La divulgación del mensaje en Europa
Todo el mundo debe ser iluminado--En esta época debería haber representantes de la verdad presente en cada ciudad y hasta en los lugares más remotos de la tierra. Todo el mundo debe ser iluminado con la gloria de la verdad de Dios. La luz debe brillar en todos los países y para todas las gentes. Y el brillo de la luz debe proceder de los que la han aceptado...
Ciertos países gozan de ventajas que los convierten en centros de educación e influencia. En los países de habla inglesa y en las naciones protestantes de Europa resulta comparativamente fácil hallar acceso a la gente, y son muchas las ventajas que aconsejan establecer instituciones en esas áreas para llevar a cabo nuestra obra... Los Estados Unidos cuentan con numerosas instituciones que dan reputación a la obra. Habría que establecer medios de trabajo similares en Inglaterra, Australia, Alemania y Escandinavia, y en otros países continentales, a medida que la obra progrese. El Señor cuenta en esos países con obreros capaces y trabajadores experimentados. Estos pueden tomar la iniciativa en el establecimiento de instituciones, la preparación de obreros y la promoción de la obra en sus diferentes aspectos. Dios se propone que todos sean dotados con recursos y medios de trabajo. Las instituciones que ya están establecidas dan renombre a la obra en otros países, y proporcionan oportunidad para la preparación de obreros que prestarán servicio en las naciones donde reina el paganismo. En esta forma la eficiencia de nuestros obreros experimentados se multiplicará cien veces más...
Me causa aflicción pensar que no se proporcionan medios de trabajo más adecuados para la obra en toda Europa. Siento profunda aflicción cuando pienso en el estado de la obra en Suiza, Alemania, Noruega y Suecia. Donde ahora hay uno o dos hombres que luchan por promover los diferentes ramos de la causa, debería haber cientos de ellos puestos al trabajo.--Testimonies for the Church 6:24-26 (1900).
Una gran obra en Europa--En Europa hay que llevar a cabo una gran obra. Todo el cielo está interesado no sólo en los países cercanos que necesitan nuestra ayuda, sino también en las naciones alejadas. Todos los habitantes del cielo están dedicados al servicio activo en su ministerio en favor del mundo caído. Manifiestan un interés profundo y fervoroso en la salvación de los hombres, los habitantes caídos de este mundo.--Manuscrito 65, 1900.
Se ha encomendado una gran obra a los que presentan la verdad en Europa... Ahí están Francia y Alemania con sus grandes ciudades y su numerosa población. Ahí tenemos a Italia, España y Portugal después de tantos siglos de oscuridad... abiertos, a la Palabra de Dios--abiertos para recibir el postrer mensaje de amonestación al mundo. Ahí tenemos a Holanda, Austria, Rumania, Turquía, Grecia y Rusia, países habitados por millones y millones de personas cuyas almas son ante la vista de Dios tan preciosas como las nuestras, y quienes no han oído nada acerca de las verdades especiales para nuestro tiempo...
Algo se ha hecho en estos países. Hay algunos que han recibido la verdad, que están esparcidos en casi cada país, donde hacen brillar su luz... ¡Pero cuán poco se ha hecho en comparación con la gran obra que tenemos por delante! Los ángeles de Dios están influyendo en las mentes de los humanos a fin de preparar a las gentes para que reciban la amonestación. Se necesitan misioneros para que trabajen en campos donde apenas se ha entrado con la verdad. Constantemente hay nuevos campos que abren sus puertas. Hay que traducir la verdad a diferentes idiomas para que todas las naciones puedan disfrutar de su influencia pura y vivificadora.--Life Sketches of Ellen G. White, 304, 305 (1915).
Llamamiento a establecer una obra amplia y sólida--El tiempo ha llegado para realizar grandes cosas en Europa. Una obra grande, semejante a la que se ha hecho en los Estados Unidos, puede ser hecha en Europa. Estableced sanatorios y restaurantes higiénicos. Haced brillar la luz de la verdad presente por medio de la página impresa. Sea proseguida la traducción de nuestros libros. Me fue mostrado que en diferentes países de Europa se encenderán luces en muchas localidades.
Hay muchos lugares donde la obra del Señor no está representada como debiera verse. Se necesita ayuda en Italia, en Francia, en Escocia y en muchos otros países. Una obra más amplia debiera hacerse en esos lugares. Se necesitan obreros. Hay talentos entre los hijos de Dios en Europa, y el Señor desea que esos talentos sean empleados para establecer, en toda Gran Bretaña y el continente, centros desde los cuales la luz de la verdad pueda resplandecer.
Hay una obra que hacer en Escandinavia. Dios está tan deseoso de obrar por medio de los creyentes escandinavos como con los americanos.
Hermanos míos, permaneced cerca del Señor Dios de los ejércitos. Sea él vuestro temor y pavor. El tiempo de extender su obra ha llegado. Tiempos de disturbios están delante de nosotros, pero si permanecemos unidos en los sentimientos de fraternidad cristiana, sin que nadie busque la preponderancia, Dios trabajará poderosamente en nuestro favor.--Joyas de los Testimonios 3:221 (1904).
Un esfuerzo más intenso en Europa--Se requerirá un esfuerzo mucho más intenso para llevar a cabo la obra [en Europa] que el que se necesita en los Estados Unidos, a causa de la pobreza de la gente. Además, hay un número tan grande de pastores. Pensemos en estas palabras del apóstol: "Teniendo comezón en las orejas, amontonarán para sí maestros". 2 Timoteo 4:3 (VM). Tan pronto como se presenta la verdad en una localidad, los pastores de las diferentes iglesias se alarman y envían en busca de otros ministros para que inicien reuniones de reavivamiento. Aquí las llaman conferencias. Estas reuniones suelen durar semanas y a veces cuentan con la participación de no menos de diez ministros; emplean a los mejores talentos, y las iglesias derraman amonestaciones y amenazas contra los adventistas, quienes son clasificados con los mormones, y de quienes se dice que están destruyendo las iglesias y causando divisiones.
Resulta sumamente difícil atraer a la gente. El único método que hemos descubierto que tiene éxito consiste en llevar a cabo reuniones de estudios bíblicos, mediante las cuales se consigue el interés de una, dos o tres personas; luego éstas visitan a otras y procuran interesarlas, y en esta forma la obra progresa lentamente como ha ocurrido en Lausana; sin embargo, veinte personas han aceptado la verdad en esa ciudad, y esto no es el único bien que se ha efectuado, porque los jóvenes que se están preparando como obreros han tenido aquí una excelente ejercitación y han recibido una preparación que los capacitará para ser de mayor utilidad en la causa de Dios.--Carta 44, 1886.
Cómo alcanzar a los feligreses de las iglesias de los estados europeos--Según la luz que me ha sido dada concerniente a la gente que vive en esta parte del país, y probablemente en toda Europa, cuando se presenta la verdad existe el peligro de excitar su combatividad. Hay poquísima armonía entre la verdad presente y las doctrinas de la iglesia en la que mucha gente ha nacido y ha sido criada; estas personas, además, están llenas de prejuicios, y están en forma tan completa bajo el control de sus ministros, que en muchos casos no se atreven ni a acercarse para escuchar la verdad presente. A raíz de esto surgen estas preguntas: ¿Cómo se puede alcanzar a esta gente? ¿Cómo puede llevarse a cabo la gran obra del mensaje del tercer ángel? Esta debe efectuarse mayormente por medio del esfuerzo individual perseverante; mediante las visitas a la gente en sus propios hogares.--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 149, 150 (1886).
El mensajero silencioso--Alguien dice: "Pero suponed que no nos admitan a los hogares de la gente; y si logramos entrar, suponed que se opongan a la verdad que presentamos. ¿No nos liberaría esto de la responsabilidad de realizar esfuerzos adicionales en favor de ellos?" De ningún modo. Aunque os cierren las puertas en la cara, no os retiréis llenos de indignación sin realizar nuevos esfuerzos para salvarlos. Pedid a Dios con fe que os abra el camino de entrada a esas mismas almas. No cejéis en vuestros empeños, sino estudiad y trazad planes hasta que encontréis algún otro medio de alcanzarlas. Si no conseguís éxito mediante las visitas personales, procurad enviarles el mensajero silencioso de la verdad. Hay tanto orgullo por las opiniones personales en el corazón humano, que nuestras publicaciones con frecuencia consiguen entrar donde el mensajero viviente no puede hacerlo.
Se me ha mostrado en qué forma las publicaciones acerca de la verdad presente son tratadas algunas veces por muchas personas en Europa y en otros países. Una persona recibe un folleto o una revista. Lee un poquito y encuentra algo que no concuerda con sus puntos de vista, de manera que lo arroja a un lado. Pero no olvida las pocas palabras que leyó. Aunque no recibieron la bienvenida, sin embargo permanecen en la mente hasta que surge un interés que la impulsa a leer más acerca del tema. Nuevamene toma el folleto; y el lector vuelve a encontrar en él algo que contradice sus opiniones y costumbres sostenidas durante largo tiempo, y de nuevo lo arroja con enojo. Pero el mensajero rechazado no dice nada que aumente la oposición o excite su combatividad; y cuando desaparece la intensidad de su enojo, y la persona vuelve a apoderarse del folleto, éste le comunica la misma historia sencilla y directa, y así encuentra en él gemas preciosas. Los ángeles de Dios están cerca para impresionar su corazón con la palabra no hablada; y aunque esa persona se muestre renuente, finalmente cede y la luz se posesiona del alma. Los que en esta forma son convertidos sin quererlo, con frecuencia resultan ser los creyentes más firmes, y su experiencia les enseña a trabajar perseverantemente en favor de otros.--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 150 (1886).
Reuniones al aire libre y en carpas--Me pidieron que hablara acerca de las reuniones en carpa en Europa. Les dije que según los conocimientos que Dios me había impartido, las carpas podían emplearse con ventaja en algunos lugares, y si se obrara debidamente se obtendría un gran bien. No supe entonces por qué me habían llamado para que hablara acerca de ese tema, pero posteriormente me enteré de que había sido porque el Hno.-----había hablado antes contra las carpas como el método más adecuado para celebrar reuniones.
Luego presenté mis objeciones contra las reuniones al aire libre. Cansaba mucho a los ministros debido al esfuerzo excesivo que debían realizar con los órganos vocales. Debían forzar la voz hasta hacerla alcanzar un tono que no es el natural, y este método de trabajo les producía un grave perjuicio. Otra objeción era que no es posible mantener el orden y la disciplina; esa clase de trabajo no servía para estimular hábitos de estudio en la investigación diligente de las Escrituras a fin de extraer de la bodega de Dios cosas nuevas y antiguas.--Carta 2, 1885.
Dios trabajará con poder--Hay una tremenda obra que debe llevarse a cabo en Europa. Puede ser que al comienzo parezca moverse con lentitud y dificultad; pero Dios obrará poderosamente mediante vosotros si es que os entregáis por entero a él. La mayor parte del tiempo tendréis que avanzar por fe y no por sentimiento.--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 128, 129 (1886).
Hasta los confines de la tierra--La luz de la verdad ha de resplandecer hasta los confines de la tierra. Una luz cada vez mayor resplandece con brillo celestial del rostro del Redentor sobre sus representantes, para ser difundida en las tinieblas de un mundo sumido en la noche. Como colaboradores suyos, oremos por la santificación de su Espíritu, para que podamos resplandecer con brillo cada vez mayor...
Nuestros esfuerzos no deben limitarse a unos pocos lugares donde la luz ha llegado a ser tan abundante que ya no se aprecia. El mensaje evangélico debe ser proclamado a todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos.--Joyas de los Testimonios 3:223 (1904).
Debe circundar el mundo--Dios ha capacitado a su pueblo para que ilumine el mundo. Ha confiado a los hombres facultades que los habilitan para extender y realizar una obra que ha de circundar el mundo. En todas partes hay que establecer sanatarios, escuelas, imprentas y otros medios de trabajo.
Pero esta obra aún no se ha realizado. En los países extranjeros hay que iniciar y hacer progresar muchas empresas que requieren recursos financieros. La apertura de restaurantes higiénicos y el establecimiento de sanatorios para la atención de los enfermos y los dolientes, constituye una necesidad tanto en Alemania como lo es en los Estados Unidos. Hagan todos lo mejor que puedan, gloriándose en el Señor, y bendiciendo a otros por medio de sus buenas obras.
Cristo colabora con los que se ocupan en la obra misionera médica. Quienes, desinteresadamente, hagan todo lo posible por fundar sanatorios y salas de tratamientos en muchos países serán recompensados abundantemente. Los que visiten esas instituciones recibirán beneficio físico, mental y espiritual. Los que están fatigados cobrarán nuevas fuerzas, los enfermos recuperarán la salud, y los que están agobiados por el pecado hallarán alivio. En países lejanos se oirán expresiones de agradecimiento pronunciadas por personas cuyos corazones han sido apartados de la servidumbre del pecado y llevados hacia la justicia. Sus himnos de agradecida alabanza constituirán un testimonio que ganará a otras almas a la verdad.--Carta 121, 1902.
Inglaterra y sus ciudades
¿Cómo hay que amonestarlos?--Tenemos las grandes ciudades de Inglaterra y el continente que aún no han escuchado el postrer mensaje de advertencia. ¿Cómo hay que amonestarlos? Si el pueblo de Dios tan sólo quisiera ejercer fe, trabajaría en una forma admirable para realizar esta obra. Escuchemos las palabras de Cristo: "Si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos". Mateo 18:19. ¡Preciosa promesa! ¿Creemos en ella? ¡Qué resultados maravillosos se verían si las oraciones unidas de este grupo ascendieran al cielo impulsadas por una fe viviente! Jesús está listo para tomar esas peticiones y presentarlas a su Padre, diciendo: "Conozco a estas personas por nombre. Contesta sus oraciones, porque tengo esculpidos sus nombres en las palmas de mis manos".--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 152 (1886).
Presentación de la verdad en Londres--En la iglesia se necesita celo, y también se requiere sabiduría para encauzarlo. Hasta ahora habéis puesto demasiado poco empeño en la obra de salvar a las almas. Si veis que es necesario llevar a cabo una tarea en Londres y en las ciudades aledañas, debéis contar con una fuerza unida y de acción irresistible; arremeted con poder y plantad firmemente el estandarte, como si estuvieseis determinados a hacer triunfar la verdad. La timidez y los movimientos cautelosos han sido muestras de falta de fe; se han esperado tan sólo resultados magros...
El hecho de que las cosas se muevan con lentitud en Inglaterra no constituye una razón para que la gran obra misionera se mueva lentamente en su tarea de hacer frente a los hábitos y las costumbres de los hombres por temor a sorprender a la gente. Esta necesita ser sacudida mucho más aún. Los negocios del Señor requieren premura, porque las almas están pereciendo sin tener conocimiento de la verdad...
Se necesita ejercer precaución; pero si bien es cierto que algunos obreros son cautos y se dan prisa lentamente, si los que ven la necesidad de actuar con acometividad no se unen con ellos en la obra, se perderá mucho, las oportunidades pasarán y no se verán las brechas de entrada que Dios abre.--Carta 31, 1892.
Una gran obra en Inglaterra--Hay una gran obra que debe hacerse en Inglaterra. La luz que debe irradiar de Londres debe extenderse con rayos luminosos e inconfundibles hacia las regiones apartadas. Dios ha obrado en Inglaterra, pero el mundo de habla inglesa ha sido descuidado terriblemente. Inglaterra ha necesitado muchos más obreros y apreciablemente más recursos. Londres apenas ha sido tocada. Mi corazón se ha conmovido profundamente cuando esta situación me ha sido presentada...
En la ciudad de Londres solamente habría que tener trabajando a no menos de cien hombres. El Señor ha notado el descuido de que ha sido objeto su obra, y llegará el momento cuando habrá que pagar una cuenta muy grande.--Testimonies for the Church 6:25, 26 (1900).
Un ejército de obreros--Me parece que la necesidad que hay en Inglaterra de tener más obreros constituye un asunto muy importante para nosotros en este país. Hablamos de China y de otros países. Pero no olvidemos a los países de habla inglesa, donde, si se presentara la verdad, muchos la recibirían y la practicarían.
¿Por qué no se ha trabajado más en Inglaterra? ¿Cuál ha sido la causa? Los obreros no han podido encontrar recursos. ¿No nos habla esto acerca de la necesidad de practicar la economía en todo sentido?...
Nadie suponga que solamente una o dos personas pueden llevar a cabo la obra en Londres. Esto no constituye un plan acertado. Si bien es cierto que puede haber quienes son capaces de supervisar la obra, a pesar de esto debe haber un ejército de obreros que se esfuercen por alcanzar a las diversas clases de personas. Debe realizarse una obra de casa en casa.--The General Conference Bulletin, 22 de abril de 1901.
Se recibirá ayuda financiera--Hay una obra que debe hacerse en Londres. He recibido instrucción según la cual esa obra puede ser hecha, y se me ha dicho que se recibirá ayuda desde afuera. Los que poseen recursos contribuirán financieramente. No necesitáis andar con delicadezas para pedirles dinero.--The General Conference Bulletin, 22 de abril de 1901.
El lugar de reunión. Alquílense buenos locales--La obra en Inglaterra podría ahora estar mucho más avanzada si nuestros hermanos, cuando se inició la obra en aquel país, no hubiesen procurado trabajar haciendo tanta economía. Si hubieran alquilado buenos salones, y llevado a cabo la obra convencidos de que poseíamos grandes verdades, las que con toda seguridad saldrían victoriosas, habrían tenido un éxito mayor. Dios desea que se comience la obra de tal manera que las primeras impresiones que se realicen, en toda la amplitud de su alcance, sean las mejores que puedan realizarse.--Obreros Evangélicos, 477 (1915).
Problemas de casta y de clase--Es cierto que hay muchas dificultades a las que debe hacerse frente al presentar la verdad aun en la cristiana Inglaterra. Una de las mayores consiste en la diferencia de condición de las tres clases principales, y el sentimiento de casta que es muy fuerte en este país. En la ciudad los capitalistas, los tenderos y los obreros a jornal, y en el campo los terratenientes, los medieros y los trabajadores agrícolas, constituyen tres clases generales entre las que hay amplias diferencias en educación, en modos de sentir y en recursos. Es muy difícil que una persona pueda trabajar por todas las clases al mismo tiempo. La riqueza significa grandeza y poder; la pobreza equivale más o menos a la esclavitud. Esto constituye un estado de cosas que Dios nunca quiso que existiera.--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 164 (1886).
Las clases superiores alcanzadas por las más bajas--En un país donde una parte tan grande de la población es mantenida en un estado de servidumbre por los pudientes, y donde las clases más elevadas están esclavizadas por rancias costumbres, no puede menos que esperarse que el progreso de una verdad impopular al comienzo sea lento. Pero si los hermanos son pacientes, y si los obreros están plenamente despiertos y sienten un intenso deseo de aprovechar cada oportunidad que se presente para extender la luz, estamos seguros de que una abundante cosecha de almas se recogerá en el suelo inglés. Mediante el ejercicio de tacto y perseverancia se encontrarán amplios recursos para llegar a la gente.
Es indudable que siempre habrá dificultades para alcanzar a las clases superiores. Pero la verdad con frecuencia se abrirá paso hacia la nobleza alcanzando primero a la clase media y a la clase pobre.--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 166 (1886).
Se pide que se lleve a cabo una obra cuidadosa--No porque Ud. no vea en la antigua Inglaterra los mismos resultados que Ud. apreció en Australia, debe tomarse la libertad de desmerecer lo que ya se ha conseguido. Hay almas preciosas en Grimsby y en Ulceby, y pronto entrarán otras. En Southampton tenemos algunas buenas personas, y el hermano que encontré en casa del Hno.---y las pocas personas que se relacionan con él, creo que constituyen un buen material humano. Por el hecho de que no ven cada cosa tal como nosotros las vemos se requiere sabiduría para tratar sus casos, a fin de unirnos en toda circunstancia para no agrandar la brecha entre nosotros.
La Hna.---, creo, se decidirá si se la trata con prudencia. Estas personas no deben ser tratadas con indiferencia, sino que hay que realizar cuidadosos esfuerzos para traerlas a la noble verdad. Queremos a esa dama como obrera... Es una tarea interesante salir a caza de las ovejas y hacer todo lo posible por traerlas al redil. Requerirá tiempo despojarlas de todas sus ideas extrañas y de sus conceptos erróneos, pero debemos ser pacientes y no alejarlas de nosotros. Dios está trabajando con ellas, y cuando reflexiono sobre el pasado veo desánimos tan grandes como los que hemos tenido que sobrellevar y como los que aún tenemos que dominar en la vieja Inglaterra.--Carta 50, 1887.
Dios cuidará a los fieles de Inglaterra--El Hno. S. H. Lane nos acompañó a Risely, un pueblecito distante unos sesenta kilómetros de Londres. Aquí los Hnos. Lane y Durland habían estado realizando reuniones bajo carpa durante cuatro semanas. La carpa acomodaba a unas trescientas personas, y esa noche estaba repleta, y una buena cantidad de gente permanecía afuera.
Experimenté una gran simpatía por esa gente y de buena gana habría permanecido allí durante más tiempo. Entre el auditorio había no pocas mujeres dignas. Varias de ellas ya habían comenzado a guardar el sábado. Muchos de los hombres estaban convencidos de la verdad, pero el problema que ellos tenían no era si podían guardar el sábado y tener las conveniencias y los lujos de la vida, sino si podían conseguir pan, simplemente pan, para sus hijos. Algunas personas concienzudas han comenzado a guardar el sábado. La fe de éstas será probada severamente. Pero aquel que cuida de los cuervos, ¿no cuidará mucho más a los que le aman y le temen? Dios observa a sus hijos concienzudos y fieles de Inglaterra y les abrirá el camino para que puedan guardar todos sus mandamientos.--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 163 (1886).
Las ciudades del norte de Europa
Acudid en ayuda del Señor--En la última visión que tuve se me mostró la importancia de la obra en el norte de Europa. La gente está despertando a la verdad. El Señor ha dado al pastor Matteson un testimonio según el cual él debe alcanzar los corazones. Pero la obra tan sólo se ha comenzado. Por medio de una obra juiciosa y abnegada muchas almas serán llevadas al conocimiento de la verdad. Este campo misionero debe contar con varios obreros abnegados y temerosos de Dios que trabajen en favor de las almas como quienes saben que en el día del juicio deberán dar cuenta a Dios.
Se me ha mostrado que nuestros hermanos suecos, noruegos y daneses no están haciendo todo lo que podrían en favor de sus compatriotas. Tan pronto como aceptan la verdad, deberían sentir el fuego del celo misionero en sus corazones en favor de sus hermanos que están en las tinieblas del error. Muchos esperan ayuda de sus hermanos norteamericanos en tanto que no cumplen su deber ni sienten la preocupación que Dios requiere de ellos que sientan por los de su propio país. Podrían hacer mucho más de lo que ahora hacen si quisieran hacerlo. Estos hermanos deben vencer el egoísmo y adquirir un sentido de sus responsabilidades frente a Dios y sus compatriotas, o de lo contrario perderán la preciosa recompensa que podrían obtener colocando en la tesorería de Dios sus talentos en términos de recursos financieros, y por medio de un esfuerzo personal sabiamente dirigido, convirtiéndose así en instrumentos para la salvación de muchas almas.
Hay que educar a los jóvenes para que lleguen a ser misioneros en su propio país, que enseñen la verdad a los que están en tinieblas. Hay que imprimir publicaciones en Europa. Pero en el momento actual entre los daneses, suecos y noruegos que creen la verdad en este país hay demasiada comodidad y demasiado poco celo para soportar un drenaje continuo de sus fondos. Y por esta razón los insto a captar la necesidad de ponerse en condiciones de trabajar, sintiendo un interés mayor aún en su pueblo que el que han manifestado sus hermanos norteamericanos. Dios requiere que estos hermanos acudan sin tardanza en ayuda del Señor.--The Advent Review Supplement, 6 de febrero de 1879.
Los hábitos y las costumbres varían, pero la naturaleza humana es una misma--Debéis ir a trabajar aquí tal como lo hicimos en los Estados Unidos; tened vuestras sociedades de publicaciones y otras facilidades, y aunque algunas veces parezca que las publicaciones no llevan a cabo mucho en ciertos lugares, de todos modos debéis seguir adelante. En los Estados Unidos pasamos por esta misma experiencia. Pero seguimos enviando esas publicaciones a diferentes clases de personas, y transcurrió algún tiempo antes de que pudiésemos apreciar cierta medida de progreso.
Se me ha mostrado que hay que imprimir un molde diferente a la obra aquí en estos reinos, y debe haber poder del Dios del cielo para inspiraros a trabajar en una forma diferente; y aunque los Hnos. Matteson y Olsen colaborarán con vosotros en la obra, quisiera dejaros esta inquietud ahora de manera que podáis comenzar a pensar en forma diferente. Podéis hacer diez veces más de lo que pensáis que podéis; pero la incredulidad os hace decir que no podéis hacer nada en este sentido o en el otro, pero vosotros podéis, hermanos.
Los hábitos y las costumbres de aquí son algo diferentes que en los Estados Unidos, pero la naturaleza humana es la misma tanto aquí como allá, y los hermanos que han aceptado la verdad de todo su corazón están dispuestos a trabajar si tan sólo se los educa en la forma como deben trabajar. Hermanos, no he dormido más de tres horas noche tras noche pensando en a obra en Europa, y me parece que a duras penas puedo contenerme cuando comprendo estas cosas.
He visto lo que Dios está dispuesto a hacer por vosotros, pero Dios obrará tan sólo de acuerdo con la fe que tengáis. por lo tanto queremos aumentar vuestra fe, y ampliar vuestras ideas, y ojalá que el Señor haga sentir la carga de la obra a cada uno de vosotros que creéis la verdad.--Manuscrito 6, 1886.
Planes más amplios para Copenhague--Si en esta rica y hermosa ciudad [Copenhague] no hay un lugar adecuado donde pueda presentarse la verdad a la gente, debemos recordar también que en la posada de Belén no había lugar para la madre de Jesús, y que el Salvador del mundo nació en un pesebre...
Disto mucho de estar convencida de que esos salones pequeños y mal iluminados hayan sido los mejores lugares que hubiese sido posible obtener, o de que en esta gran ciudad de 320 mil habitantes el mensaje tenga que ser proclamado en un salón subterráneo que puede acomodar a tan sólo doscientas personas, y la mitad de ellas sentadas y la otra mitad de pie. Cuando Dios envía ayuda a nuestros hermanos, ellos deberían hacer fervorosos esfuerzos, aun cuando éstos les cuestan algo, para llevar la luz a la gente. Este mensaje debe ser dado al mundo, pero a menos que nuestros hermanos tengan ideas y planes amplios, no podrán llevar a cabo gran cosa.
Si bien es cierto que debemos trabajar con fervor en favor de las clases más pobres, no por eso debemos limitar nuestros esfuerzos a ellas, y tampoco nuestros planes deberían ser trazados de tal manera que consigamos solamente esa clase de oyentes. Se necesitan hombres hábiles. Cuanto más habilidad introduzcamos en la obra, mientras esos talentos estén consagrados a Dios y sean santificados por su Espíritu, tanto más perfecta será la obra, y tanto más elevada será la posición que ocupará ante el mundo. El pueblo en general rehusará el mensaje de amonestación, y sin embargo hay que llevar a cabo esfuerzos para presentar la verdad a los que ocupan una buena posición social y que poseen educación tanto como a los pobres e iletrados.--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 183, 184 (1886).
El problema del auditorio en Suecia--Tanto en Orebro como Copenhague, estoy convencida de que habríamos podido tener un buen auditorio si nuestros hermanos hubiesen conseguido un salón apropiado para acomodar a la gente. Pero ellos no esperaron mucho y en consecuencia no recibieron mucho. No podemos esperar que la gente venga hacia nuestra verdad impopular cuando anunciamos que nuestras reuniones se llevarán a cabo en un subterráneo o en un pequeño salón con capacidad tan sólo para cien personas. El carácter y la importancia de nuestra obra son juzgados por los esfuerzos que realizamos para llevarla ante el público. Cuando esos esfuerzos son tan limitados, se causa la impresión de que el mensaje que presentamos no es digno de tomarse en cuenta. Así es como debido a su falta de fe nuestros obreros algunas veces hacen que la tarea resulte muy dura para ellos.--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 200 (1886).
La cosecha en el norte de Europa es evidente--Se me ha mostrado que en el norte de Europa hay muchas personas que han aceptado la verdad por medio de la lectura. Sus almas estaban hambrientas de luz y conocimientos cuando algunos folletos o revistas llegaron a sus manos, y así fue como me fueron presentados en el acto de leer. Las necesidades debido sus almas quedaron insatisfechas; el Espíritu de Dios enterneció e impresionó sus corazones; había lágrimas en sus ojos y los sollozos subían de sus corazones acongojados. Se arrodillaron con los folletos en sus manos, y pidieron al Señor fervorosamente que los guiara y los ayudara a recibir la luz que procedía de él. Algunos se entregaron a Dios. Había desaparecido la incertidumbre; y cuando aceptaron la verdad sobre el sábado del cuarto mandamiento, sintieron que en verdad estaban parados sobre la Roca de la eternidad. Me fueron presentadas muchas personas esparcidas en todo el norte de Europa, listas para aceptar la luz de la verdad.--The Advent Review Supplement, 6 de febrero de 1879.
En el sur de Europa
Predicación y ministerio personal en Italia--Se me ha hablado de los valles del Piamonte. Según la luz que se me ha dado, sé que hay en todos esos valles almas preciosas que recibirán la verdad. No conozco personalmente esos lugares pero me han sido presentados en relación con la obra de Dios en el pasado. Ahora debemos conseguir que esa gente avance un paso más.
Los que trabajan en esos valles deben interesarse profundamente en su obra, porque en caso contrario no tendrán éxito. Se presenta al tercer ángel volando en el medio del cielo. La obra debe ser llevada a cabo con toda celeridad. Deben mantenerse en condiciones de poder trabajar, y deben laborar con inteligencia y consagración, y estar preparados por la gracia de Dios para hacer frente a la oposición.
No sólo han de predicar, sino también ministrar. Mientras trabajan deben realizar un esfuerzo personal en favor de la gente, y deben comunicarse corazón a corazón con ellas cuando les presentan las Escrituras. Al comienzo puede ser que haya unos pocos por aquí y otros pocos por allá que acepten la verdad, pero cuando éstos se conviertan por completo, trabajarán en favor de otros y pronto, con el esfuerzo debido, surgirán grupos numerosos, y así la obra avanzará con más rapidez.
Hay una gran obra que aún debe llevarse a cabo en todos los campos de los que hemos tenido informes. En todos estos países hay talentos valiosos que Dios usará; y debemos estar alerta para conseguirlos.--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 147 (1886).
Muchos se pondrán de parte de la verdad--El otro ángel que se une al tercer ángel iluminará la tierra con su gloria. Habrá muchos, aun en estos valles (en el norte de Italia), donde la obra parece iniciarse con tanta dificultad, que reconocerán la voz de Dios hablándoles por medio de su Palabra, y al escapar de la influencia del clero se pondrán de parte de Dios y de la verdad. Este campo no es fácil de trabajar, ni tampoco producirá resultados inmediatos, pero vive en él un pueblo honrado que obedecerá con el tiempo.--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 249 (1886).
Una obra personal efectiva en Italia--No siempre es agradable para nuestros hermanos vivir donde la gente necesita más ayuda; pero con frecuencia su obra resultará mucho más provechosa si ellos deciden hacerlo. Deben ir donde está la gente, deben sentarse a sus mesas y alojarse en sus hogares humildes. Puede ser que los obreros tengan que llevar su familia a lugares no del todo deseables, pero deberían recordar que Jesús no permaneció en los lugares más cómodos. Descendió a este mundo a fin de ayudar a los necesitados.--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 148 (1886).
A menos que se capte la atención de la gente, resultarán inútiles todos los esfuerzos que se hagan en favor de ella. La Palabra de Dios no puede ser comprendida por los desatentos. Necesitan un claro "así dice el Señor" a fin de asegurar su atención. Hacedles ver que sus casos han sido juzgados y condenados por la Biblia, y no por los labios humanos, que se encuentran ante el tribunal de justicia infinita, y no ante un tribunal terreno. Cuando se les presenta la verdad sencilla y cortante de la Biblia, tropieza con deseos largamente acariciados y con hábitos establecidos. La gente se convence y especialmente en ese momento necesita vuestros consejos, palabras de ánimo y oraciones. Muchas almas preciosas vacilan durante un tiempo y luego se colocan del lado del error, porque nadie se preocupa por ellas en el momento oportuno.--Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 148 (1886).
La obra en las ciudades australasianas
Hay muchas almas en Sidney--En todo el mundo hay una obra que debe ser hecha, y a medida que nos acercamos al tiempo del fin el Señor impresionará muchas mentes para que se dediquen a esta tarea. Si podéis utilizar vuestra influencia para poner en marcha la obra que debe realizarse en Sidney, se salvarán muchas almas que aún no han escuchado la verdad. Hay que trabajar en las ciudades. El poder salvador de Dios debe manifestarse por medio de ellas como lámparas encendidas.--Carta 79, 1905.
Un evangelismo oportuno en Sidney--Ahora hay que llevar a cabo una obra más definida en Sidney y en sus alrededores Todos los suburbios están en mejores condiciones de ser trabajados que hace un tiempo, y las ventajas que ahora se presentan al llevar a cabo la obra misionera médica exigen que se ejerza mayor cuidado y experiencia en el manejo de la obra...
Hay muchas ramas que crecerán de la planta que ahora se cultiva en Sidney, y cada ramo de la obra necesita dirigentes experimentados a fin de que mantengan la unidad y se constituya un todo armonioso.--Carta 63a, 1898.
Algunos países prometen más--La obra misionera média promete dar mejores resultados en Australia que en los Estados Unidos para abrir el camino por donde la verdad tenga acceso a la gente. Preste atención hoy el pueblo del Señor a las invitaciones de la providencia de Dios que abre las puertas, y comprenda que ahora es el momento aceptable para trabajar.--Carta 41, 1899.
Todo pueblo y aldea deben oír--Hay muchos lugares que deben ser trabajados. Cada pueblo y aldea que se levantar junto a la vía férrea deben recibir el mensaje que el Señor nos ha dado. No podemos detenernos para gozarnos a causa de unas pocas victorias. Debemos librar la batalla en el mismo frente del enemigo. El Señor nunca ha quedado sin un testigo. Hay que presentar la verdad en los diferentes suburbios de Newcastle. Algunas veces tendremos que hablar al aire libre He hecho esto dos domingos de tarde y con buenos resultados...
Tenemos la localidad de Auburn, a doce kilómetros de Cooranbong, donde han conseguido una iglesia en la que tendré que hablar tan pronto como disponga de tiempo para ello, y esto será el domingo próximo, o una semana después. Si no nos hubiesen dado permiso para hablar en esa iglesia habríamos tenido que reunirnos al aire libre.--Carta 76, 1899.
Experiencia en las zonas rurales--Ahora estamos teniendo reuniones al aire libre. Hace poco hablé dos veces a noventa personas en Dora Creek, un lugar que dista cinco kilómetros de Cooranbong, y hace dos semanas hablé en Martinsville a sesenta personas, en un potrero. Se prepararon asientos con tablas dispuestas en semicírculo. Algunos colocaron alfombras sobre el pasto y se sentaron en ellas, y otros escuchaban desde carros dispuestos al otro lado del cerco.
No hay otra forma de alcanzar a esta gente, a no ser por medio de reuniones al aire libre. Al parecer algunos manifiestan un profundo interés. Ahora hay dos o tres que están por decidirse, y el campo maduro está listo para la cosecha. A menos que nos esforcemos decididamente por salir de nuestro círculo inmediato para encontrar a la gente donde ésta se halla, perderemos la salvación de muchas almas.
No tenemos ni la menor probabilidad de entrar en las iglesitas perdidas en el monte. Se nos ha rehusado toda oportunidad de hablar a la gente en esta forma. Pero en el gran templo de Dios, al aire libre, donde el cielo es nuestro techo y la tierra nuestro piso, podemos conseguir oyentes que de otra manera no acudirían a escuchar. Sentimos agudamente la necesidad de elevar las normas de la verdad en estos lugares. La gente no tiene pastor. La iglesia del estado de Cooranbong permanece cerrada semana tras semana, y la gente no oye predicación alguna. Vemos que hay una gran obra que debe realizarse en los lugares alejados, al aire libre. Tengo un compromiso para celebrar una reunión de esta índole el próximo domingo de tarde en Dora Creek. Ahora tenemos dos lugares donde llevamos a cabo esta clase de reuniones.--Carta 79, 1899.
Alcanzando a los que no entrarían en un salón--Veo que hay tanto por hacer. No veo ningún lugar donde pueda dejar de trabajar. Las almas perecen y debo ayudarlas. Hablo en la iglesia y fuera de ella. Vamos a distintos lugares en el campo y hablo al aire libre, porque el prejuicio contra la verdad es tan grande que la gente no consiente que hablemos en las casitas rústicas donde se reúnen para celebrar el culto...
El domingo fuimos a Dora Creek, a cinco kilómetros de aquí, y hablé a la gente al aire libre. Unas noventa personas se reunieron allí y les hablé con toda libertad de Cristo como el Gran Médico y el Maestro maravilloso. Todos escucharon con interés. En esta forma puedo alcanzar a una clase de gente que no asistiría a ningún salón o casa donde se celebren reuniones. Cantamos con entusiasmo.--Carta 74, 1899.
Hay que llevar a cabo una gran obra en Nueva Zelandia--Vemos una gran obra que debe realizarse en este campo y quisiéramos disponer de facilidades para llevarla a cabo. Hablaré de Wellington. Es un lugar donde hay muchas iglesias y abundantes ministros... Es la capital y el gran centro de Nueva Zelandia. Hay que establecer una misión en este lugar. Hay que levantar una iglesia aunque ésta sea humilde.--Carta 9a, 1893.
Las ciudades de Europa, Australia y las regiones lejanas--Ahora hay recursos comprometidos que deberían utilizarse para entrar en ciudades donde no se ha trabajado en Europa, Australia, Estados Unidos y regiones lejanas. Esas ciudades se han descuidado durante años. Los ángeles de Dios están esperando que dediquemos nuestro trabajo a sus habitantes. De pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad, debe proclamarse el mensaje de amonestación, no con ostentación sino con el poder del Espíritu, por intermedio de hombres de fe.--Manuscrito 11, 1908.