Nueva York
El mensaje debe avanzar--Mientras estaba en Nueva York en el invierno de 1901, recibí instrucciones concernientes a la obra en esa gran ciudad. Noche tras noche se me mostró el plan de acción que nuestros hermanos debían seguir. En el Gran Nueva York el mensaje debe avanzar como una lámpara encendida. Dios suscitará obreros para esta tarea, y sus ángeles irán delante de ellos. Aunque nuestras grandes ciudades están llegando rápidamente a una condición similar a la que imperaba en el mundo antes del diluvio, aunque son como Sodoma por su impiedad, sin embargo viven en ellas muchas almas honestas que, al escuchar las asombrosas verdades del advenimiento sentirán la convicción del Espíritu. Nueva York está lista para que se trabaje en ella. El mensaje de Dios se predicará con poder en esa gran ciudad. Dios pide obreros. Invita a los que han tenido experiencia en la causa a ocupar su puesto y a realizar en su temor la obra que debe efectuarse en Nueva York y en otras grandes ciudades de los Estados Unidos. También pide recursos financieros para usarlos en esta obra.--Testimonies for the Church 7:54, 55 (1902).
La obra en Nueva York: un símbolo de la obra en el mundo--Los que llevan la responsabilidad de la obra en el Gran Nueva York deberían contar con la ayuda de los mejores obreros que puedan obtenerse. Establézcase aquí un centro para la obra de Dios, y todo lo que se haga sea un símbolo de la obra que el Señor desea que se lleve a cabo en el mundo...
En el Gran Nueva York el Señor tiene muchas almas preciosas que no han doblado su rodilla delante de Baal; y también hay allí personas que por ignorancia han ido por los caminos del error. La luz de la verdad debe brillar sobre éstas para que vean a Cristo como el Camino, la Verdad y la Vida.
Debemos presentar la verdad en el amor de Cristo. No debería introducirse en la obra ninguna extravagancia ni ostentación. Esta debe realizarse según los métodos de Cristo. Debe llevarse a cabo con humildad y con la sencillez del Evangelio. No se dejen intimidar los obreros por las apariencias exteriores, aunque éstas parezcan muy impresionantes. Enseñad la Palabra, y el Señor convencerá los corazones mediante su Espíritu Santo.--Testimonies for the Church 7:38 (1902).
Hay que trabajar siguiendo el método establecido por Dios--Debemos trabajar en armonía con el método de Dios. La obra que se hace para Dios en nuestras grandes ciudades no debe efectuarse según prescripciones humanas...
Al llevar a cabo nuestra obra, debemos recordar lo que Cristo utilizó para realizar su trabajo. El creó el mundo. El hizo al hombre. Luego vino personalmente al mundo para mostrar a sus habitantes cómo podían vivir vidas sin pecado.
Hno.-----, el Señor le ha dado una oportunidad en la ciudad de Nueva York, y su trabajo misionero allí debe servir de ejemplo de lo que debería ser el trabajo misionero en otras ciudades. Ud. debe mostrar cómo hay que llevar adelante la obra, cómo hay que sembrar la semilla, y finalmente cómo hay que reunir la cosecha. Hay personas que pueden ayudarle en su trabajo, que pueden colaborar con Ud. de manera inteligente y manifestarle toda su simpatía...
Su obra en Nueva York ha comenzado en forma correcta. Ud. debe convertir a esta ciudad en un centro de la obra misionera, desde el cual el trabajo misionero pueda extenderse con todo éxito. El Señor desea que este centro sea una escuela para los obreros y no debe permitirse que nada interrumpa la obra. Después que la gente haya aceptado la verdad y haya tomado su posición, el Señor la preparará para que pueda recibir plenamente la verdad bíblica. Ud. debe elegir como colaboradores a hombres que puedan llevar a cabo la obra sólida y cabalmente, y que puedan trabajar por la conversión del cuerpo, del alma y del espíritu. Hay que colocar un fundamento sólido, basado en planes evangélicos, para edificación de la iglesia.--Carta 150, 1901.
Las grandes metrópolis necesitan obra médica misionera y educativa--Necesitamos un sanatorio y una escuela en la vecindad de Nueva York, y cuanto más se demore en establecerlos, tanto más difícil se hará.
Convendría conseguir un lugar fuera de la ciudad donde nuestros obreros misioneros establezcan su hogar. Es sumamente importante que tengan agua pura, libre de toda contaminación. Por esta razón a menudo es conveniente considerar las ventajas que ofrece una ubicación entre los cerros. Debería haber, además terreno que produzca frutas y hortalizas para beneficio de los obreros. Establézcase una misión en un lugar tan saludable como sea posible y téngase un pequeño sanatorio en relación con ella. También hay que encontrar en la ciudad lugar donde puedan darse tratamientos sencillos.
Un sitio como éste podría ser un bien apreciado lugar de retiro para nuestros obreros donde puedan estar al abrigo del bullicio y la confusión que reinan en la ciudad. El ejercicio necesario para andar por los cerros constituye con frecuencia un gran beneficio para nuestros ministros, médicos y otros obreros que corren el peligro de no hacer ejercicio suficiente.
Consíganse hogares como éstos en el vecindario de diversas ciudades, y hombres capaces realicen esfuerzos serios y decididos para predicar en esas ciudades el mensaje de amonestación que debe darse a todo el mundo. Tan sólo hemos tocado superficialmente unas pocas ciudades.--Medical Ministry, 308 (1909).
La mejor ayuda--La mejor obra que podéis hacer es iniciar obra misionera médica en Nueva York. Se me ha mostrado que si en esta obra pudiese haber hombres y mujeres de experiencia que puedan mostrar en qué consiste realmente la obra médica misionera genuina, esto contribuiría poderosamente a producir una impresión correcta en la gente.--Carta 195, 1901.
Evangelismo médico cosmopolita--En Nueva York hay muchos que están maduros para la cosecha. En esta gran ciudad hay miles de personas que no han doblado sus rodillas delante de Baal. El ángel dijo: "He aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo". Lucas 2:10. Nueva York contiene una parte de ese "pueblo". Queremos ver el comienzo del nuevo año con maestros trabajando en todas partes de Nueva York. Hay una obra que debe realizarse en esta ciudad... La obra médica en nuestras grandes ciudades debe relacionarse estrechamente con el ministerio evangélico. Abrirá puertas para que la verdad entre.--Manuscrito 117, 1901.
Las noticias alarmantes son perjudiciales--Hace un tiempo el pastor K publicó algunas noticias muy alarmantes concernientes a la destrucción de Nueva York. Escribí inmediatamente a los encargados de la obra en ese lugar diciendo que no era conveniente publicar tales noticias, porque podrían provocar una agitación que resultaría en un movimiento fanático que dañaría la causa de Dios. Basta presentar a la gente la verdad de la Palabra de Dios. Las noticias alarmantes son perjudiciales para el progreso de su obra...
He advertido a los hermanos que trabajan en Nueva York diciéndoles que no deben publicar estas noticias excitantes y aterradoras. Cuando mis hermanos son extremistas, esto me afecta, y como resultado debo sufrir el reproche de ser llamada una falsa profetisa.
¿Pensáis que si yo hubiera dicho que Nueva York sería destruida por un maremoto, habría instado a comprar una propiedad distante sólo 60 millas de esa ciudad, como sitio de un sanatorio y como un lugar desde el cual podría trabajarse la ciudad de Nueva York?--Carta 176, 1903.
Planes para alcanzar a los hombres de negocios--Deberíais sentir una responsabilidad definida por la obra en Nueva York. Los hombres de negocios de Nueva York y de otras grandes ciudades deben ser alcanzados con el mensaje tan ciertamente como los paganos que viven en países extranjeros.--Carta 168, 1909.
Problemas en la edificación de salones y de iglesias--Id a Nueva York. Observad el terreno cuidadosamente y ved si conviene comprar el salón y el terreno donde está edificado. Tal vez sería posible alquilar el terreno durante un número de años. Se me ha dicho que habrá que seguir alguno de estos métodos en la obra en las grandes ciudades. Si después de una cuidadosa consideración decidís que es mejor comprar el salón, haremos todo lo que sea posible para reunir el dinero. Pero es mejor avanzar inteligentemente. Orad, orad, orad, porque de ser posible Satanás cerrará las puertas que se han abierto a la entrada de la verdad. El Señor desea que se establezca un centro de la verdad en la grande e impía ciudad de Nueva York...
Os pido que investiguéis la obra en Nueva York y que tracéis planes para establecer un monumento para Dios en esa ciudad. Ha de ser un centro para el trabajo misionero y debe contar con un sanatorio... Hay que realizar un esfuerzo decidido para unificar nuestras iglesias en Nueva York y las ciudades de los alrededores. Esto puede hacerse y tiene que hacerse si se quiere llevar a cabo una campaña agresiva en Nueva York.--Carta 154, 1901.
Resultados de un esfuerzo bien dirigido--Dios quiere que la obra progrese en Nueva York. En ese lugar debería haber miles de observadores del sábado, y los habría si la obra se llevara a cabo en la forma debida. Pero han surgido prejuicios. Los hombres quieren que la obra se haga según su propio parecer y rehúsan aceptar planes más amplios trazados por otros. Así se pierden las oportunidades. En Nueva York debería haber varios grupos pequeños bien establecidos y habría que enviar obreros al trabajo. No debe pensarse que debido a que un hombre no ha sido ordenado como predicador no pueda por esto trabajar para Dios. Enséñese a trabajar a esas personas, y luego envíeselas al campo de labor. Cuando regresen, déseles oportunidad para que cuenten lo que han hecho. Que alaben a Dios por sus bendiciones y luego vuelvan a salir. Animadlas. Unas pocas palabras de estímulo serán de inspiración para ellas.--Life Sketches of Ellen G. White, 385 (1915).
Boston y Nueva Inglaterra
Ciudades de Nueva Inglaterra donde no se ha trabajado--He estado preocupada por las grandes ciudades del Este. Además de Nueva York, donde Ud. trabajó durante el verano pasado, está la importante ciudad de Boston, cerca de la que se encuentra el Sanatorio de Melrose. Y no conozco otro lugar donde exista una mayor necesidad de reedificar las primeras obras que Boston y Portland, Maine, donde los primeros mensajes se predicaron con poder, pero donde ahora hay solamente un grupito de creyentes.--Carta 4, 1910.
Hay que trabajar sin dilación--Si Ud. y su esposa trabajan en la obra médica misionera en Boston y en otras ciudades del Este, aumentará su utilidad y la senda del deber aparecerá claramente delante de Ud. En estas ciudades el mensaje del primer ángel se predicó con gran poder en 1842 y 1843, y ahora ha llegado el tiempo cuando el mensaje del tercer ángel debe proclamarse extensamente en el Este. Nuestros sanatorios del Este tienen una gran obra que realizar. El mensaje debe predicarse con poder a medida que la obra se termine. Portland, Maine, una ciudad que se ha destacado en la reforma en favor de la temperancia, debe ser trabajada sin dilación.--Carta 20, 1910.
Hay pueblos en el estado de Maine, tales como Brunswick y Bangor, que deben ser trabajados fielmente. En todas las ciudades y los pueblos del Este, la verdad debe brillar como una lámpara encendida.--Carta 28, 1910.
Importancia de un sanatorio--Los edificios y el terreno ubicados en Melrose constituyen una recomendación para nuestra obra médica misionera, la que debe llevarse a cabo no solamente en Boston, sino también en muchas otras ciudades de Nueva Inglaterra donde aún no se ha trabajado. La propiedad ubicada en Melrose está en condiciones de ser dotada de facilidades que atraerán al sanatorio a personas que no pertenecen a nuestra fe. Los miembros de la aristocracia tanto como la gente común visitarán esa institución para aprovechar las ventajas que ofrece para la restauración de la salud.
Varias veces se me ha dicho que Boston es un lugar donde hay que trabajar fielmente. La luz debe brillar en las afueras de la ciudad y en el centro. El Sanatorio de Melrose es uno de los mejores instrumentos que puedan emplearse para llevar la verdad a Boston. La ciudad y los suburbios deben oír el mensaje final de misericordia que ha de predicarse al mundo. En muchos lugares hay que llevar a cabo reuniones en carpas. Los obreros deben utilizar en la mejor forma posible las habilidades que Dios les ha concedido. Los dones de la gracia aumentarán por medio del uso inteligente. Pero nadie debe exaltarse a sí mismo. No hay que establecer directivas rígidas. Dejad que el Espíritu Santo dirija a los obreros. Estos no deben perder de vista a Jesús, el autor y el consumador de su fe. La obra por esta gran ciudad estará señalada por la manifestación del Espíritu Santo si es que todos andan humildemente con Dios...
Esperamos que los responsables de la obra en Nueva Inglaterra colaborarán con los dirigentes del Sanatorio de Melrose en la tarea de dar los pasos agresivos necesarios para hacer en Boston la obra que debe ser hecha. Cien obreros podrían trabajar con ventaja en diferentes partes de la ciudad y en diversas tareas...
La obra médica misionera constituye una puerta a través de la cual la verdad ha de abrirse camino a muchos hogares en las ciudades. En cada ciudad se encontrarán quienes aprecian las verdades del mensaje del tercer ángel...
El Señor obrará con poder mientras nosotros nos esforcemos por realizar firmemente nuestra parte. El hará que Boston oiga el mensaje de la verdad presente. Colaborad con él para llevar a cabo esto, hermano mío y hermana mía, y él os ayudará, os fortalecerá y animará vuestros corazones mediante la salvación de muchas preciosas almas.--Special Testimonies, Serie B 13:12-16 (1906).
En Boston hay miles de personas que anhelan las verdades sencillas--Me siento ansiosa porque Boston oiga la Palabra del Señor y las razones de nuestra fe. Pedid que el Señor suscite obreros para que trabajen en ese campo. Pedidle que envíe obreros que puedan obtener acceso a la gente de Boston. Hay que hacer resonar el mensaje. Hay miles de personas en Boston que anhelan las verdades sencillas tales como están en Jesús. ¿No podéis vosotros que ministráis en la palabra y en doctrina preparar el camino para que esta verdad llegue a las almas?--Carta 25, 1905.
Si avanzamos por fe--Era el plan de Dios que el Sanatorio de Melrose fuera un medio para que nuestro pueblo alcanzase a las clases altas. La ciudad de Boston y sus alrededores deberían trabajarse cabalmente. Se me ha indicado que diga al pastor--y al pastor--que relacionen con ellos a hombres y mujeres que puedan ayudarle a hacer resonar la llamada de advertencia. Debería conseguirse para el Sanatorio la mejor ayuda posible a fin de imprimir a esa institución un molde religioso.
Obtenga el pastor--la mejor ayuda posible, levante una carpa en los alrededores de Boston y hable a la gente lo que el Señor le sugiera. No debe haber demora en la realización de esta obra. El pastor--podría intensificar los esfuerzos si trabaja en favor de los judíos. Los médicos podrían ayudar mucho si presentan charlas sobre salud en relación con las reuniones...
El Señor pide que se lleve a cabo una obra en Boston. Si avanzáis por fe en esta obra, Dios os bendecirá grandemente. No hay necesidad de grandes despliegues, sino que debe trabajarse calmadamente pero con fervor. El Señor ayudará a sus obreros humildes y fervientes. Haced esfuerzos decididos. Decid continuamente: "No fracasaré ni me desanimaré".--Carta 202, 1906.
Dios ayudará a establecer instituciones--No se preocupe, hermana mía. El Señor conoce su situación. El oirá sus oraciones, porque es un Dios que oye las oraciones y las contesta. Confíe en él, y por cierto que él le proporcionará alivio en la forma como él desee. Siento agradecimiento al escuchar acerca de la bendición de que ha gozado la obra en la Nueva Bedford. Confiemos en Dios y aférrese nuestra fe a él con toda intensidad. Si el Hno.---no se siente en libertad para dar sus discursos a fin de establecer un sanatorio en este momento, es mejor no urgirlo. Las ideas que nosotros pensamos que son buenas, tal vez no sean las mejores. Dejemos que se haga la voluntad del Señor.
Deseo intensamente ver que la obra avance con poder en Nueva Bedford y en Fairhaven, y en muchos otros lugares que necesitan la verdad tanto como los que he mencionado. Esperamos que en algún tiempo pueda establecerse un sanatorio en Nueva Bedford. En esas ciudades se necesitan obreros médicos misioneros. Pero, apreciada hermana, la dirección de un sanatorio requiere un talento extraordinario. Hombres probados y de experiencia deben encargarse de la obra. No basta que sólo una parte de los obreros que se dedican a la tarea de establecer una institución como ésta sean de experiencia. Para su propio bíen, para el bien de la institución y para el bien de la causa en general, es importante que se constituya un equipo de hombres y mujeres bien calificados para que se encarguen de esa tarea. El Señor contempla todo el campo, y cuando llega el momento propicio para iniciar una institución en cierto campo, él puede dirigir hacia ese lugar las mentes de los hombres y las mujeres que están mejor preparados para servir en esa institución.
Hay muchos ramos de la obra que deben promoverse. Existe la oportunidad de que enfermeras bien preparadas vayan a los hogares y despierten en las familias un interés en la verdad. Hay necesidad de muchos evangelistas y obreros bíblicos en ciudades rurales tales como Boston y Nueva Bedford. Esos obreros encontrarán muchas oportunidades para sembrar la buena simiente. Hay trabajo para cada obrero enérgico, responsable y fervoroso. La enseñanza de Cristo, las verdades sencillas enseñadas en sus parábolas, se necesitan hoy tanto como en los días cuando él vivió personalmente en el mundo.--Carta 29, 1905.
Repetid el mensaje en las ciudades del Este--¿Qué se está haciendo en las ciudades del Este que fueron las primeras en recibir el mensaje? Las ciudades del Oeste han tenido ventajas, ¿pero quiénes en el Este se han preocupado de volver a los lugares que en los primeros días del mensaje fueron bautizados con la verdad de la pronta venida del Señor? Se han dado instrucciones según las cuales la verdad debe volver a los estados del Este, donde comenzamos primero nuestro trabajo y donde tuvimos nuestras primeras experiencias. Debemos realizar todo esfuerzo posible por llevar el conocimiento de la verdad a todos los que quieran oír, y hay muchas personas que oirán. En todas nuestras grandes ciudades Dios tiene almas interesadas en la verdad. Hay una gran tarea que debe realizarse en los estados del Este. Repetid el mensaje, repetid el mensaje, son las palabras que se me han dicho una vez tras otra. Dí a mi pueblo que repita el mensaje en los lugares donde se predicó por primera vez, y donde una iglesia tras otra se puso de parte de la verdad, y donde el poder de Dios testificó en favor del mensaje en una forma notable.--Manuscrito 29, 1909.
Las ciudades del este y del sur
El mensaje debe llegar a las ciudades y los suburbios--Ahí están Nueva York y las populosas ciudades aledañas; ahí están Filadelfia, Baltimore y Washington. No necesito enumerar todos estos lugares, porque vosotros sabéis cuáles son. El Señor desea que proclamemos el mensaje del tercer ángel con poder en esas ciudades.--Manuscrito 53, 1909.
Filadelfia: la agitación proporciona oportunidades de acción evangelística--Hay que trabajar en Filadelfia y en otros lugares importantes. Los evangelistas deberían llegar a todos los lugares donde hay mentes agitadas por el asunto de la legislación dominical y por la enseñanza de religión en las escuelas públicas. El descuido de los adventistas de aprovechar estas oportunidades providenciales para presentar la verdad, angustia mi corazón y me mantiene despierta noche tras noche.--The Review and Herald, 20 de abril de 1905.
En la capital nacional--He estado escribiendo mucho acerca de la necesidad de realizar esfuerzos más decididos en la ciudad de Washington... Washington, la capital de los Estados Unidos, es el lugar por excelencia donde la verdad debería brillar.--Carta 132, 1903.
Métodos razonables y acertados para Washington--En la capital de la nación hay que llevar a cabo una poderosa campaña de evangelización... Me alegro porque Ud. ha emprendido esta obra evangélica en Washington, y porque ya ha surgido un interés tan profundo. Los relatos acerca de la obra allí corresponden casi exactamente con las anticipaciones que me fueron dadas acerca de lo que eso sería. Estoy segura de lo que digo, porque este asunto me ha sido presentado; y esta obra no debe ser debilitada llamando a los obreros que son necesarios allí para que trabajen en otros lugares...
En Washington hay que llevar a cabo obra evangélica, y ésta no debe ser interrumpida por llamamiento de los obreros a otros lugares. Dios quiere que esta obra para el público se lleve a cabo con decisión.
Pastor--Ud. está donde el Señor desea que esté, y por lo tanto no debería recargarse con cargas excesivas. Washington ya ha sido descuidada durante mucho tiempo. Ahora hay que efectuar allí una obra decidida. El Señor proporcionará fortaleza y gracia. Los obreros no deben permitirse ser apartados del trabajo por las muchas cosas que seguramente exigirán su atención. Esta es la razón por la cual he estado ansiosa porque cada talento de los obreros que trabajan en Washington se emplee en una forma que promueva la obra de Dios.
El Hno.--ha mencionado a varias personas que él cree que podrían ser de ayuda para la obra en Washington. Pero tened cuidado con las personas que empleáis en la obra allí. Todas las cosas deben mantenerse a la altura de las normas de la Biblia...
En nuestra obra, no es necesario que subamos a la cumbre de un cerro si queremos brillar. No se nos ha dicho que es necesario que hagamos un despliegue especial y maravilloso. La verdad debe ser proclamada por los caminos y los vallados, y debe ser hecha de tal manera que se puedan aplicar métodos sensatos y racionales. La vida de cada obrero que sea enseñado por el Señor Jesucristo manifestará la excelencia de la vida de él. La obra que Cristo efectuó en nuestro mundo debe constituir nuestro ejemplo en lo que a ostentación se refiere. Debemos mantenernos tan alejados de lo que tenga ribetes teatrales y de lo que tienda a lo extraordinario como Cristo se mantuvo alejado de estas actitudes en su obra. Lo que llama la atención y excita no es religión, aunque la religión ejercerá su influencia pura, sagrada, elevadora y santificadora produciendo vida espiritual y salvación.--Carta 53, 1904.
Reuniones de evangelización para la zona de Washington--La ciudad de Washington está rodeada de lugares necesitados de una acción misionera. En esta ciudad misma hay un pequeño mundo de almas que no están convertidas, tanto blancas como de color. ¿Quién siente preocupación por ellas? Y hay muchos otros lugares importantes que aún no han sido amonestados. Cuando veo este descuido me siento apesadumbrada. Estoy orando noche y día para que los dirigentes de la obra experimenten esta misma preocupación. Los que ya están trabajando, abran el camino para que entren otros que también desean trabajar y que están calificados para participar en la acción misionera...
Cerca de Washington, como si fueran nuestras vecinas, hay importantes ciudades que necesitan ser trabajadas. Si nuestros hermanos llevan a cabo una obra misionera fervorosa entre las personas con quienes se relacionan, nuevos campos de labor se abrirán a nuestro alrededor. Muchas personas que se encuentran establecidos aquí sentirán la responsabilidad de trabajar por las almas, y desearán tomar parte activa en la proclamación de la verdad. Rogamos a los que viven en Takoma Park que se conviertan en obreros juntamente con Dios en la tarea de levantar el estandarte de la verdad en territorios donde no se ha trabajado. Empléese para enviar obreros a las ciudades vecinas de Washington una parte de los cuantiosos donativos solicitados. Llévese a cabo fielmente una obra de casa en casa. Las almas perecen fuera del arca que ofrece seguridad. Sea elevado el estandarte de la verdad por los miembros de la iglesia en sus vecindarios. Levanten los ministros sus tiendas y prediquen la verdad con poder a la gente, y vayan luego a otro vecindario para proclamar la verdad en él.--Carta 94a, 1909.
Proclamando un mensaje categórico--Insto a los creyentes de Washington que acudan en ayuda del Señor, en ayuda del Señor contra los poderosos gobernadores de las tinieblas. En esta ciudad y en sus suburbios se requiere una obra personal. Preparad el camino del Rey. Elevad cada vez más el estandarte. Hay una obra de evangelización que debe realizarse en Washington y en Baltimore, y en muchas otras de las grandes ciudades del Sur y del Este. Hay que combinar la obra de enseñar con la de sanar. Vístanse los pastores y los médicos misioneros con toda la armadura de Dios y salgan a proclamar el mensaje evangélico. Hay que proclamar en Washington un mensaje categórico. La trompeta debe hacerse resonar con toda claridad.--Carta 304, 1908.
En Nashville, San Luis y Nueva Orleans--Ahora hay que efectuar todo esfuerzo que sea posible para promover la obra de Dios. Pronto surgirán circunstancias que harán más difícil de lo que ahora es la proclamación de la verdad a muchos que ahora se encuentran a nuestro alcance. Ahora hay que desplegar los esfuerzos más decididos en Washington, en Boston, en Nashville, en San Luis, en Nueva Orleans, y en muchas otras grandes ciudades. Una obra abarcante se realizará cuando tanto hombres como mujeres se ubiquen en su lugar y cumplan fielmente su parte. Se llama a cientos de hombres y mujeres jóvenes para que se eduquen y se preparen para el servicio.--Manuscrito 21, 1908.
Nashville es un centro--Nashville me ha sido presentada como el centro más favorable desde el cual realizar una obra general para todas las clases de los estados del Sur. En Nashville y cerca de esta ciudad hay instituciones de enseñanza bien establecidas que deberían ser respetadas por nuestra gente. Su influencia ha hecho posible que llevemos a cabo con éxito diversas actividades desde ese centro.--Carta 262, 1903.
Menfis y las ciudades del Sur--El Señor me dio un mensaje para el Hno--, en el que se le ordenaba ir a trabajar a Menfis... El obedeció la Palabra del Señor y ha informado un éxito excelente en su obra en Menfis. Se me ha indicado que diga a nuestros miembros que viven en todas las ciudades del Sur: Llevad a cabo todas las cosas bajo la dirección del Señor. La obra se aproxima a su conclusión. Estamos más cerca del fin que cuando creímos por primera vez.--Carta 6, 1909.
Nueva Orleans, Menfis y San Luis--Hay una gran obra que debe realizarse, y disponemos tan sólo de poco tiempo para llevarla a cabo. Hay ciudades en el Sur, como Nueva Orleans, Menfis y San Luis, en las que se ha hecho muy poco, y hay otras donde aún no se ha entrado con la verdad. En estos lugares hay que elevar el estandarte de la verdad. Debemos llevar la verdad a la gente con poder y vigor.--Manuscrito 56, 1904.
Hay que trabajar la ciudad de Nueva Orleans. En el momento conveniente del año hay que efectuar un ciclo de conferencias públicas. Hay que efectuar reuniones de reavivamiento en muchos lugares, y después de que éstas terminen hay que llevar a cabo campañas de evangelización. Así es como se reunirán las gavillas.
Ahora que es necesario trabajar con más plenitud en Nueva Orleans, se me ha pedido que diga: Tanto hombres como mujeres que poseen conocimiento de la verdad y que comprenden el camino del Señor entren en esta ciudad para trabajar con sabiduría y en el temor del Señor. Los obreros que sean elegidos para trabajar en Nueva Orleans deberían ser los que se preocupan sinceramente del bien de la causa, personas que siempre tengan en cuenta la gloria de Dios y que pongan la fortaleza del Dios de Israel como su vanguardia y su retaguardia. El Señor ciertamente oirá y contestará las oraciones de sus obreros si éstos buscan su consejo y su instrucción.
A los obreros que vayan a ese campo quiero decirles: Ejerced fe en Dios; y en vuestra asociación con personas que no son de nuestra fe, dejad que la práctica de la verdad se manifieste en vuestras vidas. Al presentar las doctrinas de vuestra fe, emplead los argumentos persuasivos de la Palabra de Dios, y dejad que vuestros oyentes comprendan que no deseáis entrar en controversia con ellos en lo que atañe a sus creencias, sino que anheláis presentarles un "Así dice Jehová". "Escrito está", fue la enérgica exhortación presentada por Cristo en cada caso.
Predicad por medio de vuestras vidas la piedad práctica de la fe que creéis. Dejad ver que la verdad nunca degrada a quien la recibe haciéndolo áspero y vulgar o irritable e impaciente. Poned de relieve ante todos vuestra paciencia, bondad, longanimidad, dulzura, compasión y verdadera piedad; porque estos atributos constituyen la expresión del carácter de Dios a quien servís.--Manuscrito 49, 1907.
Obreros para la zona del sur--Trabajen los misioneros sosegadamente tanto en favor de los blancos como de la gente de color en el Sur. Deben trabajar de modo que puedan ayudar a los más necesitados, a los que están rodeados por influencias engañosas. Muchos de ellos se hallan bajo el control de quienes pueden excitar las pasiones más bajas del corazón humano. Los sacerdotes y los dirigentes de los días de Cristo trabajaron con éxito para excitar las pasiones de la turba, porque sus integrantes eran ignorantes y habían puesto su confianza en el hombre. Así fue como fueron inducidos a denunciar y rechazar a Cristo y a elegir a un ladrón y asesino en su lugar. La obra en el Sur debe hacerse sin ruido ni ostentación. Los misioneros que están verdaderamente convertidos y que sienten la responsabilidad de la obra, busquen sabiduría de parte de Dios y con todo el tacto de que sean capaces vayan a trabajar en este campo. Los misioneros médicos pueden encontrar un campo de trabajo donde aliviar la aflicción de quienes están aquejados por dolencias corporales. Deberían contar con recursos para vestir a los desnudos y alimentar a los hambrientos. La obra de beneficencia cristiana producirá mayor beneficio que la predicación de sermones... Sean los obreros semejantes a Cristo, para que por precepto y ejemplo ejerzan una influencia elevadora. Provéanse de las lecciones más adecuadas y sencillas de la vida de Cristo para presentarlas a la gente. No deben espaciarse sobre puntos doctrinales, o sobre características de nuestra fe que pueden parecer extrañas y nuevas; pero en cambio presenten los sufrimientos y el sacrificio de Cristo; pongan de relieve su justicia y manifiesten su gracia; den a conocer su pureza y santidad de carácter. Los obreros que trabajen en los campos del sur necesitarán enseñar a la gente línea sobre línea y precepto sobre precepto, un poquito aquí y otro poquito allí.--The Review and Herald, 24 de diciembre de 1895.
Hay que animar a los obreros de las ciudades del sur--El Señor ha estado obrando. Hermanos míos, en lugar de criticar lo que se ha hecho, ahorrad vuestras palabras para las grandes ciudades que aún no han sido trabajadas, tales como Nueva Orleans, Menfis y San Luis. Id a esos lugares y trabajad por la gente, pero no pronunciéis palabras de censura concernientes a quienes han procurado con tanto empeño hacer todo lo posible para promover la obra. Algunas veces esos obreros estaban casi desanimados, pero nosotros continuamos orando por ellos. A cualquier lugar donde iba, yo pedía las oraciones del pueblo de Dios en favor de ellos.--The Review and Herald, 25 de mayo de 1905.
Filadelfia, Nueva Orleans y San Luis--Ud. habla de la obra que debería realizarse en los Estados Unidos, pero que no se ha hecho. Yo quisiera hablar de estos campos descuidados tal como se me ha presentado este asunto. Quiero hablar no tan sólo en favor de los campos del sur, sino en favor de las grandes ciudades, que al haber sido descuidadas y al no haber sido amonestadas constituyen una condenación para nuestro pueblo, cuyos miembros pretenden ser misioneros del Maestro...
Sobre nosotros pesa el reproche de Dios debido a que las ciudades populosas que están a nuestro alcance no han sido trabajadas ni amonestadas. Una terrible acusación de descuido ha sido formulada contra quienes han estado durante tanto tiempo en la obra, aquí mismo en los Estados Unidos, y que sin embargo no han entrado en las grandes ciudades. ¿Qué se ha hecho en Filadelfia, en Nueva Orleans, en San Luis y en otras ciudades que yo podría nombrar? No hemos hecho demasiado por los campos misioneros extranjeros, pero no hemos hecho nada comparativamente por las ciudades populosas que están a nuestras mismas puertas.--Carta 187, 1905.
Las ciudades de los estados centrales
Necesidades de las ciudades populosas, incluyendo a Detroit--Se ha hecho muy poco en Nueva York, en Detroit y en muchas otras ciudades populosas. Las ciudades del sur han sido descuidadas, aunque los testimonios del Espíritu de Dios han llamado la atención de nuestro pueblo hacia ellas. Aunque no es mi intención detener la mano que se extiende hacia nosotros pidiendo que trabajemos en países lejanos, quiero que nuestro pueblo comprenda que hay una obra que debe realizarse en este país.--Carta 43, 1903.
Cleveland y Cincinnati--El Señor tiene muchas almas preciosas en Cleveland y Cincinnati, y en otras ciudades, las que deberían ser alcanzadas con las verdades especiales para este tiempo.--Manuscrito 19a, 1890.
Hay que amonestar a Chicago desde centros rurales--Por ahora, algunos obreros estarán obligados a trabajar en Chicago; pero éstos deberían estar preparando centros de trabajo en distritos rurales, desde los cuales trabajar la ciudad. El Señor desea que su pueblo se preocupe de ellos y adquiera propiedades humildes y baratas para convertirlas en centros para llevar a cabo su obra. De vez en cuando encontrarán lugares más amplios que podrán adquirir a un costo sorprendentemente bajo.--Medical Ministry, 305, 306 (1906).
Una obra importante en Denver--Según me ha sido presentado este asunto, veo que hay necesidad de que se realice una obra importante en Denver. En el pasado, muchas cosas han atentado contra la prosperidad de la obra aquí, y esta influencia desfavorable aún no ha sido enteramente quitada.
En Denver vive un grupo numeroso de gente de color. Hay que realizar esfuerzos especiales en favor de ella, tanto de los miembros blancos de la iglesia como de los de color. Efectúese una obra fervorosa por las personas que aún no conocen la verdad.--Carta 84, 1901.
Las ciudades del oeste
Las ciudades de California--Hay una obra que debe ser realizada en California--una obra que ha sido extrañamente descuidada. No se atrase más esta obra. Estemos preparados para entrar por las puertas que se hallen abiertas para la presentación de la verdad. Se ha trabajado un poco en la populosa ciudad de San Francisco, pero al estudiar el campo vemos claramente que tan sólo hemos comenzado. Tan pronto como sea posible hay que realizar campañas de evangelización en diferentes sectores de esta ciudad, y también en Oakland. No se comprende cuánta perversidad hay en San Francisco. Nuestra obra en esta ciudad debe ampliarse y profundizarse. Dios ve en ella a muchas almas que deben ser salvadas.--Testimonies for the Church 7:110 (1902).
¿No haremos todo lo que podamos para establecer la obra en las grandes ciudades de San Francisco y Oakland, y en todas las demás ciudades de California? Miles y miles de personas que viven en las ciudades que nos rodean necesitan ayuda en diferentes formas. Comprendan los ministros del Evangelio que el Señor Jesucristo dijo a sus discípulos: "Vosotros sois la luz del mundo". Mateo 5:14.--Manuscrito 79, 1900.
Reuniones celebradas en carpas en el oeste--En las grandes ciudades, tales como San Francisco, hay que celebrar reuniones bajo carpas con buenos equipos; porque de aquí a no mucho tiempo estas ciudades sufrirán bajo los juicios de Dios. San Francisco y Oakland están llegando a ser como Sodoma y Gomorra y el Señor las visitará con su ira.--Manuscrito 114, 1902.
La obra será abreviada--San Francisco ha sido visitada con duros juicios, pero Oakland hasta ahora ha sido misericordiosamente preservada. Llegará el tiempo cuando nuestro trabajo en esos lugares será interrumpido, de manera que es importante que ahora se lleven a cabo esfuerzos vigorosos para proclamar el mensaje de Dios a sus habitantes.--Manuscrito 25, 1908.
Una amonestación a los obreros de San Francisco--La obra que se lleva a cabo en San Francisco es una buena obra. Pero a cada paso hay que velar y orar, porque muchas cosas ocurrirán para confundir y enredar a los obreros. Hermanos míos, se me ha ordenado que os diga: "Velad y orad". Velad a fin de no poneros en el camino de la obra de Dios, realizando una impresión que dañe la verdad. Revestid vuestra profesión con una conducta honesta. Apreciad la gracia del Espíritu Santo a fin de no llegar a ser estorbos en el camino de la obra de Dios. Enderezad las sendas que recorren vuestros pies, no sea que el cojo sea desviado del camino.--Manuscrito 105, 1902.
Ciudades de los alrededores de la bahía; Oakland--Mi alma está llena de remordimiento--no puedo expresarlo en otra forma--debido a que lugares como éste [Petaluma] hayan sido dejados de lado. Una vez en mucho tiempo un ministro ha ido a ese lugar para hablar a los creyentes, pero no se ha realizado ningún esfuerzo para presentar la verdad a la gente. Cuál ha sido la razón por la que Petaluma ha sido descuidada es algo que escapa a mi comprensión. Está tan cerca de San Francisco, pero en lo que concierne a la predicación de la verdad parecería como si estuviese en Africa.
Hay una obra que hacer en San Francisco y en Oakland y alrededor de estas ciudades. Hay que trabajar en los pueblos vecinos. Veo que existe una tremenda necesidad de que nuestros ministros obtengan el espíritu de la proclamación en alta voz antes de que sea demasiado tarde para trabajar en favor de la conversión de las almas.--Carta 113, 1902.
Reuniones al aire libre en lugares de veraneo--Durante algunos meses hemos estado planeando llevar a cabo reuniones al aire libre cerca de Santa Elena, Calistoga y en otros lugares del Valle de Napa. La primera de ellas se efectuó el domingo 7 de junio en Hot Springs Park, en Calistoga. La asociación nos prestó algunas sillas plegadizas. Los miembros de la iglesia de Calistoga están deseosos de llevar la verdad a los que aún no la conocen, de manera que realizaron cuidadosos preparativos para la reunión. Confiábamos en que las reuniones al aire libre serían el medio para alcanzar a algunas personas que no asistirían a una iglesia. Y precisamente esto fue lo que ocurrió.
Aunque en ese día hacía un calor sofocante, un buen número de personas asistió a la reunión. El Señor me concedió mucha libertad de expresión. La gente parecía disfrutar mucho de la reunión, y se decidió celebrar otras reuniones en ese mismo lugar el sábado y el domingo siguientes. Nuestros miembros se reunieron temprano el domingo de mañana y pasaron el día juntos al aire libre bajo los árboles. El domingo siguiente asistió un número mayor de personas que el domingo anterior.
Esperamos continuar estas reuniones al aire libre. Estoy convencida de que por medio de ellas es posible producir mucho bien. Celebraremos la próxima cerca de Santa Elena, si es que podemos encontrar un lugar apropiado.
Deseamos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para amonestar a los que viven a nuestro alrededor acerca de la pronta venida del Salvador. Siento un profundo interés y aprecio por quienes aún no conocen la verdad para este tiempo.--The Review and Herald, 14 de julio de 1903.
En el sur de California--Hay una obra que debe realizarse en los Angeles. En el sur de California, como también en muchos otros lugares, hay oportunidades promisorias para trabajar en relación con los lugares de curación o colonias de enfermos. Nuestros pastores y colportores deberían estar en esos lugares a la espera de oportunidades para presentar el mensaje, y celebrando reuniones cuandoquiera que puedan hacerlo... Deben presentar la Palabra de Dios con claridad y poder, para que los que quieren escuchar, oigan la verdad. Los oradores deben ir a distintas localidades en el sur de California para colocar la verdad presente en el camino de las personas que no la conocen.--Manuscrito 105, 1902.
Los Angeles--He recibido instrucción especial acerca del carácter y la magnitud de la obra que debe realizarse en Los Angeles. Varias veces se han enviado mensajes concernientes al deber que pesa sobre nosotros de proclamar con poder en esa ciudad el mensaje del tercer ángel.--The Review and Herald, 2 de marzo de 1905.
Redlands y Riverside--Hay una obra importante que debe efectuarse en las ciudades de Redlands y Riverside. Las iglesias que hay allí deben crecer. Que la obra progrese.--Carta 193, 1905.
El mensaje en las ciudades populosas del oeste--Se cometería un error al edificar o comprar grandes edificios en las ciudades del sur de California. Los que ven grandes ventajas en esto carecen de comprensión.
Hay una gran obra que debe realizarse en hacer resonar el mensaje evangélico para este tiempo en estas ciudades populosas, pero el poner muebles y accesorios en grandes edificios para llevar a cabo una obra aparentemente maravillosa ha sido un error. El Señor desea que los hombres anden humildemente con él. El mensaje de amonestación debe hacerse resonar en las ciudades populosas y perversas.--Manuscrito 30, 1903.