El estrés
El ministerio es un trabajo agotador--Si un ministro, durante su tiempo de descanso, se dedica a trabajos en su huerta o jardín, ¿debiera deducirse ese tiempo de su salario? Por cierto que no, como tampoco se le paga más cuando se lo llama a trabajar horas extraordinarias en sus labores ministeriales. Algunos ministros pasan muchas horas en holganza, y es correcto que descansen cuando pueden hacerlo; porque el organismo no puede soportar la pesada tensión cuando no se le permite descansar. Hay momentos en el día que exigen un esfuerzo muy severo, por lo cual el ministro no recibe un salario adicional; y si elige cortar leña durante varias horas al día o trabajar en su jardín, eso es su privilegio tanto como lo es predicar. Un ministro no puede estar siempre predicando y visitando, porque eso es un trabajo exhaustivo.--El Evangelismo, 479.
El descanso puede ser la solución para la depresión mental--Usted debe trabajar cuidadosamente y observar períodos de descanso. Al hacer esto retendrá su vigor mental y físico y rendirá un trabajo mucho más eficiente. Hno. F, usted es un hombre nervioso y se mueve mucho por impulsos. La depresión mental ejerce mucha influencia sobre su trabajo. A veces usted siente deseos de libertad y piensa que es porque otros están en la oscuridad o en el error o que algo está pasando, y apenas puede saber qué es, y va a alguna parte a ver a alguien con el riesgo de hacerse un gran daño. Si se tranquilizara cuando está nervioso y descansara y calmadamente esperase en Dios y se preguntase si el problema no estará en sí mismo, evitaría herir su propia alma y lastimar la preciosa causa de Dios.--Testimonies for the Church 1:622.
Se debe hacer provisión para el cuidado de los ministros y otros fieles siervos de Dios que por recargo de trabajo en su causa se han enfermado--Debe hacerse alguna provisión para el cuidado de los ministros y otros fíeles siervos de Dios, que por la exposición a la intemperies o por recargo de trabajo en su causa hayan enfermado y necesiten descansar para recuperar su salud, o que por la edad o pérdida de la salud no puedan llevar la carga y el calor del día. Muchas veces los ministros son destinados a un campo de labor que ellos saben será perjudicial para su salud; pero, como no quieren rehuir los lugares penosos, se aventuran a ir, con la esperanza de ser una ayuda y una bendición para la gente. Después de un tiempo encuentran que su salud decae. Se prueba un cambio de clima y de trabajo, sin obtener alivio; y entonces, ¿qué han de hacer?--Obreros Evangélicos, 441.
El ejercicio
El ejercicio renueva el cuerpo y hace posible más labor pastoral--Todo el organismo necesita la influencia vigorizadora del ejercicio al aire libre. Unas cuantas horas de trabajo manual cada día, contribuirían a renovar las energías del cuerpo y a descansar la mente. De esta manera se promovería la salud general y se podría realizar una mayor cantidad de trabajo pastoral. La incesante lectura y escritura de muchos ministros los hace ineptos para la obra pastoral.--Consejos sobre la Salud, 190.
Los ministros no deben actuar como si la actividad física menoscabara su dignidad--Mi querida hermana, le hablo claramente, pues no me atrevo a hacerlo de otro modo. Le ruego que acepte las cargas de la vida en vez de rehuirlas. Ayude a su esposo ayudándose a sí misma. La idea que ambos tienen de la dignidad que debe mantener el ministro, no está de acuerdo con el ejemplo de nuestro Señor. El ministro de Cristo debiera poseer sobriedad, mansedumbre, amor, tolerancia, paciencia, piedad y cortesía. Debiera ser circunspecto elevado en pensamiento y conversación, y de un comportamiento intachable. Esta es la dignidad del Evangelio. Pero si el ministro visita a una familia donde puede atenderse a sí mismo, debiera por cierto hacerlo; por su ejemplo debiera fomentar la diligencia haciendo trabajo físico, cuando está libre de otras tareas y obligaciones. No disminuirá su dignidad, y logrará una mejor salud y vivirá mejor, al llevar a cabo un trabajo útil. La circulación de la sangre será más pareja. El trabajo físico, al proveer un descanso del trabajo mental, retirará la sangre del cerebro. Es esencial que su esposo haga más trabajo físico para aliviar el cerebro. El ejercicio físico favorece la digestión. Si pudiera pasar parte del día haciendo ejercicio físico, cuando no está urgido por un continuo esfuerzo en una serie de reuniones, sería una ventaja para él, y no iría en detrimento de su dignidad ministerial. Su ejemplo estaría de acuerdo con el de nuestro divino Maestro.--Testimonios para la Iglesia 2:503.
El trabajo físico es una bendición, pero empleando mucho tiempo en ello le roba a Dios del servicio que él requiere del ministro--El Hno. D es activo y está dispuesto a llevar cargas que no están relacionadas con su llamado, y ha dejado que su mente y su tiempo sean excesivamente absorbidos por cosas temporales. Algunos ministros mantienen cierta dignidad que no está de acuerdo con la vida de Cristo, y no están dispuestos a ser útiles y realizar trabajo físico, según algunas ocasiones lo requieren, para aliviar las tareas de sus hospedados, y librarlos de preocupaciones. El ejercicio físico sería una bendición para ellos, más bien que un daño. Al ayudar a otros se beneficiarán ellos mismos. Pero algunos van al otro extremo. Cuando se requiere todo su tiempo y esfuerzo en la causa de Dios, están dispuestos a trabajar y ser siervos de todos, aún en las cosas temporales; y realmente roban a Dios el servicio que requiere de ellos. Así asuntos triviales toman su tiempo precioso que debiera dedicarse a los intereses de la causa de Dios.--Testimonios para la Iglesia 2:568.
La dieta
Demasiada comida y muy poco ejercicio debilitan el poder moral y mental--Algunos de nuestros ministros comen abundantemente y no hacen suficiente ejercicio como para quemar los desechos que se acumulan en el sistema. Ellos comen y después pasan la mayor parte del tiempo sentados, leyendo, estudiando, o escribiendo, cuando una parte de su tiempo debería emplearse sistemáticamente en el trabajo físico. Nuestros ministros ciertamente quebrantarán su salud a menos que sean más cuidadosos en no llenar demasiado el estómago con una gran cantidad de alimentos aun cuando sean saludables. Observé que ustedes Hno. y Hna. A, estaban en peligro en este punto. La sobrealimentación no deja que fluyan libremente las palabras y los pensamientos, y esa intensidad del sentimiento que es tan necesaria para impresionar el corazón del oyente con la verdad. La complacencia del apetito nubla y limita la mente, y adormece las santas emociones del alma. Los poderes de la mente y el alma de algunos de nuestros predicadores están debilitados por los malos hábitos en su alimentación y la falta de ejercicio físico. Aquellos que apetecen grandes porciones de alimentos no deben complacer su apetito, sino que deben negarse a sí mismos y retener la bendición de músculos activos y cerebros tranquilos. La glotonería embota el ser entero desviando las energías de los otros órganos para realizar el trabajo en el estómago.--Testimonies for the Church 3:310.
Reemplace comidas de carne con frutas y granos en cantidades adecuadas--Como mensajeros de Dios, ¿no daremos un testimonio decidido en contra de la complacencia de un apetito pervertido? ¿Harán los que dicen ser ministros del Evangelio, que proclaman la más solemne verdad jamás dada a los mortales, una letrina de su estómago? Dios ha provisto una abundancia de frutas y granos, que pueden ser saludablemente preparados y utilizados en cantidades adecuadas. ¿Por qué entonces, el hombre continúa escogiendo las carnes? ¿Será posible tener confianza en nuestros ministros que se sientan a la mesa a comer la carne con otros?--Pacific Union Recorder, 9 de octubre de 1902.
La reforma pro salud
Los predicadores deben enseñar la reforma pro salud, pero no deben hacer de ello su tema principal--La reforma pro salud está íntimamente relacionada con el mensaje del tercer ángel, sin embargo no es el mensaje. Nuestros predicadores deben enseñar la reforma pro salud, pero no hacer de ella el tema principal en vez del mensaje. Su lugar está entre aquellos temas que indican el trabajo de preparación para afrontar los acontecimientos que el mensaje señala; entre ellos ocupa un lugar prominente.--The Review and Herald, 7 de mayo de 1914.
Algunos ministros manifiestan poco interés en la reforma pro salud porque se opone a su práctica de complacencia propia--¿Por qué es que algunos de nuestros hermanos que ministran manifiestan tan poco interés en la reforma pro salud? Es porque la instrucción sobre la temperancia en todas las cosas se opone a su práctica de complacerse a sí mismos. En algunos lugares ésta ha sido la gran piedra de tropiezo en la tarea de hacer que el pueblo investigue, practique y enseñe la reforma pro salud. Ningún hombre debe ser consagrado como maestro del pueblo mientras su propia enseñanza o ejemplo contradiga el testimonio que Dios ha dado a sus siervos para que presenten con respecto al régimen [alimenticio], porque esto traerá confusión. Su falta de consideración por la reforma pro salud los descalifica para presentarse como mensajeros del Señor.--Consejos sobre el Régimen Alimenticio, 545.
Los ministros de rostro pálido causan un estigma que recae sobre la reforma pro salud--Debido a la imprudencia en el comer, los sentidos de algunos parecen estar semiparalizados; ellos son lentos y tienen sueño. Estos ministros de rostro pálido que sufren como consecuencia de una complacencia egoísta de su apetito, no son ninguna recomendación de la reforma pro salud. Cuando están sufriendo por exceso de trabajo, sería mucho mejor que prescindieran ocasionalmente de alguna comida, y así dieran a la naturaleza la oportunidad de resarcirse. Nuestros obreros podrían hacer progresar la reforma pro salud más por su ejemplo que predicándola. Cuando amigos bien intencionados realizan preparativos culinarios complicados para ellos, resultan poderosamente tentados a descuidar los principios; pero al rehusar los platos exquisitos, los condimentos concentrados, el té y el café, pueden manifestarse como reformadores prácticos. Algunos están sufriendo ahora como consecuencia de violar las leyes de la vida, y así imponen un estigma sobre la causa de la reforma pro salud.--Consejos sobre el Régimen Alimenticio, 167, 168.
El equilibrio en las actividades
La mente puede ser ejercitada con relativa seguridad si las facultades físicas son igualmente empleadas--La mente no ha de ser constantemente sobrecargada en desmedro de las facultades físicas. La ignorancia de la fisiología, y el descuido en la observancia de las leyes de la salud, han llevado a la tumba a muchos que podrían haber vivido para trabajar y estudiar inteligentemente. El debido ejercicio de la mente y el cuerpo desarrollarán y fortalecerán todas las facultades. Tanto la mente como el cuerpo serán preservados, y serán capaces de realizar una variedad de trabajo. Los ministros y los maestros necesitan aprender lo relativo a estas cosas, y también necesitan practicarlas. El debido uso de la fuerza física, así como de las facultades mentales, equilibrará la circulación de la sangre, y mantendrá todo órgano de la máquina viviente en buena condición. A menudo se abusa de la mente, y ella es dirigida hacia la locura prosiguiendo una sola línea de pensamiento. El empleo excesivo del poder del cerebro y el descuido de los órganos físicos crea una condición de enfermedad en el sistema. Toda facultad de la mente puede ejercitarse con comparativa seguridad si las facultades físicas son igualmente empleadas y el tema de pensamiento es variado. Necesitamos un cambio de ocupación, y la naturaleza es un maestro viviente y saludable.--Notas Biográficas de Elena G. de White, 388.