Bondad, ternura, simpatía
Cuando no se sigue vuestro consejo--"Dios ve cada transacción; nada está oculto a su vista. Hay demasiada responsabilidad asumida por hombres que no han cultivado el amor, la compasión, la simpatía y la ternura que caracterizaron la vida de Cristo. Al relacionarse con algunos hermanos que no han seguido sus consejos--o quizás han cuestionado su curso de acción, o pudieron haberlos tratado como si no les cayeran en gracia--tales hombres no manifiestan amor, aunque esas personas han sido adquiridas por la sangre de Cristo y son quizá más preciosas a la vista de Dios por causa de su sencillez e integridad en sostener a toda costa lo correcto". Carta 31a, 1894, p. 14, (27 de octubre de 1894, a A. R. Henry).
Placer en herir a las personas--"Estoy apenada de que existan personas en puestos de confianza * que rara vez cultivan la simpatía y la ternura de Cristo. Ni siquiera cultivan ni manifiestan amor hacia sus hermanos y hermanas en la fe. No ejercitan el precioso tacto que debiera vincular y sanar a los descarriados, sino que, en su lugar, exhiben una crueldad de espíritu que los lanza aún más hacia las tinieblas y hace llorar a los ángeles. Hay quienes parece que encuentran cierta clase de placer en herir y lastimar a las personas que están próximas a la muerte. Cuando contemplo a hombres que manejan las verdades sagradas, que llevan santas responsabilidades y fallan en cultivar un espíritu de amor y ternura, me dan ganas de gritar: 'Volveos, volveos... ¿por qué moriréis?'" Ezequiel 33:11; Carta 43, 1895, p. 3, (14 de junio de 1895, a J. H. Kellogg).
Bondad, cortesía y humildad de Cristo--"Usted necesita la bondad, la cortesía, la mansedumbre y la humildad de Cristo. Usted tiene muchas cualidades valiosas que pueden ser perfeccionadas para realizar un servicio superior, si son santificadas por Dios. Usted debería sentir la necesidad de acercarse a sus hermanos con bondad y cortesía, no con aspereza y severidad. Usted no se da cuenta del daño que les hace con su espíritu áspero y dominante. Los obreros de su Asociación se descorazonan, y pierden el valor que podrían tener si usted les demostrara respeto, bondad, confianza y amor. Por su manera de tratar usted ha alejado de sí los corazones de sus hermanos, por eso sus consejos no ejercen mucha influencia sobre ellos para el bien. Esto no es lo que el Señor desea. Él no se agrada de su actitud hacia sus hermanos". Carta 3, 1888, p. 4, (10 de enero de 1888).
El poder de la bondad--"Hasta el día del juicio no conoceremos la influencia de un trato bondadoso y respetuoso para con el débil, el falto de corazón y el indigno".--El Ministerio de Curación, 395.
"Si después de una serie de provocaciones e injusticias por parte de algunas personas, usted las trata como lo haría una persona inocente, y hasta se esfuerza por demostrarles actos especiales de bondad, entonces habrá actuado como un cristiano, y ellos se sorprenderán y avergonzarán de su mal trato más claramente que si usted les hace visible sus acciones agraviantes para reprenderlos.
"Si usted les hubiera hecho patente sus malas acciones, se habrían robustecido en la terquedad y la actitud desafiante; pero al ser tratados con ternura y consideración, ellos experimentan más profundamente su propio curso de acción y lo contrastan con el suyo. Entonces usted tendrá al personal en sus manos. Usted estará en terreno ventajoso, y cuando muestre solicitud por sus vidas, sabrán que usted no es un hipócrita, sino que siente todo lo que dice.
"Se me ha mostrado que unas pocas palabras habladas apresuradamente bajo la provocación, y que parecen de poca importancia--sólo lo que se merecen--, a menudo cortan las cuerdas de influencia que debería haber atado su ser a la de ellos. La mera idea de que están en las tinieblas, bajo las tentaciones de Satanás y cegados por su poder hechicero, debería despertar en usted una profunda simpatía por ellos; la misma que sentiría por un enfermo que sufre, pero que, a pesar de su enfermedad, no es consciente de su condición". Carta 20, 1892, (17 de octubre de 1892, a J. H. Kellogg).
Representantes de Cristo--"Sería bueno que los que ocupan puestos de confianza en nuestras instituciones recordaran que son representantes de Jesús. En sus vidas se deben revelar la verdadera bondad, santidad, amor y compasión por las personas tentadas. Cristo se entregó a sí mismo por el mundo, para así poder salvar a los que creyeran en él. ¡Cómo nosotros, los participantes de tan grande salvación, no valoraremos a las personas por quienes él dio su vida! Obremos con perseverancia y energía proporcional al valor que Cristo colocó sobre la herencia comprada con su sangre. Mucho han costado las vidas de los hombres para ser consideradas como bagatelas, o tratadas con crueldad o indiferencia.
"La vida defectuosa es una deshonra para Dios. Los colaboradores con Cristo no manifestarán crueldad ni suficiencia propia. El ser debe ser purificado de estos elementos y la gentileza de Cristo debe ocupar su lugar. Nunca sean faltos de bondad hacia nadie, porque por la gracia de Dios esa persona puede llegar a ser heredera de Dios y coheredera con Cristo. Nunca agravien los corazones de los comprados por Cristo, porque al hacerlo ofenden al mismo corazón de Cristo. Siempre recuerden que todos no reuniremos otra vez alrededor del gran trono blanco, para recibir la aprobación o la desaprobación de Dios. Una persona herida es a menudo una persona destruida. Que quienes tienen luz y privilegios recuerden que su misma posición de confianza los hace responsables por los seres humanos. Ellos tendrán que encontrarse nuevamente con quienes han apartado de Cristo magullados y heridos hasta la muerte.
"El agente humano es sabor de vida para vida, o de muerte para muerte. O atrae hacia Cristo o aleja de Cristo". Manuscrito 143, 1899, (4 de octubre de 1899, "Colaboradores con Cristo").
Bondad con los que yerran--"Para el avance de su causa en la tierra, [el Señor] nombraría a hombres que traten con los que yerran, sean bondadosos y considerados, y cuyos caracteres revelen la similitud de lo divino; hombres que muestren la sabiduría de Cristo al tratar asuntos que se deben mantener en privadc, y quienes, cuando tengan que hacer alguna obra de corrección y reprensión, sepan cómo guardar silencio delante de quienes no les concierne. No debemos dar oportunidad a los incrédulos de hacer del pueblo de Dios, ya sean obreros o laicos, el objeto de sus sospechas y juicio injusto".--Advent Review and Sabbath Herald, 14 de noviembre de 1907.
Disciplina pervertida--"Al tratar con los errantes, no se deben emplear medidas drásticas; las medidas blandas lograrán mejores resultados. Empleen medidas blandas con perseverancia, y aunque no tengan éxito, esperen con paciencia; nunca se apresuren en el asunto de borrar a un miembro de la iglesia. Oren por ellos, con el fin de ver si Dios puede conmover el corazón errante. En muchas ocasiones la disciplina se ha sido grandemente pervertida. Los que tenían caracteres defectuosos fueron muy prestos en disciplinar a otros, y como resultado toda disciplina se tornó menospreciable. Me duele decirlo, la pasión, el prejuicio y la parcialidad tuvieron suficiente espacio para manifestarse, y la disciplina correcta ha sido extrañamente descuidada. Si los que tratan a los errantes tuvieran corazones llenos del néctar de la bondad humana, ¡qué espíritu diferente prevalecería en nuestras iglesias! Pueda el Señor abrir los ojos y ablandar los corazones de quienes tienen un espíritu duro, no perdonador e inflexible hacia lo que ellos piensan que están en el error. Tales hombres deshonran su puesto y deshonran a Dios. Agravian los corazones de sus hijos y los obligan a llorar ante Dios por sus dolores. El Señor seguramente escuchará su plegaria y juzgará esas cosas".--Advent Review and Sabbath Herald, 14 de mayo de 1895.
Corrección con justicia--"Cuando un pastor necesite hacer una obra de corrección, debe tener sumo cuidado en actuar con justicia y sabiduría. No debe denunciar ásperamente al errante delante de los que no conocen la verdad. Los inconversos juzgan a los siervos de Dios por tales actos y concluyen que ésta no puede ser la obra de Dios. Al ver la falta de unidad entre los obreros que pretenden obedecer la verdad, los que no son de nuestra fe, pero están convencidos de la verdad, cierran las puertas de sus corazones diciéndose: 'No queremos saber nada de esas cosas'. Así, por causa de conversaciones no santificadas hay personas que han rechazado la verdad, y se ha dado un ejemplo que abre el camino para que la verdad y la justicia sean echadas por tierra. Nuestros obreros deberían recordar, cuando sean tentados a pronunciar palabras ásperas de crítica y juicio, que el silencio es oro".--Advent Review and Sabbath Herald, 14 de noviembre de 1907.
Bondad hacia los jóvenes--"Dios hace responsables a los administradores de sus instituciones de tratar a los jóvenes empleados en ellas con cortesía, respeto y bondad. Deben tratar con ellos como ellos desearían ser tratados por Cristo. Su primera obra es ser tan bondadosos hacia los jóvenes, tan considerados hacia sus intereses, que ellos se sientan en su presencia como en su propia casa".--Advent Review and Sabbath Herald, 28 de abril de 1903.
¿Envidia?
Piedad y oración por los dirigentes tiránicos--"No permita que los sentimientos de envidia llenen su corazón por causa de las acciones equivocadas de quienes están en puestos de responsabilidad. Ellos serán juzgados de acuerdo con los hechos realizados en el cuerpo. Usted sólo necesita compadecerse y orar por ellos. El Señor conoce cada transacción deshonesta y los recompensará de acuerdo con sus obras. El Señor recompensa todo acto de abnegación. Ore con corazón, espíritu y voz: 'Oh Dios, impresiona más profundamente en mi mente y corazón los principios de tu santa ley, los cuales son el trasunto de tu carácter. Que por fe pueda aprehender las sobremanera grandes y preciosas promesas, para que en mi deber y trabajo no falle ni me desanime, sino que perfeccione la santidad en el temor a ti'". Carta 178, 1899, p. 9, (6 de noviembre de 1899).
Un rasgo letal--"La envidia no es simplemente una perversión del carácter, sino un disturbio que trastorna todas las facultades. Empezó con Satanás. Él deseaba ser el primero en el cielo, y, porque no podía tener todo el poder y la gloria que buscaba, se rebeló contra el gobierno de Dios. Envidió a nuestros primeros padres, y los indujo a pecar, y así los arruinó a ellos y a toda la familia humana.
"El hombre envidioso cierra los ojos para no ver las buenas cualidades y nobles acciones de los demás. Está siempre listo para despreciar y representar falsamente lo excelente. Con frecuencia los hombres confiesan y abandonan otras faltas; pero poco puede esperarse del envidioso. Puesto que el envidiar a una persona es admitir que ella es superior, el orgullo no permitirá ninguna concesión. Si se hace un esfuerzo para convencer de su pecado a la persona envidiosa, se exacerba aún más contra el objeto de su pasión, y con demasiada frecuencia permanece incurable.
"El envidioso difunde veneno dondequiera que vaya, enajenando amigos, y levantando odio y rebelión contra Dios y los hombres. Trata de que se le considere el mejor y el mayor, no mediante esfuerzos heroicos y abnegados para alcanzar el blanco de la excelencia él mismo, sino permaneciendo donde está, y disminuyendo el mérito de los esfuerzos ajenos...".--Joyas de los Testimonios 2:19.
La envidia es hija del orgullo--"Aunque Saúl estaba siempre alerta y en busca de una oportunidad para matar a David, vivía temiéndole, en vista de que evidentemente el Señor estaba con él. El carácter intachable de David provocaba la ira del rey; consideraba que la misma vida y presencia de David significaban un reproche para él, puesto que dejaba a su propio carácter en contraste desventajoso.
"La envidia hacía a Saúl desgraciado, y ponía en peligro al humilde súbdito de su trono. ¡Cuánto daño indecible ha producido en nuestro mundo este mal rasgo de carácter! Había en el corazón de Saúl la misma enemistad que incitó el corazón de Caín contra su hermano Abel, porque las obras de Abel eran justas, y Dios le honraba, mientras que las de Caín eran malas, y el Señor no podía bendecirle. La envidia es hija del orgullo, y si se la abriga en el corazón, conducirá al odio, y eventualmente a la venganza y al homicidio. Satanás ponía de manifiesto su propio carácter al excitar la furia de Saúl contra aquel que jamás le había hecho daño".--Historia de los Patriarcas y Profetas, 705, 706.
Valor
No niños, sino hombres--"En esas asociaciones debemos tener hombres, no niños; pero hombres que se muevan con inteligencia y lleven cargas, dejando que sus voces se oigan por encima de las voces de los infieles que presentan objeciones, dudas y críticas. Los grandes intereses no deben ser manejados por niños. Los cristianos subdesarrollados, empequeñecidos en su desarrollo religioso, destituidos de la sabiduría de lo alto, no están preparados para afrontar los fieros conflictos por los que debe pasar la iglesia a menudo. 'Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás'. Isaías 62:6. A menos que el pastor declare sin ningún temor toda la verdad, a menos que trabaje bajo la dirección del gran Capitán de su salvación y poniendo la mirada en la gloria de Dios, a menos que esté dispuesto a colocarse al frente, a pesar de las censuras y sin contaminarse con los aplausos, tendrá que dar cuenta de su infidelidad como atalaya.
"Hay algunos en _____ que ya deberían haber alcanzado la estatura de hombres en lugar de seguir siendo niños...
"Cuando Dios aparta a hombres para hacer su obra, traicionan la confianza depositada en ellos si permiten que su testimonio sea amoldado para agradar a las mentes de los no consagrados. Dios preparará a hombres para la ocasión. Deben ser humildes, temerosos de Dios, no conservadores, no políticos, sino hombres que tengan la independencia moral y se muevan hacia adelante en el temor del Señor. Serán bondadosos, nobles, corteses; y sin embargo, no se desviarán de la senda de rectitud, sino que proclamarán la verdad en justicia, sea que los demás quieran escucharlos o no".--Testimonies for the Church 5:262, 263.
Hombres de acción--"El Señor llama a voluntarios que estén preparados para pronunciar palabras a tiempo y fuera de tiempo, que llamen la atención y convenzan el corazón. El reino de Dios no consiste en ostentación. La luz no se recibirá si se siguen planes egoístas, sino mirando a Jesús, siguiendo las indicaciones de Cristo y no las suposiciones de los hombres. El reino de Dios es justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo.
"A menudo ocurre que surgen circunstancias que exigen una acción rápida, y a veces se han perdido oportunidades preciosas debido a la demora. El que debió haber actuado rápidamente creyó que debía consultar primero a alguien que estaba muy lejos y que no estaba al tanto de las condiciones reales. Se ha perdido mucho tiempo en pedir la opinión de hombres que no estaban en situación de dar un consejo sabio. Que todos los obreros de Dios sean guiados por la Palabra de verdad, que señala su deber, y sigan sin vacilar las indicaciones que Cristo ha dado".--Testimonios para los Ministros, 497, 498.
Los dirigentes deben tener valor para luchar--"Dios llama a los miembros individuales de las iglesias de esas dos asociaciones a despertar y convertirse. Hermanos, vuestra mundanalidad, vuestra falta de confianza y vuestras murmuraciones los han colocado en una posición que hace extremadamente difícil que cualquiera pueda trabajar entre ustedes. Mientras vuestro presidente descuidaba su obra y fallaba en sus deberes, vuestra actitud no fue la necesaria para animarlo. Quien está en posición de autoridad debiera comportarse como un hombre de Dios y redargüir, exhortar y animar cuando lo exija el caso, ya sea que reciban o rechacen su testimonio. Pero él fue fácilmente desanimado y esto los dejó sin la ayuda que un fiel ministro de Cristo podría haber dado. Falló al no seguir atento a las evidentes providencias de Dios, y en no señalarles a ustedes sus deberes y educarlos en cuanto a las exigencias del tiempo presente; pero el descuido de un pastor no los debiera desalentar o disculparse por los deberes descuidados. Hay más necesidad que nunca de vuestra energía y fidelidad".--Testimonies for the Church 5:281.
Salud
Apoyo para la reforma pro salud--"Colóquense los maestros y dirigentes de nuestra obra firmemente sobre el terreno bíblico en lo que se refiere a la reforma pro salud, y den un testimonio definido a los que creen que vivimos en los últimos tiempos de la historia de este mundo. Debe haber una línea de separación entre los que sirven a Dios y los que se complacen a sí mismos.
"Se me ha mostrado que los principios que nos fueron dados en los primeros días de este mensaje no han perdido su importancia y debemos tenerlos en cuenta tan concienzudamente como entonces. Hay algunos que jamás han seguido la luz dada en cuanto al régimen [pro salud]. Ya es tiempo de sacar la luz de debajo del almud para que resplandezca con toda su fuerza".--Joyas de los Testimonios 3:358, 359.
A un presidente de Asociación--"Si somos creyentes en Jesucristo, deberíamos tratar de saber cómo se puede mantener la mente despejada y activa, de manera que no se pierda ni un tilde de nuestra influencia. Deberíamos tratar de ser colaboradores de Dios mediante la conservación del organismo en tal condición que pueda prestar un servicio perfecto. Es mal negocio, ciertamente, maltratar el aparato digestivo, del cual depende en tan amplia medida la felicidad de todo el ser. Cuando el estómago anda mal, la mente también anda mal, y la energía nerviosa del cerebro se debilita. Por lo tanto, es deber religioso de toda persona aprender la ciencia del sano vivir, tener presente el asunto del régimen alimentarlo y tratar concienzudamente la cuestión". Carta 218, 1908, (16 de julio de 1908).
Los que se oponen a la reforma pro salud--"Algunos profesos cristianos aceptan ciertas porciones de los Testimonios como un mensaje de Dios, pero rechazan las que condenan sus costumbres favoritas. Tales personas trabajan para su mengua y la de la iglesia. Es de todo punto esencial que andemos en la luz mientras la tenemos. Los que diciendo creer en la reforma pro salud, niegan sus principios en la vida diaria, causan perjuicio a su ser y producen una impresión desfavorable en la mente de los creyentes y de los no creyentes".--Joyas de los Testimonios 3:355.
A los obreros en general--"No crean, sin embargo, que es vuestro deber vivir con un régimen alimentario insuficiente. Aprendan por ustedes mismos lo que deben comer, qué clase de alimentos nutren mejor el cuerpo, y luego sigan los dictados de la razón y de la conciencia. A la hora de comer, desechen la congoja y las preocupaciones. No estén apresurados, sino coman lentamente y con alegría, con el corazón lleno de gratitud hacia Dios por todas sus bendiciones. Y no se dediquen a la labor cerebral inmediatamente después de una comida. Hagan una moderada cantidad de ejercicio, y den un poco de tiempo al estómago para empezar su trabajo.
"Éstos no son asuntos de poca importancia. Debemos dedicarles atención si se ha de dar sano vigor y el debido tono a las diversas modalidades de la obra. El carácter y la eficacia de la obra dependen en gran parte de la condición física de los obreros. Muchas reuniones de junta y otras reuniones de consejo han asumido un tono lamentable por causa del estado dispéptico de los que estaban reunidos. Y más de un sermón recibió un matiz sombrío por la indigestión del predicador...
"Nuestros obreros deben hacer uso de su conocimiento de las leyes de la vida y la salud. Lean lo escrito por los mejores autores acerca del asunto, y obedezcan religiosamente lo que vuestra razón les dice que es la verdad".--Consejos sobre la Salud, 567, 568.
Lealtad
Necesidad de dirigentes fieles--"Se necesita hombres selectos y fieles en la dirección de la obra. Los que no han tenido experiencia en llevar cargas, y no desean tener esa experiencia, no deberían, bajo ningún concepto, permanecer allí. Se necesita hombres que velen por las personas como si tuvieran que dar cuenta de ellas. Se necesita padres y madres de Israel para esos puestos de importancia. Que los egoístas y preocupados de sí mismos, que los seres avaros y codiciosos, encuentren otro lugar donde no sean tan evidentes sus miserables rasgos de carácter. Mientras mas aislados estén, mejor será para la causa de Dios. Apelo al pueblo de Dios esté donde esté: 'Sean conscientes de su deber. Tomen a pecho el hecho de que estamos viviendo realmente en medio de los peligros de los últimos días'".--Testimonies for the Church 2:467, 468.
El espíritu de independencia--"Muchas de las cargas pesadas, antes llevadas por hombres de larga experiencia, incumben ahora a hombres más jóvenes.
"Este traspaso de las responsabilidades a obreros cuya experiencia es más o menos limitada, va acompañado de algunos peligros contra los cuales necesitamos guardarnos. El mundo está lleno de lucha por la supremacía. El espíritu de apartarse de los compañeros de trabajo, el espíritu de desorganización, está en el mismo aire que respiramos. Algunos consideran como peligrosos todos los esfuerzos hechos para establecer el orden. Los tienen por una restricción de la libertad personal, y de ahí que crean que se les haya de temer como al papismo. Estas almas engañadas tienen por virtud el jactarse de su libertad de pensar y obrar independientemente. Declaran que no aceptarán ningún dicho humano; que no están sujetos a ningún hombre. Me ha sido indicado que Satanás hace esfuerzos especiales por inducir a los hombres a sentir que a Dios le agrada que ellos elijan su propia conducta, independientemente del consejo de sus hermanos...
"Algunos han emitido la idea de que a medida que nos acerquemos al fin del tiempo cada hijo de Dios obrará independientemente de cualquier organización religiosa. Pero el Señor me ha indicado que en esta obra no hay tal independencia individual. Las estrellas del cielo están todas bajo ley, influyendo cada una en la otra para hacer la voluntad de Dios, rindiendo su común obediencia a la ley que rige su acción. Y con el fin de que la obra del Señor progrese de una manera saludable y sólida, su pueblo debe unirse".--Obreros Evangélicos, 501, 502.
Dios desaprueba la infidelidad--"Los que demuestran que son infieles deben ser tratados de acuerdo con la sabiduría que Dios imparte. Los siervos de Dios nunca deben considerar el desafecto, las intrigas y la falsedad como virtudes; los que llevan responsabilidades deben manifestar su decidida desaprobación a toda infidelidad en los negocios y los asuntos espirituales. Y ellos deben elegir, como consejeros en cada línea de trabajo, sólo a personas en quienes puedan depositar su máxima confianza".--Advent Review and Sabbath Herald, 14 de septiembre de 1905.
La lealtad de Pablo confirmó la fe de las iglesias--"Durante todo su ministerio, Pablo había mirado a Dios en procura de su dirección personal. Al mismo tiempo había tenido mucho cuidado en trabajar de acuerdo con las decisiones del concilio general de Jerusalén; y como resultado, las iglesias 'eran confirmadas en fe, y eran aumentadas en número cada día'. Hechos 16:5. Y ahora, no obstante la falta de simpatía que algunos le demostraban, se consolaba al saber que había cumplido su deber fomentando en sus conversos un espíritu de lealtad, generosidad y amor hermanable, según lo revelaban en esta ocasión por las liberales contribuciones que pudo colocar ante los ancianos judíos".--Los Hechos de los Apóstoles, 331.
Habilidad
Cabezas serenas y buen sentido--"Actualmente la causa de Dios necesita hombres y mujeres que posean raras calificaciones y buenas facultades de administración; hombres y mujeres que hagan una investigación paciente y cabal de las necesidades de la obra en los diversos campos; se necesita a quienes tengan una gran capacidad para el trabajo; quienes posean corazones cálidos y bondadosos, cabezas serenas, buen sentido y juzguen sin prejuicios; quienes estén santificados por el Espíritu de Dios, y puedan decir intrépidamente 'No', o 'Sí' y 'Amen' a las propuestas hechas; quienes tengan fuertes convicciones, claro entendimiento y corazones puros, llenos de simpatía; quienes practiquen las palabras: 'Todos vosotros sois hermanos' (Mateo 23:8); quienes procuren elevar y restaurar a la humanidad caída".--Obreros Evangélicos, 439.
Inteligencia y habilidad--"El hombre que está a la cabeza de cualquier trabajo en la causa de Dios debe ser un hombre inteligente, un hombre capaz de administrar con éxito grandes intereses, un hombre de temperamento apacible, paciencia como la de Cristo y perfecto dominio propio. Sólo quien tenga su corazon transformado por la gracia de Cristo puede ser un dirigente adecuado".--Medical Ministry, 164, 165.
Tacto, diligencia, entusiasmo--"Se necesita administradores en cada ramo de la obra para que ésta pueda continuar con energía y método. Si un hombre posee tacto, diligencia y entusiasmo, tendrá éxito en los negocios temporales, y las mismas cualidades, consagradas a la obra de Dios, demostrarán ser doblemente eficientes; porque el poder divino estará combinado con el esfuerzo humano. Los mejores planes, ya sea en asuntos temporales como espirituales, evidenciarán fallas en su ejecución si se los confía a manos inexpertas, incapaces".--Testimonies for the Church 5:276.
Se exige habilidad evidente--"Quienes han sido encargados de la administración de los distritos más importantes deberían tener notables habilidades. Deberían ser hombres capaces de llevar responsabilidades. Sería bueno que varios hombres se hiciesen cargo de ese trabajo. No se debería dejar a un solo hombre la supervisión de esos importantes aunque descuidados campos. A pesar de los testimonios en contra, nuestros pastores han hecho caso omiso y han buscado lugares más favorables, donde ya hay iglesias establecidas. Se ha hecho un trabajo indolente". Manuscrito 34, 1901, p. 3, (20 de abril de 1901, "Nuestros obreros de edad").
La responsabilidad del liderazgo no es un juego de niños--"La posición que ocupa mi esposo no es envidiable. Requiere el cuidado y la atención más cuidadosa, y esfuerzo mental. Exige el ejercicio de una sabiduría y un juicio sólidos. Demanda abnegación propia, un corazón íntegro y una voluntad firme para hacer que las cosas funcionen. En esa importante posición, Dios quiere tener a un hombre que se aventure, que arriesgue algo; que se desplace firmemente a favor de lo justo, sean cuales fueren las consecuencias; que batalle contra los obstáculos y que nunca vacile, aunque en ello le vaya la vida".--Testimonies for the Church 1:320.
¿Y qué de nuestra propia habilidad para hacer algo?--"La atmósfera de la iglesia es tan frígida, su espíritu es de tal naturaleza, que los hombres y las mujeres no pueden sostener o soportar el ejemplo de la piedad primitiva nacida del cielo. El calor de su primer amor está congelado, y a menos que sean bañados por el bautismo del Espíritu Santo, su candelabro será quitado de su lugar, si no se arrepienten y hacen las primeras obras. Las primeras obras de la iglesia se veían cuando los creyentes se buscaban amigos, parientes y conocidos, y con corazones desbordantes de amor les contaban la historia de lo que Jesús era para ellos y lo que ellos eran para Jesús. ¡Ojalá que el Señor despierte a los que ocupan puestos de responsabilidad para que no emprendan la obra confiando en su propia habilidad! La obra que salé de sus manos carecerá del molde y de la inscripción de Cristo".--Testimonios para los Ministros, 167, 168.
Humildad
Andar ante el Señor con humildad--"Tomen toda la armadura de Dios, y nunca olviden las sandalias del evangelio de paz. No vayan hacia ningún hombre con un trato duro o con voz airada. Que los siervos de Dios anden ante él con humildad, ya sea que ocupen las posiciones más altas o realicen el más humilde servicio".--Manuscrito 140, 1902.
Tiempo para humillarse--"Asegúrense de orar y de intercambiar ideas antes de trazar los planes, y luego, con el Espíritu de Cristo, lleven adelante la obra en unanimidad. Si algún hermano decide no cooperar con sus hermanos, y no tiene deseos de trabajar por causa de diferencias de opinión, hay un solo curso de acción a seguir. Humíllense delante de Dios y recurran a la oración, porque ustedes no pueden ni deben intentar trabajar en desacuerdo.
"Dios quitará su Espíritu y otro llevará la corona de quienes persistan en su propia terquedad y obstinación. Dios sólo acepta a quienes aprenderán de Cristo, estudiarán su Palabra, aprenderán lecciones de mansedumbre y humildad de corazón, lecciones de obediencia, buena voluntad en hacer la obra de la manera como Dios quiere, no a su manera finita..." Carta 4, 1890, (9 de marzo de 1890, a "Los hermanos en el África").
"El amor al yo, el orgullo y la suficiencia propia yacen a la base de las mayores pruebas y discordias que alguna vez hayan existido en el mundo religioso. Vez tras vez el ángel me ha dicho: 'Avanzad juntos, avanzad juntos, sed de un mismo parecer, de un mismo criterio. Cristo es el director, y vosotros sois hermanos; seguidlo'".--El Evangelismo, 79.
"Caminen en la luz así como él está en la luz. Quienes caminen en las pisadas de Cristo no andarán en tinieblas, pero los que se aparten en una independencia no santificada, no podrán contar con la presencia ni las bendiciones de Dios en la obra...
"Los obreros se pueden colocar fácilmente donde el amor, el poder y la sabiduría divinos no los pueden alcanzar, donde no pueden recibir consejos que los ayuden en las pruebas y dificultades, porque no entenderían ni se apropiarían correctamente del rico tesoro de los cielos. Ellos se glorificarían a sí mismos y pensarían que su propio mérito es perfecto, y se afirmarían en su propia justicia". Carta 4, 1890, (9 de marzo de 1890, a "Los hermanos en el África").
Sabiduría de lo alto--"Se necesita hombres que sientan necesidad de la sabiduría de lo alto, hombres que estén convertidos de corazón, que entiendan que no son sino simples mortales pecadores que deben aprender sus lecciones en la escuela de Cristo antes de estar preparados para moldear otras mentes. Cuando los hombres han aprendido a depender de Dios, cuando tienen la fe que obra por el amor y purifica sus propias vidas, entonces no dejarán sobre los hombros de otros hombres las cargas que son penosas de sobrellevar". Carta 83, 1896, (22 de mayo de 1896, a O. A. Olsen).
Liderazgo azaroso--"A usted le gusta la alabanza y la excitación, y ubicarse en primer plano. Se preocupa más por la aprobación y la alabanza de los hombres que por la aprobación de Dios. Usted dirige a otros. Ellos no saben hacia dónde usted los está dirigiendo y ni usted lo sabe, porque usted va hacia adelante de manera arriesgada, descuidada, impulsiva, sin un criterio sano ni sabiduría celestial. Dios le ha advertido. Dios le ha aconsejado. ¿Ha temblado usted como consecuencia de sus palabras? ¿Ha resistido las tentaciones? ¿Se ha separado cada vez más de las influencias mundanas?" Carta 3, 1882, p. 3, (1 de abril de 1882).
Dios exalta al humilde--"Quien represente a Dios en carácter, bondad, misericordia y lealtad incondicional a la causa y obra de Dios, es el más preparado para llevar responsabilidades y estar al mando. Cada uno necesita trabajar ahora por el hermano, amigo, vecino y extraño, liberando la mente de los desalientos que los acosan. La verdad debe ser magnificada. No debemos ser sorprendidos realizando movimientos extraños. Nadie debe procurar la exaltación. Mientras más humildemente nos movamos y trabajemos, más seremos exaltados con Dios. El regreso de Jesucristo a nuestro mundo no debería ser demorado más tiempo. Esta debe ser la nota tónica de cada mensaje". Carta 39, 1898, p. 13, (27 de marzo de 1898, a los Hnos. Woods y Miller).
Tiempo para un cambio--"Los que ocupan posiciones de responsabilidad tienen mucho que aprender. Cuando los hombres sienten que sus ideas no tienen defectos, es tiempo de cambiarlo de su posición de presidentes a una posición de aprendizaje. Cuando piensan que sus ideas y criterios deberían ser aceptados sin discusión, demuestran que son incompetentes para la posición que ostentan. Dios no ve como el hombre ve. Cualquiera que sea la posición a la que sea llamada una persona, no se debería considerar que su juicio es perfecto. Dada la responsabilidad que se le ha confiado, se les hace más necesario que bajo cualquier otra circunstancia estar libre de todo egoísmo y manifestarse dispuesto a recibir consejos". Manuscrito 55, 1897, (3 de junio de 1897, "El desarrollo de los obreros").
La posición no santifica--"Salomón no tuvo nunca más riqueza ni más sabiduría o verdadera grandeza que cuando confesó: 'Yo soy un niño pequeño, y no sé como me debo conducir'. 1 Reyes 3:7 (VM).
"Los que hoy ocupan puestos de confianza deben procurar aprender la lección enseñada por la oración de Salomón. Cuanto más elevado sea el cargo que ocupe un hombre y mayor sea la responsabilidad que ha de llevar, más amplia será la influencia que ejerza y tanto más necesario será que confíe en Dios. Debe recordar siempre que juntamente con el llamamiento a trabajar le llega la invitación a andar con circunspección delante de sus semejantes. Debe conservar delante de Dios la actitud del que aprende. Los cargos no dan santidad de carácter. Honrando a Dios y obedeciendo sus mandamientos es como un hombre llega a ser realmente grande.
"El Dios a quien servimos no hace acepción de personas. El que dio a Salomón el espíritu de sabio discernimiento está dispuesto a impartir la misma bendición a sus hijos hoy. Su palabra declara: 'Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da todos abundantemente y sin reproche, y le será dada'. Santiago 1:5. Cuando el que lleva responsabilidades desee sabiduría más que riqueza, poder o fama, no quedará chasqueado. El tal aprenderá del gran Maestro no sólo lo que debe hacer, sino también el modo de hacerlo para recibir la aprobación divina.
"Mientras permanezca consagrado, el hombre a quien Dios dotó de discernimiento y capacidad no manifestará avidez por los cargos elevados ni procurará gobernar o dominar. Es necesario que haya hombres que lleven responsabilidad; pero en vez de contender por la supremacía, el verdadero conductor pedirá en oración un corazón comprensivo, para discernir entre el bien y el mal".--La Historia de Profetas y Reyes, 20, 21.
Los dirigentes necesitan aprender--"Los que aceptan puestos de responsabilidad en la obra de Dios deberían recordar siempre que al llamarlos a esta obra el Señor lo ha llamado también a andar con prudencia delante de él y delante de los hombres. En vez de creerse llamados a regentar, a dictar y mandar, deberían darse cuenta de que ellos mismos necesitan aprender. Cuando un obrero de responsabilidad no aprende esta lección, cuanto antes se lo releve de su responsabilidad tanto mejor será para él mismo y para la obra de Dios. Jamás un cargo imparte santidad y excelencia de carácter. Quien honra a Dios y guarda sus mandamientos recibe él mismo honores.
"Cada uno debería formularse con humildad la siguiente pregunta: '¿Soy apto para ocupar este cargo? ¿He aprendido a practicar la justicia y el juicio según los caminos del Señor?' El ejemplo terrenal del Salvador nos fue dado para que no andemos en nuestra propia fuerza, sino que cada quien se considere 'mozo pequeño', según la expresión de Salomón".--Joyas de los Testimonios 3:429, 430.
Una fatal decepción--"Hay un engaño terrible y fatal en que puede caer la mente humana. Debido a que los hombres están en puestos de confianza, relacionados con la obra de Dios, se exaltan en su propia estima y no disciernen que otras personas, tan preciosas a la vista de Dios como la suya propia, son descuidadas y tratadas con tosquedad, maltratadas, heridas y abandonadas para morir".--Testimonios para los Ministros, 356.
Cultivar un sentimiento de humilde dependencia--"Los hombres a quienes el Señor llama para ocupar cargos importantes en su obra deben cultivar un sentimiento de humilde dependencia de él. No deben tratar de abarcar demasiada autoridad; porque Dios no los ha llamado a dominar, sino a hacer planes en cooperación con sus compañeros de labor. Todo obrero debe considerarse sujeto a los requerimientos y las instrucciones de Dios".--Joyas de los Testimonios 3:418.
Integridad
Lo que le ha costado a algunos el valor moral--"Los valientes--los que tuvieron el valor moral de llamar a las cosas por el nombre que les corresponde, quienes rehusaron caer en la red tendida para los incautos, los que no permitieron que se los despojara sin protestar--no han sido favorecidos por aquellos con quienes ellos no concuerdan.
"Los miembros de comisiones y juntas que no apoyarían la extorsión y el doblez, sino que tomarían una posición firme a favor del bien, no fueron invitados a estar presentes en las reuniones donde se estudiaron esos planes". Carta 4, 1896, p. 13, 15, 16, (1 de julio de 1896, a "Los hombres en posiciones de responsabilidad").
La posición no hace al hombre--"Pero la posición no hace al hombre. Es la integridad del carácter, el espíritu de Cristo, lo que lo hace agradecido, abnegado, sin parcialidad y sin hipocresía; es esto lo que tiene valor para Dios. A aquellos cuya vida está escondida con Cristo en Dios, el Señor les dice: 'He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros'. Isaías 49:16.
"Para todos los que ocupan puestos de responsabilidad tengo un mensaje dado por boca del Señor: El capítulo 55 de Isaías. Estudien este capítulo, y que ningún ser humano considere, porque en su ramo de trabajo están implicadas mayores responsabilidades, que está por encima de sus colaboradores en la causa. Si. a semejanza de Daniel, trata de obtener el poder que procede únicamente de Dios con el fin de que pueda revelar, no a sí mismo, ni sus imperfecciones y sus actos egoístas y fraudulentos, sino la verdad en justicia, no tendrá el menor vestigio de orgullo o prepotencia, sino que estará imbuido del espíritu de sabiduría de Dios".--Testimonios para los Ministros, 356, 357.
La integridad debe preservarse a todo costo--"Nunca será excesivo el cuidado que tengamos contra un espíritu de irreverencia en nuestra relación administrativa con la obra de Dios, y al manejar cosas sagradas. Nunca, ni por un instante, debe emplearse engañosamente la Palabra de Dios para probar un punto que anhelamos ver triunfar. El honor, la integridad y la verdad deben preservarse a cualquier costo. Nuestros mismos pensamientos, palabras y acciones deben someterse a la voluntad de Cristo".--Obreros Evangélicos, 462.
Nada en forma clandestina--"El hombre no puede leer el corazón del hombre. Su juicio está formado a partir de las apariencias, y éstas, a menudo, son engañosas. Dios lee las intenciones y los propósitos del corazón. No haga nada de manera clandestina; sea tan abierto como el día, fiel a sus hermanos y hermanas, tratándolos como quisiera que Cristo lo tratara a usted. Si tiene el Espíritu de Cristo, no tomará en cuenta el menosprecio ni dará demasiada importancia a las supuestas injurias".--Advent Review and Sabbath Herald, 14 de mayo de 1895.
Integridad moral firme--"La obra de Dios exige hombres de poder moral superior para involucrarse en su promulgación. Se necesita hombres cuyos corazones estén fortalecidos con santo fervor, hombres de determinación que no sean movidos fácilmente de lo correcto, que sean capaces de deshacerse de los intereses propios y entregarse por completo para la cruz y la corona. La causa de la verdad presente sufre por falta de hombres que sean leales al sentido de rectitud y deber, cuya integridad moral sea firme y cuyas energías se igualen a las oportunas providencias de Dios. Cualidades como éstas son de mayor valor que las indescriptibles riquezas invertidas en la obra y la causa de Dios. La energía, la integridad moral, la firme determinación por lo recto, son cualidades que no se pueden comprar ni con todo el oro del mundo. Los hombres que poseen estas cualidades ejercerán influencia en todas partes. Su vida será más poderosa que la más elevada elocuencia. Dios llama a hombres de corazón, hombres inteligentes, hombres de integridad moral, en quienes pueda hacerlos depositarios de su verdad y quienes representarán correctamente sus sagrados principios en su vida diaria".--Testimonies for the Church 3:23.
Integridad inconmovible--"Un hombre honrado, según la medida de Cristo, es el que manifiesta integridad inquebrantable. Las pesas engañosas y las balanzas falsas con que muchos tratan de incrementar sus intereses en el mundo, son abominación a la vista de Dios. Sin embargo, muchos de los que profesan guardar los mandamientos de Dios trabajan con pesas y balanzas falsas. Cuando un hombre está verdaderamente relacionado con Dios y guarda su ley en verdad, su vida lo revelará, porque todas sus acciones estarán en armonía con las enseñanzas de Cristo. No venderá su honra por ganancia. Sus principios se basan en el fundamento seguro, y su conducta en asuntos mundanales es un trasunto de sus principios. La firme integridad resplandece como el oro entre la escoria y la basura del mundo. Se puede pasar por alto y ocultar a los ojos de los hombres el engaño, la mentira y la infidelidad, pero no a los ojos de Dios. Los ángeles del Señor, que vigilan el desarrollo de nuestro carácter y pesan nuestro valor moral, registran en los libros del cielo estas transacciones menores que revelan el carácter. Si un obrero es infiel en las vocaciones diarias de la vida, y descuida su trabajo, el mundo no lo juzgará incorrectamente si estima su norma religiosa de acuerdo con su norma comercial".--Joyas de los Testimonios 1:510, 511.
Ejemplaridad
Se mide la influencia--"El cielo está vigilando para ver cómo desempeñan su mayordomía los que ocupan posiciones de influencia. Las demandas que se les hacen como mayordomos se miden por la extensión de su influencia. En su trato con sus semejantes, deben ser como padres: justos, tiernos, veraces. Deben ser semejantes a Cristo en carácter, uniéndose con sus hermanos en los más íntimos vínculos de unidad y compañerismo".--Obreros Evangélicos, 511.
La palabra y la influencia--"[Una vez que hagamos caso de las sagradas verdades de la Palabra del Señor], el temor de Dios, el sentido de su bondad y su santidad, se propagará en cada institución. Una atmósfera de amor y paz prevalecerá en cada departamento. Toda palabra que se hable, cada obra que se lleve a cabo, tendrá una influencia que corresponda con la influencia del cielo. Cristo habitará en la humanidad y la humanidad habitará en Cristo. No se percibirá en la obra el carácter de hombres finitos, sino el carácter de un Dios infinito. La influencia divina impartida por los santos ángeles impresionará las mentes que se pongan en contacto con los obreros; y de esos obreros emanará una fragante influencia hacia todos los que quieran inhalarla".--Advent Review and Sabbath Herald, 28 de abril de 1903.
Las bendiciones de las palabras llenas de simpatía--"¡Oh, qué poder puede ejercer una persona convertida, transformada diariamente, para aportar bendiciones y la felicidad a todos los que la rodean! Quienes llevan responsabilidades en las instituciones de Dios deben crecer en gracia y en el conocimiento de las cosas divinas. Deben recordar siempre que el talento del habla les ha sido confiado por Dios para que ayuden y bendigan a otros. Él ha dejado en sus manos la decisión de si hablarán palabras que honren a Cristo, o palabras que serán un estorbo para quienes las escuchen. ¡Oh, qué bendición son las palabras agradables y simpáticas; palabras que estimulan y fortalecen! Cuando se nos pregunta algo, no debiéramos responder con brusquedad, sino con bondad. Puede ser que el corazón del que pregunta esté gravemente afligido por alguna tristeza íntima que tal vez no pueda ser revelada. Y puede que el interrogado no lo sepa, por lo que sus palabras deben ser siempre llenas de bondad y simpatía. Por medio de unas pocas palabras de ayuda, bien escogidas, podrá quitar una pesada carga de la mente de su compañero de trabajo".--Advent Review and Sabbath Herald, 28 de abril de 1903.
Responsables por los que siguen nuestro ejemplo--"Los dirigentes son responsables no sólo por sus propios errores no santificados, sino también por los errores de quienes siguen su ejemplo. Cuando son amonestados por haber traído principios equivocados a la obra, manifiestan un espíritu perverso, un espíritu que no permite ser corregido ni humillado". Manuscrito 139, 1903, p. 14, (23 de octubre de 1903, "El mensaje en Apocalipsis").
"Los que están en puestos de responsabilidad y siguen sus propios caminos, serán tenidos por responsables de los errores de quienes sean extraviados por su ejemplo".--Advent Review and Sabbath Herald, 14 de septiembre de 1905.
La influencia se refleja en la gente--"Se necesita Nehemías en la iglesia de nuestros días. No solamente hombres que puedan predicar y orar, sino hombres cuyas oraciones y sermones estén imbuidos de un propósito firme y vehemente. El plan de acción seguido por este patriota hebreo en el cumplimiento de sus propósitos debiera ser adoptado por los ministros y dirigentes. Una vez hechos sus planes, debieran presentarlos a la iglesia de tal manera que obtengan interés y cooperación. Que los hermanos entiendan los planes y compartan la tarea, y tendrán entonces un interés personal en su prosperidad. El éxito que acompañó los esfuerzos de Nehemías muestra lo que pueden lograr la oración, la fe y la acción sabia y enérgica. La fe viva promoverá la acción enérgica. El espíritu que manifieste el dirigente será en gran parte reflejado por el pueblo. Si los dirigentes que profesan creer las solemnes e importantes verdades que han de probar al mundo en este tiempo no manifiestan ardiente celo en preparar a un pueblo para estar en pie en el día de Dios, no podemos esperar sino que la iglesia sea descuidada, indolente y amante de los placeres".--Servicio Cristiano Eficaz, 221.
Confiabilidad
Dirigentes confiables--"Vemos la necesidad de hombres devotos y fervientes que hagan la obra que debe ser realizada en el futuro... No debemos considerar a ningún ser humano como creíble y confiable a menos que sea evidente que está afirmado en las verdades de la Palabra de Dios.
"Algunos que han sido dirigentes en la obra de Dios procuran anular el efecto de la obra que Dios ha establecido en este mundo para educar a su pueblo, y prepararlo para soportar las pruebas de los poderes obradores de milagros que tratan de invalidar las preciosas verdades de la fe, que durante los últimos 60 años nos han sido dadas por el poder del Espíritu Santo". Carta 256, 1906, (1 de agosto de 1906, "Ministerio de favor de los hermanos en Australia").
La causa de Dios sufre ante la desconfianza--"Cuando usted debilita la confianza del pueblo de Dios en sus dirigentes, está debilitando la causa de Dios. La mente de la gente queda en la incertidumbre. No encuentran en quién confiar. No puedo involucrarme en la obra que destaca las debilidades y los errores del pueblo de Dios". Carta 13, 1871, p. 5, (2 de septiembre de 1871, a Jaime White).
Secreto hacia afuera, abierto hacia adentro--"El mundo no tiene nada que ver con los creyentes en esta obra. Los mundanos no pueden discernir los motivos y principios por medio de los cuales los hijos de Dios están ligados el uno al otro en sus relaciones y su trato mutuo. Debemos ser soldados fieles y leales en el ejército de Jesucristo. Todos sus seguidores deben andar al paso de su Jefe. Nunca deben transmitir sus secretos a los enemigos de Cristo o hacerles confidencias con respecto a sus movimientos ni a las actividades que se proponen realizar; porque equivale a una traición de la sagrada confianza y darle al enemigo todas las ventajas. Celebren consejo los hijos de Dios dentro de su propia esfera. Los enemigos de Cristo no deben familiarizarse con sus secretos, mientras se mantiene en la ignorancia a los hijos de Dios con respecto a las cosas que precisamente deben saber. Los secretos de Jehová son por los que le temen".--Testimonios para los Ministros, 269.
El pueblo ha perdido la confianza--"La causa de Dios se encuentra en su actual estado de perplejidad por haberse trabajado sobre principios equivocados. El pueblo ha perdido su confianza en quienes tienen la administración de la obra. Sin embargo escuchamos que la voz de la Asociación es la voz de Dios. Cada vez que oigo esto, me parece casi una blasfemia. La voz de la Asociación debería ser la voz de Dios, pero no lo es, porque algunos relacionados con ella no son hombres de fe y oración, no son hombres de principios elevados. No existe una búsqueda de Dios con todo el corazón; no hay una comprensión de la tremenda responsabilidad que descansa sobre los que están en esta institución para amoldar y labrar las mentes según la semejanza divina". Manuscrito 37, 1901, p. 8, (abril de 1901, charla de la Hna. White, en la capilla de la Review, en relación con la obra en el sur del país).
Autodisciplina
Dominio propio en los que dirigen--"Un cristiano es un hombre semejante a Cristo, y por la misma razón que lleva grandes responsabilidades, siente que si se muestra dictatorial en el grado más mínimo, se tendría que despreciar a sí mismo. Si los que mandan no tienen dominio propio, se colocan a un nivel más bajo que el de siervos. Dios espera que el mayordomo a quien él honra, represente al Maestro. Si no puede representar dignamente la paciencia, la bondad, el amor paciente, la honestidad y la abnegación propia de Cristo; si se olvida que es un siervo y se exalta a sí mismo, sería mejor para el pueblo que lo despidieran". Manuscrito 115, 1899, (15 de agosto de 1899).
La administración y el dominio propio--"La falta de autodisciplina le impide tomar sobre sí las responsabilidades así como las ha considerado. Significa mucho más de lo que usted cree asumir que él es capaz de administrar el sanatorio.
"Mi hermano, usted necesita ser convertido y volverse como niño. Debería temer seguir su propio juicio. Si de alguna forma usted empieza a sospechar que alguien no está de acuerdo con usted, le provoca molestias. Cuando hay oposición a su voluntad y sus planes, en su corazón se levantan sentimientos de amargura. Usted acaricia sentimientos de odio contra cualquiera que a su juicio ha cometido un error. Se olvida que cuando un hermano se equivoca, debemos restaurarlo 'con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado'. Gálatas 6:1. Estamos fuera de lugar si acariciamos sentimientos de amargura contra cualquiera que el Señor ha comprado con su propia sangre". Carta 285, 1905, p. 2, 3, (2 de octubre de 1905, al Dr. Wade).
Controlarse a sí mismo--"No debemos desanimarnos si aparecen cosas de naturaleza molesta. No permita que surjan sus pasiones. Domínese a sí mismo. No permita que su propia paz se vea perturbada cuando ocurran cosas que parecen inexplicables, que parecen no estar en armonía con el gran Libro Consejero. Recuerde que a su lado hay un Testigo, un Mensajero celestial que es su amparo y fortaleza. Puede escapar a ella y encontrar seguridad. Pero una palabra de represalia destruirá su propia paz y su confianza en Dios. ¿A quién se dañó? A sí mismo. ¿Quién fue el agraviado y herido? El Espíritu Santo de Dios.
"En toda ocasión ármese y equípese con un 'Escrito está'. Dios es su armadura a su mano derecha y a su izquierda. Puede que una multitud de palabras apresuradas busquen su expresión, pero dígase 'No, no. No colocaré mis pies en el terreno de Satanás. No sacrificaré mi paz y honor como hijo de Dios. Me mantendré en el sendero seguro, bien cerca de Jesús, quien ha hecho tanto por mí...'
"No se sorprenda cuando se realicen grandes cambios. No se maraville si hombres que se han considerado a sí mismos capaces de manejar la conciencia de sus semejantes, y de controlar las mentes y talentos que Dios les ha dado, apostatan para no andar más con los que creen en la verdad. La verdad exigió demasiado de ellos. Cuando se dan cuenta que deben morir al yo, y practicar los principios de abnegación, se sienten incómodos porque no pueden gratificar sus deseos ambiciosos de dominar a otros hombres. Aparecerán sus caracteres verdaderos. Se producirá el total naufragio de su fe. 'Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros', dijo Juan (1 Juan 2:19), y así será nuevamente.
"Aférrese a la verdad, la verdad preciosa y santificadora. Entonces estará en la mejor compañía, y las mismas inteligencias celestiales estarán contemplando su curso de acción. Usted será un espectáculo al mundo, los ángeles y los hombres. Bajo la provocación, su obra será mantener la fe y la buena conciencia. 'Manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos'". 1 Timoteo 1:19; Carta 17, 1897, (7 de abril de 1897).
El dominio propio viene primero--"Los que controlan a otros deberían aprender primero a controlarse a sí mismos. A menos que aprendan esta lección, no podrán ser semejantes a Cristo en su obra. Deben morar en Cristo, hablar como él hablaría, actuar como él actuaría, y mostrar una compasión y una bondad que no fallen".--Advent Review and Sabbath Herald, 28 de abril de 1903.
Responsabilidad en el hogar
La fidelidad en el hogar - Mejor líder del rebaño--"Le ruego por el amor de Cristo que elimine el espíritu de rudeza y censura. Usted necesita manifestar el tierno amor de una madre. Necesita el amor de Cristo. Entonces no se quejará por cada error; tendrá hacia esos corderitos del rebaño una porción de la misma paciencia que Cristo ha manifestado hacia usted. Entonces Dios aceptará sus labores en favor de otros. Cuando usted lleve con fidelidad las responsabilidades de su hogar, estará mejor preparado para llevar la responsabilidad de alimentar el rebaño de Dios, y especialmente de manifestar el tierno cuidado del Salvador hacia los corderos del rebaño.
"¿Procurarán ambos hacer que la verdad penetre en el santuario de sus vidas? ¿Practicará usted, al relacionarse con sus hijos, ese amor que todo lo soporta y es bondadoso? ¿Manifestará la misma mansedumbre y ternura de Cristo en sus actividades a favor de la iglesia? ¿Guardará sus labios tanto como para que no se escape de ellos ni una sola palabra de crítica, sino sólo de amable instrucción?
"Edifique sobre el fundamento con oro, plata y piedras preciosas, que serán valiosas a través de las edades y perdurarán por la eternidad, en vez de construir con piedras, madera, heno y hojarascas, materiales perecederos que se consumirán. Debe amar al Señor por encima de todo. Dios no puede aceptar el servicio a medias ni el trabajo efectuado con negligencia. Su maldición recae sobre los que hacen la obra de Dios con engaño o negligencia. Usted ha estado del lado de los que se pierden. No ha mantenido su lámpara preparada y encendida. Ambos están en una situación que no les permite ser la luz del mundo por medio de buenas obras". Carta 23, 1890, p. 9, (6 de enero de 1890, al Hno. Stone).
Colocar en primer lugar la educación en el hogar--"Muchos señalan a los hijos de los pastores, de los maestros y de otros hombres de elevada reputación por su sabiduría y piedad y dicen que si esos hombres, con todas sus ventajas, fracasan en el gobierno de su familia, los que son menos favorecidos no pueden tener esperanza de alcanzar éxito. La pregunta que debe dilucidarse es ésta: Esos hombres, ¿han dado a sus hijos lo que les corresponde por derecho: un buen ejemplo, instrucción fiel y adecuada restricción? El descuido de esos puntos esenciales es lo que hace que tales padres proporcionen a la sociedad hijos que no están bien equilibrados en su mente, impacientes ante la restricción e ignorantes de los deberes de la vida práctica. En esto hacen al mundo un daño que sobrepuja todo el bien realizado por sus labores. Esos hijos transmiten su propia perversidad de carácter como una herencia a sus descendientes, y al mismo tiempo su mal ejemplo e influencia corrompen a la sociedad y trastornan a la iglesia. No podemos creer que hombre alguno, no importa cuán grande sea su habilidad y utilidad, sirva mejor a Dios o al mundo mientras dedique su tiempo a otros propósitos descuidando a sus propios hijos".--The Signs of the Times, 9 de febrero de 1882.
Los dirigentes deben dar el ejemplo--"Todos los padres debieran esforzarse por hacer de sus familias modelos de buenas obras, perfectos hogares cristianos. Pero de una manera especial éste es el deber de los que ministran en las cosas sagradas, y de quienes la gente espera instrucción y dirección. Los ministros de Cristo deben ser ejemplo de la grey. El que no dirige sabiamente su propio hogar no estará calificado para guiar la iglesia de Dios".--Comentario Bíblico Adventista 2:1003; The Signs of the Times, 10 de noviembre de 1881.