Mensajes Selectos, Tomo 3

Capítulo 53

El estudio de los Testimonios

La luz condenará a los que deciden no estudiar ni obedecer

A nuestro pueblo se le ha dado preciosa instrucción contenida en los libros que se me ordenó escribir. ¿Cuántos leen y estudian estos libros? La luz que Dios ha dado puede ser considerada con indiferencia e incredulidad; pero esta luz condenará a los que no eligen aceptarla y obedecerla.--Carta 258, 1907.

Elena G. de White urgió a que se estudiaran los Testimonios

Se me ha instruido a decir a nuestras iglesias: Estudiad los Testimonios. Ellos fueron escritos para amonestarnos y animarnos a nosotros, en quienes los fines de los siglos han parado. Si los hijos de Dios no estudian estos mensajes que se les envían de vez en cuando, son culpables de rechazar la luz. Línea sobre línea, precepto sobre precepto, un poquito aquí y un poquito allá, Dios está enviando instrucción a su pueblo. Prestad oído a la instrucción; seguid la luz. El Señor tiene una lucha con su pueblo, porque en lo pasado sus hijos no han prestado atención a la instrucción que él les mandó ni han seguido su dirección.

He estado leyendo el tomo seis de los Testimonios, y encuentro en este libro pequeño instrucción que nos ayudará a hacer frente a muchos problemas que producen perplejidad. ¿Cuántos han leído el artículo titulado "La obra evangelística" en este volumen? Aconsejo que estas instrucciones y advertencias y palabras de cautela sean leídas por nuestro pueblo en algún tiempo en que esté reunido. Un número demasiado pequeño de nuestros hermanos poseen estos libros.--Carta 292, 1907.

El estudio personal responderá preguntas

Recibimos muchas cartas de nuestros hermanos y hermanas, en las cuales se pide consejo sobre una gran variedad de temas. Si ellos hubieran estudiado por sí mismos los Testimonios publicados, hallarían la iluminación que necesitan. Instemos a nuestro pueblo a estudiar estos libros y a hacerlos circular. Que sus enseñanzas fortalezcan nuestra fe.

Estudiemos más diligentemente la Palabra de Dios. La Biblia es tan sencilla y clara, que todos los que quieren, entenderán. Agradezcamos a Dios por su preciosa Palabra y por los mensajes de su Espíritu que dan tanta luz. Se me ha informado que cuanto más estudiemos el Antiguo y el Nuevo Testamento, más se impresionará en nuestra mente el hecho de que cada uno de ellos tiene una estrecha relación con el otro, y tanto más evidencia tendremos de su divina inspiración. Veremos claramente que ambos tienen un solo Autor. El estudio de estos preciosos volúmenes nos enseñará a formar caracteres que revelarán los atributos de Cristo.--Manuscrito 81, 1908.

Leed los Testimonios por vuestra cuenta

A veces me entristezco mucho al pensar en el uso que se ha hecho de los Testimonios. Hay hombres y mujeres que mencionan cualquier cosa que encuentran o escuchan como un testimonio de la Hna. White, cuando la Hna. White nunca oyó algo semejante...

La única seguridad para cualquiera de nosotros es afirmar nuestros pies en la Palabra de Dios y estudiar las Escrituras, haciendo de la Palabra de Dios nuestra constante meditación. Decid a la gente que no acepte la palabra de ningún hombre respecto de los Testimonios, sino que los lean y estudien por su cuenta, y entonces sabrán que están en armonía con la verdad. La Palabra de Dios es la verdad.--Carta 132, 1900.

Los Testimonios son nuestra protección

He instado a nuestros hermanos a que se familiaricen con las enseñanzas que hay en los Testimonios. Dios nos ha dado una luz que no podemos desatender o tratar con indiferencia o desdén. El ha permitido que la luz brillara sobre nosotros en forma de reproches y amonestaciones, a fin de que nos valgamos de ella, si queremos, para escapar de los peligros que acechan nuestro camino. Cuando surjan las tentaciones podremos estar protegidos y podremos discernirlas, porque el Señor nos las ha señalado para que no seamos engañados Manuscrito 23, 1889.

La humildad que lleva fruto, al llenar el alma con un sentido de amor a Dios, hablará, por quien la haya practicado, en el gran día cuando los hombres serán recompensados de acuerdo a sus obras. Feliz aquel de quien pueda decirse: "El Espíritu de Dios nunca conmovió en vano el alma de esta persona. Progresó avanzando hacia adelante y hacia arriba, de fuerza en fuerza. El yo no está entretejido en su vida.

"Cada mensaje de corrección, advertencia o consejo, lo recibió como una bendición de Dios. Así se preparó el camino para que recibiera bendiciones aún mayores, porque Dios no le habló en vano. Cada paso hacia arriba en la escalera del progreso la preparó para subir aún más alto. Desde el tope de la escalera brillaron sobre el tal los refulgentes rayos de la gloria de Dios. No pensó en descansar, sino que trató constantemente de obtener sabiduría y justicia de Cristo. Avanzó siempre hacia la meta para lograr el premio de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús".

Esta experiencia debe tenerla cada uno de los que se salven. En el día del juicio, la conducta de aquel que haya conservado la fragilidad y la imperfección de la humanidad, no será defendida. Para el tal no habrá lugar en el cielo. No podría disfrutar de la perfección de los santos en luz. El que no tiene suficiente fe en Cristo para creer que él puede guardarlo del pecado, no tiene la fe que le dará entrada en el reino de Dios.--Manuscrito 161, 1897.