La Verdad acerca de los Angeles

Capítulo 18

Los ángeles desde el Pentecostés hasta los últimos días

Los ángeles protegen las verdades vitales

Vi que ángeles de Dios fueron comisionados para que guardasen con cuidado especial las verdades sagradas e importantes que habían de servir como ancla a los discípulos de Cristo durante toda generación. El Espíritu Santo descansó en forma especial sobre los apóstoles, que fueron testigos de la crucifixión, resurrección y ascensión de nuestro Señor: verdades importantes que habían de ser la esperanza de Israel. Todos habían de mirar al Salvador del mundo como su única esperanza, andar en el camino que él había abierto por el sacrificio de su propia vida, y guardar la ley de Dios y vivir. Vi la sabiduría y bondad de Jesús al dar poder a los discípulos para que llevasen adelante la misma obra a causa de la cual los judíos le habían odiado y dado muerte. En su nombre, tenían ellos poder sobre las obras de Satanás. Un halo de luz y de gloria rodeó el tiempo de la muerte y resurrección de Jesús e inmortalizó la verdad sagrada de que era el Salvador del mundo.--Primeros Escritos, 196-197.

Pedro y Juan librados de la prisión

Poco tiempo después del descenso del Espíritu Santo, Pedro y Juan, que habían estado dedicados a la oración ferviente, fueron al templo a adorar. Allí encontraron a un pobre y desanimado paralítico... Los discípulos se compadecieron de él. "Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos... No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda". Hechos 3:4-6.--The Spirit of Prophecy 3:275-276.

Como los saduceos no creían en la resurrección, se encolerizaban al oír a los discípulos afirmar que Cristo había resucitado de entre los muertos, pues comprendían que si se dejaba a los apóstoles predicar a un Salvador resucitado y obrar milagros en su nombre, todos rechazarían la doctrina de que no habrá resurrección y pronto se extinguiría la secta de los saduceos.--Los Hechos de los Apóstoles, 64-65.

Algunos de los oficiales del templo y el jefe de la guardia eran saduceos. El jefe, con la ayuda de otros saduceos, arrestó a los dos apóstoles y los puso en prisión, ya que era muy tarde para que sus casos fuesen examinados esa noche.--The Spirit of Prophecy 3:278.

Satanás parecía triunfar y los ángeles malignos lo celebraban; pero los ángeles de Dios fueron enviados a abrir las puertas de la prisión. Contrariamente a la orden del sumo sacerdote y los ancianos, los ángeles les ordenaron volver al templo y continuar hablando palabras de vida.--Spiritual Gifts 1:83-84.

Entretanto, el príncipe de los sacerdotes y los que estaban con él "convocaron al concilio y a todos los ancianos de los hijos de Israel". Hechos 5:21. Los sacerdotes y magistrados decidieron acusar a los discípulos de insurrección, de haber asesinado a Ananías y Safira, y de conspirar para desposeer a los sacerdotes de su autoridad...

Cuando enviaron por los presos para que comparecieran ante su presencia, grande fue el asombro general al recibirse la noticia de que se habían hallado las puertas de la cárcel cerradas con toda seguridad y a los guardias delante de ellas, pero que los presos no aparecían por ninguna parte.

Pronto llegó este sorprendente informe: "He aquí los varones que pusisteis en la cárcel están en el templo, y enseñan al pueblo. Entonces fue el jefe de la guardia con los alguaciles, y los trajo sin violencia, porque temían ser apedreados por el pueblo"...

Al presentarse [Pedro y Juan] por segunda vez ante los hombres que parecían resueltos a destruirlos, no se advirtió señal alguna de temor ni vacilación en sus palabras o actitud. Y cuando el pontífice les dijo: "¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre", Pedro respondió: "Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres". Hechos 5:25-29. Un ángel del cielo los había librado de la cárcel ordenándoles que enseñaran en el templo.--Los Hechos de los Apóstoles, 66-67.

Aquellos criminales se enfurecieron. Deseaban empapar sus manos de sangre otra vez, matando a los apóstoles. Mientras planeaban cómo hacerlo, un ángel fue enviado a impresionar el corazón de Gamaliel para que aconsejara a los príncipes y sacerdotes. Dijo Gamaliel: "Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios". Hechos 5:38-39.

Los malos ángeles sugerían a los ancianos y sacerdotes que aniquilaran a los apóstoles; pero Dios envió a su ángel para evitarlo, levantando entre sus propias filas, una voz que hablara en favor de los discípulos.--Spiritual Gifts 1:85.

Felipe y el eunuco etíope

Los ángeles del cielo acompañan a aquellos que buscan ser iluminados; cooperan con los que tratan de ganar almas para Cristo; ministran a quienes serán herederos de la salvación. Esto se muestra claramente en la experiencia de Felipe y el etíope.--Bible Echo and Signs of the Times, 10 de diciembre de 1900.

Este etíope era un hombre de buena posición y amplia influencia. Dios vio que, una vez convertido, comunicaría a otros la luz recibida, y ejercería poderoso influjo en favor del Evangelio. Los ángeles del Señor asistían a este hombre que buscaba luz, y le atraían al Salvador. Por el ministerio del Espíritu Santo, el Señor lo puso en relación con quien podía conducirlo a la luz.--Conflicto y Valor, 332.

Cuando Dios le dio a Felipe su tarea... aprendió que cada alma es preciosa a la vista de Dios, y que los ángeles dirigen a los agentes humanos para llevar la luz a aquellos que la necesitan. Los ángeles no han sido encargados de la tarea de predicar el Evangelio; pero mediante su ministerio, Dios envía luz a su pueblo; y es a través de su pueblo que la luz ha de llegar al mundo.--Bible Echo and Signs of the Times, 10 de diciembre de 1900.

La conversión de Pablo

Mientras Saulo viajaba hacia Damasco, llevando cartas que le autorizaban a apresar hombres y mujeres que predicasen a Jesús, para llevarlos atados a Jerusalén, había en derredor de él ángeles malos llenos de regocijo. Pero de repente una luz del cielo brilló en derredor de él, ahuyentó a los malos ángeles y le hizo caer prestamente al suelo.--Primeros Escritos, 200.

En el relato de la conversión de Saulo se nos dan importantes principios que deberíamos tener siempre presentes. Saulo fue puesto directamente en presencia de Cristo... Lo detuvo en su carrera y lo convenció de pecado; pero cuando Saulo preguntó: "¿Qué quieres que yo haga?", el Salvador colocó al inquiridor judío en relación con su iglesia, para que conociera allí la voluntad de Dios concerniente a él...

Mientras Saulo continuaba solo orando y suplicando en la casa de Judas, el Señor le apareció en visión a "un discípulo llamado Ananías", y le dijo que Saulo de Tarso estaba orando y que necesitaba ayuda. "Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha--dijo el mensajero celestial--, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora"...

Apenas podía creer Ananías las palabras del ángel; porque los informes de la acerba persecución de Saulo contra los santos de Jerusalén se habían esparcido extensamente...

Obediente a la indicación del ángel, Ananías buscó al hombre que hacía poco sólo respiraba amenazas contra todos los que creían en el nombre de Jesús; y poniendo sus manos sobre la cabeza del dolorido penitente, dijo: "Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado". Hechos 9:1-18.--Los Hechos de los Apóstoles, 98-99.

Pablo sale de Damasco

Mientras Pablo predicaba a Cristo en Damasco, todos los que lo oían se asombraban... La oposición se tornó tan fiera que no se le permitió a Pablo continuar sus labores en Damasco. Un mensajero del cielo le ordenó que dejara el lugar por un tiempo; y fue a Arabia (Gálatas 1:17), donde halló un refugio seguro.

Allí, en la soledad del desierto, Pablo tenía amplia oportunidad para estudiar y meditar con quietud... Jesús se comunicó con él, y lo estableció en la fe concediéndole una rica medida de sabiduría y gracia.--Los Hechos de los Apóstoles, 102-103.

Las labores de Pablo en Antioquía, en unión con Bernabé, le fortalecieron en su convicción de que el Señor le había llamado a hacer una obra especial en el mundo gentil. En ocasión de la conversión de Pablo, el Señor había declarado que había de ser ministro a los gentiles, para abrir "sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados". Hechos 26:18. El ángel que le apareció a Ananías le había dicho de Pablo: "Instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel". Hechos 9:15. Y Pablo mismo, más tarde en su vida cristiana, mientras oraba en el templo de Jerusalén, había sido visitado por un ángel del cielo, que le ordenó: "Ve, porque yo te enviaré lejos a los gentiles". Hechos 22:21.--Los Hechos de los Apóstoles, 129.

Cornelio y Pedro

El mismo santo Vigía que dijo de Abrahán: "Le conozco", conocía también a Cornelio, y le mandó un mensaje directo del cielo.

El ángel se le apareció a Cornelio mientras estaba orando. Al oír el centurión que se lo llamaba por nombre, tuvo miedo. Sin embargo, sabía que el mensajero había venido de Dios, y dijo: "¿Qué es, Señor?"--Los Hechos de los Apóstoles, 108-109.

"Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro. Este posa en casa de cierto Simón curtidor". Hechos 10:5-6. El ángel le dio información precisa acerca del lugar donde Simón el curtidor vivía. Entonces el ángel del Señor visitó a Pedro, y preparó su mente para recibir a este hombre.--The Ellen G. White 1888 Materials, 1746.

Cornelio obedeció con alegría la orden dada en la visión. Cuando el ángel se retiró, "llamó a dos de sus criados, y a un devoto soldado de los que le asistían; a los cuales envió a Jope, después de haberles contado todo". Hechos 10:7-8... El ángel no fue comisionado para decirle a Cornelio la historia de la cruz; un hombre sujeto a las mismas fragilidades humanas y tentaciones que el centurión tenía, debía decirle acerca del Salvador crucificado y resucitado. En su sabiduría, el Señor trae a aquellos que buscan la verdad, y los conecta con otros seres humanos que la conocen.--The Review and Herald, 6 de abril de 1911.

Inmediatamente después de su entrevista con Cornelio, el ángel fue a buscar a Pedro, que en ese momento estaba orando en la azotea de su alojamiento en Jope.--The Review and Herald, 13 de abril de 1911.

Fue con cierta renuencia que Pedro aceptó la orden divina. Al relatar su experiencia, no defendió su actuación basándose en principios generales, sino en una excepción, debido a la revelación divina que había recibido. Y el resultado lo sorprendió. Cuando Cornelio le relató su propia experiencia, incluyendo las palabras del ángel que le había aparecido en visión, Pedro declaró: "En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia". Hechos 10:34-35.--Manuscript Releases 6:328-329.

Pedro librado de la prisión

El día de la ejecución de Pedro había sido finalmente decidido; pero aun así, las oraciones de los creyentes ascendían a los cielos. Y mientras ellos ocupaban todas sus energías y sentimientos en fervientes apelaciones, los ángeles de Dios vigilaban al aprisionado apóstol... Pedro había sido colocado entre dos soldados, aprisionado con dos cadenas, cada una de las cuales estaba sujeta a la cintura de uno de sus guardias. Era imposible que se moviera sin que ellos se diesen cuenta. Las puertas de la prisión estaban firmemente aseguradas, y otros guardias las custodiaban. Humanamente hablando, las posibilidades de escape o rescate, eran nulas.--Redemption Series 7:70.

[Pedro] se hallaba en la cárcel, esperando ser llevado a la muerte al día siguiente; estaba durmiendo de noche "entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel. Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos".

Pedro, despertando repentinamente, se asombró por el resplandor que inundaba su celda y por la hermosura celestial del mensajero divino. No comprendía la escena, pero sabía que estaba libre, y en su aturdimiento y gozo habría salido de la cárcel sin protegerse contra el frío aire nocturno. El ángel de Dios, notando todas las circunstancias y preocupándose solícito por la necesidad del apóstol dijo: "Cíñete, y átate las sandalias".

Pedro obedeció mecánicamente; pero estaba tan extasiado con la revelación de la gloria del cielo, que no se acordó de tomar su manto. Entonces el ángel le ordenó: "Envuélvete en tu manto, y sígueme. Y saliendo, le seguía; pero no sabía en verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión. Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma. Hechos 12:6-10.--Joyas de los Testimonios 2:345-346.

Ni una palabra es pronunciada; ni se oyen pisadas. El ángel se desliza adelante, rodeado de un deslumbrante esplendor, y Pedro, aturdido, y creyendo aun que está soñando, sigue a su libertador. Así pasan por una calle, y luego, cumplida la misión del ángel, éste desaparece súbitamente.

La luz celestial se desvanece, y Pedro se encuentra en profundas tinieblas; pero a medida que sus ojos se acostumbran a ellas, éstas parecen disminuir gradualmente, y descubre que se halla solo en la calle silenciosa, recibiendo el fresco soplo del aire nocturno en la frente. Se da cuenta de que está libre, en una parte conocida de la ciudad; reconoce el lugar que a menudo ha frecuentado, y por el que esperaba pasar por última vez a la mañana siguiente...

El apóstol se dirigió en seguida a la casa donde estaban reunidos sus hermanos, y donde en ese mismo momento estaban orando fervientemente por él. "Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada Rode, la cual, cuando reconoció la voz de Pedro, de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estaba en la puerta. Y ellos le dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que así era. Entonces ellos decían: ¡Es su ángel!" Hechos 12:13-15.--Los Hechos de los Apóstoles, 119-120.

El mismo ángel que dejó las cortes celestiales para rescatar a Pedro del poder de sus perseguidores, había sido el mensajero de juicio e ira para Herodes. El ángel golpeó a Pedro en su costado para despertarlo de su somnolencia; pero fue un toque diferente al usado contra el malvado rey; a éste, le produjo una enfermedad mortal.--The Spirit of Prophecy 3:344.

El apedreamiento de Esteban

Mientras Esteban ponía sus ojos en el cielo, le fue dada una visión de la gloria de Dios, y los ángeles le rodearon. Entonces dijo: "He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios". Hechos 7:55-56.--Spiritual Gifts 1:89.

Los ángeles en el ministerio de Pablo

Se había convertido en un extenso y lucrativo negocio en Efeso la fabricación y venta de pequeños santuarios e imágenes, modeladas conforme al templo y la imagen de Diana. Los que se interesaban en esta industria descubrieron que sus ganancias disminuían, y todos concordaron en atribuir el desventurado cambio a las labores de Pablo...

"Y la ciudad se llenó de confusión". Hechos 19:29. Se buscó a Pablo, pero el apóstol no pudo ser hallado. Sus hermanos, siendo advertidos del peligro, le hicieron salir apresuradamente del lugar. Fueron enviados ángeles de Dios para guardar al apóstol; el tiempo en que había de morir como mártir todavía no había llegado.--Los Hechos de los Apóstoles, 237.

Día tras día, cuando [Pablo y Silas] se dirigían a la reunión de oración, una mujer con espíritu de adivinación daba voces, diciendo: "Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación". Hechos 16:17. Esta mujer era una agente especial de Satanás; y así como los demonios se turbaban en la presencia de Cristo, el mal espíritu que poseía a esta mujer se sentía incómodo en la presencia de los apóstoles. Satanás sentía que su reino estaba siendo invadido y buscó esta forma de oponerse a la obra de los ministros de Dios. Las palabras de recomendación que expresaba esta mujer eran un insulto a la causa, y distraían la mente del pueblo. En lugar de pensar en las verdades que se les presentaban, la gente discutía si estos hombres, que en verdad hablaban con el Espíritu y el poder de Dios, lo hacían con el mismo espíritu que actuaba en este emisario de Satanás.

Los apóstoles soportaron esta oposición por varios días; entonces Pablo, bajo la inspiración del Espíritu de Dios, ordenó al espíritu malo que dejara la mujer. Satanás había sido enfrentado y reprendido. El inmediato silencio de la mujer testificó que los apóstoles eran siervos de Dios, que los demonios los reconocían como tales, y que habían obedecido su orden. Cuando la mujer fue desposeída del espíritu malo y restaurada a su propio control, sus amos se alarmaron por su negocio. Vieron que toda esperanza de ganar dinero mediante sus adivinaciones y predicciones se había esfumado. Percibieron además, que si a los apóstoles se les permitía continuar su obra, su propia fuente de ingresos pronto terminaría.--Sketches From the Life of Paul, 74-75.

Después de haber sido librada del espíritu malo, la mujer se convirtió en una seguidora de Cristo. Sus amos, viendo que su esperanza de ganancias se esfumaba, prendieron a Pablo y Silas y los trajeron ante las autoridades, acusándolos de alborotar la ciudad. El alboroto ahora se produjo; la multitud se levantó contra los discípulos y las autoridades ordenaron que los prisioneros fueran azotados.--The Review and Herald, 29 de junio de 1905.

"Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad". Hechos 16:23. Habiendo recibido tal orden, el carcelero los llevó a la celda más interior y aseguró sus pies con cepos. Pero los ángeles de Dios les habían acompañado hasta dentro de la prisión.--Spiritual Gifts 1:95-96.

Los apóstoles sufrieron extrema tortura por causa de la penosa posición en que fueron dejados, pero no murmuraron. En vez de eso, en la completa oscuridad y desolación de la mazmorra, se animaron el uno al otro con palabras de oración, y cantaban alabanzas a Dios por haber sido hallados dignos de sufrir oprobio por su causa... Con asombro, los otros presos oyeron las oraciones y los cantos que salían de la cárcel interior.--Los Hechos de los Apóstoles, 174.

Aunque los hombres habían actuado cruel y vengativamente, y las autoridades habían mostrado una negligencia criminal en el cumplimiento de sus solemnes responsabilidades, Dios no se había olvidado de mostrar misericordia a sus siervos sufrientes. Un ángel fue enviado del cielo para librar a los apóstoles. Mientras se acercaba a la prisión romana, la tierra tembló bajo sus pies; toda la ciudad fue sacudida por el terremoto y las paredes de la prisión se movían como una caña en el viento. Las pesadas puertas se abrieron raudamente, y las cadenas y grillos cayeron de las manos y los pies de cada prisionero.--The Spirit of Prophecy 3:382-383.

Al apóstol Pablo, en sus trabajos en Efeso, se le dieron señales especiales del favor divino. El poder de Dios acompañó sus esfuerzos, y muchos eran sanados de enfermedades físicas. "Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían". Hechos 19:11-12.

Estas manifestaciones de poder sobrenatural eran mayores que todas las que se habían visto alguna vez en Efeso, y eran de tal carácter que no podían ser imitadas por la habilidad de los prestidigitadores o los encantamientos de los hechiceros. Como estos milagros eran hechos en el nombre de Jesús de Nazaret, el pueblo tenía oportunidad de ver que el Dios del cielo era más poderoso que los magos que adoraban a la diosa Diana. Así exaltaba el Señor a su siervo, aun delante de los idólatras mismos, inmensurablemente por encima del más poderoso y favorecido de los magos.

Pero Aquel a quien están sujetos todos los espíritus del mal; quien había dado a su siervo autoridad sobre ellos, había de avergonzar y derrotar aun más a aquellos que despreciaban y profanaban su santo nombre. La hechicería había sido prohibida por la ley de Moisés, bajo pena de muerte; sin embargo, de tiempo en tiempo había sido practicada secretamente por judíos apóstatas. En el tiempo de la visita de Pablo a Efeso, había en la ciudad "algunos judíos, exorcistas ambulantes", quienes, al ver las maravillosas obras hechas por él, "intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos". Fue hecha una prueba por "siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes". Al hallar a un hombre poseído por un demonio, le dijeron: "Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo... Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos". Hechos 19:13-16...

Ahora se revelaron hechos antes escondidos. Al aceptar el cristianismo, algunos de los creyentes no habían renunciado completamente a sus supersticiones. Hasta cierto punto continuaban practicando la magia. Ahora, convencidos de su error, "muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos". Aun algunos de los mismos hechiceros fueron alcanzados por esta buena obra; y "muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos". Hechos 19:18-19...

Estos tratados sobre adivinación contenían reglas y formas de comunicarse con los malos espíritus. Eran los reglamentos del culto de Satanás, instrucciones para solicitar su ayuda y obtener de él información.--Los Hechos de los Apóstoles, 232-234.

Un informe acerca del discurso de Demetrio circuló rápidamente. El alboroto fue terrible; toda la ciudad parecía conmocionada. Se reunió una inmensa multitud la que inmediatamente se dirigió al negocio de Aquila, en el sector judío, con el fin de apresar a Pablo. En su furia insana estaban dispuestos a descuartizarlo. Pero no hallaron al apóstol; sus hermanos, habiendo recibido información acerca del peligro, lo habían retirado del lugar. Angeles de Dios fueron enviados para proteger al fiel apóstol.--Sketches From the Life of Paul, 143.

Cuando los principales sacerdotes y gobernantes presenciaron el efecto que tenía el relato de lo que había experimentado Pablo, se sintieron movidos a odiarle. Vieron que predicaba audazmente a Jesús y realizaba milagros en su nombre; multitudes le escuchaban, se apartaban de las tradiciones y consideraban a los dirigentes judíos como matadores del Hijo de Dios. Se encendió su ira, y se reunieron para consultarse acerca de lo que convenía hacer para aplacar la excitación. Convinieron en que la única conducta segura consistía en dar muerte a Pablo. Pero Dios conocía su intención, y envió ángeles para que lo guardasen, a fin de que pudiese vivir y cumplir su misión.--Primeros Escritos, 202.

Esta parte de la historia ha sido escrita para nuestra admonición, "a quienes han alcanzado los fines de los siglos". Los efesios afirmaban tener contacto con seres invisibles, de quienes recibían conocimiento de lo que habría de acontecer. En nuestros días esta comunicación es llamada espiritismo, y no todo lo que practican los médiums es prestidigitación, astucia y engaño. El mundo visible y el invisible están en comunicación. Satanás es el engañador maestro, y entrena a los que están confederados con él para obrar en las mismas líneas en las que él obra. El apóstol dice: "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo". Efesios 6:12-13.--The Youth's Instructor, 16 de noviembre de 1893.

Este anciano prisionero [Pablo], encadenado al soldado que lo vigilaba, no presentaba en su apariencia o su vestimenta, algo que llamara la atención del mundo para brindarle honores. Sin embargo, este hombre sin riquezas ni posición, y aparentemente sin amigos, tenía una escolta que los mundanos no podían ver. Angeles del cielo le asistían. Si la gloria de uno de estos refulgentes mensajeros se hubiera hecho visible, la pompa y el orgullo de la realeza hubiese palidecido. Reyes y cortesanos hubieran sido postrados en tierra... Todo el cielo estaba interesado en este solo hombre que ahora era un prisionero por causa de su fe en el Hijo de Dios.--Sketches From the Life of Paul, 254.

El sitio de Jerusalén

La paciencia de Dios hacia Jerusalén, sólo confirmó a los judíos en su obstinada impenitencia. En su odio y crueldad hacia los discípulos de Cristo, rechazaron su última oferta de misericordia. Entonces, Dios apartó de ellos su protección. Al retirar el poder restrictivo sobre Satanás y sus ángeles, la nación quedó bajo el control del caudillo que ellos mismos habían elegido. El pueblo había despreciado la gracia de Cristo, único medio de subyugar sus malos impulsos, y ahora éstos eran sus conquistadores.

Satanás despertó en ellos las más fieras y bajas pasiones del alma; no razonaban, porque habían sobrepasado los límites de la razón. Eran controlados por impulsos y ciega ira; su crueldad era satánica... Satanás se colocó a la cabeza de la nación, y las autoridades civiles y religiosas quedaron bajo su mandato.--The Spirit of Prophecy 4:29-30.

Angeles de Dios fueron enviados a hacer su obra de destrucción [del templo], de tal manera que no quedara piedra sobre piedra que no fuera destruida.--Manuscript Releases 21:66.

Juan el revelador

El Salvador habla de Gabriel en el Apocalipsis diciendo que "la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan". Apocalipsis 1:1. Y a Juan, el ángel declaró: "Yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas". Apocalipsis 22:9. ¡Admirable pensamiento, que el ángel que sigue en honor al Hijo de Dios es el escogido para revelar los propósitos de Dios a los hombres pecaminosos!--El Deseado de Todas las Gentes, 73-74.

Dios tenía una obra especial para que él [Juan] cumpliera. Satanás estaba determinado a estorbar su trabajo, y dirigió a sus agentes para intentar destruir a Juan. Pero Dios envió su ángel y lo preservó maravillosamente. Aquellos que presenciaron el gran poder de Dios manifestado en la liberación de Juan quedaron asombrados. Muchos se convencieron de que Dios estaba con él, y que su testimonio referente a Jesús era cierto. Aquellos que intentaban destruirlo tuvieron temor de atentar nuevamente contra su vida, y a él le fue permitido seguir sufriendo por causa de Cristo.

Fue acusado falsamente por sus enemigos y pronto desterrado a una isla desierta. Pero Dios envió a su ángel para revelarle las cosas que sucederían en la tierra, así como la condición de la iglesia hasta los días finales. Le reveló qué ocurriría con la iglesia si apostataba, y cómo triunfaría finalmente si agradaba a Dios.

El ángel del cielo vino a Juan en majestad, con la gloria del cielo reflejada en su rostro. Le reveló a Juan escenas de profundo y maravilloso interés concerniente a la iglesia de Dios. Trajo ante él los peligrosos conflictos que había de afrontar. La vio pasar por terribles pruebas hasta que, purificada y emblanquecida, aparecía victoriosa; gloriosamente salvada en el reino de Dios. El rostro del ángel se tornaba más glorioso y radiante de gozo al mostrar a Juan el triunfo final de la iglesia de Dios.

Juan quedó arrobado al presenciar la liberación final de la iglesia. Mientras participaba de la gloria de esta escena, y con profundo temor y reverencia, cayó a los pies del ángel para adorarle. El ángel lo levantó inmediatamente y en suave reproche le dijo: "Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía". Apocalipsis 19:10.

Entonces el ángel mostró a Juan la santa ciudad con todo su esplendor y radiante gloria. Juan quedó embelesado con la gloria de la ciudad; y sin recordar el reproche recibido, se postró otra vez a los pies del ángel. Otra vez oyó el suave reproche: "Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios". Apocalipsis 22:9.--Spiritual Gifts 1:130-131.

Cristo, el Mensajero real, visitó a Juan en su isla desierta y le dio las más extraordinarias revelaciones de sí mismo.--The Signs of the Times, 3 de marzo de 1890.

El ángel poderoso que instruyó a Juan era nada menos que Cristo. Cuando coloca su pie derecho en el mar y su pie izquierdo sobre la tierra seca, muestra la parte que desempeña en las escenas finales del gran conflicto con Satanás. Esta posición denota su supremo poder y autoridad sobre la tierra. El conflicto se ha intensificado y agudizado de una época a otra, y seguirá intensificándose hasta las escenas finales, cuando la obra magistral de los poderes de las tinieblas llegará al máximo. Satanás junto con los hombres impíos, engañará a todo el mundo y a las iglesias que no reciban el amor de la verdad. Pero el ángel poderoso exige atención. Clama en alta voz. Debe mostrar el poder y la autoridad de su voz a aquellos que se han unido con Satanás para oponerse a la verdad.--Comentario Bíblico Adventista 7:982.

Ángeles en la edad media

En el siglo XIII se estableció la más terrible de las maquinaciones del papado: la Inquisición. El príncipe de las tinieblas obró de acuerdo con los jefes de la jerarquía papal. En sus concilios secretos, Satanás y sus ángeles gobernaron los espíritus de los hombres perversos, mientras que invisible acampaba entre ellos un ángel de Dios que llevaba apunte de sus malvados decretos y escribía la historia de hechos por demás horrorosos para ser presentados a la vista de los hombres.--Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 64.

La reforma protestante

La bandera del gobernante de la sinagoga de Satanás fue izada, y el error aparentemente marchaba triunfante, y los reformadores, por la gracia que les fue dada por Dios, se empeñaron en brillante batalla contra las huestes de las tinieblas. Me han sido presentados los acontecimientos de la historia de los reformadores. Sé que el Señor Jesús y sus ángeles han vigilado con intenso interés la batalla contra el poder de Satanás, quien combinaba sus huestes con los hombres malos, con el propósito de extinguir la luz divina.--Mensajes Selectos 3:124.

Lutero

Un día, mientras examinaba libros en la biblioteca de la universidad, Lutero descubrió una Biblia en latín... Con una mezcla de reverencia y asombro, abrió las sagradas páginas; con el pulso acelerado y el corazón exultante leyó por sí mismo las palabras de vida, deteniéndose a menudo para exclamar: "¡Oh, si Dios me permitiera tener mi propia Biblia!" Angeles del cielo estaban a su lado, y rayos de luz del trono de Dios le revelaron los tesoros de verdad a su entendimiento.--The Spirit of Prophecy 4:96.

Cuando sus enemigos apelaban a la tradición o las costumbres, o a la autoridad del pontífice, Lutero los confrontaba con la Biblia, y la Biblia sola. Era un argumento que no podían discutir; y estos esclavos del formalismo y la superstición clamaban por su sangre... Pero Lutero no cayó presa de su furia; Dios tenía una obra para él, y los ángeles del cielo fueron enviados a protegerlo.--The Spirit of Prophecy 4:108-109.

Este hombre solitario, que había agitado la ira de los sacerdotes y el pueblo, fue citado a Augsburgo para responder por su fe, y obedeció la citación. Allí estaba, firme y decidido, ante aquellos que hacían temblar al mundo; un manso cordero rodeado por leones furiosos. No obstante, por causa de Cristo y de su verdad, se mantuvo inconmovible. Con una santa elocuencia que sólo la verdad puede inspirar, dio las razones de su fe. Trataron de varias maneras de silenciar a este campeón de la verdad; le halagaban y le ofrecían incentivos; sería honrado y exaltado. Pero la vida y los honores no tenían valor para él, si debían ser comprados al precio de sacrificar la verdad.

La Palabra de Dios brilló aún más claramente en su mente dándole un vívido entendimiento de los errores, corrupciones e hipocresía del papado. Sus enemigos buscaban de intimidarlo y le exigían renunciar a su fe; pero se mantuvo firme y decidido en defensa de la verdad. Estaba listo a morir por su fe si Dios se lo requería; pero abandonarla, ¡nunca! Dios preservó su vida y envió ángeles para asistirlo durante el tormentoso conflicto del cual salió airoso, habiendo frustrado los propósitos de sus airados enemigos.--Spiritual Gifts 4b:118-119.

Si los ojos de los que participaban en la dieta [de Worms] hubieran sido abiertos, hubiesen visto ángeles de Dios en medio de ellos, derramando rayos de luz para disipar el error y abrir las mentes y corazones para recibir la verdad.--The Spirit of Prophecy 4:124.

Melanchton

[El reformador Simón] Grynäus había estado en buenas relaciones con un eminente profesor católico; pero después de escuchar uno de sus sermones que lo impactó negativamente, lo conminó a que no luchara más en contra de la verdad. El profesor disimuló su enojo, pero inmediatamente se dirigió al rey, y obtuvo la autorización para arrestar al protestante. Cuando Melanchton retornó a su casa, fue informado que después de su partida, las autoridades habían revisado la casa de arriba abajo en busca de Grynäus. Melanchton siempre creyó que Dios había salvado a su amigo enviando a uno de sus santos ángeles para avisarle del peligro.--The Spirit of Prophecy 4:164-165.

Los padres peregrinos

Aunque [los padres peregrinos] vivían en el desierto y en medio de contratiempos, crecían su amor y su fe; confiaban en las promesas del Señor, el cual no los olvidó en el tiempo de prueba. Sus ángeles estaban a su lado para animarlos y sostenerlos. Y cuando les pareció ver la mano de Dios señalándoles más allá del mar una tierra en donde podrían fundar un estado, y dejar a sus hijos el precioso legado de la libertad religiosa, avanzaron sin miedo por el camino que la Providencia les indicaba.--Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 335.

Los tres ángeles de Apocalipsis 14

Cristo viene por segunda vez con poder para salvación. Ha enviado los mensajes de los ángeles primero, segundo y tercero para preparar a los seres humanos para dicho acontecimiento. Estos ángeles representan a los que reciben la verdad y presentan el Evangelio al mundo con poder.--Comentario Bíblico Adventista 7:989-990.

Guillermo Miller

Vi que Dios había enviado su ángel para trabajar en el corazón de un agricultor [Guillermo Miller] que, aunque no había creído en la Biblia, fue inducido a investigar las profecías. Los ángeles de Dios visitaron repetidamente a este instrumento elegido, guiando su mente y abriendo su entendimiento a las profecías que no habían sido claras para el pueblo de Dios. Le fue mostrado el comienzo de la cadena de verdad, y fue llevado a buscar eslabón tras eslabón, hasta sentir admiración y asombro por la palabra de Dios...

Los ángeles de Dios acompañaron a Guillermo Miller en su misión. Proclamó el mensaje sin temor; firme y decidido... Aunque recibió la oposición de los profesos cristianos y del mundo, y fue enfrentado por Satanás y sus ángeles, no cesó de predicar el Evangelio eterno a las multitudes doquiera era invitado, y de hacer oír el clamor: "Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado". Apocalipsis 14:7.--Spiritual Gifts 1:128, 132.

El instigador de todo mal no trató únicamente de contrarrestar los efectos del mensaje del advenimiento, sino de destruir al mismo mensajero. Miller hacía una aplicación práctica de la verdad bíblica a los corazones de sus oyentes, reprobando sus pecados y turbando el sentimiento de satisfacción en sí mismos, y sus palabras claras y contundentes despertaron la animosidad de ellos. La oposición manifestada por los miembros de las iglesias contra su mensaje alentaba a las clases bajas a ir aún más allá; y hubo enemigos que conspiraron para quitarle la vida a su salida del local de reunión. Pero hubo ángeles guardianes entre la multitud, y uno de ellos, bajo la forma de un hombre, tomó el brazo del siervo del Señor, y lo puso a salvo del populacho furioso.--Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 385.

Muchos ministros no aceptaban el mensaje de salvación, y aquellos que lo aceptaban en ocasiones lo obstaculizaban. La sangre de las almas será sobre ellos. Pastores y miembros se unían para oponerse al mensaje del cielo; perseguían a Guillermo Miller y a los que trabajaban con él, y hacían circular falsas acusaciones para afectar su influencia. Cuando él presentaba claramente el consejo de Dios y lo aplicaba agudamente al corazón de sus oyentes, se levantaba acerba oposición. En varias ocasiones, al dejar el lugar de reunión, fue seguido y acechado para intentar quitarle la vida. Pero ángeles de Dios, que eran enviados para preservar su vida, lo protegían de la turba enfurecida.--Spiritual Gifts 1:136.