No busquéis manifestaciones milagrosas
Que nadie tenga la idea de que ciertas providencias especiales o manifestaciones milagrosas constituyen una prueba de la autenticidad de su obra o de las ideas que propone. Si mantenemos estas cosas delante de la gente, producirán un efecto perjudicial y suscitarán emociones malsanas. La obra genuina del Espíritu Santo en los corazones humanos se ha prometido para proporcionar eficiencia mediante la Palabra. Cristo declaró que la Palabra es espíritu y es vida. "Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar". Habacuc 2:14.
Satanás obrará en forma sutilísima para introducir invenciones humanas revestidas con ropajes angélicos. Pero la luz de la Palabra brilla en medio de las tinieblas morales, y la Biblia nunca será reemplazada por manifestaciones milagrosas. Hay que estudiar la verdad, y hay que buscarla como un tesoro escondido. No se darán inspiraciones maravillosas aparte de la Palabra, ni aquéllas tomarán el lugar de ésta. Aferraos a la Palabra, y recibid la Palabra injertada, la cual hará a los hombres sabios para la salvación. Este es el significado de las palabras de Cristo concernientes a comer su carne y beber su sangre. Y él dice: "Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado". Juan 17:3.
Encontraremos falsas pretensiones; surgirán falsos profetas; habrá sueños y visiones falsos; pero predicad la Palabra y no os dejéis alejar de la voz de Dios manifestada mediante su Palabra. No permitáis que nada distraiga los pensamientos. Se representará y se presentará lo maravilloso y lo admirable. Mediante engaños satánicos y milagros maravillosos se procurará forzar la aceptación de las pretensiones de los instrumentos humanos. Cuidado con todo esto.
Cristo ha dado la advertencia para que nadie tenga que aceptar la falsedad como si fuera verdad. El único conducto mediante el que opera el Espíritu es el de la verdad... Nuestra fe y esperanza están fundadas, no en sentimientos, sino en Dios.--Carta 12, 1894.
Cuando el obrador de milagros desconoce la ley de Dios
No debemos confiar en las pretensiones de los hombres. Pueden, como Cristo lo indica, profesar hacer milagros en la curación de los enfermos. ¿Es esto digno de admiración, cuando detrás está el gran engañador, el obrador de milagros que incluso hará descender fuego del cielo ante la vista de los hombres?
Tampoco podemos confiar en las impresiones. La voz o el espíritu que diga a los hombres: "No estás obligado a obedecer la ley de Dios; eres santo y no tienes pecados", mientras esa persona está pisoteando la ley divina, no es la voz de Jesús; porque él declara: "Yo he guardado los mandamientos de mi Padre". Juan 15:10.
Y Juan testifica: "El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él". 1 Juan 2:4.
¿Entonces cómo pueden considerarse estas manifestaciones de gran poder y estas admirables impresiones, excepto sobre la base de que son dadas mediante la influencia de ese espíritu obrador de milagros que ha salido para engañar a todo el mundo e infatuar a la gente con poderosos engaños, para que crean mentiras? El se complace cuando las gentes pretenden poseer gran poder espiritual, y al mismo tiempo se desentienden de la ley de Dios, porque mediante su desobediencia descarrían a otros, y él puede utilizarlas como instrumentos eficaces en su obra.--The Signs of the Times, 21 de julio de 1887.
Nadie necesita ser engañado
Cada uno de nosotros será tentado intensamente; nuestra fe será sometida a prueba hasta un grado máximo. Debemos tener una conexión viva con Dios; debemos ser participantes de la naturaleza divina; entonces no seremos engañados por las invenciones del enemigo, y escaparemos de la corrupción reinante en el mundo a causa de la concupiscencia.
Necesitamos estar anclados en Cristo, arraigados y fundados en la fe. Satanás obra mediante sus instrumentos. Elige a los que no han estado bebiendo en las aguas vivas, cuyas almas están sedientas de algo nuevo y original, y que siempre están listos a beber en cualquier fuente que se les ofrezca. Se oirán voces que digan: "Mirad, aquí está el Cristo", o "Mirad, allí está"; pero no debemos creerlas. Tenemos evidencias innegables de la voz del Pastor verdadero, y él nos está llamando para que le sigamos. Nos dice: "He guardado los mandamientos de mi Padre". Conduce a sus ovejas por la senda de la obediencia humilde a la ley de Dios, pero nunca las insta a transgredirla.
"La voz de un extraño" es la voz del que no respeta ni obedece la ley de Dios santa, justa y buena. Muchos tienen gran pretensión de santidad, y se jactan de las maravillas que realizan sanando a los enfermos, pero al mismo tiempo no toman en consideración esta gran norma de la justicia. ¿Pero mediante el poder de quién se realizan esas curaciones? ¿Están los ojos de unos y otros abiertos a su transgresión de la ley? ¿Y asumen la posición de hijos humildes, obedientes, y listos a obedecer todos los requerimientos de Dios? Juan dice acerca de los hijos profesos de Dios: "El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él". 1 Juan 2:4.
Nadie necesita ser engañado. La ley de Dios es tan sagrada como su trono, y mediante ella será juzgado todo hombre que nace en el mundo. No existe otra norma para probar el carácter. "Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido". Ahora bien, ¿se decidirá el caso de acuerdo con la Palabra de Dios, o se dará crédito a las pretensiones humanas? Cristo dice: "Por sus frutos los conoceréis". Si aquellos por medio de quienes se realizan curaciones están dispuestos--en vista de estas manifestaciones--a excusar su descuido de la ley de Dios, y prosiguen desobedeciendo, aunque tengan poder en todo sentido, tal cosa no significa que posean el gran poder de Dios. Por el contrario, es el poder obrador de milagros del gran engañador. Es un transgresor de la ley moral, y utiliza toda invención posible para enceguecer a los hombres en cuanto a su verdadero carácter. Se nos ha advertido que en los últimos días obrará con señales y maravillas mentirosas. Y continuará esas maravillas hasta que termine el tiempo de gracia, a fin de poder señalarlas como evidencias de que es un ángel de luz y no de las tinieblas.
Hermanos, debemos precavernos contra la pretendida santidad que permite la transgresión de la ley de Dios. Los que pisotean esa ley no pueden estar santificados, ni los que se juzgan mediante una norma de su propia invención.--The Review and Herald, 17 de noviembre de 1885.
Abarcarán todo el mundo
Estamos entrando directamente en el tiempo cuando Satanás ha de trabajar con toda clase de influencias subyugadoras, y los que ahora se dejen entrampar por ellas, o les presten la menor atención, se expondrán a ser arrastrados inmediatamente a desempeñar una parte con el diablo. Los ángeles malignos están trabajando todo el tiempo sobre los corazones de los seres humanos. Satanás está trabajando con todos aquellos que no están bajo el dominio del Espíritu de Dios. Las maravillas mentirosas del diablo son las que cautivarán al mundo, porque hasta hará descender fuego del cielo ante la vista de los hombres. Realizará milagros, y este maravilloso poder obrador de milagros abarcará todo el mundo. Ahora tan sólo está comenzando.
Quiero deciros otra cosa. Los vasos de la ira de Dios están llenos y ya caen las primeras gotas que se desbordan. ¿Por qué no lo advertimos? Se debe a que la luz de la verdad no hace efecto en el corazón. El Espíritu de Dios está siendo retirado del mundo.
Oís hablar de calamidades que ocurren en la tierra y en el mar, y éstas aumentan constantemente. ¿Qué ocurre? El Espíritu de Dios está siendo retirado de aquellos que tienen en sus manos las vidas humanas, y Satanás se apresura a controlarlos, porque ellos se entregan a su dominio. Los que profesan ser hijos de Dios no se colocan bajo la dirección de los ángeles celestiales, y como Satanás es un destructor, obra mediante esos hombres y ellos cometen errores; con frecuencia se embriagan y debido a la intemperancia, muchas veces traen sobre nosotros estas terribles calamidades.
Y considerad las tormentas y las tempestades. Satanás está obrando en la atmósfera; la está envenenando, y nosotros dependemos de Dios para la protección de nuestras vidas: de nuestra vida actual y eterna. Y por encontrarnos en la posición en que estamos, necesitamos estar bien despiertos, plenamente consagrados, completamente convertidos y cabalmente dedicados a Dios. Pero al parecer permanecemos inactivos como si estuviésemos paralizados. ¡Dios del cielo, despiértanos! (Manuscrito 1, 1890).
Los milagros no constituyen una prueba
Los que trabajan actualmente en la obra de Dios tendrán que hacer frente a pruebas tales como las que Pablo soportó en su obra. Satanás procurará apartar de su fe a los conversos utilizando los mismos métodos engañosos y jactanciosos. Introducirá teorías que no será prudente analizar. Satanás es un obrero astuto, e introducirá engaños sutiles a fin de oscurecer y confundir la mente y desarraigar las doctrinas de la salvación. Aquellos que no acepten la Palabra de Dios literalmente, caerán en esa trampa.
Hoy necesitamos proclamar la verdad con santa intrepidez. La siguiente declaración dada a la iglesia primitiva por el mensajero del Señor, debe ser escuchada por su pueblo en la actualidad: "Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro Evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema". Gálatas 1:8.
Quien haga de la operación de milagros la prueba de su fe, encontrará que Satanás puede, mediante una variedad de engaños, realizar maravillas que pasarán por milagros genuinos. Esto mismo fue lo que pretendió introducir como elemento de prueba en el momento cuando los israelitas iban a ser librados de Egipto (Manuscrito 43, 1907).
Milagros maravillosos que engañarán
No dejéis que transcurran los días ni que se pierdan las preciosas oportunidades de buscar al Señor de todo corazón, y con toda la mente y el alma. Si no aceptamos la verdad con amor, podemos encontrarnos entre aquellos que verán realizarse milagros por el poder de Satanás en estos últimos días, y que creerán en ellos. Muchas cosas extrañas pasarán por milagros maravillosos, pero deberían considerarse como engaños inventados por el padre de la mentira.--Carta 136, 1906.
Cómo trabajan Satanás y sus agentes
Se me ha indicado que diga que en el futuro será necesaria una gran vigilancia. No debe existir la torpeza espiritual en el pueblo de Dios. Los espíritus del mal procuran activamente controlar las mentes humanas. Los hombres están siendo reunidos en atados, listos para ser consumidos por los fuegos de los últimos días. Aquellos que descartan a Cristo y su justicia, aceptarán los engaños que están inundando al mundo. Los cristianos deben ser sobrios y vigilantes, y resistir firmemente a su adversario el diablo, quien anda como león rugiente en busca de alguien a quien devorar. Habrá personas que, sometidas a la influencia de los espíritus malignos, realizarán milagros. Enfermarán a las gentes arrojando sobre ellas sus ensalmos, y luego quitarán su hechizo e inducirán a algunos a decir que los enfermos fueron curados milagrosamente. Satanás ha hecho esto vez tras vez.--Carta 259, 1903.
No necesitamos ser engañados. Pronto ocurrirán escenas maravillosas con las cuales Satanás estará estrechamente relacionado. La Palabra de Dios declara que Satanás obrará milagros. Hará enfermar a la gente y después quitará repentinamente de ella su poder satánico. Eso hará que se considere sanados a los enfermos. Estas obras de curación aparente pondrán a prueba a los adventistas. Muchos que tienen gran luz dejarán de andar en la luz, porque no han logrado una unidad con Cristo.--Carta 57, 1904.
Elena G. de White no realiza milagros
Algunos declaran que no creen en la obra que el Señor me ha encomendado porque, según dicen: "La Sra. E. G. de White no realiza milagros". Pero aquellos que esperan que ocurran milagros como una señal de dirección divina están en grave peligro de ser engañados. En la Palabra se declara que el enemigo obrará mediante sus agentes que se han apartado de la fe y que aparentemente realizarán milagros, aun hasta el punto de hacer descender fuego del cielo ante la vista de los hombres. Mediante "milagros mentirosos" Satanás engañará; si es posible, hasta a los mismos escogidos.
Multitudes me han escuchado hablar y han leído mis escritos, pero nadie me ha oído decir que realizó milagros. Algunas veces me han invitado a orar por los enfermos, y se ha cumplido la Palabra de Dios. [Se cita Santiago 5:14, 15.] Cristo es el gran realizador de milagros. A él sea tributada toda la gloria.--Carta 410, 1907.
Por qué los milagros son menos importantes hoy
La forma como Cristo obró consistió en predicar la Palabra y en aliviar los sufrimientos mediante obras milagrosas de curación. Pero se me ha dicho que hoy no podemos obrar en la misma forma, porque Satanás ejercerá su poder realizando milagros. Los siervos de Dios de hoy no podrían obrar mediante milagros, porque se realizarán obras espurias de curación que se harán pasar por divinas.
Por esta razón el Señor ha designado un método mediante el cual su pueblo debe llevar a cabo la obra del sanamiento físico, combinándolo con la enseñanza de la Palabra. Deben establecerse sanatorios, y con estas instituciones deben relacionarse obreros capaces de llevar a cabo una obra médica misionera genuina. Así se rodeará con una influencia protectora a aquellos que acudan a los sanatorios en busca de tratamiento.
Esta es la provisión que el Señor ha hecho, por la cual la obra misionera médica de carácter evangélico ha de realizarse para favorecer a muchas almas.--Carta 53, 1904.
Milagros en el conflicto final
Es imposible dar una idea de la experiencia del pueblo de Dios que vivirá en la tierra cuando se unan las calamidades pasadas y la gloria celestial. Andarán en la luz que dimanará del trono de Dios. Mediante los ángeles habrá una constante comunicación entre el cielo y la tierra. Y Satanás, rodeado por los ángeles malignos, pretenderá ser Dios y obrará milagros de toda clase para engañar, si fuere posible, aun a los mismos escogidos. El pueblo de Dios no debe afirmar su seguridad en la realización de milagros, porque Satanás falsificaría cualquier milagro que se realizara. El pueblo de Dios que será probado encontrará su poder en la señal pronunciada en. Éxodo 31:12-18. Deberá afirmarse en la Palabra viviente: "Escrito está". Este es el único fundamento sobre el cual puede permanecer seguro. Aquellos que hayan roto su pacto con Dios, en aquel día estarán sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Los adoradores de Dios se caracterizarán especialmente por su respeto al cuarto mandamiento, puesto que ésta es la señal de su poder creador y el testimonio de su derecho a la reverencia y al homenaje de los seres humanos. Los impíos se caracterizarán por sus esfuerzos por derribar el monumento del Creador, y por exaltar la institución de Roma. Toda la cristiandad se dividirá en dos grandes clases: los que guardarán los mandamientos de Dios y la fe de Jesús, y los que adorarán a la bestia y a su imagen y recibirán su marca. Aunque la iglesia y el estado unirán su poder para compeler a "todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos" (Apocalipsis 13:16), a recibir la marca de la bestia, sin embargo, el pueblo de Dios no la recibirá. El profeta de Patmos contempló "a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios" (Apocalipsis 15:2), y cantando el cántico de Moisés y del Cordero.
Tremendas pruebas aguardan al pueblo de Dios. El espíritu de la guerra está conmoviendo a las naciones de un cabo al otro del mundo. Pero el pueblo de Dios permanecerá incólume en medio del tiempo de angustia que está por venir, un tiempo de angustia sin parangón en el mundo. Satanás y sus ángeles no pueden destruirlo, porque está protegido por ángeles de poder superior.--Carta 119, 1904.