El primer congreso de la Asociación de Míchigan de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que se llevó a cabo en Monterrey del 4 al 6 de octubre de 1862, tenía en su agenda cuatro preguntas, de las cuales la primera era: "¿Cómo debemos tratar a los matrimonios divorciados?"
La expresión "matrimonios divorciados" fue definida como el casamiento de personas "divorciadas de sus anteriores cónyuges por causas diferentes a las que se mencionan en (Mateo 19), y casadas por segunda vez. ¿Podrán esas personas, que posteriormente abrazaron la verdad presente, ser recibidas en nuestro medio?"--The Review and Herald, 14 de octubre de 1862.
El asunto fue remitido a la Junta Directiva de la asociación. No se ha podido encontrar registro de recomendación o acuerdo alguno al respecto.