Nos rodean escenas y sonidos impíos
Tenéis motivos por experimentar profunda solicitud por vuestros hijos, quienes han de hacer frente a tentaciones a cada paso que den hacia adelante. Les resulta imposible evitar el trato con malas compañías. . . . Ven espectáculos, oyen sonidos y están sujetos a influencias que tienden a desmoralizarlos y que, a menos que estén cabalmente guardados, lograrán imperceptible pero seguramente corromperles el corazón y deformar su carácter.Todos necesitan protección contra la tentación
En los hogares cristianos debe levantarse un baluarte contra la tentación. Satanás se vale de todos los medios para popularizar los delitos y vicios degradantes. No podemos andar en las calles de nuestras ciudades sin notar vistosos cartelones en los cuales descuellan los detalles de crímenes descritos en alguna novela o representados en algún teatro. Las mentes se familiarizan con el pecado. Los periódicos del día recuerdan constantemente al pueblo la conducta que siguen los viles y bajos, y en narraciones excitantes se le presenta todo lo que puede despertar las pasiones.Siembra inicua, mies de crímenes
Muchas de las publicaciones populares del día están plagadas de episodios sensacionales y educan a la juventud en la perversidad, y la llevan por la senda de la perdición. Niños de tierna edad son viejos ya en el conocimiento del crimen. Los incitan al mal las narraciones que leen. Realizan en la imaginación las hazañas descritas en su lectura, hasta que llega a despertarse en ellos el ardiente deseo de delinquir y evitar el castigo.La seducción de la música popular
Me siento alarmada al notar por doquiera la frivolidad de hombres y mujeres jóvenes que profesan creer la verdad. No parecen pensar en Dios. Su mente rebosa de insensatez, y su conversación, de asuntos vacíos y vanos. Su oído tiene agudeza para percibir la música, y Satanás sabe qué órganos puede excitar para animar, embargar y hechizar la mente de modo que no desee a Cristo. El alma no siente anhelos espirituales por conocimiento divino y crecimiento en la gracia.Los pensamientos impuros llevan a actos impuros
Esta es una época en que la corrupción abunda por doquiera. La concupiscencia de los ojos y las pasiones corruptas se despiertan por la contemplación y la lectura. El corazón se corrompe por la imaginación. La mente se complace en la contemplación de escenas que despiertan las pasiones más bajas. Estos cuadros viles, mirados con una imaginación contaminada, corrompen la moralidad y preparan a seres humanos engañados e infatuados para que den rienda suelta a las pasiones concupiscentes. Luego siguen pecados y crímenes que arrastran a seres creados a la imagen de Dios al nivel de las bestias y los hunden al fin en la perdición.No miraré lo malo
Los padres deben velar incesantemente a fin de que sus hijos no se pierdan para Dios. Los votos de David, registrados en el Salmo 101, deben ser los votos de todos los que tienen la responsabilidad de custodiar las influencias del hogar. El salmista declara: "No pondré delante de mis ojos cosa injusta: Aborrezco la obra de los que se desvían: ninguno de ellos se allegará a mi. Corazón perverso se apartará de mi; no conoceré al malvado. Al que solapadamente infama a su prójimo, yo le cortaré; no sufriré al de ojos altaneros, y de corazón vanidoso. Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; el que anduviera en el camino de la perfección, éste me servirá. No habitará dentro de mi casa el que hace fraude: el que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos."