Las reuniones sociales cristianas deben llevar almas a Cristo--¿Qué influencia han ejercido ustedes sobre los que participan de sus reuniones sociales? ¿Qué se ha dicho o hecho para conducir almas a Cristo? ¿Han sido ustedes diligentes a tiempo y fuera de tiempo para cumplir plenamente su deber? ¿Están listas para comparecer ante el tribunal de Dios en presencia de las personas que participaron de sus reuniones sociales? ¿Especialmente de aquellas qu estuvieron bajo la influencia de ustedes y que murieron sin Cristo? ¿Están en condiciones de decir que sus vestiduras están libres de las manchas de su sangre? Mencionaré un solo caso, el de Q. ¿No recibirán ustedes ningún reproche en relación con ella? ¿Sobre ustedes, que recibieron tan buena influencia en el hogar? ¿Sobre ustedes, que tuvieron oportunidades tan favorables de desarrollar caracteres cristianos, pero que no se preocuparon para nada de las almas? El orgullo, la vanidad y el amor a los placeres recibieron el beneplácito de ustedes, y así desempeñaron su parte en deshonrar su profesión de fe y en inducir a esta pobre alma, que había sido sacudida y abofeteada por Satanás, a dudar la certeza de la verdad y la autenticidad del cristianismo.--Testimonios para la Iglesia 2:162, 163.
La importancia
La gente es alcanzada fácilmente a través de los círculos sociales--Las personas son fácilmente alcanzadas por medio del círculo social. ... Es altamente importante que el pastor se relacione bastante con sus feligreses, para familiarizarse con las diferentes fases de la naturaleza humana, para entender prestamente cómo trabaja la mente, para adaptar sus enseñanzas al intelecto de la gente, y aprender de ese gran amor que sólo poseen aquellos que estudian la naturaleza y las necesidades de los hombres.--Testimonies for the Church 4:266.
Los observadores del sábado tienden a descuidar la recreación necesaria--Me fue mostrado que los observadores del sábado trabajan demasiado sin permitirse cambios o períodos de descanso. La recreación es necesaria especialmente para aquellos que están dedicados al trabajo físico y es aún más importante para aquellos que trabajan mayormente con la mente. No es esencial para nuestra salvación, ni para la gloria de Dios, mantener la mente constante y excesivamente ocupada, aún en temas religiosos. Hay diversiones tales como el baile, juegos de naipe, ajedrez, damas, etc., los cuales no podemos aprobar, siendo que el cielo los condena. Estas diversiones abren la puerta a un gran mal. No tienden a beneficiar, sino ejercen una influencia excitante, produciendo en algunas mentes una pasión hacia esos juegos de azar y al libertinaje. Todos estos juegos deben ser condenados por los cristianos, y deben sustituirlos con algo perfectamente sano en su lugar.--Testimonies for the Church 1:514.
Es el privilegio y deber del cristiano buscar recreación inocente--Es privilegio y deber de los cristianos tratar de refrescar sus espíritus y vigorizar sus cuerpos mediante la recreación inocente, con el fin de usar sus facultades físicas y mentales para la gloria de Dios. Nuestras recreaciones no debieran ser escenas de alegría insensata que caigan en lo absurdo. Podemos dirigirlas de modo tal que beneficien y eleven a aquellos con quienes nos relacionamos y nos habiliten mejor, lo mismo que a ellos, para cumplir con más éxito los deberes que nos corresponden como cristianos. A la vista de Dios estamos sin excusa si participamos en diversiones que tienden a inhabilitarnos para el desempeño fiel de los deberes ordinarios de la vida y disminuyen así nuestro gusto por la contemplación de Dios y de las cosas celestiales. La religión de Cristo es de influencia animadora y elevadora. Está por encima de todo lo que sea bromas y charlas vanas y frívolas. En todos nuestros momentos de recreación debiéramos obtener de la Fuente Divina de fuerza, nuevo valor y poder para elevar con más éxito nuestras vidas hacia la pureza, la verdadera bondad y la santidad.--Mensajes para los Jóvenes, 362.
Elena White habló dando su aprobación a un grupo reunido para recrearse en el Lago Goguac en Míchigan--Pero creo que aun cuando estamos procurando refrigerar nuestros espíritus y vigorizar nuestros cuerpos, Dios requiere de nosotros que empleemos todas nuestras facultades en todos los momentos, con el mejor propósito. Podemos asociarnos juntos como lo hacemos hoy, y hacerlo todo para gloria de Dios. Podemos y debemos dirigir nuestras recreaciones de tal manera que nos dejen más idóneos para desempeñar con éxito los deberes que nos incumben, y para que nuestra influencia sea más benéfica sobre aquellos con quienes tratamos. Tal debiera ser especialmente el caso en una ocasión como ésta, que debiera alegrarnos a todos. Podemos volver a nuestras casas con el espíritu animado y el cuerpo refrigerado, preparados para reanudar el trabajo con mejor esperanza y más valor.--Joyas de los Testimonios 1:280.
Los problemas
Algunas reuniones sociales son una desgracia para la iglesia--Pero ha habido una clase de reuniones sociales en Battle Creek de un carácter enteramente distinto, reuniones de placer que han sido una vergüenza para nuestras instituciones y para la iglesia. Estimulan el orgullo en el vestir, el orgullo de la apariencia, la complacencia propia, la hilaridad, y la frivolidad. Satanás es recibido como huésped honrado, y toma posesión de los que patrocinan estas reuniones. Me fue presentada una vista de uno de estos grupos donde estaban reunidas personas que profesan creer la verdad. Uno estaba sentado frente al instrumento de música, y salían canciones que hacían llorar a los ángeles que contemplaban la escena. Había alegría, risotadas; abundancia de entusiasmo, y cierta clase de inspiración; pero la alegría era del tipo que sólo Satanás es capaz de crear. Este es un entusiasmo y una infatuación de los cuales se avergonzarán todos los que aman a Dios. Prepara a los participantes para pensamientos y acciones no santas. Tengo razones para pensar que algunos que estaban participando en esa escena se arrepintieron sinceramente de su vergonzosa actuación.--Testimonios para los Ministros, 82.
Los cristianos superficiales, siempre listos para los placeres o el deporte, pueden guiar a los cristianos de la Biblia a imitarlos--Satanás ha estado multiplicando sus trampas en Battle Creek y usa como señuelo a profesos cristianos que son superficiales en su carácter y en su experiencia religiosa son usados como señuelo. Esta clase de personas está siempre lista para las reuniones de placer y para los juegos, y su influencia atrae a otros. Jóvenes de ambos sexos que han tratado de ser cristianos según enseña la Biblia son persuadidos a unirse al grupo y entran en el círculo. No consultaron con oración la norma divina para saber lo que Cristo ha dicho con respecto al fruto que ha de llevar el árbol cristiano. No disciernen que estos entretenimientos son realmente un banquete de Satanás, preparado para impedir que las almas acepten el llamado a la cena de bodas del Cordero; les impide recibir el manto blanco del carácter, que es la justicia de Cristo. Quedan confundidos con respecto a lo que les es lícito hacer como cristianos. No quieren que se piense que son raros, y naturalmente se inclinan a seguir el ejemplo de los demás. Así caen bajo la influencia de quienes nunca tuvieron el toque divino en el corazón o en la mente.--Testimonios para los Ministros, 85.
Tome una posición balanceada de la recreación--Hay personas de imaginación enfermiza para quienes la religión es un tirano, que las gobierna con vara de hierro. Las tales lamentan constantemente su propia depravación, y gimen por males supuestos. No existe amor en su corazón; su rostro es siempre ceñudo. Las deja heladas la risa inocente de la juventud o de cualquiera. Consideran como pecado toda recreación o diversión, y creen que la mente debe estar completamente dominada por pensamientos austeros. Este es un extremo. Otros piensan que la mente debe dedicarse constantemente a inventar nuevas diversiones a fin de tener salud. Aprenden a depender de la excitación, y se sienten intranquilos sin ella. Los tales no son verdaderos cristianos. Van a otro extremo. Los verdaderos principios del cristianismo abren ante nosotros una fuente de felicidad cuya altura, profundidad, longitud y anchura son inconmensurables.--El Hogar Cristiano, 447.