El Ministerio Pastoral

Capítulo 2

El adventismo -- un movimiento mundial único

Un mensaje singular

Hay una verdad especial para cada época que separa a la iglesia de Dios del mundo--"Santifícalos en tu verdad, tu palabra es verdad", fue la oración de Cristo por sus discípulos. En cada época Dios le ha encomendado a su pueblo alguna verdad especial que directamente se opone a los deseos y propósitos del corazón humano, la cual tiende a separar a la iglesia de Dios del mundo; y ha sido el deber de sus ministros proclamar esta verdad, ya sea que el hombre la acepte o la rechace.--The Signs of the Times, 28 de enero de 1886.

Estudie la doctrina de la justicia de Cristo en conexión con la ley--Yo sé que sería peligroso censurar la posición del Dr. Waggoner como completamente errónea. Esto agradaría al enemigo. Veo la belleza de la verdad en la presentación de la justicia de Cristo en relación con la ley como la ha presentado el doctor ante nosotros. Vosotros decís--muchos de vosotros--que ésto es luz y verdad. Sin embargo, hasta ahora no lo habéis presentado bajo esta luz. ¿No será posible que por medio de la oración ferviente y la investigación de las Escrituras, él haya podido ver aún una mayor luz en algunos de los puntos? Lo que ha sido presentado armoniza perfectamente con la luz que Dios ha tenido a bien darme durante todos mis años de experiencia. Si nuestros hermanos ministros aceptasen la doctrina que ha sido presentada tan claramente--la justicia de Cristo en conexión con la ley--y yo sé que lo necesitan aceptar, sus prejuicios no tendrían un poder controlador, y el pueblo sería alimentado con la porción de pan a su debido tiempo. Tomemos nuestras Biblias, y con oración humilde y un espíritu enseñable, vengamos ante el gran Maestro del mundo; oremos como lo hizo David, "Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley". Salmos 119:18.--The Ellen G. White 1888 Materials, 164.

Puede ser que los ministros no valoren la verdad que ellos presentan--El mundo debe ser amonestado de su inminente ruina. El letargo de quienes se encuentran en el error es tan profundo, tan mortífero, que se necesita la voz de Dios a través de un ministro bien alerta para despertarlos. A menos que los ministros estén convertidos, las personas no lo estarán. El frío formalismo que prevalece hoy entre nosotros debe dar lugar a la energía viviente de una santidad experimentada. No hay falla en la teoría de la verdad; es perfectamente clara y armoniosa. Pero los ministros jóvenes podrán hablar de la verdad con gran fluidez, y aún así no tener un verdadero entendimiento de las palabras que emiten. Ellos no aprecian el valor de la verdad que presentan, y no se dan cuenta del efecto que ha causado en quienes, con oraciones y lágrimas, en medio de pruebas y oposición, la han buscado como a tesoros escondidos. Cada eslabón nuevo en la cadena de la verdad era tan precioso para ellos como el oro refinado. Estas cadenas están ahora ligadas en una perfecta unidad. Se han sacado verdades de los desechos de la superstición y el error, con oración ferviente pidiendo luz y conocimiento, y han sido presentadas a las personas como perlas preciosas de un valor incalculable.--Testimonies for the Church 4:445, 446.

El Señor mantiene la verdad fresca, colocándola en un nuevo marco--¿De qué otra manera podréis saber que el Señor está dando evidencias renovadas de su verdad, colocándola en un nuevo marco, para que el camino del Señor sea preparado? ¿Qué planes habéis estado trazando para que nueva luz sea infundida en las filas del pueblo de Dios? ¿Qué evidencias tenéis de que Dios no ha enviado luz a sus hijos? Toda suficiencia propia, egoísmo y orgullo por las opiniones deben ponerse a un lado. Debemos venir a los pies de Jesús y aprender de Aquel que es manso y humilde de corazón.--Mensajes Selectos 1:484.

Lealtad a la doctrina adventista

Enseñar la doctrina y tratar con las mentes humanas es la tarea más hermosa jamás confiada al hombre--Hay una obra pastoral que hacer, y ésta significa reprobar y exhortar con toda longanimidad y doctrina; esto implica que él debe presentar la Palabra de Dios, para mostrar dónde hay deficiencias. Si hay algo en el carácter de los profesos seguidores de Cristo, el pastor debe sentir ciertamente la preocupación por ello, y no mandar despóticamente sobre la herencia del Señor. El tratar con mentes humanas es la tarea más hermosa que jamás fuera confiada al hombre mortal.--El Evangelismo, 255, 256.

Los mismos ministros deben ser convertidos primeramente a la verdad--Yo asistí al concilio ministerial e hice importantes observaciones en cuanto a la necesidad de la escuela de teología, y a la importancia de que los ministros pasen algo de tiempo en obtener entrenamiento en dar estudios bíblicos, lo cual los calificaría mejor para su trabajo. Esto los colocaría en una posición más favorable para obtener un mejor conocimiento de cómo trabajar. Esto es necesario porque ha habido tantas ideas contrarias en nuestro medio, que las iglesias han recibido teorías muy confusas en cuanto a la verdad para este tiempo. Es importante que nuestros ministros presenten lo mismo en todas las iglesias, y que no le den un sonido incierto a la trompeta. Nuestros ministros necesitan ser convertidos primeramente a la verdad ellos mismos. Entonces podrán ir a todas partes llevando el mensaje de la verdad para este tiempo.--Manuscript Releases 3:193.

No debemos hacer menos prominentes las verdades especiales que nos han separado del mundo--Los hombres no necesitan vacilar al comunicar el mensaje que estamos llevando. No deben tratar de ocultarlo, ni esconder su origen y propósito. Sus defensores deben ser hombres que no guarden silencio ni de día ni de noche. Puesto que hemos hecho solemnes votos ante Dios y hemos sido comisionados como mensajeros de Cristo, como administradores de la gracia de Dios, tenemos la obligación de declarar fielmente todo el consejo del Señor. No debemos restar prominencia a las verdades especiales que nos han separado del mundo y han hecho de nosotros lo que somos, porque están llenas de asuntos de interés eterno. Dios nos ha dado luz con respecto a las cosas que están ocurriendo ahora, en la última etapa de la historia y hemos de proclamar la verdad al mundo con la pluma y la voz, no en una forma tímida e insípida, sino con demostración del Espíritu y el poder de Dios. El avance del mensaje implica los más tremendos conflictos, y los resultados de su promulgación revisten importancia tanto para el cielo como para la tierra.--Testimonios para los Ministros, 470.

Los ministros no deben permitir que nuestras doctrinas sean corroídas--En una escena que pasó ante mí, vi cierta obra hecha por los médicos misioneros. Nuestros hermanos dirigentes la contemplaban, observando lo que se hacía, pero no parecían comprenderlo. El fundamento de nuestra fe, que fue establecido con tanta oración, con tan fervoroso escudriñamiento de las Escrituras, estaba siendo demolido columna tras columna. Nuestra fe iba a quedar sin fundamento sobre el cual apoyarse; se eliminó el santuario, se eliminó la expiación. ...--Alza tus Ojos, 150.

No predique sólo la parte de la verdad que le agrada a la gente--Pablo le exhortó a Timoteo, "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la Palabra de verdad". Nosotros hemos de dar el mensaje de advertencia al mundo, y ¿cómo estamos haciendo nuestro trabajo? Hermanos, ¿estamos predicando esa parte de la verdad que le agrada a la gente, mientras que otras áreas del trabajo son dejadas sin hacer? ¿Será necesario que otra persona venga detrás de vosotros para urgir a las personas a cumplir fielmente con su deber de traer los diezmos y las ofrendas a la tesorería de Dios? Este es el trabajo del ministro, pero ha sido tristemente descuidado. El pueblo le ha robado a Dios, y el mal ha sido permitido porque el ministro no ha querido desagradar a sus miembros. Dios llama a estos obreros mayordomos infieles. El cargo hacia sus siervos es, "Que instes a tiempo y fuera de tiempo. Convence, reprende y anima, con toda paciencia y doctrina". Si los subpastores cumplen con su deber con fidelidad, cuando el Pastor jefe aparezca les dará "una corona de gloria incorruptible". Daniel vio su recompensa, y dijo: "Y los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan a justicia la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad".--The Review and Herald, 8 de julio de 1884.

Huya del ardiente deseo de encontrar algo nuevo y presentarlo como una nueva luz--Si tan solo supiéramos lo que está ante nosotros, no nos dilataríamos tanto en hacer la obra del Señor. Hay ministros y obreros que presentarán una trama de disparatadas falsedades como verdades probadas, así como los rabinos judíos presentaban las máximas de los hombres como pan celestial. Estas son dadas al rebaño de Dios como su porción de alimento a su debido tiempo, mientras que las pobres ovejas están hambrientas por el pan de vida. Aún hoy parece haber un ardiente deseo por presentar algo deslumbrante, y presentarlo como una nueva luz. Así pues, los hombres están tejiendo en la telaraña como verdades importantes, una trama de mentiras. Este alimento imaginario que se prepara para el rebaño causará desaliento, deterioro y muerte.--The Review and Herald, 22 de enero de 1901.

Respete los derechos de otros estudiando para ver si su presunta nueva luz es bíblica--Debemos aprender que los demás tienen tantos derechos como nosotros. Cuando un hermano recibe nueva luz acerca de las Escrituras, debe exponer francamente su opinión, y cada predicador debe escudriñar las Escrituras con espíritu sincero para ver si los puntos presentados pueden ser sostenidos por la Palabra inspirada. "El siervo del Señor no debe ser litigioso, sino manso para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen: si quizá Dios les dé que se arrepientan para conocer la verdad". 2 Timoteo 2:24, 25.--Obreros Evangélicos, 318.

Los debates doctrinales

Algunos ministros dependen tanto de la excitación de los debates como el borracho del vino--Los ministros a quienes les gusta debatir son los menos confiables entre nosotros, porque no se puede depender de ellos cuando el trabajo aumenta. Póngaselos en un lugar en donde hay muy poco interés, y ellos manifestarán una falta de valor, ardor y un interés real. Ellos dependen tanto en ser despertados y excitados por la emoción creada por el debate y la oposición como lo hace el borracho por un trago. Estos ministros necesitan ser convertidos de nuevo. Necesitan beber mucho de las corrientes incesantes que proceden de la Roca eterna.--Testimonies for the Church 3:217.

Hay peligro en extenderse demasiado en las doctrinas--Somos uno en la fe de las verdades fundamentales de la Palabra de Dios. Y un objetivo debe mantenerse en mente constantemente, esto es, la armonía y cooperación que deben ser mantenidos sin comprometer un solo principio de la verdad. Mientras estemos constantemente excavando por la verdad como por un tesoro escondido, tengamos cuidado de cómo descubrimos nuevas y conflictivas opiniones. Tenemos un mensaje mundial. Los mandamientos de Dios y los testimonios de Jesucristo son la carga de nuestro trabajo. Tener unidad y amor los unos por los otros es la gran obra que hay que desempeñar ahora. Hay peligro de que nuestros ministros se extiendan demasiado en las doctrinas, predicando demasiados discursos sobre asuntos de disensión, cuando sus almas necesitan una santidad práctica.--Manuscript Releases 15:23.

Predicar una verdad irrefutable puede tornar al predicador demasiado autosuficiente y muy engreído--Tenemos el más solemne mensaje de verdad que jamás haya sido enviado al mundo. Esta verdad es más y más respetada por los inconversos porque no puede ser refutada. En vista de este hecho, nuestros jóvenes llegan a ser autosuficientes y muy ingreídos. Ellos toman las verdades que han sido descubiertas por otras mentes, y sin estudio u oración ferviente se enfrentan con oponentes y se meten en disputas, participando con discursos sagaces e ingeniosos, haciéndose ilusiones de que están haciendo el trabajo de un ministro del Evangelio. A fin de estar capacitados para la obra de Dios, estos hombres necesitan una conversión tan cabal como la que Pablo experimentó. Los ministros necesitan ser verdaderos representantes de la verdad que predican. Ellos deben tener una vida espiritual más profunda, caracterizada por una mayor simpleza.--Testimonies for the Church 4:446.

Aquellos que proclaman que la iglesia es Babilonia desvían dinero de un canal de utilidad hacia un canal del mal--Los que defienden el error dirán: "El Señor dice", "cuando el Señor no ha hablado". Testifican una falsedad, y no la verdad. Si los que han estado proclamando el mensaje de que la iglesia es Babilonia hubieran usado el dinero gastado para publicar y hacer circular este error, en edificar en lugar de destruir, habrían hecho evidente que son el pueblo al cual Dios dirige. ... Si los que han hecho esta clase de trabajo hubieran sentido la necesidad de contestar la oración que Cristo ofreció a su Padre inmediatamente antes de su crucifixión, de que los discípulos de Cristo fueran uno como él y el Padre lo son, no estarían gastando medios que le son confiados y que tanto se necesitan para hacer progresar la verdad. No estarían gastando precioso tiempo y capacidad para diseminar el error, haciendo necesario que los obreros dediquen su tiempo para contrarrestar y anular su influencia. Una obra de este carácter es inspirada, no de lo alto sino de abajo.--Testimonios para los Ministros, 39, 41.

Un movimiento mundial

El dinero del Señor debe ser repartido igualmente entre las misiones locales y las extranjeras--Los fondos del Señor deben ser igualmente compartidos entre las misiones locales y las extranjeras. Al planear el trabajo, se debe considerar las dificultades que hay que resolver en los campos extranjeros. No permitan que aquellos que tienen todas las ventajas sean tacaños al distribuir los medios para el avance de la obra en los campos misioneros. Por amor al Señor, se debe dar un apoyo voluntario a la obra del Evangelio, el cual debe ser llevado a todas partes del mundo.--The General Conference Bulletin, 1 de julio de 1900.

La urgencia de la misión dentro de nuestras fronteras--En las grandes ciudades hay muchedumbres que reciben menos cuidado y consideración que los animales. Fijaos en las familias apiñadas en miserables viviendas, muchas de ellas sótanos oscuros, que trasudan humedad y desaseo. En esta miseria nacen, se crían y mueren los niños. Nada ven de las bellezas naturales que Dios creó para solaz de los sentidos y elevación del alma. Harapientos y famélicos viven en el vicio y en la depravación, amoldado su carácter conforme a la miseria y el pecado que los rodean. Estos niños sólo oyen el nombre de Dios en blasfemias. Manchan sus oídos palabras injuriosas, imprecaciones y obscenidades. Los vapores del alcohol y el humo del tabaco, hedores morbosos y degradación moral, pervierten sus sentidos. Y así muchísimos son preparados para desarrollarse en criminales, enemigos de la sociedad que los abandonó a la miseria y a la degradación.

Pero no todos los pobres de esos barrios son así. Hay hombres y mujeres temerosos de Dios, arrastrados a la extrema pobreza por la enfermedad y el infortunio, y muchas veces también por las artimañas deshonestas de los que explotan a sus prójimos. Muchas personas honradas y bien intencionadas caen en la pobreza por falta de educación práctica. La ignorancia las inhabilita para luchar contra las dificultades de la vida. Arrastradas a las ciudades, es frecuente que no puedan encontrar ocupación. Rodeadas de escenas y voces del vicio, vense expuestas a terribles tentaciones. Agrupadas y muy a menudo clasificadas con los viciosos y degradados, es únicamente mediante una lucha sobrehumana y un poder superior, como son guardadas de hundirse en las mismas profundidades. Muchos permanecen firmes en su integridad, prefiriendo sufrir más bien que pecar. Es especialmente esa clase de gente la que necesita ayuda, simpatía y aliento.--El Ministerio de Curación, 143.

Las misiones locales prosperan cuando hay liberalidad en las misiones extranjeras--La obra misionera local avanzará más en todas sus formas, cuando manifestemos un espíritu más liberal, abnegado y sacrificado hacia la prosperidad de las misiones extranjeras; pues la prosperidad de la obra local depende mayormente, con la bendición de Dios, sobre el reflejo de la influencia de la obra evangelística realizada en países lejanos. Es a través del trabajo activo para suplir las necesidades de la causa de Dios como podemos poner nuestras almas en contacto con la Fuente de todo poder.--Testimonies for the Church 6:27.

El trabajo en favor de los que sufren como resultado de sus propias actos no debe afectar el trabajo de las misiones extranjeras--Los sentimientos humanos pueden llegar a ser tremendamente conmovidos al ver a seres humanos sufriendo como resultado de sus propias actos. Hay quienes son especialmente impresionados a entrar en contacto directo con esta clase, y el Señor les da una comisión para trabajar en los peores lugares de la tierra, haciendo lo que puedan por redimir a los desdichados y traerlos a un lugar donde puedan ser auxiliados por las iglesias. Pero el Señor no ha llamado a los adventistas del séptimo día a hacer de esta labor una especialidad. El no desea que muchos obreros se enlisten en esta obra o que se agote la tesorería erigiendo instituciones para el cuidado de estos desdichados, obstaculizando así la obra de las misiones extranjeras. Dios llama a cien misioneros en donde ahora hay uno. Estos han de ir a países extranjeros.--Manuscript Releases 15:164.

Necesidad de misioneros de sostén propio--Una gran obra se está llevando a cabo silenciosamente a través de la distribución de nuestras publicaciones; pero cuánto bien se haría si algunos de nuestros hermanos y hermanas de América vinieran a estas colonias, como agricultores, finqueros o mercaderes, y en el temor y amor de Dios, buscaran ganar almas a la verdad. Si tales familias fueran consagradas a Dios, él las usaría como sus agentes. Los ministros tienen su lugar y su obra, pero hay veintenas de personas que el ministro no puede alcanzar, que solo pueden ser alcanzados por personas que visiten a las familias y los impresionen con las verdades para estos últimos días. En sus relaciones domésticas o de negocios pueden entrar en contacto con las clases que son inaccesibles para el ministro, y pueden abrir para ellos los tesoros de la verdad, e impartirles el conocimiento de la salvación. De hecho muy poco ha sido realizado en esta línea de trabajo misionero; o el campo es demasiado grande, y muchos más obreros podrían trabajar con éxito en esta línea de esfuerzo.--Fundamentals of Christian Education, 212.