Entonación clara, pronunciación nítida
No hay palabras que puedan expresar debidamente la profunda bendición del culto genuino. Cuando los seres humanos cantan con el Espíritu y el entendimiento, los músicos celestiales toman las melodías y se unen al canto de agradecimiento. El que ha derramado, sobre todos, los dones que nos capacitan para ser obreros juntamente con Dios, espera que sus siervos cultiven sus voces de modo que puedan hablar y cantar de manera que todos puedan comprender. Lo que se necesita no es cantar fuerte, sino una entonación clara y una pronunciación correcta. Dediquen todos tiempo a cultivar la voz, de modo que puedan cantar las alabanzas a Dios en tonos claros y suaves, sin asperezas ni chillidos que ofenden el oído. La habilidad de cantar es don de Dios; utilicémosla para darle gloria.--Testimonies for the Church 9:143, 144; El Evangelismo, 368.
Factores de la música efectiva
La música podría ser un gran poder para el bien; sin embargo, no aprovechamos como debiéramos esta forma de rendir culto. El canto, por lo general, se hace por impulso o para satisfacer casos especiales, y otras veces se deja que los que cantan lo hagan cometiendo errores; en esta forma, la música pierde el efecto que podría ejercer sobre las mentes. La música debiera tener belleza, sentimiento y poder. Elévense las voces en cantos de alabanza y devoción. Llamad en vuestro auxilio instrumentos musicales, si eso es posible, y asciendan hacia Dios las gloriosas armonías como una ofrenda aceptable.
Pero, en ciertas ocasiones es más difícil disciplinar a los que cantan y conseguir que lo hagan en forma adecuada, que mejorar los hábitos de oración y exhortación. Muchos quieren hacer las cosas de acuerdo con su propio método; se oponen a las consultas y se impacientan cuando otro los dirige. Se requieren planes bien maduros en el servicio de Dios. El sentido común es algo excelente en el culto que se rinde al Señor.--Gospel Workers, 325 (1892); El Evangelismo, 368.
Poder afectivo y musicalidad en la voz humana
La voz humana tiene mucho poder afectivo y musicalidad; y si el que aprende realiza esfuerzos decididos adquirirá el hábito de hablar y cantar que será para él un poder a fin de ganar almas para Cristo.--Manuscrito 22, 1886; El Evangelismo, 367, 368.
Volumen moderado y tonalidad natural
Puede introducirse muchas mejoras en el canto. Algunos piensan que cuanto más fuerte canten tanto más musicales son, pero el ruido no es música. El buen canto es como la música de los pájaros: suave y melodioso.
En algunas de nuestras iglesias he escuchado solos que eran inapropiados para el servicio de culto en la casa de Dios. Las notas prolongadas y los sonidos peculiares tan comunes en el canto de ópera no agradan a los ángeles. Estos se complacen en oír los sencillos cantos de alabanza expresados en un tono natural. Ellos se unen con nosotros en los cantos en los que cada palabra se pronuncia claramente, en un tono musical. Participan en las melodías cantadas con el corazón, el espíritu y el entendimiento.--Manuscrito 91, 1903; El Evangelismo, 372.
Con solemnidad y reverencia
La melodía del canto, exhalada de muchos corazones en forma clara y distinta, es uno de los instrumentos de Dios en la obra de salvar almas. Todo el servicio debe ser dirigido con solemnidad y reverencia, como si fuese en la visible presencia del Maestro de las asambleas.--Joyas de los Testimonios 2:195.
Con melodía y nitidez
Me alegra saber que la escuela de Healdsburg ha introducido la música en su programa de enseñanza. Es necesario que las escuelas enseñen canto. Debería haber mucho más interés en el cultivo de la voz de lo que por lo general se manifiesta. Los estudiantes que han aprendido a cantar cantos evangélicos dulces con melodía y nitidez, pueden hacer mucho bien como cantantes evangelistas. Ellos encontrarán muchas oportunidades para usar el talento que Dios les ha dado, para llevar melodía y alegría a muchos lugares solitarios y entenebrecidos por el pecado, la tristeza y la aflicción, cantando para aquellos que apenas tienen el privilegio de asistir a la iglesia.--The Review and Herald, 27 de agosto de 1903; La Voz: Su Educación y Uso Correcto, 460.
Estudiantes, vayan a los caminos y a los vallados. Traten de alcanzar a las clases superiores y a las humildes. Vayan a las casas del rico y del pobre, y cuando tengan oportunidad pregunten: "¿Le gustaría que cantáramos? Nos gustaría tener un servicio de canto para usted". Entonces, mientras los corazones se suavizan, puede que se abra ante ustedes la oportunidad de ofrecer algunas palabras de oración, para recibir las bendiciones de Dios. La mayoría aceptará. Este ministerio es una verdadera obra misionera. Dios quiere que todos estemos convertidos y aprendamos a participar con todo fervor en esfuerzos misioneros. Él nos bendecirá en este servicio en favor de otros, y veremos su salvación.--The Review and Herald, 27 de agosto de 1903; La Voz: Su Educación y Uso Correcto, 491, 492.
Como un don de Dios
[...] La voz humana expresada en canto constituye uno de los talentos dados por Dios y que deben emplearse para su gloria. El enemigo de la justicia utiliza provechosamente este talento a su servicio. Y, lo que es un don de Dios, dado para bendecir las almas, es pervertido, mal aplicado y sirve a los propósitos de Satanás. Este talento de la voz es una bendición si se consagra al Señor para servir a su causa.--Carta 62, 1893; El Evangelismo, 363.
Canto coral y de la congregación
En las reuniones que se realicen, escójase a un número de personas para que tomen parte en un servicio de canto. Y acompáñese entonces el canto con instrumentos musicales tocados con habilidad. No hemos de oponernos al empleo de instrumentos de música en nuestra obra. Esta parte del servicio ha de ser dirigida cuidadosamente; porque implica la alabanza de Dios en el canto.
El canto no siempre ha de ser entonado por unos pocos. Tan a menudo como sea posible, únase en él toda la congregación.--Testimonies for the Church 9:144 (1909); El Evangelismo, 370.
El servicio de canto
Los cantos no debieran ser entonados por unos pocos. Todos los presentes debieran ser animados a unirse en el servicio de canto.--Carta 157, 1902; El Evangelismo, 370.
El uso de instrumentos musicales
Hágase participar en la obra el talento del canto. El uso de instrumentos musicales no es de ninguna manera objetable. Estos se utilizaron en los servicios religiosos de los tiempos antiguos. Los adoradores alababan a Dios con arpas y címbalos, de modo que la música debería tener su lugar debido en los servicios de culto. Contribuirá a mantener el interés.--Carta 132, 1898; El Evangelismo, 114.
Música instrumental en el congreso de la Asociación General de 1905
Me alegro de oír los instrumentos musicales que tenéis aquí. Dios quiere que los tengamos. Él quiere que lo alabemos con el corazón, con el alma y con la voz, magnificando su nombre ante el mundo.--The Review and Herald, 15 de junio de 1905; El Evangelismo, 367.