Principios que rigen la elección del sitio
Al elegir un sitio para vivir, Dios quiere que consideremos ante todo las influencias morales y religiosas que nos rodearán a nosotros y a nuestras familias.El primer hogar fue un modelo
El hogar de nuestros primeros padres había de ser un modelo para cuando sus hijos saliesen a ocupar la tierra. Ese hogar, embellecido por la misma mano de Dios, no era un suntuoso palacio. Los hombres, en su orgullo, se deleitan en tener magníficos y costosos edificios y se enorgullecen de las obras de sus propias manos; pero Dios puso a Adán en un huerto. Esta fue su morada. Los azulados cielos le servían de techo; la tierra, con sus delicadas flores y su alfombra de animado verdor, era su piso; y las ramas frondosas de los hermosos árboles le servían de dosel. Sus paredes estaban engalanadas con los adornos más esplendorosos, que eran obra de la mano del sumo Artista.Dios eligió un hogar terrenal para su Hijo
Jesús vino a esta tierra para realizar la obra más importante que haya sido jamás efectuada entre los hombres. Vino como embajador de Dios para enseñarnos cómo vivir para obtener los mejores resultados de la vida. ¿Cuáles fueron las condiciones escogidas por el Padre infinito para su Hijo? Un hogar apartado en los collados de Galilea; una familia mantenida por el trabajo honrado y digno; una vida sencilla; la lucha diaria con las dificultades y penurias; la abnegación, la economía y el servicio paciente y alegre; las horas de estudio junto a su madre, con el rollo abierto de las Escrituras; la tranquilidad de la aurora o del crepúsculo en el verdeante valle; las santas actividades de la naturaleza; el estudio de la creación y la providencia, así como la comunión del alma con Dios: tales fueron las condiciones y las oportunidades que hubo en los primeros años de la vida de Jesús.Hogares rurales en la tierra prometida
En la tierra prometida, la disciplina que había principiado en el desierto continuó en circunstancias favorables a la formación de buenos hábitos. El pueblo no vivía apiñado en ciudades, sino que cada familia poseía su parcela de tierra y esto aseguraba a todos las vivificantes bendiciones de una vida pura y con forme a la naturaleza.Efecto del ambiente en el carácter de Juan
Juan el Bautista, el precursor de Cristo, recibió de sus padres su primera preparación. Pasó la mayor parte de su vida en el desierto.... Prefirió Juan dejar de lado los goces y lujos de la vida en la ciudad para someterse a la severa disciplina del desierto. Allí el ambiente era favorable para los hábitos de sencillez y abnegación. Allí, sin que le interrumpiera el clamor del mundo, podía estudiar las lecciones de la naturaleza, de la revelación y de la providencia. . . . Desde la infancia se le había recordado su misión, y él había aceptado el cometido santo. La soledad del desierto le proporcionaba una grata oportunidad de escapar de una sociedad en que las sospechas, la incredulidad y la impureza lo dominaban casi todo. Desconfiaba de su propia fuerza para resistir la tentación y rehuía el contacto constante con el pecado, no fuese que hubiese de perder el sentido de su excesiva pecaminosidad.Otros notables criados en el campo
Tal fue el caso también para la gran mayoría de los hombres mejores y más nobles de todas las edades. Leed la historia de Abrahán, de Jacob y de José, de Moisés, de David y de Eliseo. Estudiad la vida de los hombres que en tiempos posteriores desempeñaron cargos de confianza y responsabilidad, de los hombres cuya influencia fue de las más eficaces para la regeneración del mundo.