Las mujeres deben prepararse para ser madres
Las mujeres necesitan tener mucha paciencia antes de poder llega a ser madres. Dios ha dispuesto que sean idóneas para esto. Por la relación que la madre sostenga con Cristo, su obra llega a ser infinita y sobrepuja el entendimiento. El cargo de la mujer es sagrado. Se necesita la presencia de Jesús en el hogar; porque los servicios de amor que presta la madre pueden hacer del hogar un Betel. Ambos esposos deben cooperar.Importancia de las influencias prenatales
Muchos padres creen que el efecto de las influencias prenatales es cosa de poca monta; pero el Cielo no las considera así. El mensaje enviado por un ángel de Dios y reiterado en forma solemnísima merece que le prestemos la mayor atención.Lo esencial del cuidado prenatal
Un error que se comete a menudo es el de no establecer diferencia alguna en la vida de una mujer cuando está por llegar a ser madre. Durante este periodo importante debe aligerarse su labor. Se están produciendo grandes cambios en su organismo. Este requiere mayor cantidad de sangre, y por lo tanto debe recibir más alimento, y de la calidad más nutritiva, para que lo convierta en sangre. A menos que ella obtenga una abundancia de alimento nutritivo, no podrá conservar su fuerza física, y su descendencia quedará privada de vitalidad. Su indumentaria también exige atención. Debe ejercerse cuidado para proteger el cuerpo y evitarle la sensación de enfriamiento. No conviene que la vitalidad sea atraída innecesariamente a la superficie para suplir la falta de ropa suficiente. Si la madre se ve privada de una abundancia de alimento sano y nutritivo, su sangre será deficiente en cantidad y calidad. Tendrá mala circulación, y su hijo adolecerá de lo mismo. Se verá incapacitado para asimilar el alimento y convertirlo en buena sangre que nutra el organismo. La prosperidad de la madre y del niño depende mucho de que lleven ropa adecuada, bien abrigada, y de que obtengan suficiente alimento nutritivo.El apetito solo no es guía segura
La idea de que, a causa de su condición especial, las mujeres pueden dar rienda suelta al apetito, es un error basado en las costumbres, pero no en el buen sentido. El apetito de las mujeres en tal condición puede ser variable, caprichoso y difícil de satisfacer; pero la costumbre les permite obtener cuanto se les antoje, sin consultar la razón para saber si el tal alimento puede suplir nutrición para su cuerpo y para el desarrollo de su hijo. El alimento debe ser nutritivo, pero no excitante. ... Si en alguna época se necesita sencillez en la alimentación y cuidado especial en cuanto a la calidad de lo ingerido, es durante este plazo importante.Se necesita dominio propio y templanza
Las necesidades físicas de la madre no deben descuidarse en manera alguna. Dos vidas dependen de ella, y sus deseos deben ser cariñosamente atendidos, y sus necesidades satisfechas con liberalidad. Pero en este período más que nunca debe evitar, en su alimentación y en cualquier otro asunto, todo lo que pudiera menoscabar la fuerza física o intelectual. Por mandato de Dios mismo, la madre está bajo la más solemne obligación de ejercer dominio propio.Aliéntese una disposición alegre
Toda mujer a punto de ser madre, cualquiera que sea su ambiente, debe fomentar constantemente una disposición feliz, alegre y contenta, sabiendo que por todos los esfuerzos que haga en tal sentido se verá resarcida diez veces en la naturaleza física y moral de su hijo. Ni es esto todo. Ella puede acostumbrarse por hábito a pensar animosamente, y así alentar una condición mental feliz como alegre reflejo de su propio espíritu de dicha sobre su familia y sobre aquellos con quienes trate. Su propia salud física quedará muy mejorado. Las fuentes de la vida recibirán fuerza; la sangre no circulará perezosamente, como sucedería si ella cediese al abatimiento y la lobreguez. Su salud mental y moral será vigorizada por su buen ánimo. El poder de la voluntad puede resistir las impresiones mentales y será un gran calmante para los nervios. Los niños que han sido privados de la vitalidad que debieran haber heredado de sus padres deben recibir el máximo cuidado. Si se presta detenida atención a las leyes de su ser, se puede crear una condición mucho mejor.Conserve una actitud de paz y confianza
La que espera ser madre debe conservar el amor de Dios en su alma. Su ánimo debe estar en paz; debe descansar en el amor de Jesús y practicar sus palabras. Debe recordar que las madres colaboran con Dios.