Lo inocente en lugar de lo pecaminoso
No se puede hacer que los jóvenes sean tan calmosos y graves como los ancianos, el hijo tan sobrio como el padre. Aunque se condenan las diversiones pecaminosas, como en verdad debe hacerse que los padres, maestros y tutores de los jóvenes provean en su lugar placeres inocentes, que no mancillen ni corrompan la moral. No sujetéis a los jóvenes bajo reglas y restricciones rígidas, que los induzcan a sentirse oprimidos, y a precipitarse en sendas de locura y destrucción. Con mano firme, bondadosa y considerada, sujetad las riendas del gobierno, guiando y vigilando sus mentes y propósitos, aunque de manera tan suave, sabia y amorosa, que ellos puedan darse cuenta de que tenéis presentes sus mejores intereses.Lugar útil del gimnasio
Los ejercicios gimnásticos son útiles en muchas escuelas, pero si no hay una vigilancia cuidadosa, son llevados a menudo al exceso. Muchos jóvenes, por hacer despliegue de fuerza en el gimnasio, se han dañado para toda la vida.Los juegos de pelota: principios básicos
No condeno el ejercicio sencillo del juego de pelota; pero aun esto, con toda su sencillez, puede ser llevado a la exageración.El problema de muchos deportes
Los alumnos deben hacer ejercicio vigoroso. Pocos males deben ser más temidos que la indolencia y la falta de propósito. Sin embargo, la tendencia de la mayor parte de los deportes atléticos es causa de preocupación para los que se interesan por el bienestar de la juventud. Los maestros se sienten turbados al considerar la influencia que tienen estos deportes, tanto sobre el progreso del estudiante en la escuela, como sobre su éxito en la vida ulterior. Los juegos que ocupan una parte tan grande de su tiempo, apartan su mente del estudio. No contribuyen a preparar a la juventud para la obra práctica y seria de la vida. Su influencia no tiende hacia el refinamiento, la generosidad, o la verdadera virilidad.Cuando la vida era más sencilla
En épocas primitivas, la vida del pueblo que estaba bajo la dirección de Dios era sencilla. Vivían en contacto con el corazón de la naturaleza. Los hijos compartían el trabajo de los padres y estudiaban las bellezas y los misterios del tesoro de la naturaleza. En la quietud del campo y del bosque meditaban en las poderosas verdades transmitidas como legado sagrado de generación a generación. Esta educación producía hombres fuertes.Excursiones familiares
Unanse varias familias residentes en una ciudad o en un pueblo, y, dejando las ocupaciones que las han recargado física e intelectualmente, hagan una excursión al campo, a la orilla de un lindo lago, o a un hermoso bosquecillo en medio de escenas naturales de gran belleza. Deben proveerse de alimentos sencillos e higiénicos, de las mejores frutas y cereales, y extender su mesa a la sombra de algún árbol o bajo la bóveda celeste. El viaje, el ejercicio y el panorama estimularán el apetito, y podrán disfrutar de una comida envidiable aun para los reyes.Hállese felicidad en la naturaleza
No pensemos que Dios desea que renunciemos a cosa alguna que debamos conservar para ser felices aquí. Todo lo que él requiere que dejemos es aquello que al ser retenido no contribuiría a nuestro bien ni a nuestra felicidad.Reuniones sociales provechosas
Las reuniones sociales resultan provechosas e instructivas en grado máximo cuando los que se congregan en ellas tienen el amor de Dios en su corazón, cuando se reúnen para sostener un intercambio de pensamientos acerca de la Palabra de Dios o para considerar los métodos de hacer progresar su obra y hacer bien a sus semejantes. Cuando el Espíritu Santo es huésped bienvenido en estas reuniones, cuando nada se dice ni se hace para hacerlo retirarse contristado, Dios resulta honrado, y los concurrentes son refrigerados y fortalecidos.Jesús halló placer en escenas de felicidad inocente
Jesús condenaba la complacencia propia en todas sus formas; sin embargo, era de naturaleza sociable. Aceptaba la hospitalidad de todas las clases, visitaba los hogares de los ricos y de los pobres, de los sabios y de los ignorantes, y trataba de elevar sus pensamientos de los asuntos comunes de la vida, a cosas espirituales y eternas. No autorizaba la disipación, y ni una sombra de liviandad mundanal manchó su conducta; sin embargo, hallaba placer en las escenas de felicidad inocente, y con su presencia sancionaba las reuniones sociales. Una boda entre los judíos era una ocasión impresionante, y el gozo que se manifestaba en ella no desagradaba al Hijo del hombre. . . . En el pensar de Cristo, la alegría de las festividades de boda simbolizaba el regocijo de aquel día en que él llevará la Esposa a la casa del Padre, y los redimidos juntamente con el Redentor se sentarán a la cena de las bodas del Cordero.Su ejemplo en la conversación y conducta
Cuando, al comenzar su obra, era invitado a alguna comida o festín por un fariseo o un publicano, aceptaba la invitación. . . . En tales ocasiones Cristo dirigía la conversación en la mesa y daba muchas preciosas lecciones. Los presentes le escuchaban; porque ¿no había sanado a sus enfermos, consolado a los afligidos, tomado a sus niños en los brazos para bendecirlos? Los publicanos y los pecadores eran atraídos a él, y cuando abría los labios para hablar, la atención de todos se concentraba en él.La Sra. de White y una reunión social
Al terminar el largo viaje que me trajo del este, llegué a casa a tiempo para pasar la víspera de Año Nuevo en Healdsburg. El salón de actos del colegio había sido preparado para una reunión de la escuela sabática. Se habían ordenado con buen gusto guirnaldas de ciprés, hojas otoñales, ramas de coníferos y flores. Una gran campana formada con ramas de pino colgaba del arco de entrada al salón. El árbol estaba bien cargado de donativos, que iban a emplearse para beneficio de los pobres y para contribuir a la compra de una campana. . . .En esa ocasión nada se dijo ni se hizo que hubiese de cargar la conciencia de nadie. Algunos me dijeron: "Hermana White, ¿qué piensa Vd. de esto? ¿Concuerda con nuestra fe?" Les contesto: "Concuerda con mi fe."Atráigase a la juventud
Dios quisiera que toda familia y toda iglesia ejerciera un poder atrayente para apartar a los niños de los placeres seductores del mundo y del trato social con aquellos cuya influencia habría de ejercer una tendencia corruptora. Procuremos ganar a los jóvenes para Jesús.