Servicio Cristiano

Capítulo 5

La iglesia como centro de educación

La necesidad de la hora

Lo que se necesita ahora para la edificación de nuestras iglesias es la obra buena de obreros sabios que disciernan y desarrollen los talentos en la iglesia: talentos que puedan ser educados para uso del Maestro. Debe haber un plan bien organizado para el empleo de obreros a fin de que éstos vayan a todas nuestras iglesias, grandes y pequeñas, para instruir a los miembros sobre cómo trabajar por la edificación de la iglesia, y también por los no creyentes. Es educación, preparación, lo que se necesita. Los que trabajan en visitar las iglesias deben dar a los hermanos y hermanas instrucción en los métodos prácticos de realizar obra misionera.--Testimonies for the Church 9:117.

Dios espera que su iglesia discipline y prepare a sus miembros para la obra de iluminar al mundo. Debe darse una educación cuyo resultado sea suscitar a centenares de personas dispuestas a entregar sus talentos valiosos a los banqueros. Por el uso de estos talentos, se desarrollarán hombres que estarán preparados para ocupar posiciones de confianza e influencia y para sostener principios puros y sin contaminación. Así se realizará mucho bien para el Maestro.--Joyas de los Testimonios 3:65.

Cada obrero debe ser inteligente y capaz; y entonces podrá presentar de una manera amplia y elevada la verdad tal cual es en Jesús.--Joyas de los Testimonios 3:110.

No debiera haber demora en estos esfuerzos bien planeados para educar a los miembros de la iglesia.--Testimonies for the Church 9:119.

La mayor ayuda que pueda darse a nuestro pueblo consiste en enseñarle a trabajar para Dios, y a confiar en él, y no en los ministros.--Joyas de los Testimonios 3:82.

Es evidente que todos los sermones que se han predicado no han desarrollado una gran clase de obreros abnegados. Debe considerarse que este asunto entraña los más graves resultados. Está en juego nuestro porvenir para la eternidad. Las iglesias se están marchitando porque no han empleado sus talentos en difundir la luz. Deben darse instrucciones cuidadosas que serán como lecciones del Maestro, para que todos puedan usar prácticamente su luz.--Joyas de los Testimonios 3:64.

Los hermanos han oído demasiados sermones; pero, ¿se les ha enseñado a trabajar para aquellos por quienes Cristo murió? ¿Se les ha propuesto y presentado algún ramo de trabajo de tal manera que cada uno haya visto la necesidad de tomar parte en la obra?--Joyas de los Testimonios 3:64.

Es por la educación y la experiencia como las personas han de capacitarse para hacer frente a toda emergencia que pueda surgir; y se necesita hacer planes sabios para colocar a cada uno en su debida esfera, a fin de que obtenga una experiencia que lo habilite a llevar responsabilidades.--Testimonies for the Church 9:221.

El aprendizaje misionero en la iglesia

Muchos trabajarían con gusto si se les enseñara cómo empezar. Necesitan ser instruidos y alentados. Cada iglesia debe ser una escuela práctica para obreros cristianos. Sus miembros deberían aprender cómo dar estudios bíblicos, cómo dirigir y enseñar clases en la escuela sabática, cómo auxiliar al pobre y cuidar al enfermo, y cómo trabajar en pro de los inconversos. Debería haber escuelas de higiene, escuelas de cocina, y clases en diversos ramos de la obra de auxilio cristiano. Debería haber no sólo enseñanza teórica, sino trabajo práctico bajo la dirección de instructores experimentados. Den el ejemplo los que instruyen, trabajando entre el pueblo, y otros, al unirse con ellos, aprenderán de su ejemplo. Un ejemplo vale más que muchos preceptos.--El Ministerio de Curación, 139.

Preparación especial

Deben hacerse más esfuerzos para enseñar a la gente los principios de la reforma pro salud. Deberían instituirse clases culinarias para dar a las familias instrucciones tocante al arte de preparar alimentos sanos. Las personas jóvenes y las de edad adulta deberían aprender a cocinar con más sencillez. En todo lugar donde la verdad sea presentada, debe enseñarse a la gente a preparar alimentos de un modo sencillo a la vez que apetitoso. Debe demostrársele que un régimen nutritivo puede ser alcanzado sin hacer uso de la carne.--Joyas de los Testimonios 3:361.

En cada lugar donde haya una iglesia, deben darse instrucciones acerca de la preparación de alimentos sencillos y sanos para consumo de aquellos que desean vivir de acuerdo con los principios de la salud. Y los miembros de la iglesia deben impartir a los habitantes de su vecindario la luz que reciben acerca de este tema.--Obreros Evangélicos, 375.

Adáptese la instrucción

¡Cuántos obreros útiles y honrao s en la causa de Dios recibieron su preparación en medio de los humildes deberes de las más modestas posiciones en la vida! Moisés estaba destinado al trono de Egipto, pero Dios no podía sacarlo de la corte del rey para hacer la obra que le tenía reservada. Únicamente cuando hubo pasado cuarenta años como pastor fiel fué enviado para librar a su pueblo. Gedeón fué tomado de la era para ser instrumento en las manos de Dios para librar a los ejércitos de Israel. Eliseo fué llamado a abandonar el arado y cumplir la orden de Dios. Amós era labrador, cultivador del suelo, cuando Dios le dió un mensaje que proclamar. Todos los que lleguen a ser colaboradores de Cristo tendrán que hacer mucho trabajo duro y desagradable, y sus lecciones de instrucción deben ser elegidas sabiamente, y adaptadas a sus peculiaridades de carácter y a la obra que han de ejecutar.--Obreros Evangélicos, 347, 348.

Responsabilidad en proveer la instrucción

Cuando se convertían hombres promisorios y capaces como en el caso de Timoteo, procuraban Pablo y Bernabé presentarles vívidamente la necesidad de trabajar en la viña del Señor. Y cuando los apóstoles se iban a otra ciudad, la fe de esos conversos no disminuía, sino que se acrecentaba. Habían sido fielmente instruidos en el camino del Señor y enseñados a trabajar abnegada, fervorosa y perseverantemente por la salvación de sus prójimos. Esta solícita educación de los neófitos era un importante factor del notable éxito que obtuvieron Pablo y Bernabé al predicar el Evangelio en tierras paganas.--Los Hechos de los Apóstoles, 151, 152.

A medida que se establezcan iglesias, debe hacérseles entender que aun de entre ellas han de tomarse hombres para que lleven la verdad a otros y hagan surgir nuevas iglesias; por lo tanto todos deben trabajar y cultivar hasta el máximo los talentos que Dios les ha dado, educando sus mentes para empeñarse en el servicio de su Maestro.--Testimonies for the Church 3:205.

Las operaciones misioneras están constantemente estorbadas por falta de obreros de la debida clase mental, obreros que tengan devoción y piedad y que representen correctamente nuestra fe. Son muchos los que debieran ser misioneros, pero que nunca entran en el campo porque los que alternan con ellos, en la iglesia o en nuestros colegios, no sienten la preocupación de trabajar por ellos, de presentarles los derechos que Dios tiene sobre sus facultades, y no oran por ellos ni con ellos.--Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 383.

Los que tienen la visión espiritual de la iglesia deben idear formas y medios por los cuales pueda darse una oportunidad a todo miembro de la misma para que desempeñe alguna parte en la obra de Dios. Demasiado a menudo en lo pasado esto no se ha hecho. No se han trazado con claridad ni puesto en ejecución planes por los cuales los talentos de todos pudieran ser empleados en el servicio activo. Hay sólo pocos que se dan cuenta de cuánto han perdido a causa de esto.--Testimonies for the Church 9:116.

En toda iglesia, los miembros deben ser adiestrados, de tal manera que dediquen tiempo a ganar almas para Cristo. ¿Cómo puede decirse de la iglesia: "Vosotros sois la luz del mundo", a menos que sus miembros estén realmente impartiendo luz? Despierten y comprendan su deber los que están encargados del rebaño de Cristo, y pongan a muchas almas a trabajar.--Joyas de los Testimonios 3:69.

Escoged dirigentes en las iglesias calificados para enseñar

Debe ejercerse gran cuidado al elegir dirigentes para las iglesias nuevas. Sean ellos hombres y mujeres plenamente convertidos. Escójanse los que estén mejor calificados para dar instrucción, los que puedan ministrar tanto en palabra como en hecho. Hay una profunda necesidad de trabajar en todo ramo.--Testimonies for the Church 6:85.

Los ancianos y los que tienen puestos directivos en la iglesia deben dedicar más pensamiento a los planes que hagan para conducir la obra. Deben arreglar los asuntos de tal manera que todo miembro de la iglesia tenga una parte que desempeñar, que nadie lleve una vida sin propósito, sino que todos realicen lo que pueden hacer de acuerdo con su propia capacidad. ... Es muy esencial que tal educación sea dada a los miembros de la iglesia para que éstos se conviertan en obreros abnegados, devotos, eficientes para Dios; y es solamente por una conducta semejante como puede evitarse que la iglesia llegue a ser infructífera y a estar muerta. ... Todo miembro de la iglesia ha de llegar a ser un obrero activo: una piedra viva, que emita luz en el templo de Dios.--The Review and Herald, 2 de septiembre de 1890.

Los miembros de la iglesia deben autoeducarse

Los miembros de la iglesia deben trabajar; deben educarse a sí mismos, luchando para alcanzar la alta norma colocada ante ellos. El Señor los ayudará a alcanzarla si ellos cooperan con él.--Testimonies for the Church 9:140.

No deberíamos descuidar ni una sola oportunidad de prepararnos intelectualmente para trabajar por Dios.--Lecciones Prácticas del Gran Maestro, 304.

El Señor desea que obtengamos toda la educación posible, con el objeto de impartir nuestro conocimiento a otros. Nadie puede saber dónde o cómo ha de ser llamado a trabajar o hablar en favor de Dios. Sólo nuestro Padre celestial ve lo que puede hacer de los hombres. Hay ante nosotros posibilidades que nuestra débil fe no discierne. Nuestra mente debiera ser enseñada en forma tal que, si fuere necesario, podamos presentar las verdades de la. Palabra de Dios ante las más altas autoridades terrenales y de un modo que glorifique su nombre.--Lecciones Prácticas del Gran Maestro, 304.

¿Quiénes han estado preparándose para ir a trabajar en la viña? Dios no se agrada de los novicios. El quiere que hagamos el mejor uso posible de los talentos que nos ha dado.--The Review and Herald, 2 de abril de 1889.

Una ilustración

Soñé que una persona me trajo una tela de género blanco, y me pidió que cortara de ella trajes para personas de todos los tamaños, de todo tipo de carácter y circunstancias en la vida. Se me pidió que cortara estos trajes y los colgara teniéndolos listos para ser cosidos cuando se pidiera. Tuve la impresión de que muchas personas para quienes se me pidió que cortara trajes eran indignas. Pregunté si ésa era la última pieza de género que debía cortar, y se me contestó que no; se me dijo que tan pronto como terminara esa pieza habría otras de las cuales debía echar mano.

Me sentí desanimada por la cantidad de trabajo que tenía delante de mí, y declaré que había estado ocupada en cortar vestidos para otras personas durante más de veinte años, y que mis labores no habían sido apreciadas, ni había visto que mi trabajo hubiera hecho mucho bien. Le hablé a quien me trajo la pieza acerca de una mujer en particular, para la cual él me había pedido que cortara un vestido. Declaré que ella no querría apreciar el vestido, y que sería una pérdida de tiempo y material presentárselo. Esa mujer era muy pobre, de intelecto inferior, y desprolija en sus hábitos, y pronto lo ensuciaría. La persona replicó: Corta los vestidos. Este es tu deber. La pérdida no es tuya, sino mía. Dios ve no lo que el hombre ve. El proyecta la obra que quiere que se haga, y tú no sabes cuál ha de prosperar, si esto o lo otro. Se hallará que muchas almas pobres irán al reino, mientras que otras, que han sido favorecidas con todas las bendiciones de la vida, teniendo todas las ventajas del progreso, serán dejadas afuera.--Testimonies for the Church 2:10, 11.

Durante horas, los soldados practican los ejercicios de librarse de sus equipos, y de volverlos a poner rápidamente en posición a la espalda. Se les enseña a poner las armas en pabellón y a volver a tomarlas prestamente. Se les hace practicar la carga contra el enemigo, y se los prepara en toda clase de maniobras. Así siguen efectuándose los ejercicios que preparan a los hombres para cualquier emergencia. ¿Y deben ser menos ardorosos y esmerados en su preparación para la guerra espiritual los que pelean la batalla para el Príncipe Emmanuel?--Obreros Evangélicos, 78.