Mensajes para los Jóvenes (1967)

Capítulo 49

La necesidad de una educación cristiana

Dios requiere el adiestramiento de las facultades mentales. El se propone que sus siervos posean más inteligencia y más claro discernimiento que el mundano, y le desagradan aquellos que son demasiado descuidados o indolentes para llegar a ser obreros eficientes, bien informados. El Señor nos manda que lo amemos con todo el corazón, y con toda el alma, y con toda la fuerza, y con toda la mente. Esto nos impone la obligación de desarrollar el intelecto hasta su máxima capacidad, para que podamos conocer y amar a nuestro Creador con todo el entendimiento.

Si el intelecto es colocado bajo el dominio del Espíritu de Dios, cuanto más se lo cultiva, más eficazmente puede ser usado en el servicio de Dios. El hombre sin instrucción, que es consagrado a Dios y anhela beneficiar a otros, puede ser usado por el Señor en su servicio, y lo es. Pero los que, con el mismo espíritu de consagración, han tenido el beneficio de una educación cabal, pueden realizar una obra mucho más extensa para Cristo. Se hallan colocados en una posición ventajosa.

La preparación para un servicio superior

El Señor desea que obtengamos toda la educación posible, con el objeto de impartir nuestro conocimiento a otros. Nadie puede saber dónde o cómo ha de ser llamado a trabajar o hablar en favor de Dios. Sólo nuestro Padre celestial ve lo que puede hacer de los hombres. Hay ante nosotros posibilidades que nuestra débil fe no discierne. Nuestra mente debiera ser enseñada en forma tal que, si fuere necesario, podamos presentar las verdades de la Palabra de Dios ante las más altas autoridades terrenales y de un modo que glorifique su nombre. No deberíamos descuidar ni una sola oportunidad de prepararnos intelectualmente para trabajar por Dios.

Una educación completa

Pónganse a trabajar los jóvenes que necesitan una educación, con la determinación de lograrla. No esperéis una oportunidad; hacedla. Aprovechad cualquier pequeña ocasión que se presente. Practicad la economía. No gastéis vuestros medios en la satisfacción de vuestro apetito o en buscar placeres. Decidíos a ser tan útiles y eficientes como Dios os pide que seáis. Sed cabales y fieles en todo lo que emprendáis. Aprovechad todas las ventajas que haya a vuestro alcance para fortalecer el intelecto. Combinad el estudio de los libros con el trabajo manual útil, y mediante el esfuerzo fiel, la vigilancia y la oración, obtened la sabiduría de origen celestial. Esto os dará una educación equilibrada. Así se elevará vuestro carácter, y tendréis influencia sobre otras mentes, haciéndoos capaces de dirigirlas por el sendero de la justicia y la santidad.

Si comprendiésemos plenamente nuestras oportunidades y privilegios se podría llevar a cabo mucho más en la obra de la autoeducación. La verdadera educación significa más de lo que los colegios pueden dar. Aunque no se debe descuidar el estudio de las ciencias, existe una preparación más elevada que ha de obtenerse mediante la comunión vital con Dios. Tome cada estudiante su Biblia y póngase en comunión con el gran Maestro. Edúquese y disciplínese la mente para luchar con problemas arduos en la búsqueda de la verdad divina.

El conocimiento y la disciplina propia

Los que desean ardientemente obtener conocimiento para ser una bendición a sus semejantes, recibirán ellos mismos la bendición de Dios. Mediante el estudio de su Palabra, sus facultades mentales serán despertadas a una actividad fervorosa. Se producirá una expansión y un desarrollo de las facultades, y la mente adquirirá poder y eficiencia.

Todo el que quiere ser un obrero para Dios debe practicar la disciplina propia. Esto logrará más que la elocuencia o los talentos más destacados.--Palabras de Vida del Gran Maestro, 312, 314.

Responded a la expectativa de vuestros padres

Lo mejor y más seguro es siempre hacer lo recto porque es recto. ¿No queréis pensar ahora seriamente? A la base de una acción recta se halla un pensamiento recto. Resolved que responderéis a lo que vuestros padres esperan de vosotros, que haréis fieles esfuerzos para sobresalir, que os preocuparéis para que no haya sido mal aplicado y usado el dinero gastado en vosotros. Tened el determinado propósito de cooperar con los esfuerzos hechos por los padres y maestros, y alcanzad una elevada norma de conocimiento y carácter. Resolved no chasquear a aquellos que os aman lo bastante como para confiar en vosotros. Es varonil hacer lo recto, y Jesús os ayudará si tratáis de hacerlo porque es recto.--Fundamentals of Christian Education, 248.