Estudiantes, cooperad con vuestros maestros. Al hacerlo, les dais esperanza y ánimo. Les ayudáis y al mismo tiempo os ayudáis a progresar. Recordad que de vosotros depende en extenso grado que vuestros maestros estén en terreno ventajoso, que su trabajo sea un reconocido éxito. Debéis ser estudiantes en el más elevado sentido, viendo a Dios detrás del maestro, y al maestro cooperando con él.
Pasan rápidamente vuestras oportunidades para trabajar. No tenéis tiempo para complacer al yo. Únicamente al esforzaros seriamente por tener éxito, lograréis la verdadera felicidad. Son preciosas las oportunidades que se os ofrecen durante el tiempo que pasáis en la escuela. Haced tan perfecta como sea posible vuestra vida estudiantil. Recorreréis ese camino una sola vez. Y de vosotros mismos depende que vuestra tarea sea un éxito o un fracaso. A medida que tengáis éxito en adquirir el conocimiento de la Biblia, estaréis acumulando tesoros para impartir.
Ayudad a otros
Si tenéis un condiscípulo atrasado, explicadle la lección que no comprenda. Esto será una ayuda para vuestro propio entendimiento. Usad palabras sencillas; exponed vuestras ideas con un lenguaje claro y fácil de entenderse.
Al ayudar a vuestro condiscípulo, ayudáis a vuestros maestros. Y con frecuencia, un alumno de mente aparentemente lerda, asimilará más rápidamente las ideas explicadas por un condiscípulo que por un maestro. Esta es la cooperación que Cristo elogia. El gran Maestro está a vuestro lado para ayudaros a ayudar al atrasado.
Durante la vida escolar podéis tener oportunidades de hablar a pobres e ignorantes de las verdades de la Palabra de Dios. Aprovechad toda oportunidad tal. El Señor bendecirá todo momento pasado en esta forma.--Testimonios para la Iglesia 7:275, 276.
El dominio completo de lo fundamental
Quiero decir a todo estudiante: Nunca os quedéis satisfechos con una norma inferior. Al asistir a la escuela, cuidad de tener en vista un objeto noble y santo. Id porque deseáis prepararos para servir en alguna parte de la viña del Señor. Haced cuanto podáis para alcanzar este objeto. Podéis hacer más por vosotros mismos de lo que lograría cualquier otro. Y si hacéis para vosotros mismos todo lo que podéis, ¡qué carga quitaréis al director y a los maestros!
Antes de intentar el estudio de los ramos superiores del conocimiento literario, aseguraos de que comprendéis cabalmente las reglas sencillas de la gramática, y que habéis aprendido a leer, escribir y deletrear correctamente. Ascended por los peldaños inferiores de la escalera antes de alcanzar los superiores.
No dediquéis tiempo a aprender lo que os será de poca utilidad en la vida ulterior. En vez de buscar el conocimiento de los clásicos, aprended primero a hablar correctamente vuestro idioma. Aprended a llevar cuentas. Adquirid un conocimiento de los ramos de estudio que os ayudarán a ser útiles dondequiera que estéis.--Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 169.