La Sra. White escribió libremente a los hermanos reunidos en el congreso de la Asociación General de 1913 acerca de algunas de sus experiencias durante los cuatro años que habían pasado desde que tuviera ella la oportunidad, en el congreso de 1909, de hablarles personalmente.
"Por meses después de la finalización de esa reunión--escribió ella--, llevé una carga pesada, y llamé con insistencia la atención de los hermanos responsables a aquellas cosas que el Señor me estaba pidiendo que presentara delante de ellos en forma clara... Y aunque todavía siento la profunda ansiedad con respecto a la actitud que algunos están tomando hacia importantes medidas relacionadas con el desarrollo de la causa de Dios en la tierra, tengo sin embargo una fuerte fe en los obreros de todo el campo, y creo que al reunirse y humillarse delante del Señor, y al consagrarse de nuevo a su servicio, se capacitarán para hacer su voluntad. Hay algunos que ni siquiera ahora ven las cosas en la debida luz, pero éstos pueden aprender a ver las cosas en forma unánime con sus colaboradores, y pueden evitar cometer serios errores buscando fervientemente al Señor en este tiempo y sometiendo su voluntad completamente a la voluntad de Dios.
"He sido profundamente impresionada por escenas que pasaron delante de mí recientemente durante la noche. Parecía haber un gran movimiento--una obra de reavivamiento--que se estaba realizando en muchos lugares. Nuestros hermanos acudían al llamado, respondiendo a la invitación de Dios. Hermanos míos, el Señor nos está hablando. ¿No escucharemos su voz? ¿No aderezaremos nuestras lámparas, y actuaremos como hombres que esperan que su Señor venga? El tiempo exige que los portaluces estén activos.
"'Yo pues, ... os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz'".1
Actividades personales
Con respecto a sus actividades en la labor pública y en el hogar, la Sra. White escribió en 1913:
"Anhelo personalmente empeñarme con fervor en la obra en el campo, y con toda seguridad estaría involucrada en una obra pública mayor, si no creyera que a mi edad no es sabio presumir con respecto a las fuerzas físicas de uno. Tengo una obra que hacer en comunicar a la iglesia y al mundo la luz que me ha sido confiada, de tiempo en tiempo, a través de todos los años durante los cuales el mensaje del tercer ángel ha sido proclamado. Mi corazón está lleno del más ferviente deseo de poner la verdad delante de todos aquellos que puedan ser alcanzados. Y todavía estoy desempeñando una parte en preparar material para la publicación. Pero tengo que moverme con mucho cuidado, no sea que me coloque en donde de ninguna manera pueda escribir. Yo no sé por cuánto tiempo viviré, pero no estoy sufriendo tanto desde el punto de vista de la salud, como podría esperarse.
"Después del congreso general de 1909, pasé varias semanas asistiendo a congresos campestres y a otras reuniones generales, y visitando diversas instituciones en Nueva Inglaterra, los Estados centrales y el medio oeste.
"Al regresar a mi hogar de California, emprendí de nuevo la tarea de preparar material para la prensa. Durante los cuatro años pasados he estado escribiendo comparativamente pocas cartas. La fuerza que he tenido ha sido mayormente dedicada a la terminación de importantes libros.
"Ocasionalmente he asistido a algunas reuniones, y he visitado instituciones en California, pero la mayor porción de mi tiempo ... ha sido empleado en preparar manuscritos en mi hogar de campo, 'Elmshaven', cerca de Santa Elena.<
"Estoy agradecida de que el Señor me sigue dando vida para trabajar un poco más en mis libros. Ojalá tuviera fuerza para hacer todo lo que veo que debiera hacerse. Oro porque él me imparta sabiduría, a fin de que las verdades que nuestro pueblo necesita tanto puedan ser presentadas en forma clara y aceptable. Estoy animada a creer que Dios me permitirá hacerlo. Mi interés en la obra en general es tan profundo como siempre, y anhelo grandemente que la causa de la verdad presente progrese en forma sostenida en todas partes del mundo. Pero hallo que es aconsejable no intentar mucho trabajo en público mientras la obra de mis libros demanda mi supervisión...
"Estoy más agradecida de lo que pueda expresarlo, por el Espíritu elevador del Señor, por el consuelo y la gracia que él continúa dándome y porque él me concede la fuerza y la oportunidad de impartir valor y ayuda a su pueblo. Por tanto tiempo como el Señor me dé vida, seré fiel a él y veraz, tratando de hacer su voluntad y de glorificar su nombre. Quiera el Señor aumentar mi fe, para que continúe conociéndolo, y haciendo su voluntad más perfectamente. Bueno es el Señor, y grande para ser alabado".2
Los pioneros del mensaje
En una de sus comunicaciones a los hermanos reunidos en el congreso de la Asociación General de 1913, la Sra. White se refirió al valor creciente de la experiencia del pasado con la cual estaban familiarizados los pioneros del mensaje del tercer ángel y concerniente a la cual ellos podían dar un testimonio positivo.
"Deseo grandemente--escribió ella--que los viejos soldados de la cruz, aquellos que han encanecido en el servicio del Maestro, continúen presentando su testimonio directo para que los más jóvenes en la fe entiendan que los mensajes que el Señor nos dio en lo pasado son muy importantes en esta etapa de la historia de la tierra. Nuestra experiencia pasada no ha perdido una jota de su fuerza.
"Tengan todos cuidado de no desanimar a los pioneros, o de hacer que sientan que es poco lo que ellos pueden hacer. Su influencia puede ejercerse todavía poderosamente en la obra de Dios. El testimonio de los ministros de edad siempre será una ayuda y una bendición para la iglesia. Dios velará por sus fieles y probados portaestandartes, de noche y de día, hasta que venga el tiempo en que depongan su armadura. Asegúreseles que están bajo el cuidado protector de Aquel que nunca está adormecido o duerme; y que centinelas que no se cansan están a su lado para guardarlos. Sabiendo esto, y comprendiendo que moran en Cristo, ellos pueden descansar con confianza en las providencias de Dios".3
Dando a la trompeta un sonido certero
Durante la obra de su vida, la fe de la Sra. White en las providencias directoras de Dios relacionadas con el desarrollo de las verdades de los mensajes de los tres ángeles permaneció incólume. A menudo en su testimonio expresó la convicción de que, desde el comienzo, Dios ha sido el Maestro y el Director de su pueblo. Y esta convicción con respecto a la dirección divina en el pasado, a través de todo el movimiento adventista, le daba confianza para el futuro. Veamos la siguiente declaración, escrita por ella en 1890 al pasar en revista su propia experiencia, y teniendo pleno conocimiento de que en los días futuros surgirían controversias y diferencias doctrinales:
"He tenido preciosas oportunidades de obtener una experiencia. He tenido una experiencia en el mensaje del primer ángel, del segundo y del tercero. Los ángeles son representados volando en medio del cielo mientras proclaman al mundo un mensaje de amonestación, un mensaje que tiene relación directa con la gente que vive en los últimos días de la historia de esta tierra. Nadie escucha la voz de estos ángeles, porque son símbolos que representan al pueblo de Dios que está trabajando en armonía con el universo del cielo.
Hombres y mujeres, iluminados por el Espíritu de Dios, santificados por la verdad, proclaman los tres mensajes en su orden.
"He desempeñado una parte en esta obra solemne. Casi toda mi experiencia cristiana está entretejida con ella. Hay algunos que todavía viven y que tienen una experiencia similar a la mía. Ellos han reconocido la verdad que se revelaba para nuestro tiempo; se han mantenido al paso con el gran Director, el Capitán de las huestes del Señor. En la proclamación de los mensajes, toda especificación de la profecía se ha cumplido. Aquellos que tuvieron el privilegio de desempeñar una parte en proclamar estos mensajes han obtenido una experiencia que es del más alto valor para ellos; y ahora, cuando estamos en medio de los peligros de estos últimos días, cuando se oirán voces por todas partes diciendo: 'He aquí el Cristo', 'Aquí está la verdad'; cuando la ocupación principal de muchos es la de trastornar el fundamento de nuestra fe que nos ha guiado desde las iglesias y del mundo para ser ahora un pueblo peculiar en el mundo, a semejanza de Juan, nuestro testimonio será el siguiente:
"'Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida ... lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros'.
"Yo quiero testificar de las cosas que yo he visto, de las cosas que yo he oído, de las cosas que mis manos palparon tocante al Verbo de vida. Y éste testimonio yo sé que es del Padre y del Hijo. Hemos visto y testificamos que el poder del Espíritu Santo ha acompañado la presentación de la verdad, las amonestaciones dadas con la pluma y de viva voz, y la presentación de los mensajes en su orden. Negar esta obra sería negar el Espíritu Santo, y nos colocaría entre el grupo que se ha apartado de la fe, dando oído a espíritus seductores.
"El enemigo utilizará todos los medios para desarraigar la confianza de nuestros creyentes en los pilares de nuestra fe, en los mensajes del pasado, que nos han colocado sobre la elevada plataforma de la verdad eterna y que han establecido y han dado carácter a la obra. El Señor Dios de Israel ha conducido a su pueblo, revelándole la verdad de origen celestial. Se ha oído su voz, y todavía sigue oyéndose: Avanzad de fuerza en fuerza, de gracia en gracia, de gloria en gloria. La obra se fortalece y se amplía, pues el Señor Dios de Israel es la defensa de su pueblo.
"Aquellos que sostienen en forma teórica la verdad, con la punta de los dedos, por así decirlo, que no han introducido sus principios en el santuario íntimo del alma, sino que han mantenido la verdad vital en el atrio exterior, no verán nada sagrado en la historia pasada de este pueblo, que ha hecho de ellos lo que son, y los ha establecido como obreros misioneros fervientes y determinados en el mundo. La verdad para este tiempo es preciosa; pero aquellos cuyos corazones no han sido quebrantados sobre la roca, Cristo Jesús, no verán ni entenderán lo que es la verdad. Ellos aceptarán lo que agrada a sus ideas, y comenzarán a fabricar otros fundamentos que los que han sido colocados. Ellos halagarán su propia vanidad y amor propio, pensando que son capaces de quitar los pilares de nuestra fe, y reemplazarlos por pilares que ellos han ideado.
"Esto continuará ocurriendo mientras dure el tiempo. Todo el que haya sido un estudiante concienzudo de la Biblia verá y entenderá la posición solemne de los que están viviendo en las últimas escenas de la historia de esta tierra. Ellos sentirán su propia ineficiencia y debilidad, y harán que su primera ocupación sea no solamente una forma de piedad sino una conexión vital con Dios. No osarán descansar hasta que Cristo, la esperanza de gloria, sea formado en ellos. El yo morirá; el orgullo será eliminado del alma, y ellos tendrán la mansedumbre y la bondad de Cristo".4
Trabajo con manuscritos para libros
La correspondencia personal de la Sra. White está llena de muchas referencias a manuscritos de libros en los cuales estaba trabajando incansablemente y con amor. Mientras estaba en Europa, ella trabajaba en la ampliación de El conflicto de los siglos y la Vida de Cristo. Después que se publicó la edición del Conflicto para el colportaje en 1888, ella completó el volumen acompañante, Patriarcas y profetas, en 1890. El camino a Cristo apareció en 1892, Obreros evangélicos en 1893, y el Discurso maestro de Jesucristo (Thoughts From the Mount of Blessing) en 1896. Su mayor obra literaria, El Deseado de todas las Gentes, ocupó mucho de su tiempo durante el viaje por Australia, y apareció en 1898.
Cuando aparecieron Palabras de vida del gran Maestro (Christ's Object Lessons) y Testimonies for the Church, tomo 6, en 1900, algunos de sus amigos pensaron que sus laboriosos trabajos para preparar manuscritos para la publicación en forma de libros casi habían terminado. Pero no era así. La preocupación por escribir todavía la estaba presionando pesadamente. Un sentimiento compulsor acerca de las necesidades de un mundo que perece, y de muchos que profesan ser súbditos del Rey Emanuel, la indujo a trabajar más y más, en un esfuerzo fervoroso para dar a los demás aquello que llenaba su propia alma de gozo y de paz. Escuchad su declaración cuando, en 1902, ella le escribía a un amigo sobre la alta norma a que debían aspirar los creyentes cristianos:
"Oh, ¿qué cosa podría darles una conciencia de la responsabilidad que descansa sobre ellos de ser semejantes a Cristo en palabras y hechos? Trataré de despertar sus sentidos dormidos, si no por la palabra hablada, escribiendo. El terrible sentimiento de mi responsabilidad se posesiona de mí de tal manera que me siento cargada como un carro lleno de gavillas. No deseo sentir menos intensamente mi obligación hacia el Poder Superior. La Presencia divina está siempre conmigo, asegurándome su suprema autoridad, y tomando nota del servicio que presto o que dejo de realizar".5
"El Señor me ordena que hable, y esto es lo que haré--declaró la Sra. White más adelante cuando ae sentía de esta manera cargada con su responsabilidad como mensajera escogida--. Se me instruyó que presentara mi testimonio con la decisión de la autoridad".6 Y en otra comunicación, escrita el mismo mes, escribió:
"Tengo todas las razones para alabar a mi Padre celestial por la claridad de pensamiento que él me ha dado con respecto a los temas de la Biblia. Anhelo presentar estas cosas preciosas, de tal manera que las mentes de los ministros y del pueblo puedan, si es posible, ser atraídas de las contenciones y las luchas a algo que es vivificante para el alma: alimento que dará salud, esperanza y valor...
"Durante la noche están pasando muchas cosas delante de mí. Me son presentadas las Escrituras, llenas de gracia y de riqueza. La palabra del Señor a mí es: 'Mira estas cosas, y medita en ellas. Puedes reclamar la rica gracia de la verdad, que nutre el alma. No tengas nada que ver con controversias y disensiones y luchas, que traen oscuridad y desánimo a tu alma. La verdad es clara, pura, llena de sabor... Habla la verdad con fe y con amor, dejando los resultados con Dios. La obra no es tuya, sino del Señor. En todas tus comunicaciones, habla como alguien a quien ha hablado el Señor. El es tu autoridad, y te dará su gracia sostenedora" '.7
Estas palabras fueron escritas más o menos en el tiempo en que Testimonies for the Church, tomo 7, estaba en manos de los impresores. Poco después de su aparición, ella escribió con respecto a los tomos 6 y 7:
"He sido impresionada a llamar la atención de los miembros de nuestra iglesia al estudio de los últimos dos tomos de Testimonies for the Church. Cuando estaba escribiendo estos libros, sentí la acción profunda del Espíritu de Dios... Ellos están llenos de material precioso. En visiones de la noche el Señor me dijo que la verdad contenida en estos libros debía ser dada a los miembros de nuestras iglesias, porque hay muchos que son indiferentes con respecto a la salvación de sus almas".8
Pero estos tomos no iban a ser los últimos. Había mucho que hacer todavía. "Debo preparar libros--escribió en mayo de 1903--y así dar a otros la luz que el Señor me da. No quiero dejar una obra sin terminar". Y durante el mismo mes escribió de nuevo: "Estoy tratando de preparar material para publicar que guardará la obra por todos lados, de manera que no se haga desproporcionada. Tenemos muchas cosas en preparación para su publicación... La verdad debe aparecer tal como es".
En agosto de 1903, la Sra. White escribió a un antiguo amigo: "Mi salud es buena, y puedo escribir mucho. Agradezco a Dios por esto. He decidido no asistir a tantos congresos, sino dedicar mi tiempo a escribir... Anhelo grandemente escribir sobre la vida de Salomón y la historia siguiente de su reino, y deseo también escribir sobre la vida de Pablo y su obra en relación con los otros apóstoles. A veces el pensamiento de esta obra descuidada me mantiene despierta durante la noche".
La Sra. White vivió para ver sus deseos cumplidos con respecto a mucho de lo que había planeado hacer. Su obra Educación fue completada en 1903; Testimonies for the Church, tomo 8, en 1904; y Ministerio de curación en 1905. Muchos testimonios especiales (Special Testimonies) fueron preparados para la circulación en forma de folletos; y en 1909 se publicó también Testimonies for the Church, tomo 9, el último de la serie. Al final de 1910 la Sra. White había dado plena consideración a todos los problemas relacionados con la reedición de El conflicto de los siglos. Habiendo terminado la tarea, halló tiempo para supervisar la revisión de Sketches from the Life of Paul (Bosquejos de la vida de Pablo), y para añadir varios capítulos relativos a la obra de la vida y a los escritos de los apóstoles de la iglesia cristiana primitiva. Esto se publicó en 1911, bajo el título Los hechos de los apóstoles. El próximo volumen en aparecer fue Consejos para maestros, padres y alumnos sobre educación cristiana (conocido como Consejos para los maestros), en 1913; e inmediatamente después la Sra. White comenzó la lectura de manuscritos que eran enviados a los impresores en 1914 para una nueva edición de Obreros evangélicos.
Al publicar Facts of Faith en 1864, en ese pequeño volumen la Sra. White incluyó material que llevó la historia de Israel más allá de los días de David. En la década del setenta escribió bastante sobre el regreso de los israelitas de Babilonia, espaciándose en detalles en las experiencias de Nehemías. En artículos y en tomos encuadernados de Testimonies for the Church, a menudo contó y volvió a contar la historia de Salomón, Elías y Eliseo, de Isaías y Jeremías, de Daniel y los jóvenes hebreos, y del regreso de los exiliados bajo Zorobabel, Josué y Esdras.
Facts of Faith ha estado por mucho tiempo agotado, pues el material contenido en él ha sido mayormente incorporado, con muchas adiciones, en el último volumen, Spirit of Prophecy, t. 1 (1870), y finalmente en Patriarcas y profetas (1890). Cuando se completó Patriarcas, la Sra. White esperaba continuar pronto con la historia desde el final del reino de David y publicar en una forma ordenada aquello que le había sido posible escribir a través de los años concerniente a la experiencia de Salomón y el reino dividido, y la final restauración al favor divino como un pueblo unido, es decir un tipo de Israel espiritual, la actual iglesia de Dios en la tierra, en el seno de la cual finalmente serán cumplidas todas las promesas del pacto.
Era su propósito preparar en forma adecuada, para la publicación, la historia de los profetas y reyes del Antiguo Testamento, lo cual la indujo a reunir algún material al efecto para una serie de artículos. Estos fueron publicados en las columnas de la Review, del Signs y del Watchman.
No mucho después que la Sra. White regresó de Australia, comenzó de nuevo con la historia del Antiguo Testamento, y continuó en forma intermitente por más de diez años. Así se dio consideración a los muchos manuscritos que trataban de este período de la historia de la Biblia y que no estaban incluidos en sus otros volúmenes de la serie "Conflicto".
Durante 1913 y 1914 la Sra. White dedicó mucho pensamiento a la terminación de esta obra. En el tiempo de su accidente, en febrero de 1915, se habían completado todos los capítulos, menos los últimos dos, de un volumen que llevaba por título La cautividad y la restauración de Israel, y que cubría los períodos inconclusos. Estos capítulos finales habían sido suficientemente esbozados para que pudieran terminarse, con la inclusión de un material adicional de su archivo de manuscritos.
Durante el año último empleado por la Sra. White en un tranquilo descanso y en la finalización de su obra de preparar manuscritos, una de sus copistas le escribió a su hijo W. C. White, con fecha 23 de diciembre de 1914:
"Aunque está excesivamente cansada mentalmente, su madre parece encontrar gran consuelo en las promesas de la Palabra, y a menudo halla citas y las completa cuando comenzamos a mencionar algún texto familiar... No la encuentro desanimada ... ante la perspectiva general del campo de la siega, donde sus hermanos están trabajando. Ella parece poseer una fe sólida en el poder de Dios para ejercer su suprema dirección, y realizar su propósito eterno por medio de los esfuerzos de los que él ha llamado para desempeñar una parte en su gran obra. Se eleva por encima de las pequeñas críticas, por encima de los pasados fracasos de aquellos que han sido reprobados, y expresa la convicción, nacida aparentemente de una fe innata en la iglesia del Dios vivo, de que sus hermanos permanecerán fieles a la causa que han sostenido, y de que el Señor continuará con ellos hasta el fin, y les concederá la victoria completa sobre toda invención del enemigo.
"La fe en el poder de Dios para sostenerla a través de las muchas debilidades propias de una edad avanzada; la fe en las preciosas promesas de la Palabra de Dios; la fe en sus hermanos que llevan la carga de la obra; la fe en el triunfo final del mensaje del tercer ángel, es la fe completa que su madre parece disfrutar cada día y cada hora. Esta es la fe que llena su corazón de gozo y paz, aun cuando sufre gran debilidad física, y no puede continuar escribiendo. Una fe semejante inspira a cualquiera que la observe".
Un encargo solemne
El espíritu que caracterizó la vida y las labores de la Sra. White durante los años finales de su ministerio se refleja en una comunicación titulada "Valor en el Señor", dirigida a sus hermanos reunidos en el congreso general de 1913. Sus palabras de exhortación eran en realidad una oración y una bendición:
"Oro fervientemente porque la obra que hacemos en este tiempo impresione profundamente el corazón, la mente y el alma. Las perplejidades aumentarán; pero como creyentes en Dios, animémonos unos a otros. No rebajemos la norma. Mantengámosla elevada, poniendo nuestros ojos en Aquel que es el autor y consumador de nuestra fe. Cuando durante la noche no puedo dormir, elevo mi corazón en oración a Dios, y él me fortalece, y me da la seguridad de que está con sus siervos que ministran en este país y en los países distantes. Me siento animada y bendecida cuando me doy cuenta de que el Dios de Israel está todavía guiando a su pueblo, y que continuará estando con él, aún hasta el fin.
"Se me ha instruido a decir a nuestros hermanos que ministran: Que los mensajes que broten de vuestros labios estén cargados con el poder del Espíritu Santo. Si hubo alguna vez un tiempo cuando necesitamos la dirección especial del Espíritu Santo es ahora. Necesitamos una consagración completa. Es harto tiempo de que demos al mundo una demostración del poder de Dios en nuestras propias vidas y en nuestro ministerio.
"El Señor anhela ver llevada adelante con eficiencia creciente la obra de proclamar el mensaje del tercer ángel. Como él ha obrado en todos los siglos para dar victorias a su pueblo, así en este tiempo anhela llevar a un triunfante cumplimiento las promesas que ha hecho a su iglesia. El pide a sus santos creyentes que avancen en forma unida, yendo de una fuerza a una fuerza mayor, de la fe a una seguridad y a una confianza acrecentada en la verdad y la justicia de su causa.
"Hemos de mantenernos firmes como una roca a los principios de la Palabra de Dios, recordando que Dios está con nosotros para darnos fortaleza a fin de hacer frente a cada nueva experiencia. Mantengamos siempre en nuestras vidas los principios de la justicia, para que avancemos de fortaleza en fortaleza en el nombre del Señor. Hemos de considerar como muy sagrada la fe que ha sido sostenida por la instrucción y la aprobación del Espíritu de Dios desde nuestra primera experiencia hasta el tiempo presente. Hemos de considerar como preciosa la obra que el Señor ha estado llevando adelante por medio de su pueblo que guarda sus mandamientos, y que, mediante el poder de su gracia, aumentará en fuerza y en eficiencia a medida que avanza el tiempo. Los enemigos están tratando de nublar el discernimiento de los hijos de Dios, y debilitar su eficacia; pero si éstos trabajan de acuerdo con la dirección del Espíritu Santo, el abrirá puertas de oportunidades delante de ellos, para la obra de edificar los antiguos lugares desolados. Su experiencia será una experiencia de constante crecimiento, hasta que el Señor descienda del cielo con poder y grande gloria para poner su sello de triunfo final sobre sus fieles.
"La obra que está delante de nosotros pondrá a prueba toda la capacidad del ser humano. Exigirá el ejercicio de una fe fuerte y de constante vigilancia. En ocasiones, las dificultades que encontraremos serán muy desalentadoras. La misma grandeza de la tarea nos abrumará. Y sin embargo, con la ayuda de Dios sus siervos triunfarán finalmente. Por lo cual pido hermanos míos, que no desmayéis a causa de las tribulaciones que os esperan. Jesús estará con vosotros. El irá delante de vosotros por medio de su Santo Espíritu, preparando el camino. Y él será vuestro ayudador en toda emergencia.
"'Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura; y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. "Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén'".9