Mensajes para los Jóvenes (1967)

Capítulo 61

La obra personal

La Obra de Cristo consistió, en extenso grado, en entrevistas personales. Tenía él una fiel consideración por el auditorio de una sola alma, y esa alma ha transmitido a miles el conocimiento recibido.

Los trabajadores de más éxito son aquellos que están dispuestos a trabajar alegremente para servir a Dios en las cosas pequeñas. Cada ser humano ha de trabajar con su hilo personal, tejerlo en la trama que forma el tejido y completar el diseño. . .

Educad a los jóvenes para que ayuden a los jóvenes; y al tratar de hacer este trabajo, cada uno obtendrá la experiencia que lo calificará para llegar a ser un obrero consagrado en una esfera más vasta. Miles de corazones pueden ser alcanzados del modo más sencillo.

Los hombres y las mujeres más intelectuales, los que son considerados y elogiados como los más insignes y mejor dotados del mundo, son con frecuencia refrescados por las palabras más humildes y sencillas de alguien que ama a Dios y que puede hablar de ese amor con la misma naturalidad con que un mundano habla de aquellas cosas que su alma contempla y de las cuales se alimenta. Las palabras, aun bien preparadas y estudiadas, tienen poca influencia; pero la obra verdadera, sincera de un hijo o hija de Dios, ya sea llevada a cabo por palabras o por un pequeño servicio hecho con natural sencillez, abrirá la puerta de entrada a muchas almas, por largo tiempo cerrada (Review and Herald, mayo 9, 1899).