Fuente del verdadero afecto humano
Nuestros afectos mutuos surgen de una común relación con Dios. Somos una familia y nos amamos los unos a los otros como él nos amó. Cuando se compara este afecto verdadero, santificado y disciplinado, con la cortesía ampulosa del mundo, las expresiones carentes de significado de la amistad efusiva son como paja de la era.--Hijos e Hijas de Dios, 103 (1896).
Amar como Cristo amó significa manifestar abnegación en todo momento y lugar, mediante palabras amantes y un continente agradable [...]. El amor genuino es un precioso atributo que se origina en el cielo, y cuya fragancia crece en proporción a la forma en que es dispensado a los demás.--Hijos e Hijas de Dios, 103 (1899).
El amor une los corazones
Haya entre ellos amor mutuo y sopórtense uno a otro. Entonces el matrimonio, en vez de ser el final del amor, será más bien su verdadero comienzo. El calor de la verdadera amistad, el amor que une un corazón al otro, es sabor anticipado de los goces del cielo [...]. Ame al otro antes de exigir que el otro lo ame.--El Ministerio de Curación, 279 (1905).
El afecto puede ser puro, pero superficial
El afecto de ustedes podrá ser tan claro como el cristal, arrobador en su pureza, y sin embargo, podría ser superficial por no haber sido probado. Deben darle a Cristo, en todo, el primero, el último y el mejor lugar. Contémplenlo constantemente, y su amor por él, en la medida en que sea probado, se hará cada día más profundo y más fuerte. Y a medida que crezca el amor de ustedes por él, el amor entre ustedes mismos aumentará también en fuerza y profundidad. "Nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen". 2 Corintios 3:18.--Joyas de los Testimonios 3:96 (1902).
El amor no puede existir sin expresión
Al ser reprimidos, los impulsos de sociabilidad y generosidad se marchitan y el corazón se vuelve desolado y frío [...]. El amor no puede durar mucho si no se le da expresión. No permitan que el corazón de sus compañeros languidezca por falta de bondad y ternura de parte vuestra.--El Ministerio de Curación, 278 (1905).
El amor es una planta que debe tratarse con ternura
La preciosa planta del amor ha de ser tratada con ternura, y llegará a ser frondosa, hermosa y rica en frutos, y dará expresión a todo el carácter.--Carta 50, 1893.
No refrenar el cariño y la ternura
Motiven la expresión del amor hacia Dios y de unos hacia otros. La razón por la cual hay tantos hombres y mujeres de corazón duro en el mundo es porque el verdadero afecto ha sido considerado como debilidad, y ha sido desalentado y reprimido. Lo mejor de la naturaleza de estas personas fue ahogado en la infancia; y a menos que la luz del amor divino derrita su frío egoísmo, su felicidad quedará arruinada para siempre. Si queremos que nuestros hijos posean el bondadoso espíritu de Jesús y la ternura que los ángeles manifiestan por nosotros, debemos estimular los impulsos generosos y amantes de la infancia.--El Deseado de Todas las Gentes, 475 (1898).
El amor no es pasión
El amor es una planta de origen celestial. No es irrazonable, no es ciego. Es puro y santo. Pero la pasión del corazón carnal es otra cosa. Mientras el amor puro dará participación a Dios en todos sus planes y estará en perfecta armonía con el Espíritu de Dios, la pasión será terca, irreflexiva, irrazonable, desafiante de toda sujeción, y hará un ídolo del objeto de su elección.
La gracia de Dios se mostrará en la conducta de aquel que posee verdadero amor. La modestia, la sencillez, la sinceridad, la moralidad y la religión, caracterizarán cada paso hacia la alianza del matrimonio.--The Review and Herald, 25 de septiembre de 1888; Mensajes para los Jóvenes, 324.
El verdadero amor prepara para el matrimonio de éxito
El amor verdadero es un principio santo y elevado, muy diferente en su carácter al amor despertado por el impulso, que muere de repente cuando es severamente probado. Mediante la fidelidad al deber en la casa paterna, los jóvenes deben prepararse para formar su propio hogar. Practiquen allí la abnegación propia, la amabilidad, la cortesía y la compasión del cristianismo. El amor se conservará vivo en el corazón, y los que salgan de un hogar como este para ponerse al frente de su propia familia, sabrán llenar de felicidad a la persona que escogieron por compañero o compañera de su vida. Entonces el matrimonio, en vez de ser el fin del amor, será su verdadero principio.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 174 (1890).
El amor y la disciplina propia unen a la familia
Procuren los padres manifestar en su propio carácter y en su vida doméstica el amor y la benevolencia del Padre celestial. Llenen el hogar de alegría. Para sus hijos esto tendrá más valor que tierras y dinero. Cultiven en sus corazones el amor al hogar, para que puedan mirar hacia atrás, hacia el hogar de su niñez, y ver en él un lugar de paz y felicidad, superado únicamente por el cielo. Los miembros de una familia no tienen todos el mismo carácter, y habrá muchas ocasiones para poner en práctica la paciencia e indulgencia; pero por el amor y el dominio propio todos pueden vincularse en la más íntima comunión.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 174 (1890).
Características del amor verdadero (consejo a un esposo obstinado)
El amor verdadero y puro es precioso. Es celestial en su influencia. Es profundo y permanente. No es espasmódico en sus manifestaciones. No es una pasión egoísta. Lleva fruto. Hará un esfuerzo constante para hacer feliz a su esposa. Si usted tiene este amor, le será natural realizar este esfuerzo. No parecerá forzado. Si sale para un paseo o para asistir a una reunión, será tan natural como respirar el escoger a su esposa para que lo acompañe y procurar hacerla feliz en su compañía. Usted considera los logros espirituales de ella como inferiores a los suyos, pero he visto que Dios está más satisfecho con el espíritu de ella que con el suyo.
Usted no es digno de su esposa. Ella es demasiado buena para usted. Ella es una planta frágil y sensible, necesita ser atendida con ternura. Ella desea fervientemente hacer la voluntad de Dios. Pero tiene un espíritu orgulloso y es tímida, y huye de los reproches. Ser objeto de observaciones o comentarios es como la muerte para ella. Sea su esposa amada, honrada y apreciada en cumplimiento del voto matrimonial, y saldrá de la posición reticente y apocada que es natural en ella.--Testimonies for the Church 2:416 (1870).
El alma anhela un amor superior
Su esposa debería hacer grandes esfuerzos para salir de su estado de retraimiento, y cultivar la sencillez en todos sus actos. Y cuando se despierten las facultades superiores en usted y se fortalezcan con el ejercicio, comprenderá mejor los deseos de las mujeres; comprenderá que el alma suspira por un amor de nivel superior y más puro que el del orden inferior de las pasiones animales. Estas pasiones han sido fortalecidas en usted por el estímulo y la ejercitación. Si ahora, en el temor de Dios, subyuga su cuerpo y procura relacionarse con su esposa con amor puro y elevado, los deseos de la naturaleza de ella serán satisfechos. Acérquela a su corazón; ámela en gran manera.--Testimonies for the Church 2:415 (1870).
El amor encuentra expresión en palabras y hechos
L _______________ necesita cultivar el amor por su esposa, amor que encuentre expresión en palabras y hechos. Debería cultivar un afecto tierno. Su esposa tiene una naturaleza sensible y apegada, y necesita ser atendida. Ella recordará cada palabra tierna, cada palabra de aprecio y ánimo afectuoso y la devolverá en bendiciones sobre su esposo. La naturaleza indiferente del esposo debe ser puesta en contacto estrecho con Cristo, a fin de que la rigidez y frialdad de sus sentimientos puedan ser subyugadas y suavizadas por el amor divino.
No será debilidad ni sacrificio de la hombría y la dignidad el otorgar a su esposa expresiones de ternura y amor tanto en palabras como en hechos; y no las limite al círculo de la familia, sino extiéndalas a los que están fuera de ella. L _______________ tiene una obra que hacer consigo mismo que nadie puede hacer por él. Puede fortalecerse en el Señor llevando cargas en su causa. Su afecto y amor deberían estar centrados en Cristo y en las cosas celestiales, y debería estar formando un carácter para la vida eterna.--Testimonies for the Church 3:530, 531 (1875).
Los pequeños actos revelan el verdadero amor
El amor no puede existir sin revelarse en actos exteriores así como el fuego no puede mantenerse encendido sin combustible. Usted, Hno. C, sintió que estaba por debajo de su dignidad manifestar ternura mediante actos bondadosos y buscar una oportunidad para expresar afecto a su esposa por medio de palabras tiernas y atención bondadosa. Usted es mudable en sus sentimientos y lo afectan mucho las circunstancias que lo rodean [...]. Deje las preocupaciones, molestias y perplejidades de su negocio cuando salga de él. Vaya a su casa con un rostro alegre, lleno de bondad, ternura y amor. Esto será mejor que gastar dinero en remedios o en médicos para su esposa. Será salud para el cuerpo y fortaleza para el alma.--Testimonies for the Church 1:695 (1868).
Resplandezcan la paciencia, la gratitud y el amor en el corazón, por nublado que esté el día.--El Ministerio de Curación, 305 (1905).
El poder del ejemplo de los padres
La mejor manera de enseñar a los niños a respetar a su padre y a su madre consiste en darles la oportunidad de ver al padre rendir atenciones bondadosas a la madre y a la madre manifestar respeto y reverencia hacia el padre. Al contemplar el amor manifestado en sus padres los hijos son inducidos a respetar el quinto mandamiento y a prestar oídos a la recomendación: "Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo". Efesios 6:1.--The Review and Herald, 15 de noviembre de 1892; El hogar adventista, 177 (1894).
El amor de Jesús reflejado en los padres
Cuando la madre ha obtenido la confianza de sus hijos y les ha enseñado a amarla y a respetarla, les ha dado la primera lección en la vida cristiana. Deben amar y obedecer a su Salvador y confiar en él como aman y obedecen a sus padres y confían en ellos. El amor que con sus cuidados fieles y educación correcta de sus hijos manifiestan los padres hacia ellos es un débil reflejo del amor que Jesús tiene por sus fieles.--The Signs of the Times, 4 de abril de 1911; El hogar adventista, 177, 178 (1894).
El amor de la madre es una ilustración del amor de Cristo
Mientras la madre enseña a sus hijos a respetarla porque la aman, les enseña las primeras lecciones de su vida cristiana. El amor de la madre representa ante el niño el amor de Cristo, y los pequeñuelos que confían y obedecen a su madre están aprendiendo a confiar y obedecer al Salvador.--El Deseado de Todas las Gentes, 474 (1898).
La influencia de un hogar cristiano nunca se olvida
Un hogar adornado por el amor, el compañerismo y la ternura es un lugar que los ángeles visitan con alegría, pues allí se glorifica a Dios. La influencia de un hogar cristiano cuidadosamente custodiado en los años de la infancia y la juventud, es la salvaguardia más segura contra las corrupciones del mundo. En la atmósfera de un hogar así, los niños aprenderán a amar a sus padres terrenales y a su Padre celestial.--El hogar adventista, 15 (1894).
Las relaciones familiares deben ejercer una influencia santificadora. Los hogares cristianos, establecidos y dirigidos de acuerdo con el plan de Dios, contribuyen en forma admirable a la formación de un carácter cristiano [...]. Los padres y los hijos tienen que ofrecer juntos un servicio amante al Único que puede mantener puro y noble el amor humano.--El hogar adventista, 15 (1894).