El Ministerio Pastoral

Capítulo 50

La Escuela Sabática de adultos

La obra de la escuela sabática debe llevar fruto--Consagraos vosotros mismos y todo lo que tenéis al servicio de Aquel que os amó, y se dio a sí mismo por vosotros. Jesús dice: "En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto; y seáis así mis discípulos". Esto tanto vale para la obra de la escuela sabática como para la obra del pastor. Ahora se ofrece la áurea oportunidad de sembrar semilla preciosa que brotará y dará fruto para vida eterna.--Consejos sobre la Obra de la Escuela Sabática, 202, 203.

No se debe recargar a los ministros con el trabajo de la escuela sabática--La causa de Dios no ha avanzado como debiera, por la misma razón que los ministros y los dirigentes han sentido que ellos deben hacerlo todo. Se han esforzado y afanado por mantener las cosas marchando bien, y se han agobiado bajo el peso de las responsabilidades y cargas de los diferentes departamentos de la iglesia, de la escuela sabática, y de todas las otras ramas de la obra. Creen que tienen que hacerlo todo o que no será hecho; y ciertamente no se hará, porque han fallado en tomar a otros bajo su dirección y entrenarlos en el trabajo.--The Review and Herald, 24 de julio de 1883.

A través de la escuela sabática, los ministros deberían enseñar a sus miembros cómo trabajar--Hay mucho que hacer en la obra de la escuela sabática para conseguir que la gente comprenda su obligación y haga su parte. Dios llama a todos a laborar para él, y los ministros debe dirigir sus esfuerzos.--Testimonies for the Church 5:256.

Los ministros deben velar porque sus iglesias reciban instrucción en la conducción de la escuela sabática--Las instrucciones tocante a la manera de dirigir la escuela sabática, deberían darse en gran parte en las iglesias locales; porque cuando la instrucción se da en la localidad misma, el trabajo puede hacerse más directamente, y los resultados son más permanentes. Esta obra no exige la ayuda de los pastores; ellos deben estar libres para atender los intereses espirituales del pueblo. Ellos deben enseñar a otros lo que deben hacer. Deben enseñar a la gente cómo acercarse al Señor y cómo conducir a otros a él.--Consejos sobre la Obra de la Escuela Sabática, 207, 208.

La importancia del estudio bíblico en grupos pequeños

Los grupos pequeños que se reúnen para estudiar la Biblia reciben musculatura espiritual--Reúnanse pequeños grupos para estudiar las Escrituras. No perderán nada y ganarán mucho. Los ángeles del cielo asistirán a sus reuniones y al alimentarse con el pan de vida recibirán fortaleza espiritual. Se estarán alimentando, por así decirlo, con las hojas del árbol de la vida. Sólo así mantendrán su integridad.--Cada Día con Dios, 11.

Los maestros de la Escuela Sabática

Aquellos que están satisfechos con una rutina árida errarán su blanco como maestros de la escuela sabática--Aquellos que se contentan sencillamente con seguir una determinada rutina árida y con dar vueltas, errarán el blanco, no logrando hacer la obra que un maestro de escuela sabática debería hacer; pero si los que se ocupan en este importante ramo de la causa de Dios son cristianos en el sentido pleno de la palabra, si hacen en el temor de Dios la obra que él les ha dado, trabajando con amor por las almas por quienes Cristo murió, serán colaboradores con Dios.--Consejos sobre la Obra de la Escuela Sabática, 116.

Los maestros de escuela sabática deben continuar creciendo aún cuando su ministro no crezca--Que el maestro de la escuela sabática no imite el ejemplo de los que no creen en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, ni aún cuando aquellos que ministran en el púlpito sagrado les hayan dado tal ejemplo. El que quiere ser aceptado como colaborador de Dios no debe estar imitando el tono, las maneras o ideas de otro hombre. Tiene que aprender de Dios, y estar dotado de sabiduría celestial. Dios ha dado el don de la razón y la inteligencia tanto a un obrero como a otro; y según vuestra capacidad habéis de entregar los talentos a los "banqueros". El Señor no quiere que ningún obrero sea la mera sombra de otro a quien admire. El maestro tiene que crecer hasta la estatura de Cristo; no hasta la medida de algún mortal finito y errante. Tenéis que crecer en la gracia, y ¿dónde puede hallársela? Sólo en Cristo, el Modelo divino.--Consejos sobre la Obra de la Escuela Sabática, 117, 118.