Obreros Evangélicos

Capítulo 86

Importancia de los congresos

Los congresos son uno de los agentes más importantes de nuestra obra. Son uno de los más eficaces métodos de atraer la atensión de la gente, y de alcanzar a todas las clases con la invitación evangélica....

Si son dirigidos de la debida manera, nuestros congresos serán de veras una luz para el mundo. Deben celebrarse en las grandes ciudades y pueblos donde el mensaje de la verdad no se ha proclamado y deben durar de dos a tres semanas. Puede ser a veces conveniente celebrar un congreso varios años sucesivos en un mismo lugar; pero, por lo general, el lugar de reunión debe cambiar de año en año. En vez de tener congresos muy importantes en pocas localidades, se lograría mayor beneficio celebrando reuniones más pequeñas en muchos lugares. Así la obra se extendería constantemente a nuevos campos....

Se ha cometido un error al celebrar congresos en lugares apartados, y en el mismo lugar año tras año. Se ha hecho esto para ahorrar gastos y trabajo; pero el ahorro debe verificarse en otros sentidos. Especialmente en campos nuevos, la escasez de recursos dificulta muchas veces el hacer frente a los gastos de un congreso anual. Debe ejercerse cuidadosa economía, y hacerse planes poco costosos; porque de esta manera se ahorrará mucho. Pero no se estorbe la obra. Este método de presentar la verdad a la gente está en conformidad con el plan de nuestro Dios. Cuando se trabaja por las almas, y se ha de presentar la verdad a los que no la conocen, no se debe estorbar la obra ahorrando gastos....

Para conseguir asistencia

En cierta ocasión en que nos estábamos preparando para celebrar un congreso cerca de una ciudad grande en la que nuestro pueblo era poco conocido, me pareció una noche hallarme en una asamblea convocada para consultar acerca de la obra que se había de hacer antes del congreso. Se tenía el plan de hacer grandes esfuerzos e ingentes gastos para distribuir avisos y periódicos. Se estaban haciendo arreglos para ello, cuando Uno que es sabio en consejo dijo:

"Levantad vuestras tiendas, empezad vuestras reuniones, luego distribuid avisos; y se logrará más. La verdad predicada por el predicador viviente tendrá mayor influencia que los mismos asuntos publicados en los periódicos. Pero ambos métodos combinados tendrán aún mayor fuerza.

"No es el mejor plan seguir un ramo de esfuerzo año tras año. Cambiad el orden de cosas. Cuando le dais tiempo y oportunidad, Satanás queda preparado para reunir sus fuerzas, y trabajará para destruir cuantas almas pueda.

"No excitéis la oposición antes que la gente haya tenido oportunidad de oír la verdad y saber a qué se opone. Reservad vuestros recursos para hacer una obra activa más bien después que antes de la reunión. Si se puede conseguir una prensa para que trabaje durante el congreso imprimiendo folletos, avisos y periódicos para la distribución, se ejercerá una poderosa influencia."

En algunos de nuestros congresos, se han organizado fuertes grupos de obreros para salir por la ciudad y sus suburbios a distribuir publicaciones e invitar a las gentes a las reuniones. De esta manera se han conseguido centenares de personas como asistentes regulares durante la última mitad de la reunión, personas que de otra manera habrían pensado poco en ella. Debemos aprovechar todo medio lícito de presentar la luz a la gente....

Los que se interesan tienen que arrostrar los sofismas y las falsedades de los ministros populares, y no saben cómo contestar estas cosas. La verdad presentada por el predicador viviente debe ser publicada en forma tan compacta como sea posible y recibir extensa circulación. En cuanto sea factible, publíquense en los diarios los discursos importantes pronunciados en nuestros congresos. De este modo la verdad que fué presentada a un número limitado de personas hallará acceso a muchas mentes. Y donde la verdad haya sido falseada, la gente tendrá oportunidad de saber cuáles fueron, en realidad, las palabras que dijo el predicador....

Asuntos administrativos

En cuanto se pueda, nuestros congresos deben dedicarse enteramente a los intereses espirituales. No deben utilizarse para realizar transacciones comerciales. Los obreros se han reunido de todas partes del campo, y parece ser una ocasión favorable para considerar los negocios relacionados con los diversos ramos de la obra, y para el adiestramiento de los obreros en diferentes ramos.

Todos estos intereses son importantes, pero cuando se los atiende durante el congreso, queda poca oportunidad de traer el asunto de la relación práctica que debe haber entre la verdad y el alma. Los predicadores quedan distraídos de su obra de edificar a los hijos de Dios en la santa fe, y el congreso no responde al fin para el cual fué convocado.

Se celebran muchas reuniones en las cuales la mayor parte de los hermanos no tienen interés; y si pudiesen asistir a todas saldrían cansados en vez de refrigerados y beneficiados. Muchos quedan chasqueados al no ver satisfecha su expectación de recibir ayuda del congreso. Los que vinieron para recibir luz y fuerza, se vuelven a sus casas poco mejor preparados para trabajar entre sus familias e iglesia que antes de asistir.

Los asuntos de negocios deben ser atendidos por los que hayan sido nombrados especialmente para ocuparse en ellos. Hasta donde se pueda, deben ser presentados a la gente en alguna otra ocasión. Las instrucciones referentes al colportaje, a la obra de la escuela sabática y a los detalles de la actividad misionera con folletos, deben ser dadas en las iglesias locales o en reuniones convocadas para ese propósito. El mismo principio se aplica a las clases culinarias. Aunque todos estos detalles de la obra tienen perfecta razón de ser cuando se los considera en la ocasión y el lugar que les corresponden, no debieran ocupar el tiempo en nuestros congresos.

Los presidentes de las asociaciones y los ministros deben dedicarse a los intereses espirituales de la gente, y por lo tanto, deben ser eximidos del trabajo mecánico que acompaña al congreso. Los ministros deben estar dispuestos a actuar como maestros y directores en el trabajo del campamento cuando la ocasión lo requiera; pero no deben agobiarse. Deben sentirse refrigerados, y hallarse en disposición alegre; porque esto es esencial para el bien de la reunión. Deben poder hablar palabras de alegría y ánimo, y dejar caer semillas de verdad espiritual en el terreno de los corazones sinceros....

El adiestramiento de los obreros jóvenes

Los que se están preparando para trabajar en cualquier ramo deben aprovechar toda oportunidad de trabajar en el congreso. Dondequiera que se celebren los congresos, los jóvenes que hayan recibido educación en los ramos médicos deben sentir que es deber suyo desempeñar una parte. Debe estimulárselos no sólo a trabajar en dichos ramos, sino también a hablar de los puntos de la verdad presente, dando razón de por qué somos adventistas del séptimo día. Estos jóvenes recibirán mucha ayuda y bendición si se les da oportunidad de trabajar con los ministros de más edad....

Debidamente dirigido, el congreso es una escuela en que pastores, ancianos y diáconos pueden aprender a hacer obra perfecta para el Maestro. Debe ser una escuela en que los miembros de la iglesia, viejos y jóvenes, tengan oportunidad de aprender más perfectamente el camino del Señor, un lugar donde los creyentes puedan recibir la educación que les ayudará a prestar servicio a otros....

Una noche, antes de una reunión importante, durante mis horas de sueño me pareció estar en una reunión con mis hermanos, escuchando a Uno que hablaba como quien tenía autoridad. Decía:

"Asistirán a esta reunión muchas almas que ignoran sinceramente las verdades que se presentarán. Escucharán y se interesarán, porque Cristo las está atrayendo; la conciencia les dirá que lo que oyen es verdad, porque tiene la Biblia por fundamento. Se necesita el mayor cuidado para tratar con estas almas.

"Dénseles porciones del mensaje que ellos puedan comprender y de las cuales puedan apropiarse. Aunque les parezca extraña y alarmante muchos reconocerán con gozo que se derrama una nueva luz sobre la Palabra de Dios; mientras que, si se presentasen verdades nuevas tan extensamente que no las pudiesen comprender, algunos se apartarían y no volverían nunca. Algunos, en sus esfuerzos por relatar a otros lo que habían oído, lo presentarían erróneamente. Otros torcerían de tal modo las Escrituras que confundirían la mente de los demás.

"Los que quieran estudiar la manera de enseñar que tenía Cristo, y educarse para seguir su método, atraerán y cautivarán grandes congregaciones ahora, como Cristo cautivaba a las gentes de su tiempo. Satanás estará presente en todo congreso, a fin de interponer su sombra infernal entre el hombre y Dios, e interceptar todo rayo de luz que resplandezca sobre el alma. Pero cuando, en vuestro amor por la gente, le presentéis con instancia la verdad en su carácter práctico, se convencerán las almas, porque el Espíritu Santo de Dios impresionará los corazones.

"Armaos de humildad; orad para que los ángeles de Dios se os acerquen para impresionar vuestra mente, porque no sois vosotros los que manejáis el Espíritu Santo sino que el Espíritu Santo debe manejaros. Es el Espíritu Santo el que hace impresionante la verdad. Mantened la verdad práctica siempre delante de la gente."

No déis demasiado realce a los rasgos del mensaje que condenan las costumbres y prácticas de la gente, antes de que ésta haya tenido oportunidad de saber que creemos en Cristo, en su divinidad y en su preexistencia. Espaciaos en el testimonio del Redentor del mundo. El dice: "Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias."1...

Cuando quiera que sea factible, todo discurso importante debe ser seguido de un estudio bíblico. En él pueden aplicarse los puntos que han sido presentados, pueden hacerse preguntas e inculcarse ideas correctas. Debe dedicarse más tiempo a educar pacientemente a la gente, a fin de darle oportunidad de expresarse. Lo que la gente necesita es instrucción, renglón tras renglón y precepto tras precepto.

También deben celebrarse reuniones especiales para los que se están interesando en las verdades presentadas, y que necesitan instrucción. Debe invitarse a la gente a estas reuniones, y todos, tanto creyentes como no creyentes, deben tener oportunidad de hacer preguntas sobre los puntos que no entienden plenamente. Dése a todos oportunidad de hablar de sus perplejidades, porque las tendrán. En todos los sermones y en todos los estudios bíblicos, vea la gente que para cada punto se presenta un claro "así dice Jehová" en apoyo de la fe y doctrinas que defendemos.

Tal era el método de enseñar que tenía Cristo. A medida que él hablaba a la gente, ésta le interrogaba acerca de lo que quería decir. El estaba siempre listo para explicar sus palabras a los que humildemente buscaban luz. Pero Cristo no estimulaba las críticas o cavilaciones, ni tampoco debemos nosotros estimularlas. Cuando los hombres tratan de provocar una discusión de puntos de doctrina controvertidos, decidles que la reunión no fué convocada con tal fin. Cuando contestáis una pregunta, cuidad de hacer ver y reconocer a los oyentes que está contestada. No paséis por alto una pregunta, diciendo a la gente que la vuelva a hacer. Tantead vuestro camino paso a paso, y sabed cuánto ganasteis.--Testimonies for the Church 6:31-69.

Una y otra vez se había pedido a Cristo que decidiese cuestiones legales y políticas; pero él se negaba a intervenir en asuntos temporales.... Cristo estaba en nuestro mundo como la Cabeza del gran reino espiritual que había venido a establecer,--el reino de justicia. Su enseñanza presentaba claramente los principios ennoblecedores y santificadores que rigen este reino. El mostraba que la justicia, la misericordia y el amor son las potencias predominantes en el reino de Jehová.--Testimonies for the Church 9:218.