Mensajes para los Jóvenes (1967)

Capítulo 89

El ejemplo de los efesios

Cuando los efesios se convirtieron, cambiaron sus hábitos y prácticas. Bajo la convicción del Espíritu de Dios, procedieron con presteza, y revelaron todos los misterios de su hechicería. Se presentaron y confesaron y mostraron sus hechos, y sus corazones se llenaron de santa indignación porque habían dedicado tal devoción a la magia y habían apreciado tanto los libros llenos de reglas ideadas por Satanás para establecer los métodos de acuerdo con los cuales ellos podían practicar la hechicería. Estaban decididos a abandonar el servicio del maligno, y entregaron sus costosos libros y los quemaron públicamente. De ese modo manifestaron claramente la sinceridad de su conversión a Dios...

Los efesios se habían deleitado en los libros que entregaron a las llamas al convertirse al Evangelio, y por ellos habían gobernado sus conciencias y guiado sus mentes. Podrían haberlos vendido, pero al hacerlo se habría perpetuado el mal. Desde entonces aborrecieron los misterios satánicos, las artes mágicas, y consideraron con aversión el conocimiento que de ellos habían obtenido. Quisiera preguntar a los jóvenes que han estado en relación con la verdad: ¿Habéis quemado vuestros libros de magia?

Los libros de magia de hoy

No os acusamos del mal que había dominado a los efesios, ni os demandamos por haber practicado la magia y tenido que ver con las artes de la hechicería. No decimos que habéis seguido los misterios de la nigromancia ni tenido comunión con los malos espíritus. Pero, ¿no estáis en comunión con el autor de todo mal, con el inventor de todos estos misterios y artes infernales? ¿No escucháis las sugestiones del que es dios de este mundo, príncipe del poder del aire? ¿No os habéis sometido a sus falsedades y entregádoos como agentes suyos para hacer lo que estaba en armonía con vuestra vida antes de la conversión? ¿No os habéis entregado para ser agentes de Satanás y en un sentido más amplio, no mantenéis relaciones con los ángeles caídos y aprendéis lecciones de ellos en el arte de engañar vuestra propia alma y las almas de otros?

¿Y los libros de magia? ¿Qué habéis estado leyendo? ¿Cómo habéis empleado vuestro tiempo? ¿Habéis estado estudiando los oráculos sagrados a fin de oír la voz de Dios que os habla mediante su Palabra? El mundo está inundado de libros que siembran semillas de escepticismo, incredulidad y ateísmo, y en mayor o menor grado habéis estado aprendiendo vuestras lecciones de estos libros, y éstos son libros de magia. Expulsan a Dios de la mente, y separan al alma del verdadero Pastor.

La mente se incapacita para pensar cosas solemnes

Los libros que habéis estado leyendo han sido ideados por los agentes de Satanás, para embrujar la mente con teorías formadas en la sinagoga de Satanás, para mostraros cómo podéis servir al maligno con dignidad satánica. ¡Cuán numerosos son los libros de tendencias incrédulas, producidos con la intención de perturbar la mente mediante dudas especiosas! Satanás los ha envuelto en su aliento ponzoñoso, y una mortífera malaria espiritual afecta al alma que los lee.

¡Qué montón de lectura ficticia hay en el mundo para llenar la mente con fantasías y extravagancias, creando así la aversión por las palabras de verdad y justicia! La mente se incapacita así para pensar pensamientos solemnes, para investigar paciente y perseverantemente las Escrituras, que son el libro guía por el cual habéis de ser dirigidos al paraíso de Dios.

Mucho se escribe en cuanto a cómo ganar un tesoro terrenal, como si la riqueza de este mundo pudiera comprarnos un pasaporte para el cielo. ¡Cuántos volúmenes de historia han sido escritos, llenos de hazañas temerarias y presuntuosas de hombres cuyas vidas no arrojan una sola vislumbre sobre el camino que lleva a la tierra mejor!

Libros que descarrían

¡Cuántos libros hay sobre la guerra y el derramamiento de sangre, que descarrían a la juventud! Satanás se coloca junto a los jóvenes mientras los leen, para inculcarles el espíritu del guerrero acerca del cual leen. Se calienta así la sangre de sus venas y se sienten impulsados a cometer actos crueles. ¡Cuán numerosos son los libros inmorales que conducen a deseos impíos y encienden las pasiones del corazón y apartan de todo lo que es puro y santo!

Vosotros habéis tenido vuestros libros de magia, en los cuales las escenas y los cuadros fueron inspirados por aquel que una vez fue un ángel exaltado en las cortes celestiales...

Romped el hechizo de la brujería satánica

Quisiera preguntar, ¿deben ser quemados los libros de magia? En la sinagoga de Satanás hay lugares de atracción donde se fomenta y permite el libertinaje, pero allí está el testigo, y un visitante invisible testifica de los actos realizados en las tinieblas. Satanás preside las reuniones de los vanos, orgullosos, alegres, y es el animador de las escenas de algazara. Allí está disfrazado. A nuestro alrededor se desarrolla la hechicería, y el mundo y la iglesia están bajo la influencia del que los inducirá a hacer cosas que jamás soñaron hacer. Si se los enterase de las cosas que van a hacer, estarían tan asombrados como Hazael cuando el profeta le habló de su conducta futura...

Todo hombre, mujer y niño que no se halla bajo el dominio del Espíritu de Dios; se halla bajo la influencia del hechizo de Satanás, y mediante sus palabras y su ejemplo hará apartar a otros de la senda de la verdad. Cuando la gracia transformadora de Cristo descansa sobre el corazón, se apodera del alma una justa indignación porque el pecador ha descuidado por tanto tiempo la gran salvación que Dios ha provisto para él. Se entregará entonces a Dios en cuerpo, alma y espíritu y se apartará del compañerismo de Satanás, mediante la gracia que Dios le ha dado. Como los efesios, denunciará la hechicería y cortará el último hilo que lo liga a Satanás. Abandonará el estandarte del príncipe de las tinieblas y se pondrá bajo el estandarte ensangrentado del Príncipe Emanuel. Quemará los libros de magia (Youth's Instructor, noviembre 16, 1883).