Mensajes Selectos, Tomo 2

Capítulo 12

Los tres ángeles y el otro ángel

[En relación con las enseñanzas erróneas y los movimientos falsos, con frecuencia el protagonista identifica su mensaje y su obra con la del otro ángel de. Apocalipsis 18:1. Algunas enseñanzas erróneas presentadas a lo largo de los años han implicado asimismo los mensajes de los tres ángeles de. Apocalipsis 14. Tal fue el caso en una situación enfrentada en 1896 por la Sra. de White por medio de las comunicaciones que siguen. El mensaje de la obra abarcante de los tres ángeles, aunque algo extenso, será apreciado por sus declaraciones confirmantes.--Los compiladores.]

Una mezcla de la verdad y el error

No he podido dormir desde la una y media de la madrugada. Estaba presentando al Hno. D un mensaje que el Señor me había dado para él. Los conceptos particulares que él sostiene son una mezcla de la verdad y el error. Si él hubiera pasado por las experiencias del pueblo de Dios a medida que él lo ha guiado durante los cuarenta años pasados, estaría mejor preparado para aplicar correctamente la Escritura. Los grandes hitos de la verdad, que nos muestran nuestro rumbo en la historia profética, deben ser cuidadosamente protegidos para que no sean demolidos y reemplazados con teorías que producirían confusión antes que luz verdadera. Me fueron mostradas las teorías sumamente erróneas que han sido presentadas una vez y otra. Los que abogan por esas teorías presentan declaraciones de la Escritura, pero las interpretan y las aplican mal. Las teorías que supuestamente eran correctas, en realidad no lo eran; y sin embargo muchos pensaban que eran justamente las teorías que debían presentarse al pueblo. Hay que estudiar diligentemente las profecías de Daniel y Juan.

Viven actualmente algunas personas que, mediante el estudio de las profecías de Daniel y Juan, recibieron gran luz de Dios al pasar por lugares donde profecías especiales estaban en proceso de cumplimiento en el orden correspondiente. Proclamaron el mensaje del tiempo a la gente. La verdad brilló nítidamente como el sol en el mediodía. Se expusieron ante la gente los acontecimientos históricos que mostraban el cumplimiento directo de la profecía, y se vio que las profecías constituían una delineación simbólica de los acontecimientos que conducen al final de la historia terrena. Las escenas relacionadas con la obra del hombre de pecado constituyen las últimas características claramente reveladas en la historia de este planeta. El pueblo tiene ahora un mensaje especial para predicar al mundo: el mensaje del tercer ángel. Aquellos que, en su experiencia, estuvieron en el terreno y participaron en la proclamación de los mensajes del primero, del segundo y del tercer ángel, no corren tanto peligro de ser llevados a falsos caminos como aquellos que no han tenido un conocimiento experimental del pueblo de Dios...

Ha habido algunos que, mediante el estudio de sus Biblias, pensaron haber descubierto gran luz y nuevas teorías; pero éstas no han sido correctas. La Escritura es toda verdad, pero los hombres han llegado a conclusiones erróneas por aplicar mal las Escrituras. Estamos empeñados en un tremendo conflicto, y éste se tornará más premioso y definido a medida que nos aproximemos a la lucha final. Tenemos un adversario que no duerme, y que trabaja constantemente con las mentes humanas que no han tenido una experiencia personal en relación con las enseñanzas del pueblo de Dios durante los cincuenta años pasados. Algunos tomarán la verdad que se aplica a su tiempo y la colocarán en el futuro. Acontecimientos de la secuencia profética que se han cumplido en el pasado son colocados en el futuro, y así es como, a causa de estas teorías, se debilita la fe de algunas personas.

Según las instrucciones que al Señor le ha complacido darme, Ud. está en peligro de llevar a cabo la misma obra al presentar a otros verdades que ya tuvieron su lugar y realizaron su obra específica para ese tiempo en la historia de la fe del pueblo de Dios. Ud. acepta como verdaderos estos hechos de la historia bíblica, pero los aplica al futuro. Todavía mantienen su fuerza en su lugar debido en la cadena de los acontecimientos que nos han convertido en el pueblo que hoy somos, y como tales deben presentarse a los que moran en las tinieblas del error. Los obreros genuinos de Jesucristo deben colaborar con sus hermanos que han tenido experiencia en la obra desde el mismo comienzo del mensaje del tercer ángel. Estos avanzaron paso a paso, y recibieron luz y verdad a medida que avanzaban; soportaron una prueba tras otra, levantaron la cruz que yacía directamente en su camino, y se esforzaron por conocer al Señor cuyas salidas están dispuestas como el alba. Ud. y otros de nuestros hermanos deben aceptar la verdad tal como Dios la ha dado a los estudiosos de la profecía, que han sido guiados por una experiencia genuina y viva, y han avanzado punto por punto y han sido intensamente probados, hasta que la verdad ha llegado a ser una realidad para ellos. La verdad, como rayos brillantes y cálidos, ha salido de sus voces y de sus plumas, y ha ido a todas partes del mundo; y aquello que para ellos fue una verdad probatoria, tal como fue dada por los mensajeros delegados del Señor, es una verdad probatoria para todos aquellos a quienes se proclama este mensaje.

El peso de la advertencia que el pueblo de Dios debe recibir ahora, cerca y lejos, es el mensaje del tercer ángel. Y los que procuran comprender este mensaje no serán guiados por el Señor para realizar una aplicación de la Palabra que debilite el fundamento y derribe las columnas de la fe que han hecho de los adventistas lo que hoy son. Las verdades que se han ido revelando consecutivamente, a medida que hemos avanzado en el ámbito de las profecías reveladas en la Palabra de Dios, son actualmente verdades sagradas y eternas. Los que recorrieron el terreno paso a paso en la historia pasada de nuestra experiencia, y que vieron la cadena de la verdad en las profecías, estaban preparados para aceptar y obedecer cada rayo de luz. Oraban, ayunaban, investigaban y cavaban en busca de la verdad tal como lo hubieran hecho para encontrar tesoros ocultos, y el Espíritu Santo, lo sabemos, nos enseñaba y nos guiaba. Se propusieron muchas teorías que tenían una apariencia de verdad, pero estaban tan mezcladas con pasajes bíblicos mal interpretados y mal aplicados, que conducían a errores peligrosos. Sabemos muy bien cómo se estableció cada rasgo de la verdad, y conocemos el sello puesto sobre la verdad por el Espíritu Santo de Dios. Y durante todo el tiempo se oían voces que decían: "Aquí está la verdad", "Yo tengo la verdad; seguidme". Pero recibimos esta advertencia: "No vayáis en pos de ellos. No los he enviado, sino que ellos han corrido". Véase Jeremías 23:21.

La dirección del Señor fue evidente, y sus revelaciones de la verdad fueron muy admirables. El Dios del cielo la estableció punto por punto. Aquello que era verdad entonces sigue siendo verdad ahora. Sin embargo, hay voces que no cesan de proclamar: "Esta es la verdad. Tengo nueva luz". Pero estas nuevas luces que pretenden brillar en el ámbito profético muestran claramente que hacen mal uso de la Palabra, y envían al pueblo de Dios a la deriva sin un ancla que lo afirme. Si los estudiantes de la Palabra tomaran las verdades que Dios ha revelado a su pueblo, y se apoderaran de ellas, las asimilaran y las aplicaran en su vida práctica, entonces serían conductos vivientes de la luz. Pero los que se han puesto a idear nuevas teorías, tienen una mezcla de verdad y error, y después de procurar hacer prominentes estas cosas, han demostrado que no habían encendido su lámpara en el altar divino, y por lo tanto se ha apagado y los ha dejado en tinieblas (Manuscrito 31, 1896).

Los mensajes de los tres ángeles en su contexto más amplio

La proclamación de los mensajes del primero, del segundo y del tercer ángel ha sido establecida por la Palabra inspirada. No debe alterarse ni la parte más mínima. Ninguna autoridad humana tiene más derecho de cambiar la ubicación de estos mensajes que la que posee para sustituir el Antiguo Testamento por el Nuevo. El Antiguo Testamento es el Evangelio expresado en figuras y símbolos. El Nuevo Testamento es la realidad. El uno es tan esencial como el otro. El Antiguo Testamento presenta lecciones provenientes de los labios de Cristo, y esas lecciones no han perdido su fuerza en ningún detalle.

El primer mensaje y el segundo se dieron en 1843 y 1844, y ahora estamos bajo la proclamación del tercero; pero aun ahora hay que seguir proclamando los tres mensajes. Ahora es tan esencial como en cualquier tiempo pasado que se los repita a los que están buscando la verdad. Debemos hacer resonar su proclamación mediante la pluma y la voz; debemos mostrar su secuencia y la aplicación de las profecías que nos conducen al mensaje del tercer ángel. No puede haber un tercer mensaje sin un primero y un segundo. Debemos proclamar al mundo estos mensajes mediante publicaciones y conferencias que muestren en el ámbito profético las cosas que han sido y las que serán.

El libro que fue sellado no fue el Apocalipsis, sino la porción de la profecía de Daniel que se refería a los últimos días. La Escritura dice: "Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará". Daniel 12:4. Cuando se abrió el libro se proclamó: "El tiempo no será más". Véase Apocalipsis 10:6. Ahora ha sido abierto el libro de Daniel, y la revelación hecha por Cristo a Juan debe llevarse a todos los habitantes de la tierra. Mediante el aumento del conocimiento debe prepararse a un pueblo para que resista en los últimos días.

El sábado es el gran asunto

"Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el Evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas". Apocalipsis 14:6, 7.

Si se presta atención a este mensaje, inducirá a cada nación, tribu, lengua y pueblo a examinar cuidadosamente la Palabra, y los conducirá a la verdadera luz concerniente al poder que ha cambiado el séptimo día de reposo por un día de reposo espurio. El único Dios verdadero ha sido olvidado, su ley ha sido descartada, y su sábado sagrado ha sido pisoteado en el polvo por el hombre pecador. El cuarto mandamiento, tan claro y explícito, ha sido ignorado. El monumento del sábado, que expresa quién es el Dios viviente, el Creador de los cielos y de la tierra, ha sido derribado, y en su lugar se ha dado al mundo un día de reposo falso. Así se ha abierto una brecha en la ley de Dios. Un día de reposo falso no podría constituir una norma verdadera.

En el mensaje del primer ángel se llama a los hombres a adorar a Dios, nuestro Creador, quien hizo el mundo y todas las cosas que hay en él. Han rendido homenaje a una institución del papado e invalidado la ley de Jehová; pero debe haber un aumento de conocimiento con respecto a este asunto.

El mensaje proclamado por el ángel que volaba por en medio del cielo es el Evangelio eterno, el mismo Evangelio que fue declarado en el Edén, cuando Dios le dijo a la serpiente: "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar". Génesis 3:15. Esta constituye la primera promesa de un Salvador que saldría al campo de batalla para desafiar el poder de Satanás y prevalecer sobre él. Cristo vino a nuestro mundo para presentar el carácter de Dios tal como está representado en su santa ley, porque su ley es una copia de su carácter. Cristo era tanto la ley como el Evangelio. El ángel que proclama el Evangelio eterno proclama también la ley de Dios; porque el Evangelio de salvación induce a los hombres a obedecer la ley mediante la cual sus caracteres son formados a la semejanza divina.

En el capítulo 58 de Isaías se especifica la obra de los que adoran a Dios, el Hacedor de los cielos y la tierra: "Los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levantarás". Isaías 58:12. El monumento de Dios, su séptimo día de reposo, será ensalzado. "Y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar. Si retrajeres del día de reposo [margen: sábado] tu pie [si dejares de pisotearlo], de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares..., yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado". Isaías 58:12-14.

Aquí se revela claramente la historia de la iglesia y del mundo; los que son leales y los que son desleales. Los que son leales, al escuchar la proclamación del mensaje del tercer ángel, han vuelto sus pasos hacia el camino de los mandamientos de Dios, para respetar, honrar y glorificar al que creó los cielos y la tierra. Las fuerzas opositoras han deshonrado a Dios al abrir una brecha en su ley, y cuando la luz de su Palabra ha llamado la atención a sus santos mandamientos y ha mostrado la brecha abierta en la ley por la autoridad papal, entonces, para librarse de la convicción, los hombres han procurado destruir toda la ley. ¿Pero han podido destruirla? No; porque todos los que investiguen por sí mismos las Escrituras verán que la ley de Dios permanece inmutable y eterna, y que su monumento, el sábado, permanecerá por los siglos sin fin, señalando al único Dios verdadero para distinguirlo de todos los dioses falsos.

Satanás ha sido perseverante e incansable en sus esfuerzos por proseguir la obra que comenzó en el cielo, para cambiar la ley de Dios. Ha tenido éxito en hacer creer al mundo la teoría que presentó en el cielo antes de su caída, según la cual la ley de Dios era defectuosa y necesitaba una revisión. Una gran parte de la profesa iglesia cristiana muestra por su actitud, aunque no por sus palabras, que ha aceptado el mismo error. Pero si la ley de Dios ha sido cambiada en algún detalle, Satanás ha logrado en la tierra lo que no pudo realizar en el cielo. Ha preparado su trampa engañosa con la esperanza de tomar cautiva a la iglesia y al mundo. Pero no todos caerán en la trampa. Se está estableciendo una separación definida entre los hijos de obediencia y los hijos de desobediencia, entre los leales y fieles, y los desleales e infieles. Se han formado dos partidos, los adoradores de la bestia y de su imagen, y los adoradores del Dios verdadero y viviente.

El mensaje de Apocalipsis capítulo 10

El mensaje de Apocalipsis 14 que proclama que la hora del juicio ha llegado, es dado en el tiempo del fin; y al ángel de Apocalipsis 10 se lo representa con un pie en el mar y el otro sobre la tierra para demostrar que el mensaje se llevará a países distantes; se cruzará el océano y las islas del mar escucharán la proclamación del último mensaje de amonestación dado a nuestro mundo.

"Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó los cielos y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más". Apocalipsis 10:5, 6. Este mensaje anuncia el fin de los períodos proféticos. El chasco de los que esperaban ver al Señor en 1844 fue muy amargo para los que habían aguardado tan ardientemente su aparición. Dios permitió que ocurriera este chasco, y que los corazones se manifestaran.

No ha habido ni una sola nube que ha caído sobre la iglesia para la cual Dios no haya hecho provisión; no se ha levantado ni una sola fuerza opositora para contrarrestar la obra de Dios que él no haya previsto. Todo ha ocurrido como lo predijo por medio de sus profetas. No ha dejado a su iglesia en tinieblas y olvidada, sino que ha mostrado mediante declaraciones proféticas lo que ocurriría, y obrando por medio de su providencia en el lugar designado de la historia del mundo, ha dado lugar a aquello que el Espíritu Santo reveló a sus profetas para que lo predijeran. Todos sus propósitos se cumplirán y se establecerán. Su ley está unida con su trono, y los instrumentos satánicos combinados con los instrumentos humanos no pueden destruirla. La verdad es inspirada y está protegida por Dios; perdurará y tendrá buen éxito, aunque algunas veces aparezca oscurecida. El Evangelio de Cristo es la ley ejemplificada en el carácter. Los engaños practicados contra ella, toda invención destinada a vindicar la falsedad, y todo error forjado por los instrumentos satánicos, llegarán a ser desbaratados para siempre, y el triunfo de la verdad será como la apariencia del sol en el mediodía. El Sol de Justicia brillará con poder sanador en sus rayos, y toda la tierra estará llena con su gloria.

La certidumbre de la profecía

Se ha cumplido todo lo que Dios ha especificado en la historia profética, y se cumplirá todo lo que aún deba cumplirse. Daniel, el profeta de Dios, permanece firme en su lugar. Juan también lo está. En el Apocalipsis, el León de la tribu de Judá ha abierto el libro de Daniel a los estudiosos de la profecía, y así es como Daniel permanece firme en su sitio. Da su testimonio, el cual le fue revelado por Dios por medio de visiones de los grandes y solemnes acontecimientos que debemos reconocer en este momento cuando estamos en el mismo umbral de su cumplimiento.

Mediante la historia y la profecía, la Palabra de Dios describe el prolongado conflicto entre la verdad y el error. Ese conflicto sigue en desarrollo. Las cosas que han acontecido volverán a repetirse. Revivirán antiguas controversias, y continuamente surgirán teorías nuevas. Pero el pueblo de Dios, el cual mediante sus creencias y su cumplimiento de la profecía ha desempeñado una parte en la proclamación de los mensajes del primero, del segundo y del tercer ángel, sabe dónde se encuentra. Tiene una experiencia que es más preciosa que el oro refinado. Debe permanecer firme como una roca, aferrándose al comienzo de su confianza hasta el fin.

Un poder transformador acompañó a la proclamación de los mensajes del primer ángel y del segundo, e igualmente acompaña el mensaje del tercer ángel. Esto impresionó las mentes humanas con convicciones verdaderas. El poder del Espíritu Santo se manifestó. Hubo estudio diligente y detallado de las Sagradas Escrituras. Se dedicaron noches casi íntegras a una investigación fervorosa de la Palabra. Buscamos la verdad como si hubiéramos buscado tesoros escondidos. El Señor se reveló a nosotros. Se derramó luz sobre las profecías, y supimos que habíamos recibido instrucción divina...

Después del gran chasco, hubo pocas personas que se dedicaron de todo corazón a la investigación de la Palabra. Pero algunos no se desanimaron ni negaron que el Señor los había guiado. A éstos la verdad les fue revelada punto por punto, y se entrelazó con sus recuerdos y sentimientos más apreciados. Los buscadores de la verdad sentían que la identificación de Cristo con su naturaleza y sus intereses era completa. Se hizo brillar la verdad hermosa en su sencillez, honrada con poder e investida con una seguridad desconocida antes del chasco. Entonces pudimos proclamar el mensaje en unidad.

Pero hubo gran confusión entre los que no se habían aferrado a su fe y a su experiencia. Se presentaron todas las opiniones concebibles como mensaje de verdad; pero la voz del Señor dijo: "No les creáis; porque no los he enviado".

Anduvimos cuidadosamente con Dios. Había que dar el mensaje al mundo, y sabíamos que esta verdad presente era un don especial de Dios. La facultad de impartir ese don constituía una prerrogativa de Dios. Sus hijos chasqueados, los que todavía buscaban la verdad, fueron conducidos paso a paso para que comunicasen al mundo lo que les había sido revelado. Había que repetir las declaraciones proféticas, y había que dar a conocer la verdad esencial para la salvación. Al comienzo la obra avanzó con dificultad. Con frecuencia los que escuchaban rechazaban el mensaje como algo ininteligible, y así comenzó el conflicto y se definió especialmente en torno a la cuestión del sábado. Pero el Señor manifestó su presencia. En ciertas ocasiones se descorría el velo que ocultaba su gloria de nuestros ojos. Entonces podíamos contemplarlo en el lugar elevado y santo.

El Señor no inducirá ahora a las mentes a que pongan de lado la verdad que el Espíritu Santo indujo a sus siervos a proclamar en el pasado.

Muchos investigarán sinceramente la Palabra en busca de luz, tal como lo hicieron otros en el pasado; y verán la luz en la Palabra. Pero no pueden tener la misma experiencia que aquellos que vivieron cuando estos mensajes de amonestación fueron proclamados por primera vez. Como no tuvieron esta experiencia, algunos no aprecian el valor de las verdades que han sido para nosotros como postes indicadores, y que han hecho de nosotros un pueblo peculiar. No aplican correctamente las Escrituras, y en consecuencia inventan teorías que no son correctas. Es cierto que citan abundantemente la Escritura y enseñan mucho que es verdad; pero la verdad está tan mezclada con el error que lleva a conclusiones equivocadas. Y sin embargo, debido a que pueden tejer la Escritura con sus teorías, piensan que cuentan con una firme cadena de verdad. Muchas personas que no han tenido participación en el comienzo de los mensajes, aceptan esas teorías erróneas y son llevadas por senderos falsos, y así retroceden en lugar de progresar. Tal es el propósito del enemigo.

La amenaza de la escritura mal aplicada

Satanás está trabajando para que se repita la historia de la nación judía en la experiencia de quienes pretenden creer la verdad presente. Los judíos tenían el Antiguo Testamento, y se creían expertos conocedores de él. Pero cometieron un terrible error. Consideraron que las profecías que se refieren a la gloriosa segunda venida de Cristo en las nubes de los cielos aludían a su primera venida. Como no vino de acuerdo con lo que ellos esperaban, se alejaron de él. Satanás conocía la mejor forma de atrapar en sus redes a estos hombres, y de engañarlos y destruirlos...

Ese mismo Satanás trabaja actualmente para debilitar la fe del pueblo de Dios. Hay personas que están listas para apoderarse de cada idea novedosa. Las profecías de Daniel y Apocalipsis son mal interpretadas. Estas personas no consideran que la verdad ha sido establecida en el momento preciso por los mismos hombres a quienes Dios guiaba para que llevaran a cabo esta obra especial. Estos hombres siguieron paso a paso el cumplimiento de las profecías, de modo que los que no han tenido una experiencia personal en esta obra deben aceptar la Palabra de Dios y creer "en la Palabra de ellos", de los que han sido conducidos por el Señor en la proclamación de los mensajes del primero, del segundo y del tercer ángel. Estos mensajes, cuando se los recibe y se obra de acuerdo con ellos, llevan a cabo su obra de preparar a un pueblo que permanezca en pie en el gran día de Dios. Si investigamos las Escrituras para confirmar la verdad que Dios ha dado a sus siervos para el mundo, llegaremos a proclamar los mensajes del primero, del segundo y del tercer ángel.

Es cierto que hay profecías que aún deben cumplirse. Pero repetidamente se ha llevado a cabo una obra errónea, y ésta continuará efectuándose por aquellos que procuran encontrar una nueva luz en las profecías, y que comienzan a apartarse de la luz que Dios ya ha dado. Los mensajes de Apocalipsis 14 son los que servirán para probar al mundo; constituyen el Evangelio eterno, y deben hacerse resonar por todas partes. Pero el Señor no pone sobre aquellos que no han tenido experiencia en su obra la responsabilidad de realizar una nueva exposición de las profecías que él, mediante el Espíritu Santo, ha revelado a sus siervos escogidos para que las expliquen.

Según las instrucciones que Dios me ha dado, ésta es la obra que Ud., Hno. F, ha estado tratando de hacer. Algunos han recibido favorablemente sus conceptos; pero esto se debe a que esas personas carecen de discernimiento para comprender el verdadero alcance de los argumentos que Ud. presenta. Han tenido solamente una experiencia limitada en la obra de Dios para este tiempo, y no alcanzan a ver hacia dónde los conducirán sus puntos de vista, y ni Ud. mismo puede ver adónde llevarán. Están listos para aprobar sus declaraciones; no ven nada en ellas a no ser lo que es correcto. Pero son engañados, porque Ud. ha entretejido muchos pasajes bíblicos con sus propias teorías. Sus argumentos parecen concluyentes para ellos.

Pero no ocurre lo mismo con los que han tenido un conocimiento experimental de la verdad que se aplica al último período de la historia de este mundo. Si bien éstos ven que Ud. afirma algunas preciosas verdades, también ven que Ud. ha aplicado mal la Biblia, y ha colocado sus pasajes en un marco de error al que no pertenecen, y con esto le ha hecho dar fuerza a aquello que no es la verdad presente. No se regocije porque algunos han aceptado lo que Ud. ha escrito. Es muy penoso para sus hermanos, que confían en Ud. como en un cristiano y lo aman como tal, hacerle saber que la red argumentativa que Ud. ha considerado de tanta importancia, no constituye la teoría de la verdad que Dios ha dado a su pueblo a fin de que la proclamen para este tiempo.

Según la instrucción que Dios me ha dado, los pasajes bíblicos que Ud. ha entretejido, ni Ud. mismo los comprende plenamente. Si los comprendiera, alcanzaría a ver que sus teorías derriban los mismos fundamentos de nuestra fe.

Hermano mío, he recibido muchos testimonios para corregir a los que habían comenzado a recorrer el mismo camino por el que Ud. va ahora. Esas personas estaban seguras de ser guiadas por Dios, y acudieron con sus diferentes teorías a los diferentes ministros que predicaban la verdad. Dije a esos pastores: "El Señor no está en esto; no os dejéis engañar ni carguéis la responsabilidad de engañar a otros". En una reunión de reavivamiento tuve que hablar claramente con respecto a los que en esta forma alejaban a otros de las sendas correctas. He dado este mensaje mediante la pluma y la palabra: "No vayáis en pos de ellos".

El caso de un hombre que estaba por morir

La tarea más difícil que he tenido que realizar en relación con el tema que nos ocupa, fue el trato con una persona que yo sabía que deseaba seguir al Señor. Durante un tiempo pensó que recibía nueva luz. Estaba gravemente enfermo, y no le quedaba mucho tiempo de vida. ¡Cómo deseaba mi corazón que él no hiciera necesario que yo le dijese lo que estaba haciendo! Aquellos a quienes presentaba sus puntos de vista lo escuchaban ansiosamente, y algunos pensaban que estaba inspirado. Había preparado un diagrama y utilizaba las Escrituras en sus razonamientos para demostrar que el Señor vendría en una fecha determinada, creo que en 1894. Muchas personas consideraban que sus conceptos no tenían ni una falla. Hablaban de sus poderosas exhortaciones presentadas desde su lecho de enfermo. Contempló visiones maravillosas. ¿Pero cuál era la fuente de su inspiración? Era la morfina que le administraban para aliviar sus dolores.

En nuestra reunión de reavivamiento celebrada en Lansing, Míchigan, justamente antes de ir a Australia, tuve que hablar claramente con respecto a esta nueva luz. Dije a los hermanos que las palabras que habían oído no eran la verdad de la inspiración. La luz maravillosa que presentaba tal despliegue de verdades, era el resultado de una aplicación equivocada de las Escrituras. La obra del Señor no terminaría en 1894. El Señor me dijo: "Esto no es la verdad, sino algo que conducirá por caminos extraviados, y algunos se confundirán con esta nueva presentación y abandonarán la fe"...

Ningún mensaje auténtico establece una fecha

Ninguna persona que fije una fecha para la venida de Cristo tiene un mensaje verdadero. Podéis tener la seguridad de que Dios no da a nadie autoridad para decir que Cristo demora su venida cinco, diez o veinte años. "Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del hombre vendrá a la hora que no pensáis". Mateo 24:44. Este es nuestro mensaje, el mismo mensaje que están proclamando los tres ángeles que volaban por en medio del cielo. La obra que debe realizarse ahora consiste en proclamar el mensaje final de misericordia a un mundo caído. Una nueva vida está viniendo del cielo y posesionándose de todo el pueblo de Dios. Pero en la iglesia ocurrirán divisiones. Se formarán dos grupos. El trigo y la cizaña crecerán juntos hasta el momento de la cosecha.

La obra se intensificará y se tornará más activa hasta el mismo fin del tiempo. Y todos los que trabajan junto con Dios contenderán fervorosamente por la fe que una vez fue dada a los santos. No se apartarán del mensaje para este tiempo, que ya está iluminando la tierra con su gloria. Fuera de la gloria de Dios, no vale la pena luchar por ninguna otra cosa. La única roca que permanecerá es la Roca de la Eternidad. La verdad enseñada por Jesús constituye el único refugio en estos días cuando predomina el error...

Mensajes para nuestra época

La profecía se ha estado cumpliendo puntualmente. Cuanto más nos afirmemos bajo el estandarte del mensaje del tercer ángel, tanto más claramente comprenderemos la profecía de Daniel; porque el Apocalipsis constituye el suplemento de Daniel. Cuanto más plenamente aceptemos la luz presentada por el Espíritu Santo por medio de los siervos consagrados de Dios, tanto más profundas y seguras--tanto como el trono eterno--parecerán las verdades de las profecías antiguas; tendremos la seguridad de que los hombres de Dios hablaron inspirados por el Espíritu Santo. Los hombres deben estar sometidos a la influencia del Espíritu Santo a fin de comprender las declaraciones que el Espíritu realizó mediante los profetas. Estos mensajes fueron dados, no para los que formulaban las profecías, sino para nosotros, que vivimos en medio de los acontecimientos que constituyen su cumplimiento.

Siento que no podría presentar estas cosas si el Señor no me hubiera ordenado que realizara esta tarea. Hay otros, además de Ud., y más de uno o dos, quienes piensan tal como Ud., que tienen una nueva luz, y están listos para presentarla al pueblo. Pero a Dios le agradaría que ellos aceptasen la luz que ya ha sido dada, que anduviesen en ella y que basasen su fe en las Escrituras, que han servido de fundamento a las posiciones sostenidas por el pueblo de Dios durante muchos años. El Evangelio eterno debe ser proclamado por los instrumentos humanos. Debemos hacer resonar los mensajes de los ángeles a quienes se presenta volando por en medio del cielo y llevando las últimas amonestaciones para un mundo caído. Si no se nos llama a profetizar, se nos invita a creer en las profecías, y a colaborar con Dios en la tarea de llevar la luz a otras mentes. Estamos procurando cumplir con esto.

Hermano, Ud. puede ayudarnos de muchas maneras. Pero el Señor me ha encargado decirle que Ud. no debe estar concentrado en sí mismo. Tenga cuidado con la forma en que escucha, comprende y asimila la Palabra de Dios. El Señor lo bendecirá si Ud. trata correctamente con sus hermanos. Aquellos a quienes él envió a proclamar el mensaje del tercer ángel, han estado trabajando al unísono con los seres celestiales. El Señor no ha puesto sobre Ud. la tarea de proclamar un mensaje que producirá discordia en las filas de los creyentes. Repito que él no está guiando a nadie con su Espíritu Santo para que forje una teoría que desbaratará la fe en los mensajes solemnes que él ha dado a su pueblo para que los proclame al mundo.

Le aconsejo que no considere sus escritos como una verdad preciosa. No es aconsejable que Ud. perpetúe por medio de la imprenta aquello que le ha costado tanta ansiedad. No es la voluntad de Dios que este asunto sea presentado a su pueblo, porque estorbará precisamente el mensaje de verdad que debe creer y practicar en estos peligrosos días finales...

Continuamente se esgrimirán teorías para apartar la mente y desarraigar la fe. Los que participaron en el desarrollo de las profecías, han llegado a ser lo que son actualmente, adventistas del séptimo día, mediante esas profecías. Deben permanecer firmes, con sus lomos ceñidos con la verdad, y revestidos con toda la armadura. Los que no han tenido esta experiencia, tienen el privilegio de retener con la misma confianza el mensaje de la verdad. La verdad que Dios se ha complacido en dar a su pueblo no debilitará su confianza en la senda por la que él los ha conducido en el pasado, sino que los fortalecerá para permanecer firmes en la fe. Debemos mantener firme hasta el fin aquello que constituyó el comienzo de nuestra confianza.

"Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús". Apocalipsis 14:12. Aquí estamos, bajo el mensaje del tercer ángel. "Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades". Apocalipsis 18:1-5.

El mensaje del otro ángel

La esencia del mensaje del segundo ángel vuelve a darse al mundo por medio del otro ángel que ilumina la tierra con su gloria. Estos mensajes se mezclan en uno solo para ser presentados a la gente en los días finales de la historia terrenal. Todo el mundo será probado, y todos los que han estado en las tinieblas del error en lo que respecta al sábado del cuarto mandamiento, comprenderán el último mensaje de misericordia que ha de darse a los hombres.

Nuestra obra consiste en proclamar los mandamientos de Dios y el testimonio de Jesucristo. "Prepárate para venir al encuentro de tu Dios" (Amós 4:12) es la advertencia que ha de darse al mundo. Es una advertencia para cada uno de nosotros individualmente. Se nos pide que nos despojemos de todo peso y del pecado que con tanta facilidad nos asedia. Hay una obra que Ud. debe realizar, hermano mío, y consiste en uncirse con Cristo. Asegúrese que su casa está construida sobre la roca. No arriesgue la eternidad por una mera probabilidad. Podría ser que Ud. no viviera para participar de los acontecimientos peligrosos en los que ahora estamos entrando. La vida de ninguno de nosotros está asegurada por ningún lapso de tiempo determinado. ¿No debería Ud. cuidar cada momento? ¿No debería examinarse a sí mismo detenidamente, y preguntarse: ¿Qué tiene en reserva para mí la eternidad?

La gran preocupación de cada alma debería ser: ¿Ha sido renovado mi corazón? ¿Ha sido transformada mi alma? ¿Han sido perdonados mis pecados mediante la fe en Cristo? ¿He renacido? ¿Estoy cumpliendo con esta invitación: "Venid a mí todos los que estéis trabajados y cargados, que yo os haré descansar". Mateo 11:28... ¿Considera Ud. todas las cosas como pérdida en comparación con la excelencia del conocimiento de Jesucristo? ¿Y considera Ud. que es su deber creer cada palabra que procede de la boca de Dios? (Manuscrito 32, 1896).

Dos purificaciones del templo--Dos invitaciones a salir de Babilonia

Mientras Ud. sostiene firmemente el estandarte de la verdad y proclama la ley de Dios, que cada alma recuerde que la fe de Jesús se relaciona con los mandamientos de Dios. Al tercer ángel se lo presenta volando en medio del cielo, y proclamando en alta voz: "Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús". Apocalipsis 14:12. Los mensajes del primero, del segundo y del tercer ángel se relacionan entre sí. No es posible apagar las evidencias de la verdad permanente y sempiterna de estos grandiosos mensajes, que significan tanto para nosotros, que han despertado una oposición tan intensa del mundo religioso. Satanás procura constantemente arrojar su sombra diabólica sobre estos mensajes para que el pueblo remanente de Dios no discierna con claridad su importancia, su tiempo y su lugar; pero éstos siguen teniendo vigencia, y han de ejercer su poder sobre nuestra experiencia religiosa mientras dure el tiempo.

La influencia de estos mensajes se ha ido profundizando y ampliando, y ha puesto en movimiento los motivos que determinan la conducta en miles de corazones, y ha hecho surgir instituciones de enseñanza, casas editoras y sanatorios; todos éstos constituyen los instrumentos de Dios que han de colaborar en la gran obra representada por el primero, el segundo y el tercer ángel que vuelan por en medio del cielo para amonestar a los habitantes del mundo, diciéndoles que Cristo está por venir con poder y gran gloria.

El profeta dice: "Vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios". Apocalipsis 18:1, 2. Este es el mismo mensaje que fue dado por el segundo ángel. Babilonia ha caído, "porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación". Apocalipsis 14:8. ¿En qué consiste ese vino? En sus doctrinas falsas. Ha dado al mundo un día de reposo falso en lugar del verdadero del cuarto mandamiento, y ha repetido la falsedad que Satanás comunicó a Eva en el Edén: la inmortalidad natural del alma. Ha esparcido ampliamente muchos errores semejantes y ha enseñado "como doctrinas, mandamientos de hombres". Mateo 15:9.

Cuando Jesús comenzó su ministerio público, limpió el templo de su profanación sacrílega. Entre los últimos actos de su ministerio figura la segunda purificación del templo. Así también en la obra final de amonestación al mundo, se hacen dos llamados a las iglesias. El mensaje del segundo ángel es: "Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación". Apocalipsis 14:8. Y en la proclamación en alta voz del mensaje del tercer ángel, se oye una voz que dice desde el cielo: "Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades". Apocalipsis 18:4, 5.--The Review and Herald, 6 de diciembre de 1892.