento extraño y manifestaban actitudes corporales raras. Se me dio esta instrucción: "No aprobéis nada de esto". Las actuaciones con visos teatrales o extravagantes no deben tener lugar en la proclamación del mensaje solemne que nos ha sido confiado.
El enemigo vigilará estrechamente y aprovechará toda ventaja o circunstancia para rebajar la verdad mediante la introducción de actuaciones indignas. No hay que estimular ninguna de estas actividades. Las verdades preciosas que se nos han dado deben ser proclamadas con toda solemnidad y con sagrado temor reverente.--Manuscrito 19, 1910.
Peligro de las enseñanzas sensacionales--Podéis tener la seguridad de que la religión pura y sin contaminación no es una religión sensacional. Dios no ha impuesto a nadie la responsabilidad de estimular una apetencia por la estimulación de doctrinas y teorías especulativas. Hermanos míos, mantened estas cosas fuera de vuestra enseñanza.--Australasian Union Conference Record, 15 de marzo de 1904.
Hay que evitar el fanatismo--No debemos estimular un espíritu de entusiasmo que produzca fervor por un tiempo, pero que luego se enfríe dando lugar al desánimo y la depresión. Necesitamos el pan de vida que procede del cielo para vivificar el alma. Estudiad la Palabra de Dios. No seáis controlados por los sentimientos. Todos los que trabajan en la viña del Señor deben aprender que los sentimientos no son fe. No es necesario estar siempre en un estado de exaltación. Pero sí se requiere que tengamos una fe firme en la Palabra de Dios como la carne y la sangre de Cristo.
Los que llevan a cabo la obra de Dios en nuestras ciudades deben cerrar y atrancar firmemente las puertas contra la excitación y el fanatismo. La Palabra de Dios es nuestra santificación y justicia, porque es alimento espiritual. Estudiarla equivale a comer las hojas del árbol de la vida. Nada es más elevador para los siervos de Dios que enseñar las Escrituras tal como Cristo las enseñó. La Palabra de Dios contiene nutrimento divino que satisface el apetito de alimento espiritual.--Carta 17, 1902.
Métodos dispendiosos y peculiares--Ud. ha elegido trabajar de una manera que lo fatiga y absorbe una gran cantidad de recursos.
Este gran gasto de dinero le ha sido presentado en su verdadera significación, y se le ha dicho que ese método de trabajo no está en armonía con la voluntad de Dios. Sus métodos de trabajo dispendiosos y peculiares pueden al principio causar la impresión de que realizan un fuerte impacto en la gente, pero el auditorio pronto llega a la conclusión de que esa ostentación tiene el propósito de llamar la atención hacia Ud. mismo, su esposa y sus hijos. El gran gasto de dinero no está en armonía con las verdades solemnes presentadas. El yo ha sido puesto en exhibición.--Carta 205, 1904.
No hay que imitar al mundo--Estamos manejando temas que implican intereses eternos, y no debemos copiar al mundo en ningún sentido. Debemos seguir estrechamente las pisadas de Cristo. El puede satisfacer todas nuestras necesidades y carencias.--Manuscrito 96, 1898.
Nuestro éxito dependerá de que llevemos a cabo la obra con la sencillez con que Cristo la realizó, sin introducir en ella ninguna actividad teatral.--Carta 53, 1904.
Maneras correctas de relacionarnos con la gente
Jesús estudiaba la tendencia natural del pensamiento--Las benéficas operaciones de la naturaleza no se realizan por intervenciones abruptas y alarmantes; no se permite a los hombres tomar en sus propias manos esas funciones naturales. Dios obra por medio de la operación tranquila y regular de las leyes que él ha establecido. Así ocurre en las cosas espirituales. Satanás está tratando constantemente de producir efectos por medio de rudas y violentas embestidas; pero Jesús encontraba acceso a las mentes por el camino de sus asociaciones más familiares. El perturbaba tan poco como era posible el tren habitual del pensamiento de la gente, por acciones abruptas o prescriptas. Honraba al hombre con su confianza, y así lo colobaca en el puesto que correspondía a su honor. Introducía viejas verdades con una luz nueva y preciosa. Así, cuando tenía solamente doce años de edad, asombró a los doctores de la ley por sus preguntas en el templo.
Jesús asumió la humanidad a fin de poder encontrarse con la humanidad. Coloca a los hombres bajo el poder transformador de la verdad encontrándose con ellos en el lugar donde están. Obtiene acceso al corazón consiguiendo la simpatía y la confianza, haciendo que todos sientan que su identificación con su naturaleza e intereses es completa. La verdad brotaba de sus labios hermosa en su sencillez, y sin embargo, revestida de dignidad y poder. ¡Qué Maestro era nuestro Señor Jesucristo! Cuán tiernamente trataba con todo honesto investigador de la verdad, para poder obtener admisión a su simpatía y encontrar un lugar en el corazón.--Manuscrito 44, 1894.
Resultados determinados por la forma de acercarse a la gente--Hemos de estar en este mundo como si nos rodearan los resultados de la compra de la sangre de Cristo, y como si dependiera grandemente de nuestras palabras, de nuestra conducta y manera de trabajar el que estas almas se salven o no... Depende en gran medida de la manera como realizamos el trabajo el que veamos almas como resultado de nuestros esfuerzos.--Manuscrito 14, 1887.
Métodos acertados de hacer frente a los prejuicios--Hermanos, vosotros que vais a trabajar por los que están presos en las cadenas del prejuicio y la ignorancia, necesitáis ejercer la misma sabiduría divina que Pablo manifestó. Cuando estáis trabajando en un lugar donde a las almas apenas se les están comenzando a caer las escamas de los ojos y a ver a los hombres como árboles que caminan, sed muy cuidadosos de no presentar la verdad de una manera que despierte el prejuicio, y cierre la puerta del corazón a la verdad. Manifestaos de acuerdo con la gente sobre todo punto donde podáis hacerlo en forma consecuente. Vean ellos que amáis sus almas, y que queréis estar en armonía con ellos hasta donde sea posible. Si el amor de Cristo se revela en todos vuestros esfuerzos, podréis sembrar la simiente de la verdad en algunos corazones; Dios regará la simiente sembrada y la verdad brotará y traerá fruto para su gloria.
Nuestros ministros necesitan más de la sabiduría que Pablo tenía. Cuando él iba a trabajar para los judíos, no destacaba primeramente el nacimiento, la traición, crucifixión y resurrección de Cristo; a pesar de que ésas eran las verdades especiales para ese tiempo. En primer lugar los conducía paso a paso por las promesas que habían sido hechas de un Salvador, y por las profecías que lo señalaban a él. Después de presentar estas cosas con detenimiento hasta que las especificaciones eran nítidas en las mentes de todos, y cuando ellos sabían que habían de tener un Salvador, les presentaba el hecho de que ese Salvador había venido ya. Cristo Jesús cumplía toda especificación. Este era el "engaño" o "cebo" con el cual prendía las almas. Presentaba la verdad de una manera tal que el prejuicio anterior de la gente no se despertaba para cegar sus ojos ni pervertir el juicio.--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 121, 122 (1886).
Cuidado al presentar los primeros temas--Debe ejercerse el mayor cuidado al tratar con estas almas. Estad siempre en guardia. No presentéis al comienzo a la gente los rasgos de nuestra fe que suscitarían las mayores objeciones, no sea que cerréis los oídos de aquellos para los cuales estas cosas llegan como una nueva revelación.
Presénteseles las porciones de la verdad que sean capaces de captar y apreciar; aun cuando les parezcan extraños y alarmantes, muchos reconocerán con gozo que una nueva luz se proyecta sobre la Palabra de Dios. Mientras tanto, si la verdad fuera presentada en tan plena medida que ellos no pudieran recibirla, algunos se apartarían y no volverían más. Más que esto, ellos tergiversarían la verdad y en su explicación de lo que se dijo, torcerían de tal manera las Escrituras que confundirían a otras mentes. Hemos de aprovechar las circunstancias ahora. Presentad la verdad tal como es en Jesús. No debe haber espíritu combativo o de controversia en la defensa de la verdad.--Manuscrito 44, 1894.
Estudiad las necesidades de la comunidad antes de seleccionar los temas--Familiarizaos con la gente en sus hogares. Tomad el pulso espiritual y llevad la guerra al campamento. Cread el interés. Orad y creed, y obtendréis una experiencia que será de valor para vosotros. No desarrolléis temas que sean tan profundos que requieran una lucha mental para comprenderlos. Orad y creed mientras trabajáis. Despertad a la gente para que haga algo. En el nombre del Señor trabajad con perseverante intensidad.--Carta 189, 1899.
Preparad el terreno para la buena simiente--Recordad que ha de ejercerse mucho cuidado con respecto a la presentación de la verdad. Conducid las mentes con prudencia. Espaciaos en la piedad práctica, entretejiéndola en los discursos doctrinales. Las enseñanzas y el amor de Cristo suavizarán y subyugarán el suelo del corazón preparándolo para la buena semilla de la verdad.--Carta 14, 1887.
No despertemos controversias y oposición--Aprended a encontrar a la gente donde está. No presentéis temas que despierten controversia. No sea vuestra instrucción de un carácter que suma en perplejidad la mente.--Testimonies for the Church 6:58 (1900).
No despertéis oposición antes que la gente haya tenido la oportunidad de escuchar la verdad y conocer aquello a lo cual se están oponiendo.--Testimonies for the Church 6:36 (1900).
No desviéis a la gente de la verdad--Sobre nosotros descansa la solemne responsabilidad de presentar la verdad a los no creyentes con la mayor fuerza posible. Debiéramos ser muy cuidadosos de no presentar la verdad de una manera tal que aparte a los hombres y mujeres de ella. Los maestros religiosos ocupan un lugar en el cual pueden hacer mucho bien o mucho mal...
El Señor nos pide que vengamos al banquete de la verdad, y entonces salgamos por los caminos y los vallados e instemos a las almas a venir, presentándoles la grande y maravillosa oferta que Cristo ha hecho al mundo. Hemos de presentar la verdad de la manera en que Cristo dijo a sus discípulos que la presentaran: con sencillez y amor.--Carta 117, 1903.
Consideración hacia los pastores de otras denominaciones--Siempre debe quedar de manifiesto que somos reformadores, pero no fanáticos. Cuando nuestros obreros entran en un nuevo campo, deben tratar de familiarizarse con los pastores de las diversas iglesias del lugar. Mucho se ha perdido por descuidar de hacer esto. Si nuestros pastores se muestran amigables y sociables y no actúan como si estuvieran avergonzados del mensaje que llevan, ello tendrá un excelente efecto, y puede dar a estos pastores y a sus congregaciones impresiones favorables de la verdad. A toda costa, es correcto darles una oportunidad para ser bondadosos y favorables si lo desean.
Nuestros obreros deben ser muy cuidadosos para no dar la impresión de que son lobos que roban las ovejas, sino que deben conseguir que los pastores comprendan su posición y el propósito de su misión: llamar la atención de la gente a las verdades de la Palabra de Dios. Hay muchas de estas verdades que son caras a todos los cristianos. Aquí hay un terreno común, en el cual podemos encontrarnos con los miembros de otras denominaciones; y al llegar a familiarizarnos con ellos, debemos espaciarnos mayormente en temas en los cuales todos tengan interés y que no guíen en forma directa o señalada a los asuntos en que hay desacuerdo.--The Review and Herald, 13 de junio de 1912.
Evitad las barreras innecesarias--Al entrar en un lugar, no debemos erigir barreras innecesarias entre nosotros y las otras denominaciones, especialmente los católicos, de manera que ellos piensen que somos sus enemigos reconocidos. No debemos crear prejuicios en sus mentes en forma innecesaria, haciendo una incursión contra ellos. Hay muchas personas entre los católicos que viven de acuerdo con la luz que tienen, en un grado mucho mayor que muchos de los que pretenden creer la verdad presente, y Dios los probará a ellos tan ciertamente como nos ha probado a nosotros.--Manuscrito 14, 1887.
Se necesita colirio espiritual--Se ha perdido un tiempo valiosísimo. Se han dejado pasar oportunidades doradas sin aprovecharlas debido a una falta de colirio espiritual esclarecedor y de una sabia dirección para hacer planes e idear métodos y medios para frustrar al enemigo y anticiparse en la ocupación del campo...
Centinelas adormecidos, ¿qué hay de la noche? ¿No conocéis la hora de la noche? ¿No sentís la preocupación de levantar la señal de peligro y de dar la alarma por el tiempo en que vivimos? Si no sentís tal responsabilidad, descended de las murallas de Sion, porque Dios no os confiará la luz que tiene que impartir. La luz se da únicamente a los que la hagan brillar sobre otros.--Manuscrito 107, 1898.
Decoro en la plataforma, anuncios y preliminares
La dignidad del mensajero--Se necesita decoro en la plataforma. Un ministro del Evangelio no debe ser descuidado en su actitud. Si es el representante de Cristo, su conducta, su actitud, sus gestos deben ser de tal carácter que no disgusten al expectador. Los pastores deben poseer refinamiento. Deben descartar todas las maneras, actitudes y gestos toscos, y deben estimularse a adoptar la humilde dignidad del porte. Deben vestirse de una manera adecuada a la dignidad de su posición. Sus palabras deben ser en todo respecto solemnes y bien escogidas.--Testimonies for the Church 1:648, 649 (1868).
La conducta en la plataforma--Pero las cosas erróneas a menudo se traslucen en la plataforma sagrada. Un pastor que conversa con otro en el proscenio delante de la congregación, que ríe y que parece no sentir ninguna preocupación por la obra, o a quien le falta el solemne sentido de su sagrada vocación, deshonra la verdad y coloca lo sagrado al bajo nivel de las cosas comunes.--Testimonies for the Church 2:612, 613 (1871).
Una ofensa para Dios--A veces las asambleas del pueblo de Dios han sido tratadas con una vulgaridad que ha resultado en una ofensa para Dios y han privado a su sagrada obra de su santidad y pureza.--Carta 155, 1900.
No perdáis tiempo en pedir disculpas--Muchos oradores malgastan su tiempo y fuerza en largos preliminares y excusas. Algunos emplean casi media hora en presentar disculpas: así se pierde tiempo, y cuando llegan al tema y tratan de fijar los puntos de la verdad en la mente de sus oyentes, éstos están cansados y no aprecian la fuerza de los argumentos.
En vez de pedir disculpas porque va a dirigir la palabra a la concurrencia, el predicador debe principiar como quien está convencido de que trae un mensaje de Dios.--Obreros Evangélicos, 177 (1915).
La oración en público--Las oraciones ofrecidas en público deben ser cortas y directas. Dios no requiere de nosotros que hagamos tediosos los momentos de culto con largas peticiones... Algunos minutos son suficientes para una petición común en público.--Obreros Evangélicos, 84 (1915).
Orad con sincera sencillez--No necesitamos hacer largas oraciones en público. Con sincera sencillez debemos declarar nuestras necesidades al Señor, y reclamar sus promesas con tal fe y confianza, que la congregación sepa que hemos aprendido a prevalecer en oración con Dios. Los hermanos se sentirán animados a creer que la presencia del Señor está en la reunión, y abrirán sus corazones para recibir su rica bendición. Su fe en vuestra sinceridad será aumentada, y estarán listos para escuchar con oídos dispuestos la instrucción dada por el predicador.--Manuscrito 127, 1902.
Movimientos apresurados y precipitados--El Señor os dio vuestra obra, no para ser hecha de una manera precipitada, sino en una forma tranquila y mesurada. El Señor nunca exige movimientos precipitados y complicados.--Testimonies for the Church 8:189 (1904).
Evitad lo grotesco--No podemos ser pastores del rebaño a menos que seamos despojados de nuestros propios hábitos, modales y costumbres peculiares, y seamos transformados a la semejanza de Cristo. Cuando comamos su carne y bebamos su sangre, los elementos de la vida eterna se encontrarán en el ministerio. No habrá un acopio de ideas añejas repetidas a menudo. Habrá una nueva percepción de la verdad.
Algunos que se presentan en el púlpito hacen que los mensajeros celestiales que se hallan en el auditorio se avergüencen. El precioso Evangelio, que ha costado tanto traer al mundo, es maltratado. Hay una forma de hablar común y barata; actitudes grotescas y movimientos extraños del rostro. Algunos hablan en forma muy rápida, y otros tienen una enunciación densa e indistinta. Todo el que ministra a la gente debe sentir que tiene el solemne deber de examinarse a sí mismo. Debe entregarse primeramente él mismo al Señor en una completa renuncia propia, determinado a no tener nada del yo, sino la totalidad de Jesús.--Testimonios para los Ministros, 344, 345 (1896).
Descártense los ademanes inconvenientes y el lenguaje tosco--El que trabaja para Dios debe hacer esfuerzos fervientes para llegar a ser representante de Cristo, descartando todos los ademanes inconvenientes y el lenguaje tosco. Debe esforzarse por usar un lenguaje correcto. Hay una clase numerosa que manifiesta descuido en su manera de hablar, cuando por atención cuidadosa y esmerada, podrían llegar a ser representantes de la verdad. Cada día tienen que progresar. No deberían cercenar su utilidad e influencia albergando defectos en sus modales, tono o lenguaje.--Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 182 (1913).
La personalidad del evangelista--La posición que ocupan nuestros ministros exige que tengan un cuerpo sano y una mente disciplanada. El buen criterio, los nervios firmes y una disposición feliz recomendarán al ministro del Evangelio en cualquier parte. Deben buscar y cultivar con perseverancia estas cualidades.--Testimonies for the Church 3:466 (1875).
Asuntos que retienen el interés
La verdad debería embelesar--No sigan vuestros esfuerzos los métodos del mundo sino los de Cristo. La ostentación no podrá realizar la obra que el Señor desea que se haga para despertar a las clases superiores a la convicción de que han escuchado la verdad. No despojéis la verdad de su dignidad y de su capacidad para impresionar realizando actos introductorios que estén más de acuerdo con las costumbres del mundo que con las del cielo. Comprendan vuestros oyentes que no lleváis a cabo las reuniones del domingo de noche para entretenerlos con música y otras cosas, sino para predicarles la verdad en toda su solemnidad, para que sea una advertencia para ellos y los despierte de su sueño mortal de complacencia de sí mismos. Es la verdad desnuda la que, como una espada afilada, corta por ambos lados...
Los obreros que, en su trabajo que realizan para Dios, dependen de planes mundanos para obtener éxito, irán al fracaso. El Señor pide un cambio en vuestros métodos de trabajo. El desea que practiquéis las lecciones enseñadas en la vida de Cristo. Entonces el molde de Cristo se verá en las reuniones que lleváis a cabo.--Carta 48, 1902.
Una enseñanza creadora--El Príncipe de los maestros procuraba llegar hasta la gente por el camino de sus asociaciones más familiares. Presentaba la verdad en una forma que inducía a sus oyentes a relacionarla permanentemente con sus recuerdos y simpatías más apreciados. Les enseñaba de tal manera que les hacía sentir que él se identificaba cabalmente con sus intereses y su felicidad. Su instrucción era dada en forma tan sencilia, sus ilustraciones eran tan apropiadas y sus palabras encerraban tanta simpatía y gozo, que sus oyentes quedaban encantados.
Cristo obtenía muchas de sus ilustraciones y lecciones del gran depósito de la naturaleza. Tomaba un lirio y señalaba a sus oyentes su sencillez y su admirable belleza. Mostraba el pasto que crecía en el campo y decía: "Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros?" Mateo 6:30. El desea que comprendamos que las cosas de la naturaleza constituyen una expresión del amor de Dios, y que, aunque están manchadas por el pecado, aún nos hablan del hogar edénico en el que Adán y Eva fueron colocados. El desea que esas cosas nos recuerden que llegará el tiempo cuando este hogar será restaurado, y la tierra estará llena de alabanza al Señor.--Carta 213, 1902.
El mantenía su interés--La gente escuchaba las palabras misericordiosas que brotaban tan libremente de los labios del Hijo de Dios. Oían las palabras de gracia, tan sencillas y claras que les parecían bálsamo de Galaad para sus almas. El poder sanador de su mano divina impartía alegría y vida a los moribundos, comodidad y salud a los que sufrían enfermedades. El día les parecía como el cielo en la tierra, y no se daban la menor cuenta de cuánto tiempo hacía que no habían comido... El que enseñaba a la gente la manera de obtener paz y felicidad se preocupaba tanto de sus necesidades temporales como de las espirituales. La gente estaba cansada y débil. Había madres con niños en brazos, y niñitos que se aferraban a sus faldas. Muchos habían estado de pie durante horas. Habían estado tan intensamente interesados en las palabras de Cristo, que ni siquiera habían pensado en sentarse, y la muchedumbre era tan numerosa que había peligro de que se pisotearan unos a otros. Jesús les daba ahora ocasión de descansar, invitándolos a sentarse. Había mucha hierba en ese lugar, y todos podían reposar cómodamente.--El Deseado de Todas las Gentes, 32-34 (1898).
Un programa eficaz que mantiene el interés--Se me mostró otra escena. Las carpas fueron trasladadas a diferentes lugares durante la época de las reuniones de reavivamiento. Estas reuniones se llevaron a cabo en diferentes localidades. Estaban dirigidas por hombres capaces y temerosos de Dios que contaban con colaboradores eficaces. Había reuniones para los niños y reuniones de reavivamiento, y se realizaba un esfuerzo ferviente por llevar a la gente a una decisión. Un Pablo puede plantar y un Apolo puede regar, pero Dios es el que da el crecimiento...
Hágase participar en la obra el talento del canto. El uso de instrumentos musicales no es de ninguna manera objetable. Estos se utilizaron en los servicios religiosos de los tiempos antiguos. Los adoradores alababan a Dios con arpas y címbalos, de modo que la música debería tener su lugar debido en los servicios de culto. Contribuirá a mantener el interés.
Pero retened la atención de la gente presentándole la verdad tal como está revelada en Jesús. Mantened ante ella la cruz del Calvario. ¿Qué fue lo que exigió la muerte de Cristo? Fue la transgresión de la ley. Cristo murió para dar a los hombres la oportunidad de llegar a ser súbditos leales de su reino.
Preséntense discursos cortos, y oraciones cortas y fervientes. Educad teniendo en vista un servicio cabal prestado con toda el alma. Una consagración completa, mucha oración y un intenso fervor causarán una profunda impresión, porque los ángeles de Dios estarán presentes para influir en los corazones de la gente.--Carta 132, 1898.
Una variedad de atracciones evangelísticas--En estas reuniones se congregan personas importantes y humildes, ricos y pobres, y pecadores de todas clases, y todos oyen el mensaje de misericordia dado por los siervos designados por el Señor. Durante las reuniones se presenta una variedad de temas bíblicos y diferentes partes especiales.
Se insta a los viejos y los jóvenes, y el Señor impresiona los corazones de los oyentes. Así es como se presenta a todos la invitación de ir a la cena, tal como lo indica la parábola. Algunas personas que, de acuerdo con su propia confesión, no habían entrado en la iglesia durante doce, catorce y hasta dieciséis años, son convencidas de sus culpas y se convierten. Los miembros de la iglesia son estimulados profundamente y escuchan con asombro los sermones, las lecturas y las explicaciones bíblicas. Y en las reuniones sociales hay actividades apropiadas para cada caso.--Manuscrito 7, 1900.
Grandes temas y un mensaje de actualidad--Los que se presentan ante el pueblo como maestros de la verdad deben tratar con grandes temas. No deben ocupar el tiempo precioso en hablar de temas triviales. Estudien la Palabra y prediquen la Palabra. Esté la Palabra en sus manos como una afilada espada de dos filos. Testifique de las verdades pasadas y muestre lo que ha de acontecer en el futuro.
Cristo vino del cielo para dar a Juan las grandes y maravillosas verdades que han de conformar nuestras vidas y que han de ser proclamadas por nosotros al mundo. Debemos guardar el paso con el tiempo y dar un testimonio claro e inteligente guiados por la unción del Espíritu Santo.--The Review and Herald, 19 de abril de 1906.
Reuniones de investigación y preguntas
Congréguese a los interesados después de las reuniones--Hay que dar a conocer y explicar la verdad para este tiempo. Toda clase de personas, pudientes y humildes, acuden a estas reuniones y debemos trabajar por todas ellas. Una vez que se ha dado el mensaje de advertencia, congréguese después de las reuniones a los que se muestren especialmente interesados, y trabájese con ellos para obtener su conversión. Esto es obra misionera en su expresión más elevada.--Carta 86, 1900.
Enseñad cómo llegar a ser cristianos--Quisiera que entendáis nítidamente este punto: que a las almas se les impide obedecer la verdad por una confusión de ideas, y también porque no saben cómo entregar su voluntad y su mente a Jesús. Necesitan instrucción especial en cuanto a cómo llegar a ser cristianos. La obra hecha por Cristo en el mundo no se compone de grandes hechos y conquistas maravillosas. Estas cosas vendrán cuando se necesiten. Pero la obra de mayor éxito es aquella que mantiene al yo tan lejos de la vista como sea posible. Es la obra de dar línea sobre línea, precepto sobre precepto, aquí un poco y allá otro poco; acercándose al corazón humano con simpatía. Este es el servicio que se hace a Cristo y que será reconocido en el día final.--Carta 48, 1886.
Relacionaos estrechamente con la gente después de la conferencia--Existe el peligro de pasar demasiado rápidamente de un punto a otro. Dad lecciones cortas y frecuentes... Después de haber abierto a la gente las preciosas minas de la verdad, hay todavía una gran obra que ha de ser hecha en favor de aquellos que se han interesado en los temas presentados.
Después de un corto discurso, cambiad el orden de los ejercicios, y dad oportunidad a todos los que lo deseen, para participar de una entrevista, o clase bíblica, donde puedan hacer preguntas sobre los temas que los preocupan. Hallaréis grande éxito en relacionaros estrechamente con la gente en estas lecciones bíblicas. Los obreros que trabajan en relación con los ministros deben hacer esfuerzos especiales con paciencia y bondad para guiar a los que tienen preguntas a una comprensión de la verdad.
Si no tenéis más que uno solo a quien instruir, éste, completamente convencido, comunicará la luz a los demás. Estas verdades decisivas son de tan grande importancia que pueden ser presentadas en forma repetida e impresionadas en la mente de los oyentes.--Special Testimonies, Series A 7:7 (1874).
Una oportunidad para hacer preguntas--Cuandoquiera que sea posible, todo discurso importante debe ser seguido de un estudio bíblico. Aquí pueden aplicarse los puntos que han sido presentados, pueden hacerse preguntas e inculcarse ideas correctas. Debe dedicarse más tiempo a educar pacientemente a la gente, dándole oportunidad de expresarse. Lo que los hombres necesitan es instrucción, línea sobre línea, precepto sobre precepto.
Deben realizarse también reuniones especiales en favor de aquellos que se interesan en las verdades presentadas y que necesitan instrucción. Debe invitarse a las reuniones a esta gente, y todos, tanto los creyentes como los no creyentes, deben tener la oportunidad de hacer preguntas sobre puntos que no se comprendan plenamente. Dad a todos la oportunidad de hablar de sus perplejidades, porque las tendrán. En todos los sermones, y en todos los estudios bíblicos, haced que la gente vea que sobre todo punto se da un claro "Así dice el Señor", para sostener la fe y las doctrinas que defendemos.
Este era el método de enseñanza de Cristo. Cuando él hablaba a la gente, sus oyentes hacían preguntas con respecto a lo que él quería decir. A los que humildemente buscaban la luz, él siempre estaba listo para explicarles sus palabras. Pero Cristo no animaba la crítica ni las sutilezas, ni debemos hacerlo nosotros. Cuando los hombres tratan de provocar una discusión sobre puntos de doctrina controvertidos, decidles que la reunión no se ha convocado para ese propósito.
Cuando contestáis una pregunta, estad seguros de que los oyentes ven y reconocen que ha sido contestada. No permitáis que una pregunta se escape, diciéndoles que la hagan de nuevo. Avanzad paso a paso, y sabed cuánto habéis ganado.
En tales reuniones, los que comprenden el mensaje pueden hacer preguntas que arrojen luz sobre puntos determinados de la verdad. Pero algunos pueden no tener sabiduría para hacer esto. Cuando alguien formula preguntas que sirven solamente para confundir la mente y sembrar las semillas de la duda, debe aconsejársele que se abstenga de preguntar de esa manera. Debemos aprender cuándo hablar y cuándo guardar silencio, aprender a sembrar la simiente de la fe, a impartir luz y no tinieblas.--Testimonies for the Church 6:68, 69 (1900).
Conducid a la gente por medio de preguntas--Después de un corto discurso, manteneos descansados, para que podáis dar un estudio bíblico sobre los puntos presentados conduciendo a la gente por medio de preguntas. Id directamente a los corazones de vuestros oyentes, instándolos a presentaros sus dificultades, para que podáis explicarles los versículos que ellos no comprenden.--Carta 8, 1895.
Un punto que debe cuidarse muy bien--Cuandoquiera que el Señor tiene una obra especial que debe realizarse entre su pueblo, cuando él quiere estimular sus mentes para que contemplen verdades vitales, Satanás trabaja para apartar la mente introduciendo cuestiones menores que causan diferencias, a fin de crear dificultad concerniente a doctrinas que no son esenciales para la comprensión del punto bajo análisis, y en esta forma produce desunión y distrae la atención del punto esencial. Cuando esto ocurre, el Señor trabaja impresionando los corazones con lo que es necesario para la salvación personal. Por eso, cuando Satanás logra apartar la mente para fijarla en asuntos sin importancia, y cuando consigue que la gente se divida en puntos de importancia secundaria, de manera que sus corazones se endurezcan contra la luz y la verdad, se complace con su triunfo maligno.--The Review and Herald, 18 de octubre de 1892.
Despertar el espíritu combativo significa extinguir la convicción--Satanás está constantemente trabajando para distraer la mente con las cosas terrenales, para que la verdad pierda su fuerza sobre el corazón; y entonces no haya progreso hacia una luz y conocimiento mayores. A menos que los seguidores de Cristo sean estimulados constantemente a practicar la verdad, no serán santificados mediante ella. Dudas, especulaciones y asuntos sin importancia ocuparán la mente y se convertirán en temas de conversación, y a éstos seguirán vanas especulaciones acerca de ciertas palabras, y la presentación de distintas opiniones acerca de puntos que no son vitales ni esenciales...
El obrero que trabaja para Dios debe ser bastante sabio para comprender cuáles son los propósitos del enemigo, y rehusar ser apartado de su objetivo. La conversión de sus oyentes debería ser la preocupación que lo anime en su tarea, y debe mantenerse fuera de toda controversia y limitarse a predicar la Palabra de Dios...
La obra especial y engañosa de Satanás ha tenido por propósito provocar controversia, para que hubiera luchas acerca de palabras que no aprovechan. El bien sabe que esto ocupará la mente y el tiempo. Despierta un espíritu combativo y mata el espíritu de convicción, en la mente de muchas personas, conduciéndolas a diversidad de opiniones, acusaciones y prejuicios que cierran la puerta de la verdad.--The Review and Herald, 11 de septiembre de 1888.
Orando con aquellos que están convencidos--Tengan los ministros y evangelistas más reuniones de ferviente oración con aquellos que están convencidos de la verdad. Recordad que Cristo está siempre con vosotros. El Señor tiene listas las más preciosas manifestaciones de su gracia, para fortalecer y animar al obrero sincero y humilde.--Manuscrito 78, 1900.
Ayudad a los que están en perplejidad--Muchos de los que vienen a la reunión están cansados y se sienten pesadamente cargados de pecado. No se sienten seguros en su fe religiosa. Debe dárseles oportunidad, a aquellos que están atribulados y necesitan descanso del espíritu, a encontrar ayuda. Después de un discurso, aquellos que desean seguir a Cristo deben ser invitados a manifestar su anhelo. Invitad a todos los que no están satisfechos en su preparación para la venida de Cristo, y a todos los que se sienten agobiados y pesadamente cargados, a reunirse aparte. Conversen los que son espirituales con estas almas. Orad con ellos y por ellos. Conságrese mucho tiempo a la oración y al profundo escudriñamiento de la Palabra. Obtengan todos los verdaderos hechos de la fe en sus propias almas, por medio de la creencia de que el Espíritu Santo será impartido a ellos porque tienen en verdad hambre y sed de justicia. Enseñadles cómo entregarse a Dios, cómo creer, cómo reclamar las promesas. Sea el profundo amor de Dios expresado en palabras de ánimo, en palabras de intercesión.--Testimonies for the Church 6:65 (1900).
Familiarizaos con la gente
Encontrad a la gente mientras ésta va y viene--Al dirigir los importantes intereses de las reuniones cerca de una gran ciudad, es esencial la cooperación de todos los obreros. Deben mantenerse en la misma atmósfera de las reuniones, trabando conocimiento con las personas mientras éstas van y vienen, mostrándoles la más completa cortesía, bondad y tierna consideración por sus almas. Deben estar listos para hablarles a tiempo y fuera de tiempo, acechando la ocasión de ganar almas. Ojalá que los obreros de Cristo muestren la mitad de la vigilancia que manifiesta Satanás, que está siempre sobre el rastro de los seres humanos, siempre muy vigilante, listo para armar alguna trampa o alguna treta para su destrucción.--Testimonies for the Church 6:46 (1900).
La responsabilidad del evangelista para con los interesados--Es importante que todos los que se proponen trabajar en la causa de Dios aprendan las mejores maneras de proseguir con el esfuerzo... Se me ha mostrado que muchos esfuerzos que han sido hechos a gran costo para presentar la verdad, han carecido en gran medida de éxito, porque no se ha realizado precisamente la clase de trabajo que necesitaba ser hecho. Hemos tratado de presentar durante años ante nuestros hermanos la necesidad de trabajar en forma inteligente...
Cuando los discursos se dan desde el púlpito, apenas ha comenzado la obra. Entonces el pastor debe, por un esfuerzo personal, si es posible, trabar relación con cada uno de sus oyentes. Si ellos tienen el interés suficiente para venir y escuchar lo que vosotros digáis, vosotros debéis responder con un interés decidido de vuestra parte para conocerlos personalmente...
Satanás y sus agentes son más agudos que nuestros obreros. Aunque él está haciendo planes y elaborando maneras de trabajar, y armando sus trampas para atrapar a las almas desprevenidas, nuestros hermanos están tomando las cosas frecuentemente de una manera muy fácil, y Satanás los excede en táctica casi en todas las ocasiones. Ahora bien, si ellos quieren que el campo sea ocupado primeramente por Dios y los ángeles celestiales, deben consagrar todo su ser, el alma, el cuerpo y el espíritu, a la obra de Dios, y no pretender que han hecho la obra cuando no está hecha ni a medias...
El discurso presentado desde el púlpito no debe ser largo, porque entonces no solamente cansa a la gente, sino que consume el tiempo y la fuerza del ministro, incapacitándolo para empeñarse en el trabajo personal que debe seguir. El debe ir de casa en casa y trabajar con las familias, llamándoles la atención a las verdades eternas de la Palabra de Dios. Si efectúa este trabajo con la humildad de Cristo, seguramente tendrá a los ángeles de Dios para colaborar con sus esfuerzos. Pero nos falta del todo la fe, y somos demasiado estrechos en nuestras ideas y en nuestros planes.--Manuscrito 14, 1887.
Se familiarizará con los padres y los niños de su congregación, y les hablará palabras bondadosas y fervientes.--The Review and Herald 21 de enero de 1902.
Entrad en contacto con las familias--Acercaos a la gente; entrad en contacto con las familias cuandoquiera que podáis hacerlo; no esperéis que la gente vaya en busca del pastor. Llevad con vosotros la confianza y la certidumbre de la fe que dan evidencia de que no confiáis en cuentos inútiles sino en un claro "así dice Jehová".--Carta 8, 1895.
Relaciones entabladas en reuniones públicas--Cuando Cristo estaba enseñando en la tierra, vigilaba el rostro de sus oyentes, y el brillo de los ojos, la expresión animada le decían en un momento cuándo alguien asentía a la verdad. De la misma forma los maestros de la gente en nuestros días deben estudiar el rostro de sus oyentes.
Cuando ven a una persona en el auditorio que parece interesada, deben convertir este hecho en una razón para conocer a la persona antes que deje el lugar de reunión, y si es posible, deben asegurarse del lugar donde vive y visitarla. Es esta clase de trabajo personal el que ayuda a hacer un obrero perfecto. Lo habilita a probar su obra, a dar plena prueba de su ministerio. Es ésta también la manera en que con más éxito puede alcanzarse a la gente; puesto que éste es el mejor medio para atraer su atención.--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 147, 148 (1886).
Ganemos la confianza visitando los hogares--Existen muchas familias que nunca serán alcanzadas por la verdad de la Palabra de Dios a menos que los mayordomos de la múltiple gracia de Cristo entren en sus hogares, y por medio de un ministerio fervoroso, santificado por el apoyo del Espíritu Santo, quebranten las barreras y entren en los corazones de la gente. Cuando las personas ven que estos obreros son mensajeros de gracia, ministros de gracia, se preparan para escuchar las palabras habladas por ellos. Pero los corazones de aquellos que hacen esta obra deben palpitar al unísono con el corazón de Cristo. Deben estar plenamente consagrados al servicio de Dios, listos para hacer lo que él manda, para ir a cualquier parte donde su providencia los dirija, y hablar las palabras que él les dé. Y si ellos son lo que Dios desea que sean, si están imbuidos de su Santo Espíritu, cooperan con los agentes celestiales y son en realidad "colaboradores juntamente con Dios".--Carta 95, 1896.
Sermones impresos y otras publicaciones
El uso eficaz de publicaciones--La verdad debe ser publicada en forma mucho más extensa de lo que lo ha sido hasta ahora. Debe ser definida en rasgos claros y precisos delante de la gente. Debe ser proclamada con argumentos breves, pero concluyentes, y deben hacerse planes para que cada reunión en que la verdad ha sido presentada a la gente, sea seguida por la distribución de folletos. Hoy por hoy puede verse la necesidad de regalarlos, pero serán un poder para el bien, y nada se perderá.
Los discursos dados en el púlpito serán mucho más eficaces si se hace circular material impreso, educando a los oyentes en las doctrinas de la Biblia. Dios hará que muchos estén dispuestos a leer, pero habrá muchos que también se rehusarán a ver u oír algo sobre la verdad presente. Pero no debemos ni aun pensar que estos casos están fuera de toda esperanza, pues Cristo está atrayendo a muchas personas hacia sí... Debéis avanzar con vuestras manos llenas con la debida clase de material de lectura y vuestro corazón lleno del amor de Dios.--Carta 1, 1875.
Para prevenir los efectos de la oposición--Cuando se da un discurso, los oyentes pueden escuchar con interés, pero todo es extraño y nuevo para ellos, y Satanás está listo para sugerir a sus mentes muchas cosas que no son ciertas. Tratará de pervertir y presentar en forma falsa las palabras del orador. ¿Qué haremos nosotros?
Los discursos que presentan las razones de nuestra fe deben ser publicados en pequeños panfletos y hechos circular tan ampliamente como sea posible. Así las falsedades y presentaciones torcidas que el enemigo de la verdad constantemente trata de mantener en circulación, serían reveladas en su verdadero carácter, y la gente tendría una oportunidad de conocer con exactitud lo que el pastor ha dicho.--The Review and Herald, 14 de octubre de 1902.
Discursos cortos impresos--Imprímase una sinopsis de los discursos y hágasela circular ampliamente.--Manuscrito 42, 1905.
Volantes--Se ejercerá una gran influencia si es posible, durante una serie de reuniones, conseguir que una imprenta imprima folletos, volantes y resúmenes de las conferencias para ser distribuidos.--Testimonies for the Church 6:36 (1900).
Algunos serán alcanzados solamente por las publicaciones--Muchísimo más puede ser hecho por parte del predicador diligente con la circulación de periódicos y folletos que solamente por la predicación de la Palabra sin las publicaciones... Muchas mentes no pueden ser alcanzadas de otra manera. He aquí una obra misionera verdadera en la cual pueden invertirse trabajo y medios con los mejores resultados.--Life Sketches, 217 (1915).
El poder de la imprenta--La imprenta es un medio poderoso para conmover las mentes y los corazones de la gente. Los hombres mundanos se apoderan de la imprenta y aprovechan hasta el máximo cada oportunidad de ofrecer a la gente publicaciones cargadas de veneno. Si personas que están bajo la influencia del espíritu del mundo y de Satanás están ansiosas por hacer circular libros, folletos y revistas de naturaleza corrupta, vosotros deberíais estar mucho más ansiosos por presentar a la gente un material de lectura de excelente calidad y de poder salvador.
Dios ha puesto al alcance de su pueblo las ventajas de la imprenta, la cual, combinada con otros medios, difundirá con éxito el conocimiento de la verdad. Hay que hacer circular folletos, revistas y libros según lo exija el caso, en todas las ciudades y las aldeas del país.--Life Sketches of Ellen G. White, 216, 217 (1915).
Alas para la verdad--Hay una gran necesidad de hombres que puedan utilizar la prensa con ventaja, para que la verdad reciba alas a fin de volar a cada nación, lengua y pueblo.--Gospel Workers, 25 (1915).
La página impresa--Aunque el ministro presente fielmente el mensaje, la gente no puede retenerlo todo. La página impresa es por lo tanto indispensable, no sólo para llamar la atención hacia la importancia de la verdad para este tiempo, sino también para arraigar y fortalecer a la gente en la verdad, y para afirmarla contra los errores engañosos. Las revistas y los libros son los medios que el Señor tiene para mantener el mensaje para este tiempo continuamente delante de la gente. Al esclarecer y confirmar a las almas en la verdad, las publicaciones llevarán a cabo un trabajo más grande del que puede realizar el ministerio de la Palabra obrando solo. Los mensajeros silenciosos que los colportores colocan en los hogares fortalecerán en todo sentido el ministerio evangélico, porque el Espíritu Santo obrará en las mentes a medida que éstas lean los libros, tal como impresiona las mentes de los que escuchan la Palabra predicada. El mismo ministerio de los ángeles que asiste la obra del ministerio también acompaña los libros que contienen la verdad.--Testimonies for the Church 6:315, 316 (1900).
El debate
Dios es raramente glorificado--En algunos casos, puede ser necesario hacer frente, en un debate abierto, a un hombre orgulloso y que se jacta contra la verdad de Dios; pero generalmente estas discusiones, ora sean orales o escritas, resultan en más daño que bien.--Testimonies for the Church 3:213 (1872).
Las discusiones no pueden evitarse siempre... La gente a quien le gusta ver a los oponentes combatirse, puede clamar por la discusión. Otros, que desean oír las evidencias de ambos lados, pueden urgir a que se efectúe la discusión con un motivo perfectamente honesto; pero cuandoquiera puedan evitarse las discusiones, debiera evitárselas... Dios es rara vez glorificado o la verdad impulsada en estos combates.--Testimonies for the Church 3:424 (1875).
A veces hay que hacer frente a los oponentes--Hay ocasiones en que sus deslumbradoras presentaciones torcidas han de ser enfrentadas. Cuando éste es el caso, debe hacérselo rápida y brevemente, y entonces debiéramos continuar con nuestro trabajo.--Testimonies for the Church 3:37 (1872).
Aceptar el desafío, pero no desafiar--En la presentación de una verdad impopular, que envuelve una pesada cruz, los predicadores deben ser cuidadosos de que toda palabra sea como Dios quisiera que fuera. Sus palabras nunca deben cortar. Deben presentar la verdad con humildad, con el más profundo amor a las almas, y con un fervoroso deseo por su salvación, dejando que la verdad corte. No deben desafiar a los predicadores de otras denominaciones y tratar de provocar un debate. No deben ocupar una posición semejante a la que ocupó Goliat cuando desafió a los ejércitos de Israel. Israel no desafió a Goliat, sino que éste manifestó orgullosa jactancia contra Dios y su pueblo. El desafío, la jactancia, y los escarnios deben venir de los opositores de la verdad, que desempeñan el papel de Goliat. Pero nada de este espíritu debe verse en aquellos a quienes Dios envió para proclamar el último mensaje de amonestación a un mundo sentenciado...
Si ellos, cual David, son puestos en una posición donde la causa de Dios realmente les exige hacer frente a alguien que desafía a Israel, y si avanzan con la fuerza de Dios, dependiendo plenamente de él, él los conducirá y hará que su verdad triunfe gloriosamente. Cristo nos dio un ejemplo. "Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a usar de juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda".--Testimonies for the Church 3:218-220 (1872).
El espíritu de controversia coloca un fundamento débil--El espíritu de debate, de controversia, es un medio que Satanás usa para despertar el espíritu combativo y así eclipsar la verdad tal como es en Jesús. Muchos, de esta manera, han sido rechazados en lugar de ganados para Cristo...
Se anima un espíritu de controversia. Muchos se espacian exclusivamente en temas doctrinales, en tanto que la naturaleza de la verdadera piedad, la piedad experimental, recibe poca atención. Jesús, su amor y su gracia, su abnegación y sacrificio, su mansedumbre y tolerancia, no son presentados ante la gente como debieran serlo. Los errores que existen por doquiera han fijado su veneno mortal cual parásitos sobre las ramas de la verdad y en muchas mentes han llegado a ser identificados con ellas; muchos que han aceptado la verdad la enseñan con un espíritu áspero. Se da un falso concepto de ella a la gente, y se anulan sus efectos sobre aquellos cuyos corazones no son suavizados y dominados por el Espíritu Santo...
Es esencial que todos disciernan y aprecien la verdad; por lo tanto, es de la mayor importancia que la simiente de la Palabra caiga en terreno preparado para su recepción. El problema para cada uno de nosotros individualmente debe ser: ¿Cómo sembraremos las preciosas semillas de la verdad, de manera que no se pierdan, sino que broten y produzcan una cosecha, a fin de que traigan gavillas para el Maestro?--The Review and Herald, 9 de febrero de 1892.
Peligro de la agitación y de las decisiones impremeditadas--Cuando el interés aumenta firmemente y la gente obra guiada por la comprensión, no por impulso sino por principio, ese interés es más saludable y durable que el interés que se crea repentinamente como resultado de una gran excitación motivada por un debate donde ambos bandos disputan con acaloramiento en favor y en contra de la verdad. Esto crea una feroz oposición, la gente toma posiciones y se realizan decisiones impremeditadas. Como resultado de esto se crea una situación acalorada. No hay serenidad ni discernimiento. Cuando pasa este acaloramiento, o cuando ocurre una reacción como resultado de un manejo indiscreto, ya no es posible volver a despertar el interés. Los sentimientos y los afectos de la gente fueron conmovidos, pero sus conciencias no fueron convencidas y sus corazones no se quebrantaron ni humillaron delante de Dios.--Testimonies for the Church 3:218 (1872).
Comunicación de la verdad a mentes con prejuicios--Los ministros no deberían considerar como un gran privilegio la oportunidad de participar en debates. No hay que poner en primer plano todos los puntos de nuestra fe y presentarlos ante multitudes con prejuicios... En primer lugar hay que presentar las verdades que son comunes y hay que ganar la confianza de los oyentes.--Testimonies for the Church 3:426 (1875).
En el debate hacemos frente a Satanás--Los ministros que contienden con los opositores de la verdad de Dios, no tienen que hacer frente a los hombres meramente, sino a Satanás y a su hueste de ángeles malos. Satanás vigila para lograr una oportunidad de obtener ventaja sobre los pastores que defienden la verdad, y cuando dejan de poner su entera confianza en Dios, y sus palabras no se pronuncian con el espíritu y el amor de Cristo, los ángeles de Dios no pueden fortalecerlos e iluminarlos. Los abandonan a su propia fuerza, y los malos ángeles avanzan en sus tinieblas; por esta razón, los oponentes de la verdad a veces parecen tener la ventaja, y la discusión hace más mal que verdadero bien.--Testimonies for the Church 3:220, 221 (1872).
Si el debate no puede ser evitado--Cuandoquiera que sea necesario para el avance de la causa de la verdad y la gloria de Dios hacerle frente a algún oponente, ellos [los abogados de la verdad] deben ir al conflicto con mucho cuidado y con una gran humildad. Con escudriñamiento del corazón, confesión del pecado y fervorosa oración, y a menudo con ayuno por un tiempo, deben rogar que Dios los ayude especialmente, y que dé a su preciosa verdad salvadora una valiosa victoria, para que el error aparezca en su verdadera deformidad, y sus abogados sean completamente desconcertados...
Nunca debéis entrar en una discusión donde se halla tanto en juego, dependiendo de vuestra propia aptitud para manejar poderosos argumentos. Si no puede ser evitado, entrad en el conflicto, pero entrad con una firme confianza en Dios y con un espíritu de humildad, con el espíritu de Jesús, quien os ha pedido que aprendáis de él, que es manso y humilde de corazón.--Testimonies for the Church 1:624, 626 (1867).
Presentad la verdad--La mejor forma de tratar con el error es presentar la verdad, y permitir que las ideas descabelladas mueran por falta de atención. Contrastada con la verdad, la debilidad del error resulta clara para toda persona inteligente. Cuanto más se repitan los asertos erróneos de los opositores, y de los que se levantan de entre nosotros para engañar a las almas, tanto mejor se sirve a la causa del error. Mientras mayor sea la publicidad que se dé a las sugestiones de Satanás, tanto más se agradará a su majestad satánica.--Testimonios para los Ministros, 165 (1892).
Usad sólo argumentos sólidos--Es importante que al defender las doctrinas que consideramos artículos fundamentales de fe, nunca nos permitamos emplear argumentos que no sean completamente correctos. Tal vez sean para acallar a un oponente, pero no honran la verdad. Debemos presentar argumentos sólidos, que no sólo acallen a nuestros oponentes, sino que soporten el examen más estricto y escrutador. Los que se han educado como disputadores están en grave peligro de no manejar la Palabra de Dios con justicia. Cuando hacemos frente a un oponente, nuestro ferviente esfuerzo debe tener por objeto presentar los temas de tal manera que despierten la convicción en su mente en vez de tratar simplemente de dar confianza al creyente.--Joyas de los Testimonios 2:313 (1889).
Quitaos la armadura de combate--Los que llevan el mensaje más solemne que se haya dado a nuestro mundo deben quitarse la armadura de combate, y colocarse en su lugar la armadura de la justicia de Cristo. No necesitamos trabajar con nuestra individualidad finita, porque entonces los ángeles de Dios se apartan y nos dejan solos en nuestra batalla. ¿Cuándo nuestros ministros aprenderán de Jesús? Nuestra preparación para hacer frente a los opositores o para ministrar a la gente debe obtenerse de Dios en el trono de la gracia celestial. Cuando se recibe la gracia de Dios se advierte y reconoce la propia incompetencia. La dignidad y la gloria de Cristo constituyen nuestra fortaleza. La dirección del Espíritu Santo nos conduce a toda verdad. El Espíritu Santo toma las cosas de Dios y las expone ante nosotros y las convierte en un poder vivo en el corazón obediente. Entonces poseemos la fe que obra por amor y purifica el alma, que entonces recibe la perfecta impronta de su Autor.--Carta 21a, 1895.