Mensajes Selectos, Tomo 3

Capítulo 3

Acción independiente

Apartándose de la fe

Dios está enseñando, dirigiendo y guiando a su pueblo, para que ellos enseñen, guíen y conduzcan a otros. En la iglesia remanente de estos últimos días habrá, como las hubo en el tiempo del antiguo Israel, personas que desean moverse en forma independiente, que no están dispuestas a someterse a las enseñanzas del Espíritu de Dios, y que no escucharán ninguna amonestación o consejo. Que los tales siempre recuerden que Dios tiene una iglesia en la tierra, en la cual ha delegado el poder. Los hombres querrán seguir su propio juicio independiente, despreciando el consejo y el reproche; pero tan seguramente como ellos hacen esto se están apartando de la fe, y la consecuencia será el desastre y la ruina de las almas. Los que trabajan ahora para sostener y edificar la verdad de Dios están alistándose de un lado, firmes y unidos en su corazón, en su mente y con su voz, en defensa de la verdad.--Carta 104, 1894.

La acción concertada produce fuerza

El Señor quiere que todos los que desempeñan una parte en su obra den testimonio en su vida del carácter santo de la verdad. El fin está cerca, y ahora es el tiempo cuando Satanás hará esfuerzos especiales para distraer el interés y separarlos de los temas que sobresalen en importancia, y que debieran inducir a todas las mentes a una acción concertada.

Un ejército no podría hacer nada en forma exitosa si sus diferentes partes no trabajaran concertadamente. Si cada soldado actuara sin tener en cuenta a los demás, el ejército pronto estaría desorganizado. En lugar de fortalecerse mediante una acción concertada, la fuerza se gastaría en esfuerzos inconexos y sin significado. Cristo oró para que sus discípulos fueran uno con él, así como él era [y es] uno con el Padre...

Por buenas que sean las cualidades que un hombre tenga, no puede ser un buen soldado si actúa en forma independiente. Podría ocasionalmente hacer algún bien, pero a menudo el resultado es de poco valor, y muchas veces al final se ve que se ha hecho más daño que bien. Los que actúan independientemente aparentan estar haciendo algo, atraen la atención, brillan en forma destacada, y entonces se apagan. Todos deben avanzar en una sola dirección a fin de prestar eficiente servicio a la causa...

Dios requiere una acción concertada de parte de sus soldados, y a fin de tenerla en la iglesia es esencial el dominio propio; debe ejercerse dominio propio.--Carta 11a, 1886.

Consultad con los demás; comparad planes

En todo esfuerzo, en todo lugar donde se introduce la verdad, hay necesidad de unir diferentes mentes, diferentes dones, diferentes planes y métodos de labor. Todos deben hacer que su práctica habitual sea consultarse mutuamente y orar los unos con los otros. Cristo dice: "Si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos". Mateo 18:19. Ningún obrero individual tiene toda la sabiduría que se necesita. Debe haber comparación de planes, intercambio en consejos de uno con el otro. Ninguna persona en particular debe creerse suficiente como para manejar el interés de algún lugar prescindiendo de sus ayudantes.

Un hombre puede tener tacto en un sentido, pero puede ser un fracaso decidido en algunos puntos esenciales. Esto hace que su obra sea imperfecta. Necesita el tacto mental y el talento de otro hombre para combinarlos con sus esfuerzos. Todos deben estar en perfecta armonía mutua en la obra. Si pueden trabajar solamente con los que ven las cosas como ellos y siguen sus planes, entonces fracasarán. La obra será defectuosa porque ninguno de estos obreros ha aprendido las lecciones en la escuela de Cristo que los haga aptos para presentar a todo hombre perfecto en Cristo Jesús. Todos deben estar progresando constantemente. Deben echar mano de toda oportunidad para aprovechar hasta el máximo todo privilegio, hasta que lleguen a ser mejor dotados para su obra grande y solemne.

Pero Dios ha puesto en la iglesia diferentes talentos. Todos estos son preciosos en su lugar, y cada uno ha de desempeñar una parte en la perfección de los santos.

Esta es la orden de Dios, y los hombres deben trabajar según sus reglas y sus disposiciones si anhelan tener éxito. Dios aceptará solamente los esfuerzos que se hagan en forma voluntaria y con corazones humildes, sin los rasgos de sentimientos personales de egoísmo.--Carta 66, 1886.

La práctica en la época temprana

Cuando la causa era más joven, mi esposo acostumbraba a tomar consejo con hombres que tenían sano juicio. La obra era mucho más pequeña entonces de lo que es ahora, pero él no se creía capaz de manejarla solo. Elegía consejeros de entre aquellos que llevaban responsabilidades en todas las ramas de la obra. Y después de aconsejarse mutuamente, estos hombres regresaban a su trabajo sintiendo una responsabilidad aún mayor de hacer progresar la causa en los ramos correctos, para elevar, purificar y solidificar, de tal suerte que la causa de Dios avanzara con fortaleza.--Manuscrito 43, 1901.

La independencia es un engaño de Satanás

Es un engaño del enemigo que alguien sienta que puede desvincularse de los agentes que Dios ha señalado y trabajar en una línea independiente por sí mismo, con su propia supuesta sabiduría, y sin embargo tener éxito. Aunque se halague a sí mismo con la idea de que está haciendo la obra de Dios, al fin no prosperará. Somos un cuerpo, y todo miembro ha de estar unido al cuerpo, cada persona trabajando en su respectiva capacidad.--Carta 104, 1894.

No es una buena señal cuando los hombres no se unen con sus hermanos, sino que prefieren actuar solos, cuando no aceptan a sus hermanos porque éstos no ejecutan sus planes. Si los hombres llevan el yugo de Cristo, no pueden separarse. Llevarán el yugo de Cristo. Trabajarán junto con él.--Manuscrito 56, 1898.

A medida que nos acercamos a la crisis final, en lugar del sentimiento de que hay menos necesidad de orden y armonía de acción, debemos ser más sistemáticos de lo que hemos sido hasta ahora. Toda nuestra obra debe ser conducida de acuerdo con planes bien definidos.

Estoy recibiendo luz del Señor de que debe haber una conducción sabia en este tiempo más que en cualquier período anterior de nuestra historia.--Carta 27a, 1892.

La organización completa es esencial

¡Oh, cómo se regocijaría Satanás si pudiera tener éxito en sus esfuerzos para entrar en medio de este pueblo, y desorganizar la obra en un tiempo cuando una organización completa es esencial; y ésta será el mayor poder para mantener fuera los levantamientos espurios y refutar las pretensiones no respaldadas por la Palabra de Dios! Necesitamos mantener firmes las líneas para que no haya ninguna ruptura del sistema de organización y orden que ha sido estructurado por una labor sabia y cuidadosa. No debe darse licencia para trabajar a elementos desordenados que desean controlar la obra en este tiempo.

Algunos han presentado el pensamiento de que cuando nos acerquemos al tiempo del fin, cada hijo de Dios actuará en forma independiente de toda organización religiosa. Pero he sido instruida por el Señor de que en esta obra no existe tal cosa como independencia de acción para cada hombre. Las estrellas del cielo todas actúan según una ley; cada una influye sobre las otras para hacer la voluntad de Dios, prestando común obediencia a la ley que controla su acción. Y a fin de que la obra de Dios pueda progresar en forma sana y sólida, su pueblo debe actuar unidamente. Testimonies for the Church 9:257-258, mayo 30, 1909.