Servicio Cristiano

Capítulo 23

Ramos diversos de obra misionera

La consideración para con los ciegos

Dios manda a ángeles para ministrar a los que están ciegos físicamente. Angeles guardan sus pasos y los libran de mil peligros que, aunque desconocidos para ellos, acechan su sendero.--Testimonies for the Church 3:516.

Dios no escuchará la oración de sus hijos mientras ... se descuide entre ellos al ciego y al enfermo.--Testimonies for the Church 3:518.

Si existen en la iglesia personas que hacen tropezar a un ciego, deben ser juzgadas, porque Dios las ha hecho guardianas de los ciegos, los afligidos, las viudas y los huérfanos. La piedra de tropiezo de la cual habla la Palabra de Dios no se refiere a un trozo de madera colocado ante los pies del ciego para hacerlo tropezar, sino que abarca mucho más que esto. Implica cualquier conducta que pueda seguirse para perjudicar la influencia de un hermano ciego, para obrar contra sus intereses, u obstaculizar su prosperidad.--Testimonies for the Church 3:519.

El ciego tiene desventajas por todos lados, a causa de que ha perdido la vista. El corazón en el cual no se manifiesta compasión y simpatía al ver a un ciego que busca a tientas su camino en un mundo entenebrecido para él, ciertamente es duro, y debe ser enternecido por la gracia de Dios.--Testimonies for the Church 3:521.

El cuidado por los huérfanos

Hasta que la muerte sea absorbida por la victoria, habrá huérfanos de los cuales cuidar, que sufrirán en más de un sentido si no se ejerce en su favor la tierna compasión y la amante bondad de los miembros de nuestra iglesia. El Señor nos ordena: "A los pobres que no tienen hogar" acoge en tu casa. El cristianismo debe proporcionarles padres y madres a estas personas sin hogar. La compasión por la viuda y el huérfano manifestada en las oraciones y los hechos vendrá en memoria delante de Dios para ser recompensada.--The Review and Herald, 27 de junio de 1893.

Cuando socorréis a los pobres, simpatizáis con los afligidos y oprimidos y amparáis al huérfano, os ponéis en íntima relación con Jesús.--Testimonies for the Church 2:25.

Hay huérfanos de los cuales puede cuidarse; pero muchos no se aventurarán a echar mano de esta obra: porque entraña más trabajo que el que ellos quieren hacer, lo cual les dejaría sólo poco tiempo para agradarse a sí mismos. Pero cuando el Rey haga la investigación, estas almas improductivas, faltas de generosidad, egoístas, sabrán que el cielo es para los que han sido laboriosos, los que se han negado a sí mismos por causa de Cristo. No se ha hecho ninguna provisión para aquellos que siempre han tenido un cuidado tan especial en amarse y cuidarse a sí mismos. El terrible castigo del Rey que amenazó a los que estaban a su izquierda, no es consecuencia de sus grandes crímenes. No son condenados por las cosas que hicieron, sino por lo que dejaron de hacer. No hicieron lo que el cielo les asignó. Se agradaron a sí mismos, y su suerte será con los que siguen tal conducta.--The Review and Herald, 16 de agosto de 1881.

Hay huérfanos a quienes Cristo ha encargado a sus seguidores que los reciban como en custodia de parte de Dios. Demasiado a menudo se los pasa por alto con negligencia. Pueden ser andrajosos, toscos, y aparentemente sin atracción alguna; pero son propiedad de Dios. Han sido comprados con precio, y a su vista son tan preciosos como nosotros. Son miembros de la gran familia de Dios, y los cristianos como mayordomos suyos, son responsables de ellos. "Sus almas--dice--demandaré de tu mano."--Lecciones Prácticas del Gran Maestro, 354, 355.

El Señor exige que todo miembro de la iglesia haga su deber respecto a estos huérfanos. No obstante, no trabajéis por ellos meramente porque sea vuestro deber, sino porque los amáis y porque Cristo murió para salvarlos. Cristo ha comprado a estas almas que necesitan vuestro cuidado, y él espera que las améis como él os ha amado a vosotros con vuestros pecados y desobediencia.--The Review and Herald, 27 de junio de 1893.

No escuchará [Dios] la oración de su pueblo mientras éste descuide al huérfano, al desamparado, al cojo, al ciego y al enfermo que hay en su medio.--Testimonies for the Church 3:518.

Se abre un amplio campo ante todos los que quieren trabajar para el Señor en la tarea de cuidar a estos niños y jóvenes desamparados, colocándolos en una posición favorable para la formación de un carácter recto, a fin de que lleguen a ser hijos de Dios. Hay niños de pocas posibilidades que necesitan ser buscados con ternura; muchos que de otra manera crecerían en la ignorancia, y caerían en compañías que los llevarían al vicio y al crimen, deben ser colocados en un ambiente favorable, y bajo un cuidado tierno y semejante al de Cristo pueden ser salvados para el Señor. ... Esta obra hecha por los demás requerirá esfuerzo y abnegación, así como sacrificios; pero ¿qué es el pequeño sacrificio que podamos hacer, en comparación con el gran don de Dios de su único Hijo unigénito? Dios nos ha concedido el privilegio de ser obreros juntamente con él.--The Review and Herald, 27 de junio de 1893.

La raza de color

Existe en este país [Estados Unidos] un vasto campo que no se ha trabajado. La raza de color, compuesta por miles y miles de personas, exige la consideración y simpatía de todo verdadero y práctico creyente en Cristo. Estas personas no viven en un país extranjero ni se inclinan ante ídolos de madera y piedra. Viven entre nosotros, y una y otra vez, por los testimonios de su Espíritu, Dios nos ha llamado la atención a ellos diciéndonos que son seres humanos descuidados. Este amplio campo se halla ante nosotros sin trabajar, y demanda la luz que Dios nos ha dado en custodia.--Testimonies for the Church 8:205.

Se han erigido muros de separación entre los blancos y los negros. Estos muros de prejuicio se derribarán por sí mismos, como ocurrió con los muros de Jericó, cuando los cristianos obedezcan la Palabra de Dios, que exige de su parte supremo amor por su Maestro y un amor imparcial por sus semejantes. ... Que toda iglesia cuyos miembros pretenden creer la verdad para este tiempo, manifieste consideración hacia esta raza descuidada y pisoteada, que como resultado de la esclavitud ha sido privada del privilegio de pensar y actuar por sí misma.--The Review and Herald, 17 de diciembre de 1895.

Pongámonos a trabajar por el pueblo del sur. No nos contentemos simplemente con mirar, con tomar resoluciones que nunca se pongan en práctica; sino que hagamos algo de todo corazón para el Señor, a fin de aliviar la aflicción de nuestros hermanos de color.--The Review and Herald, 4 de febrero de 1896.

El nombre del hombre negro está escrito en el libro de la vida al lado del del hombre blanco. Todos son uno en Cristo. El nacimiento, la posición social, la nacionalidad o el color no pueden elevar o degradar a los hombres. El carácter hace al hombre. Si un hombre cobrizo, un chino o un africano da su corazón a Dios en obediencia y fe, Jesús no lo ama menos a causa de su color. Lo llama su bien amado hermano. The Southern Work, 8, escrito el 20 de marzo de 1891.

Viene el día cuando los reyes y los grandes señores de la tierra estarán contentos con cambiar su suerte por la del más humilde africano que se ha trabado a la esperanza del Evangelio. (The Southern Work, 8), escrito el 20 de marzo de 1891.

Dios no manifiesta menos cuidado por las almas de la raza africana que pueden ser ganadas para servirlo, del que manifestó por Israel. El exige de sus hijos mucho más de lo que le han dado en materia de actividad misionera entre el pueblo del sur [de los Estados Unidos] perteneciente a todas las clases, y especialmente la raza de color. ¿No estamos bajo obligación aún mayor de trabajar por la gente de color que por aquellos que han sido altamente favorecidos? ¿Quiénes son los que mantuvieron a este pueblo en la servidumbre? ¿Quiénes los conservaron en la ignorancia? ... Si la raza está degradada, si es repulsiva en sus hábitos y maneras. ¿quién la hizo así? ¿No le debe mucho a ellos la gente blanca? Después que se les ha hecho un mal tan grande, ¿no debe realizarse un ferviente esfuerzo para elevarlos? La verdad debe serles llevada. Tienen almas que salvar igual que nosotros. (The Southern Work, 11, 12), escrito el 20 de marzo de 1891.

La reforma en favor de la temperancia

Entre todos los que se llaman amigos de la temperancia, los adventistas deben hallarse en primera fila.--Obreros Evangélicos, 398.

Acerca de la cuestión de la temperancia, mantened vuestra posición sin vacilar. Sed tan firmes como una roca.--Obreros Evangélicos, 409, 410.

Tenemos que hacer una obra en los ramos de la temperancia además de hablar en público. Debemos presentar nuestros principios en folletos, libritos y periódicos. Debemos emplear todo medio posible para despertar a nuestro pueblo a fin de que cumpla con su deber de ponerse en relación con los que no conocen la verdad. El éxito que hemos obtenido en la obra misionera ha sido plenamente proporcionado a los esfuerzos abnegados que hemos hecho. El Señor solo sabe cuánto podríamos haber logrado si nos hubiésemos humillado delante de él y hubiésemos proclamado la verdad de la temperancia de una manera clara y directa.--Obreros Evangélicos, 399.

La cuestión de la temperancia ha de recibir decidido apoyo de parte del pueblo de Dios. La intemperancia está luchando por el predominio; la complacencia propia va en aumento, y se necesitan con urgencia publicaciones que traten el tema de la reforma pro salud. Las publicaciones que versen sobre este punto son la mano ayudadora del Evangelio, pues inducen a las almas a estudiar la Biblia para obtener un conocimiento mejor de la verdad. Ha de hacerse sonar la nota de amonestación contra el gran mal de la intemperancia; y a fin de que esto se cumpla, cada observador del sábado debiera estudiar y poner en práctica la instrucción contenida en nuestros periódicos y libros sobre salud. Y han de hacer aún más que esto: han de realizar esfuerzos fervientes por hacer circular estas publicaciones entre sus vecinos.--The Southern Watchman, 20 de noviembre de 1902.

Presénteseles el compromiso de abstinencia completa, aconsejándoseles que todo el dinero que pudieran gastar en bebidas, tabaco, o cosas por el estilo, lo dediquen al alivio de los enfermos pobres, o a la educación de niños y jóvenes para provecho del mundo.--El Ministerio de Curación, 202.

La importancia de continuar el esfuerzo

Como resultado de la presentación de la verdad ante grandes congregaciones, se despierta un espíritu de investigación, y es especialmente importante que este interés sea atendido por un trabajo personal. Los que desean investigar la verdad, necesitan que se les enseñe a estudiar diligentemente la Palabra de Dios. Alguien debe ayudarlos a edificar sobre un fundamento seguro. En este tiempo crítico de su experiencia religiosa, lo importante es que obreros bíblicos sabiamente dirigidos vayan en su ayuda, y abran ante su comprensión los tesoros de la Palabra de Dios.--Testimonies for the Church 9:111.

El momento áureo se ha perdido. No se continuaron cultivando las impresiones hechas. Habría sido mejor que no se despertara interés; porque cuando se han resistido y vencido las convicciones, es muy difícil impresionar de nuevo la mente con una verdad.--Testimonies for the Church 2:118.

La administración de los recursos

En todas nuestras inversiones hemos de luchar para cumplir el propósito de Aquel que es el alfa y la omega de todo esfuerzo cristiano.--Testimonies for the Church 9:49.

El dinero tiene gran valor porque puede hacer mucho bien. En manos de los hijos de Dios es alimento para el hambriento, bebida para el sediento y vestido para el desnudo. Es una defensa para el oprimido y un medio de ayudar al enfermo. Pero el dinero no es de más valor que la arena, a menos que sea usado para satisfacer las necesidades de la vida, beneficiar a otros, y hacer progresar la causa de Cristo.--Lecciones Prácticas del Gran Maestro. 320.

En Dios mismo se originaron los planes para el progreso de su obra, y él ha provisto a su pueblo de gran cantidad de medios, a fin de que cuando les pida su ayuda, puedan responder: "Señor, tu mina ha ganado diez minas."--Testimonies for the Church 9:58.

El dinero no puede ser llevado a la vida futura: no se necesita allí; pero las buenas acciones efectuadas en la salvación de las almas para Cristo son llevadas a los atrios del cielo. Mas aquellos que emplean egoístamente los dones del Señor para sí mismos, dejando sin ayuda a sus semejantes necesitados, y no haciendo nada porque prospere la obra de Dios en el mundo, deshonran a su Hacedor. Frente a sus nombres en los libros del cielo está escrito: "Robó a Dios."--Lecciones Prácticas del Gran Maestro. 243.

¿Qué vale el dinero en este tiempo en comparación con el va or de las almas? Cada peso de nuestros recursos debíera considerarse como del Señor, no nuestro; y como otorgado por Dios a nosotros en calidad de preciosa custodia, no para ser malgastado en la innecesaria complacencia propia, sino para ser cuidadosamente usado en la causa de Dios, en la obra de salvar a los hombres y mujeres de la ruina.--Life Sketches of Ellen G. White, 214.

¿No es la obra misionera que ha de hacerse en nuestro mundo de suficiente importancia para exigir nuestra influencia y apoyo? ¿No nos privaremos de toda extravagancia y pondremos nuestros dones en la tesorería de Dios a fin de que la verdad pueda ser enviada a otros países, y puedan sostenerse también las misiones locales? ¿No recibirá esta obra la aprobación del cielo? La obra de estos últimos días no ha sido sostenida por grandes legados, ni llevada adelante por influencia mundana. Ha recibido sostén de ofrendas que no eran sino el resultado de la abnegación y el espíritu de sacrificio. Dios nos ha concedido el privilegio de 1 egar a ser participantes de los sufrimientos de Cristo aquí, y ha hecho provisión para que tengamos derecho a una herencia en la tierra hecha nueva.--The Review and Herald, 2 de diciembre de 1890.

Me fué mostrado que el ángel registrador anota fielmente cada ofrenda dedicada a Dios, poniéndola en la tesorería, y también los resultados finales de los medios así usados. El ojo de Dios tiene en cuenta cada centavo dedicado a su causa, y la buena o mala voluntad del dador, así como el motivo porque se da. Los abnegados y consagrados creyentes que devuelven a Dios las cosas que le pertenecen, como se requiere de ellos, serán recompensados según sus obras. Aunque sean mal empleados los medios así consagrados, de manera que no cumplan el objeto que el dador tenía en vista, la gloria de Dios y la salvación de almas, los que han hecho el sacrificio con sinceridad de alma, con el solo propósito de glorificar a Dios, no perderán su galardón.--Testimonies for the Church 2:518, 519.

Cada oportunidad de ayudar a un hermano en necesidad, o a la causa de Dios en la difusión de la verdad, es una perla que podéis enviar de antemano y depositar en el banco del cielo, donde está segura. Dios os está probando. El os ha estado dando sus bendiciones con mano pródiga, y está hoy observando para ver qué uso estáis haciendo de ellas, para ver si ayudáis a los que necesitan ayuda y si sentís el valor de las almas, y hacéis cuanto podéis con los medios que él os ha confiado. Toda oportunidad tal aprovechada aumenta vuestro tesoro celestial.--Testimonies for the Church 3:249, 250.

El método de informar del cielo

Los ángeles llevan un fiel registro de la obra de todo hombre.--Testimonies for the Church 1:198.

Cada acto de amor, cada palabra de bondad, cada oración en favor de los que sufren y de los oprimidos, llega al trono eterno, y se anota en el libro imperecedero del cielo.--Joyas de los Testimonios 2:28.

De todo esfuerzo de nuestra parte por disipar las tinieblas y difundir el conocimiento de Cristo, se lleva un informe al cielo. Y al referirse la acción ante el Padre, el gozo conmueve todas las huestes celestiales.--Los Hechos de los Apóstoles, 124.

Los ángeles han sido comisionados para ser nuestros ayudadores. Viajan entre el cielo y la tierra, llevando a las alturas el informe de las acciones de los hijos de los hombres.--The Southern Watchman, 2 de abril de 1903.

Convendría ... recordar lo anotado en el cielo en el libro donde no hay omisiones ni errores, y por el cual seremos juzgados. Allí se registra toda oportunidad de servir a Dios que no se aprovechó; y allí también se recuerda para siempre todo acto de fe y amor.--La Historia de Profetas y Reyes, 472.